En estos días de huelga en JAPDEVA he leído mucho sobre el tema, a
pesar de no haber tenido tiempo de escribir… hasta ahora. ¿Por qué será que
nadie ha notado – o hecho notar en lo que han escrito – la hipocresía y la
doble moral del Sindicato de Trabajadores de JAPDEVA al erigirse en defensor de
la “libre competencia”? ¿A nadie más le
llama la atención que un sindicato de una institución que durante cinco décadas
ha tenido el monopolio de los servicios portuarios, ahora se declare paladín de
la competencia?