viernes, 29 de julio de 2011

Adieu, ma chérie

Hace días no escribía, y siento que debo a mis lectores una explicación. Primero me tuve que incapacitar por el dolor de muñeca causado por escribir tanto en el blog. Luego logré que me prolongaran la incapacidad por el estrés que me provocó no escribir durante tantos días. Después, me envacacité para irme a bloquear calles durante la huelga de mis colegas de la Caja, que “defendían a la Caja” y no sus “merecidas” gollerías. Como nos dieron por la torre, no me quedó más que volver a trabajar. Heme aquí, y hoy quiero opinar sobre la telenovelesca renuncia de la Ministra de Salud.

María Luisa Ávila, la Ministra twittera.

miércoles, 6 de julio de 2011

Siempre la salida fácil

Por todas partes nos quieren coger.  La semana antepasada veíamos como el AyA anunciaba que quiere duplicarnos las tarifas.  El Ministro de Hacienda nos quiere clavar con un paquete de impuestos que grava hasta la educación.  Ahora resulta que la Caja Costarricense del Seguro Social está considerando subir las cuotas obrero-patronales. Ya no se les ocurre de qué otra manera sacarnos más plata.

martes, 5 de julio de 2011

¿Quién manda en Costa Rica?

Desde que me enteré de que Laura Chinchilla había ido a pedir cacao a las puertas de la Casa de Sustos de Rohrmoser, me di cuenta de que las cosas iban mal. Tal parece que la mamá de doña Laura nunca le hizo la advertencia en Jalogüín de no ir a pedir confites a la casa del viejo verde solterón del barrio. Mi tata siempre me decía que el que juega con fuego amanece miado. Ahora comprendo que la afirmación no era literal.

domingo, 3 de julio de 2011

Billetes para una Presidencia firme y honesta

Considerando que el Banco Central está poniendo en circulación una nueva familia de billetes, en La Suiza Centroamericana queremos aportar nuestro granito de arena presentando los que consideramos se convertirán en billetes indispensables para una Presidencia firme y honesta. Demás está decir que si el Banco Central quisiera utilizar nuestros diseños, será un placer aportarlos sin costo alguno para el Estado costarricense.