domingo, 12 de octubre de 2008

Éxito engañoso

Es muy difícil discutir con el éxito. Y éxito es justamente lo que ha tenido la Selección Nacional al mando de Rodrigo Kenton. Pero no todo lo que brilla es oro. No pretendo en este artículo restarle méritos al seleccionador, que creo está haciendo bien las cosas, sino llamar la atención sobre los potenciales riesgos que se ciernen en el horizonte de la hexagonal clasificatoria para el Mundial 2010.

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Como la vez pasada que escribí sobre la Sele de Kenton, empiezo por destacar lo positivo. El equipo nacional abandonó en la práctica el trillado discursillo bandera del conformismo y de la mediocridad, que decía algo como “en el fútbol ya no existen equipos pequeños” o “las distancias se han acortado”. Con Kenton al mando, la Selección ha salido a buscar todos los partidos, en vez de ponerse a hacer cálculos absurdos como que “el empate de visita es una victoria” o que “una derrota de visita está dentro del presupuesto”. Cuando ha podido ha goleado, sin importar si juegan en casa o de visita, y se nota la ambición de los jugadores por aportar, destacar, y triunfar. Nos referimos entonces al trabajo psicológico y motivacional que hacen Kenton y sus asistentes con la Selección. Y solo este hecho es suficiente para que estemos satisfechos con Rodrigo Kenton.

Hay que reconocer, como bien lo hace el mismo Kenton, que esta fase eliminatoria ha sido un paseo inesperado ante equipos de tercera categoría que prácticamente no han exigido a nuestra Selección. Pero en el pasado, enfrentando a equipos de similar categoría, sufríamos injustificadamente y nos costaba sacar los resultados. Terminábamos haciendo cábalas para clasificar por gol diferencia o alguna otra argucia reglamentaria diseñada para definir una clasificación cuando un equipo no supera claramente a otro. Y allí reside el mérito de Kenton en esta fase: reconocer que estamos ante equipos débiles y que no por ello hay que tenerles misericordia. Para compasión, el domingo vamos a misa, no al estadio.

Hay aspectos, sin embargo, que me siguen preocupando de la Selección, mientras que otros se han ido aclarando con los partidos. En mi anterior artículo sobre el tema expresé mi preocupación por la portería: González tiene reflejos felinos pero es pésimo en el juego aéreo, Wardy es mucho corazón pero no gran cosa como portero, y Keylor Navas es excelente pero me preocupaba su falta de experiencia. Ayer Navas se encargó de callarme. Demostró que está listo para cualquier reto, y merece ser el portero titular de la Sele a pesar de su juventud.

Nuestra defensa sigue siendo una calamidad. En esta fase, ante equipos que no han demostrado gran cosa, la defensa que tenemos ha resultado suficiente. Ante equipos de mayor peso y con jugadores más hábiles (pensemos en la velocidad, inteligencia y capacidad de un Landon Donovan), la defensa será un colador fácilmente vulnerable. Reconozco que Kenton ha hecho distintas pruebas, obligado por las lesiones y las suspensiones, pero no ha dado con la fórmula que nos de tranquilidad. Ayer, de no ser por las excelentes y oportunas intervenciones de Keylor Navas, y por la inocencia de los delanteros de Surinam, el resultado pudo haber sido muy distinto. Ayer, por ejemplo, Wallace llegó acertado cuando se sumó al ataque (cosa cada vez más escasa en él), pero su sector de la zaga lució muy vulnerable, al igual que por el centro de la cancha. Ya no tiene la velocidad de antes, y cada excursión de Wallace para arriba de la media cancha deja un hueco importante en defensa.

La media cancha de la selección está funcionando bastante bien y, lo que es mejor aún, tiene múltiples posibilidades de variantes según se presenten los partidos. Como hecho que merece destacar, contra Surinam el Pupy López se jaló un partidazo y reclama a gritos la titularidad. En delantera, nuevamente gracias a lesiones y suspensiones, el técnico se ha visto obligado a hacer diferentes experimentos, y estará en condiciones de sacar sus propias conclusiones. Nos preocupa, sin embargo, la insistencia del técnico en poner a Bryan Ruíz como punta, posición en la que a todas luces no se siente cómodo ni se desempeña tan bien como cuando juega de media punta o de enganche. Insisto en que Ruíz es un jugador que merece la titularidad en la Sele, pero jugando un poco más atrás del punta, posición para la cual hay también varias opciones (Ledezman, Saborío, Alpízar, Mambo), con diferentes características pero todos acostumbrados a jugar allí.

Por último, me preocupa la indecisión o lentitud de Kenton para hacer ciertos cambios en el transcurso de un juego. Ayer, después de que Surinam anotó su gol al minuto 3 del segundo tiempo, la defensa de Costa Rica lució bastante descontrolada por los siguientes veinte minutos, en los que el rival no anotó merced a las salvadoras intervenciones del portero Navas. No solo la defensa estaba descontrolada, sino que el medio campo perdió el control del balón, y de allí nacían las jugadas que pusieron en aprietos a nuestra selección. El cambio, sin embargo, no se dio sino hasta el minuto 28, cuando Alonso Solís vino a aportar dominio de balón y gol. Un equipo con más oficio que Surinam pudo haber anotado varios goles en esos 25 minutos de zozobra, y nos preocupa que el técnico no reaccione oportunamente cuando el equipo se le cae sobre el terreno de juego.

Si queremos que nos vaya bien la hexagonal, es imperativo que para los próximos 4 meses se programen fogueos contra equipos y selecciones de mayor nivel, que exijan a la nuestra, y puedan desnudar sus deficiencias. Como laboratorio, los dos partidos que nos faltan en esta fase de paseo es poco lo que podrán aportar.

viernes, 10 de octubre de 2008

María José y el monopolio del ICE

Yo no sé mucho de música. Ni siquiera el curso de apreciación de música que llevé en Generales de la UCR me sacó de la ignorancia musical en que me sumió el mediocre sistema educativo costarricense. Pero me encanta escuchar música, de varios géneros, y a punta de hacerlo al menos logro distinguir una buena voz de una que no lo es tanto. Yo no sé si Margarita era mejor que María José pero, nacionalismos aparte, realmente no parecía haber mucha diferencia entre ellas, excepto por la mayor experiencia de la panameña que se notaba en su dominio escénico. No creo que María José haya perdido por falta de talento o porque el talento de Margarita fuera superior. Creo que María José perdió por culpa del ICE.

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Desde el día anterior a la final se supo que las centrales del ICE habían colapsado por la cantidad de mensajes que la gente intentaba enviar. Lo mismo sucedió la noche de la final. Nuestro bienamado monopolio de las telecomunicaciones no tiene la capacidad instalada para aguantar un pico de demanda como los que se presentan cíclicamente, por ejemplo cada 14 de febrero y cada 15 de agosto, y por supuesto no dio abasto para procesar todos los mensajes de apoyo que los ticos quisimos enviar.

Todo lo anterior es de conocimiento público y hasta en los periódicos salió. Lo que no es tan conocido aquí en Costa Rica, y me lo confirmó mi amigo Marcelo, el argentino, que estuvo en Panamá de sábado a miércoles de esta semana, es que en Panamá los mensajes enviados a través de la malvada empresa privada Cable & Wireless, que probablemente pertenece al coco de las telecomunicaciones latinoamericanas, Carlos Slim, tenían un costo de $0.10, mientras que en Costa Rica el costo enviar un mensaje a través del benefactor monopolio estatal era cercano a $1.00. Así las cosas, cada panameño podía enviar diez mensajes con lo que a un tico le costaba enviar uno, y no sólo se ahorraron un buen poco de plata dando su apoyo a Margarita, sino que además sus mensajes llegaron a su destino y pudieron ser contados, mientras que muchos de los mensajes diez veces más caros de los ticos se quedaron sin ser contados por la ineptitud del ICE.

Una última observación interesante: por regulaciones de la empresa Cable & Wireless, los usuarios de tarjetas pre-pago en Panamá (servicio que el ICE lleva cuatro años anunciando pero todavía no lanza al mercado) no podían enviar mensajes. Sin embargo, al ver el interés de esos clientes por apoyar a Margarita, decidieron días antes de la final habilitar el servicio y permitir a los usuarios de tarjetas de pre-pago enviar sus mensajes de apoyo a su candidata. Ojalá el ICE exhibiera la mitad de la flexiblidad de C&W para resolver las necesidades de sus clientes para cosas más importantes que Latin American Idol.

domingo, 14 de septiembre de 2008

La puta en la vitrina

Nunca he estado, pero la zona roja de Amsterdam es famosa por la forma en que se ofrecen los servicios sexuales. Las putas se exhiben en vitrinas, escasas de ropa o realizando los más variados actos eróticos a la vista de los transeúntes. Igual a como dejó Oscar Arias a Costa Rica con la forma en que decidió establecer relaciones con China: exhibida en la vitrina de la opinión pública mundial como una puta diplomática. Muchas gracias, señor Premio Nobel de la Paz.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¡Qué secreto ni qué mi abuela!

Cuando un Presidente le pierde el respeto a su pueblo y pretende verle la cara de idiota todo el tiempo, es nuestro deber desenmascararlo. Este es un blog de crítica y por supuesto que don Oscar Arias y su gobierno no se han escapado a los filazos que nos gusta recetar desde aquí. Pero para quien conoce este blog desde sus inicios, o al menos ha leído algo de nuestros archivos históricos, es claro y evidente que la crítica al Presidente Arias ha sido relativamente taimada, sobre todo si la comparamos con la que hacíamos al desgobierno de su predecesor Abel Pacheco.

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En La Suiza Centroamericana fuimos desde el inicio críticos de la decisión de establecer relaciones con China a expensas de nuestras relaciones con un país democrático como lo es Taiwán (ver al respecto La Caperucita Tica, Diplomacia al estilo de las putas). Entonces alegábamos, entre otras cosas, que la relación con Taiwán estaba mal planteada porque no se basaba en los principios fundamentales compartidos entre nuestras naciones, sino en el intercambio de apoyo en foros internacionales por dádivas y que, lamentablemente, ya desde el arranque de las relaciones con China Continental las cosas iban por similar camino, con la oferta china de construir un nuevo Estadio Nacional y prestar unos $250 millones en términos secretos.

La insistencia de Oscar Arias, y de su Canciller y su Ministro de Hacienda, en no revelar la información sobre el financiamiento chino, me revuelve el estómago. Nos quieren hacer creer, como que si fuéramos estúpidos subnormales, que es costumbre no revelar los detalles de este tipo de transacciones entre dos países. Nos hablan de un “secreto bursátil”, casi casi como un “secreto de estado”, como si las FARC o el FSLN nos fueran a invadir mañana si se revela el “secreto”. Ya cuando don Oscar dijo, con una desfachatez digna de admirar, que ningún funcionario público había recibido una comisión por esta transacción, inmediatamente me empecé a imaginar que una entidad financiera privada costarricense si la había recibido, y que sería necesariamente una en la cual uno o varios funcionarios públicos tuviera(n) una participación accionaria. Confieso que no me imaginaba que se trataba de BCT, porque ni siquiera me acordaba quién era nuestro Embajador en China. Más bien creí que se trataba del grupo financiero que ayuda a la Conferencia Episcopal a esconder sus dineros provenientes de actividades ilícitas de intermediación financiera. Pero no anduve lejos.

El asunto es que es una majadería insistir con la cantaleta del secreto bursátil. Cualquier persona que haya leído alguna vez en su vida un par de números de The Economist, o del Financial Times, o del Wall Street Journal sabrá que cuando los países hacen emisiones de bonos de deuda soberana, los intermediarios – sí, siempre los hay y no es pecado – sacan tremendos campos pagados anunciando que han sido escogidos para colocar o asegurar la emisión, y por supuesto que han sido escogidos después de un concurso público. Nadie en el mundo occidental hace transacciones de esta naturaleza y magnitud bajo el velo del secreto; ese es el tipo de cosas que espera uno encontrar más bien en la Rusia de Putin y Medvedev, o bien, pues, en China. Pero nos falta al respeto nuestro Presidente cuando menosprecia las instituciones de nuestra democracia – aunque no siempre funcionen como deben – insistiendo en el secreto que únicamente sirve para esconder algo que no quiere que sepamos (y que finalmente está saliendo a la luz pública). Es una estrategia perder-perder. Pierde el país cuando estas transacciones no se hacen de manera transparente, y pierde el gobierno en credibilidad e imagen cuando finalmente se descubren los chanchullos.

Este episodio me ha llevado a preguntarme quién manda en Costa Rica. Cuando don Abel Paltecho nos desgobernaba, se decía que Oscar Arias era el poder detrás del trono, lo cual explicaba algunos nombramientos de don Abel, siendo el más conspicuo el del hoy Canciller entonces como Embajador ante la ONU. Cuando la Sala IV derogó por inconstitucional la norma que impedía la reelección presidencial, se decía que Rodrigo Arias gobernaría como una especie de Primer Ministro, pero que don Oscar mantendría el poder desde una función presidencial más asemejada a las de los Reyes de Europa que a lo que establece nuestra normativa. Sin embargo, resulta que don Oscar Arias, ese que detenta el poder emanado de las urnas, tiene que pedir permiso al embajador de China para dar al público la información que la ley le obliga a dar. ¿Desde cuándo nuestro Presidente tiene que pedir permiso a un diplomático extranjero para actuar? ¿Qué es eso sino pérdida de soberanía? ¿Qué es esa falta de dignidad? ¿Será que algo me perdí y no me he dado cuenta de que ahora somos una colonia china y que el Sr. Wang Xiaoyuan es el Procónsul?

Señores y señoras, nuestro Presidente nos ha perdido el respeto por completo. No somos para él más que caracoles impedidos de volar a las alturas de las águilas que se regodean con la realeza europea mientras en nuestro país la inflación se dispara, la inseguridad campea, y en general nos lleva candanga. Ya es hora de que nuestras instituciones, sea la Contraloría o la Sala IV, se lo apeen de su alto vuelo, para que se tenga que venir a revolcar aquí abajo con nosotros los caracoles que trabajamos todos los días por sacar este país adelante a pesar de – y no gracias a – nuestros gobernantes. Si por revelar el secreto China decide no prestarnos la otra mitad, no hay problema; hace apenas un par de semanas las agencias calificadoras del riesgo mejoraron su perspectiva de la economía costarricense. Eso significa que Costa Rica no tendrá problema alguno en colocar bonos de deuda en los mercados internacionales, como lo hizo durante varios años a principios de esta década. La mejor calificación probablemente se traducirá en una tasa de interés menor que la que de otra manera se obtendría y, aunque esa tasa de mercado sea mayor que la ofrecida por China, los costos ocultos y que desconocemos de la transacción con China pueden hacer que salga más caro el caldo que los huevos. Yo me quedo del lado de la transparencia.

martes, 26 de agosto de 2008

Más perdido que el hijo de Lindbergh

La encerrona del Gobierno del fin de semana recién pasado terminó por confirmarnos lo que ya nos olíamos: este gobierno anda como tonto sin Mama, más perdido que el hijo de la Llorona. Para sustentar esta afirmación, basta con analizar las palabras del Presidente Arias en la conferencia de prensa posterior a la encerrona. Allí confesó cuáles son las áreas en las que el Gobierno ha quedado debiendo, y qué es lo que van a hacer al respecto.

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Hubo tres áreas principales a las que don Oscar hizo referencia: erradicación de tugurios, seguridad ciudadana, e inflación. En el primero de los temas, transcurridos 27 meses de gobierno (56% del período presidencial), apenas se ha cumplido un 26% de la meta propuesta al principio. En cuanto a seguridad ciudadana, el discurso se centró en los drogadictos “rompeventanas” de los cuales mi esposa fue víctima recientemente (ver Carta a la Ministra de Seguridad), ignorando de cuajo los asesinatos, asaltos, estafas y demás fechorías que todos los días victimizan a la ciudadanía costarricense. Y en cuanto a inflación, para este año la meta original era de bajarla a alrededor de un 6% a 8%, y sin embargo vamos directo hacia la mayor inflación de los últimos quince años, superando probablemente el 14% anual. El problema, sin embargo, no es la enumeración de los males (con la cual estamos en principio de acuerdo, aunque agregaríamos infraestructura, otro rubro en que el gobierno queda debiendo), sino en las soluciones propuestas.

Para erradicar tugurios en realidad no fue gran cosa lo que se propuso. Hemos de reconocer que el nombramiento hace unos días de la Ing. Clara Zomer como Ministra de Vivienda es un paso positivo, ya que por fin se da un nombramiento por mérito y no por amiguismo. Doña Clara fue la primera mujer en obtener el título de Ingeniero en Costa Rica, ha sido Presidente Ejecutiva del INVU y del INA, y ha ocupado, con éxito, cargos gerenciales y ejecutivos en el sector privado también. Pero no basta con tener una buena ministra si la burocracia del sector decide no cooperar y si los recursos para trabajar no están disponibles. Y en cuanto a esto último, el éxito del programa de erradicación de tugurios va a depender de la creación de un nuevo impuesto a las residencias de lujo, cosa que puede tomar varios meses, y luego otra cantidad más de tiempo hasta que se haga efectivo su cobro. Y eso asumiendo que no entremos en año electoral y entonces ninguna fracción legislativa de oposición que se quiera ver ayudando al gobierno de turno a subir impuestos en esa coyuntura.

Con respecto a la seguridad ciudadana, como dije, don Oscar se concentró en hablar de los “piedrerillos” que asaltan para poder comprar un poquito más de crack, y para ellos la solución será crear un hospital especializado en la desintoxicación y la recuperación de los drogadictos. Ninguna persona en su sano juicio podrá oponerse a la creación de semejante institución, pero hay que estar muy perdido para creer que esa va a ser la solución al problema que enfrenta la sociedad costarricense. En primer lugar, se necesitan muchos recursos y mucho tiempo para echar ese hospital a andar. En segundo lugar, y por naturaleza, los hospitales hacen labor curativa, no preventiva. Nada hacemos con curar a los drogadictos actuales si no erradicamos las condiciones de miseria que cada día llevan a más jóvenes a consumir drogas, si no hacemos una verdadera campaña preventiva, y si no dotamos a la policía de más recursos y a los jueces de mejores leyes para combatir la venta de drogas y también el consumo reiterativo de gente que se rehúsa a rehabilitarse. Además, y como lo sugerí dos párrafos arriba, el problema de la seguridad ciudadana es mucho más complejo que el de la rehabilitación de los drogadictos. El crimen organizado se ha adueñado de nuestro país, y sin embargo ayer los periódicos nos dieron la triste noticia de que los diputados han decidido excluirlo de la reforma al Código Penal porque la propuesta por el Gobierno era demasiado compleja. O sea, no estamos en nada.

Por último, con respecto a la inflación, la “solución” propuesta por Arias es hacer aumentos salariales que compensen la inflación. No discutimos la justicia de semejante propuesta; si el poder adquisitivo de los salarios se ha erosionado, algo debe de hacer la sociedad por ayudar a recuperarlo. El problema es que siendo esa la gran estrategia emanada de una encerrona del gobierno, el resultado será que la inflación en vez de llegar a ser controlada, será mucho mayor en años posteriores. Es bien sabido - y esto no es solamente teoría económica, sino que está claramente comprobado en el “mundo real” – que los aumentos salariales no correspondientes a aumentos en la productividad de los trabajadores son un disparador de la inflación. Tanto así, que una de las políticas “ortodoxas” del FMI para combatir la inflación es no aumentar los salarios o aumentarlos en proporción menor a la inflación, para cortar el ciclo inflacionario. En La Suiza Centroamericana no somos, ni nunca hemos sido, defensores del FMI ni de sus erradas políticas económicas, así que no estamos abogando por un recorte de los salarios reales. Simplemente estamos advirtiendo que la política propuesta por el gobierno va a producir resultados contrarios a los deseados. Otras políticas para combatir la inflación que supuestamente ha adoptado este gobierno han fallado; es una irresponsabilidad anunciar ahora que la solución es aumentar los salarios. Reconozcámoslo por lo que es: la decisión de aumentar salarios es demagógica y politiquera, y va a atizar la inflación del 2009 y 2010. La verdadera solución es mucho más compleja, y pasa por parar la expansión monetaria, eliminar las pérdidas del Banco Central, y controlar el gasto público, tres campos en los que este gobierno no ha hecho lo suficiente.

viernes, 22 de agosto de 2008

La Sele de Kenton

Es muy temprano para emitir un juicio definitivo, pero en el balance general no me gustó la Sele de Kenton. Habrá que darle más tiempo para que los jugadores asimilen el esquema y el técnico se de cuenta de cuáles turulatos no tienen que estar en el "equipo de todos", pero me parece que el tema no pasa necesariamente por la falta de tiempo.

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Permítanme resaltar primero lo positivo. El planteamiento claramente ofensivo, al menos en el papel, es de alabar. En otras ocasiones me he quejado de la actitud temerosa y timorata de nuestros equipos, y eso empieza desde los planteamientos ultradefensivos y el conformismo de los técnicos que piensan que no arriesgar y no perder es un buen resultado. El planteamiento de Kenton fue evidentemente agresivo, jugando con cuatro defensas, un contención que realmente suma en el ataque (Celso Borges), y cinco jugadores del medio campo para arriba de verdadera vocación ofensiva. Lamentablemente la agresividad teórica del planteamiento naufragó en la ineficacia del sistema de juego observado sobre el terreno.

El planteamiento, además de ofensivo, fue confuso. La defensa jugó con línea de cuatro, pero cometió reiteradamente un pecado cardinal: enviar a los dos laterales simultáneamente al ataque, sumándose muchas veces el contención y algunas veces también alguno de los centrales, dejando la retaguardia totalmente vulnerable. El Salvador no hizo goles porque no los fue a buscar y porque Quintanilla no llegó en su mejor noche. Otro equipo con más oficio nos hubiera podido golear.

En el ataque el planteamiento también fue confuso. Teniendo en la alineación a dos jugadores acostumbrados a jugar de centrodelanteros (Saborío y Alpízar), puso en ese puesto a Bryan Ruiz, que lleva años jugando de volante. Kenton mandó a Saborío a acarrear balones fuera del área, y a Alpízar a volantear por la izquierda. Sin embargo, Sabo nunca ha tenido buen manejo en el acarreo del balón, y Alpízar jugó tan abierto por la izquierda, que nunca pudo usar su pierna fuerte en los remates. Y Bryan, que usualmente hace un excelente papel como enganche o volante de llegada, demostró no sentirse bien ubicado en el puesto de centrodelantero. A Alonso Solís le pasó lo mismo por la derecha que a Alpízar por la izquierda. Y con una media cancha tan poblada y tan abierta, Costa Rica se perdió en un ineficaz juego de pases horizontales y en corto, olvidándose de la verticalidad y del vértigo.

No hay que confundir el planteamiento que ocasionalmente usa Jeaustin Campos en el Saprissa con el de Kenton de antenoche. Aunque en ambos casos Solís y Alpízar volantean con perfil cambiado, en el Saprissa juegan un poco más atrás y antes de entrar al área cortan hacia el centro para rematar con el perfil natural del jugador. En el partido contra El Salvador, el derecho jugó prácticamente como delantero izquierdo, mientras que el zurdo jugaba como delantero derecho. Eran paradójicamente Wallace y Junior los que hacían los cortes hacia el centro, quedando cada uno de ellos en posición de rematar con su pierna débil.

La escogencia (convocatoria) de jugadores tampoco me dejó muy satisfecho, aunque aplaudo el relativo rejuvenecimiento de la selección. En la portería tenemos un serio problema, porque no hay en Costa Rica un verdadero portero de Selección. Porritas está banqueado en el Saprissa, y en todo caso ya es un jugador que va de salida. Los tres convocados son los mejorcitos, pero Navas está muy joven y le falta experiencia, Wardy nunca ha tenido verdaderos retos al frente como para demostrar de qué madera está hecho, y Ricardo González, que tiene unos reflejos felinos, tiene un pésimo juego aéreo y peor dominio del área chica (y metió los escarpines un par de veces en el partido contra El Salvador con malas salidas que dichosamente no pasaron a más). En defensa, de los cuatro que jugaron desdel el principio, sólo Cristian Montero merece continuar como titular. Lástima que se lesionara, pero parece que la recuperación no va a ser prolongada. Segares no ha demostrado nada bueno con la Selección, ni en este partido ni en los anteriores con Medford, y esta vez más bien entró como desencanchado, cometiendo dos penales estúpidos que pudieron haber costado muy caro (el árbitro dichosamente no vio el primero). Wallace hace rato que está muy lejos de su mejor nivel; luce lento, impreciso en los pases, e incapaz de hacer un buen centro cuando pasa al ataque. Junior Díaz evidentemente está pasando por un bache; se nota que le afectó la bailada que le pegó Eto'o la semana pasada. Luce frágil en defensa y alocado en el ataque. De la media cancha para arriba, Alonso Solís, un jugadorazo en su club, tiene pendiente demostrar que es también jugador para Selección. Lo mismo podría decir de Alpízar, reconociendo que a ambos el planteamiento de Kenton les perjudicó. A Froylán no se le vio nada en el juego, excepto por la malacrianza para reclamar, lo cual nos recuerda que no merece estar en la Selección: ha desperdiciado todas las oportunidades que
la vida le ha dado, y ahora ni siquiera está muy activo y en un equipo como de tercera división.

Por último, me preocupó la falta de decisión de Kenton para hacer los cambios. El cambio de Ledezma por Bryan Ruíz si lo hizo a tiempo, pero se quedó ahí. Con Saborío amonestado y un árbitro que no le aguantó nada en toda la noche, lo debió cambiar y no arriesgar la expulsión, que era como la crónica de una muerte anunciada. Finalmente, con la expulsión de Saborío debió pasar el candado en defensa, y sin embargo tardó demasiado en hacerlo, arriesgando innecesariamente el resultado.

En resumen, cambió el entrenador, cambiaron algunos jugadores, pero seguimos teniendo serios problemas. Este partido, en casa y con el insulso planteamiento salvadoreño, era para golear. De visita las cosas van a ser más difíciles. Kenton quedó debiendo.

sábado, 9 de agosto de 2008

Iguales, pero no tanto

La Constitución Política costarricense garantiza la igualdad ante la ley a todos los ciudadanos, sin distingo de raza, sexo, credo, u orientación sexual. O al menos eso creíamos hasta ayer. Hoy todo es diferente.

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La Sala IV rechazó un recurso de amparo interpuesto por un homosexual que solicitaba el derecho a hacer visitas conyugales a su novio en prisión. Por lo que relata La Nación, pareciera que la Sala IV resolvió como si se tratara de un asunto de legalidad y no de constitucionalidad al considerar que "la actuación de la administración penitenciaria está ajustado [sic] a derecho y se enmarca dentro de sus competencias y atribuciones", ya que el Reglamento Técnico Penitenciario limita las visitas conyugales a parejas de distinto sexo. No soy abogado, así que de antemano reconozco que puedo estar equivocado en esta apreciación. El tema de fondo, en cualquier caso, no es este. El verdadero asunto es que de golpe y porrazo se ha negado a los homosexuales un derecho que, si bien no creo que sea fundamental, si tenemos los demás mortales en este país.

No estoy hablando de religión, ni tiene vela en este entierro. Estamos hablando de los derechos civiles de la gente. Las religiones se basan en principios "morales" y "éticos" que resultan de sus propias interpretaciones de la palabra divina, y aquí nadie, al menos no el autor de este blog, les niega el derecho a definir el matrimonio y la institución de la familia como mejor les parezca. Pero de lo que estamos hablando, por favor no lo pierdan de vista, es de derechos civiles.

Una sociedad liberal democrática no se puede basar en otro principio que la igualdad de derechos y oportunidades para todos sus ciudadanos, quienes deben tener libertad de elegir de acuerdo con sus preferencias, en el tanto que su escogencia no infrinja las libertades de los demás. Aunque esas escogencias sean contrarias a las creencias religiosas de otros.

En una sociedad liberal democrática como la nuestra, negar los derechos civiles de los homosexuales en aras de una ética basada en la religión o en la palabra de Dios, es pretender tapar el sol con un dedo. Como bien lo dijo Bob Marley, you can make it illegal, but you can´t make it impopular. Las relaciones homosexuales han existido y van a seguir existiendo independientemente de su estatus legal, así como siguen existiendo las pre-maritales, las extra-maritales, y la concepción de hijos fuera del matrimonio, todo lo cual hace más daño a la sociedad que la unión de parejas de un mismo sexo.

Algunos opositores a la aprobación de una ley que daría a los homosexuales el derecho de casarse en una unión civil legalmente reconocida alegan la supuesta tendencia de los gais a la promiscuidad. No me consta que exista evidencia científica de esta supuesta promiscuidad, pero aún si fuera cierta, el argumento no deja de ser un oxímoron. Si a alguien molesta esa supuesta promiscuidad, ¿por qué negarles entonces un instrumento legal que podría fomentar la lealtad de pareja entre ellos?

Más allá del tema fundamental de los derechos individuales, existen argumentos prácticos para dar a las parejas homosexuales derechos similares a los de un matrimonio civil. La línea argumental es prácticamente idéntica a la que defiende las uniones de hecho entre parejas de distinto sexo. La oposición a la unión civil homosexual es igual de visceral a la que en su momento enfrentó la reforma legal que dio estatus legal a las uniones de hecho. Es una oposición basada en el prejuicio, en el temor a las diferencias, y en el desconocimiento.

Así como muchas mujeres (en la mayoría de los casos) quedaban desamparadas cuando se separanban de un hombre con el que habían convivido en "concubinato escandaloso", o cuando él moría y no podían reclamar una pensión, así también en una relación homosexual monogámica las personas necesitan amparar a sus parejas con cuestiones tan básicas como el seguro médico universal, los derechos de herencia, y una pensión que permita vivir dignamente al que sobreviva al otro. Todas estas son cosas que harán más atractivo el formar relaciones estables y duraderas. Y reconocería sus derechos civiles a una minoría que se los merece.



sábado, 2 de agosto de 2008

Carta a la Ministra de Seguridad

Licda. Janina del Vecchio
Ministra de Seguridad
Presente

Estimada Señora Ministra:

Me atrevo a molestarla y distraerla de su apretada agenda, para expresarle ciertas molestias y temores que siento y que mucho tienen que ver con su actual trabajo. Lo que procedo a contarle no es un extracto de la sección de Sucesos de un periódico nacional. Son las experiencias de una familia común y silvestre que no ha descubierto la tecnología de la teletransportación y que por ende debe de salir a la calle todos los días para ir a trabajar, a la escuela, al doctor, al supermercado, a la gasolinera, etc. Y es que la gota que derramó el vaso fue el asalto que sufrió mi esposa esta semana en plena vía pública.

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Saliendo del Hospital CIMA, dirigiéndose hacia la pista en dirección a San José, con nuestros hijos en el carro, un tipo se acercó, rompió la ventana lateral con una piedra, y se llevó la cartera de mi esposa y una bolsa de compras que anteriormente había hecho en Price Smart. Las pérdidas materiales son lo de menos: teléfono celular TDMA que de por sí ya pronto iba a quedar obsoleto, unos ¢30.000 en compras de supermercado, aproximadamente ¢18.000 en efectivo, ¢200.000 de la reposición de la ventana quebrada (que el INS aparentemente se va a negar a cubrir porque mi esposa no llamó al OIJ desde el sitio del asalto ni se quedó esperando en una calle oscura a que apareciera el perito del INS, sin importar que no tenía cómo llamar porque le robaron el celular), unos cuantos lápices labiales, las tonteras usuales que lleva toda mujer en su cartera, tarjetas de crédito, chequera, cédula y licencia. La carrera frenética para cancelar las tarjetas de crédito y congelar los fondos de la cuenta corriente, así como suspender la línea del celular, todo después de las 7:00 p.m. cuando ni las contestadoras automáticas están trabajando. Dos días enteros perdidos presentando denuncia en el OIJ (para nada sirve, porque al ratero ni lo vieron y no hay manera de identificarlo), denuncia en el INS, dando de baja el servicio celular, descongelando los fondos de la cuenta corriente, solicitando cédula, haciendo examen médico para la licencia, solicitando licencia. Todo ello se reduce a tiempo y dinero perdido, y aunque el tiempo no se devuelve, lo material es todo recuperable.

Lo que si duele, señora Ministra, es que mis hijos lleven tres noches sin dormir bien, porque siguen aterrorizados. Que no se quieran subir al carro de su mamá, ni siquiera después de haberlo arreglado. Que no quieran subirse a la Autopista Próspero Fernández para ir a visitar a sus tíos y primos en Ciudad Colón porque hay que pasar frente al lugar del asalto. Nos han robado la paz, y a mis hijos, la inocencia propia de su edad.

Lo más lamentable, doña Janina, es que este no fue un hecho aislado. En esta última semana el pediatra de mis hijos se encontró un ladrón dentro de su casa, que queda justo en frente de una caseta de seguridad privada, en Escazú. Por suerte no pasó a más, pero ya nadie duerme tranquilo en esa casa. También esta semana a mi compañero de trabajo T. lo bajaron del carro y le robaron todo lo que traía, en Ipís. No sólo le quitaron sus pertenencias, sino también la tranquilidad. Después de sacarle el dinero y las llaves del carro, un ratero le decía al otro: ¿Qué, mae, quemamos a este hijueputa? ¿O lo dejamos en silla de ruedas? El pobre hombre tuvo que rogar por su vida, apelar a lo poco de humano que queda en estos animales urbanos para que no le hicieran daño por el bien de sus hijos, y para colmo de males, cuando lo dejaron tirado en un charral el pobre de T. se dio cuenta que se había orinado en los pantalones. Hasta la dignidad le habían robado.

En los últimos dos años, a mi amigo C. lo han bajado cuatro veces para robarle la bicicleta que usa para hacer ejercicios. Como compite en carreras, antes usaba bicicletas profesionales casi tan caras como un carro pequeño. Luego se cambió a entrenarse con baratijas compradas en el Hipermás, pero igual lo siguieron asaltando. Incluyendo la vez que, allá por El Rodeo, por la UPAZ, un carro lo embistió por detrás, de él se bajaron un par de tipos que se llevaron la bicicleta sin importar que ellos mismos la habían hecho mierda, y a C. lo dejaron sangrando y magullado en una cuneta.

Hace menos de dos meses asaltaron en la Avenida Central y a plena luz del día al papá de mi amigo Marcelo, el che, un viejito apacible de setenta y altos años, que finalmente había podido visitar Costa Rica cinco años después de que su hijo se viniera para acá. Cuando describió a la asaltante, inmediatamente los policías supieron quién es y dónde vive, y la fueron a buscar a la casa, donde encontraron los artículos robados. Yo me pregunto: si tan identificados tienen a algunos raterillos, cómo es que no los sacan de circulación?

En esos mismos días, un drogadicto rayó con un cuchillo el carro de mi mamá, de punta a punta, a plena luz del día, en Avenida 10 en San José, donde siempre están parados los drogadictos y nadie hace nada por sacarlos de la calle, mientras mi mamá observaba aterrorizada desde el interior del carro y rogando que únicamente contra el carro fuera el ensañamiento.

Hace cinco o seis meses le robaron la cartera a mi esposa, la misma que esta semana sufrió el “ventanazo”. Esto fue obra de profesionales. Sentada en un restaurante, dejó la cartera colgada en el respaldo de la silla, y cuando fue a pagar, la cartera estaba pero la billetera había desaparecido. En el rato que ella se tomó en comer, le metieron más de ¢450.000 en cargos fraudulentos a la tarjeta (que tuvimos que pagar, porque como le robaron la cartera completa, los rateros presentaron la cédula de mi esposa al pagar, y aunque en el video de seguridad de la tienda se ve que la “compradora” en nada se parecía a mi esposa, la compañía de crédito se lavó las manos). También aquella vez hubo que perder un día entero interponiendo denuncia en el OIJ, solicitando cédula y licencia, etc. Y para nada porque ni siquiera con el video de seguridad disponible los del OIJ lograron dar con los asaltantes.

También por esa época, a mi sobrino le robaron billetera y celular en las fiestas de Palmares. Algunos dirán que se la buscó; andaba en un molote y probablemente tapis. Pero nada de ello ayuda a disminuir la sensación de inseguridad imperante, que es a lo que quería llegar. Porque cuando usted asumió el cargo que hoy ocupa, y para el cual no está preparada de ninguna manera que se le mire, en sus primeras declaraciones públicas se dejó decir que el problema de inseguridad era más uno de percepción que de realidad. Como escribió alguna vez Ortega, no existe mayor traición a la realidad que conceder valor absoluto a una perspectiva, impidiéndole la integración con otras que son negadas. No pretendo entonces que mi experiencia o la de mi familia y nuestro entorno sea representativa de la realidad nacional, pero por lo que lee uno a diario en los periódicos, y lo que oye de amistades y familiares, nos parece que existen otras “perspectivas” más graves, que al ser integradas con la propia, nos arroja una triste interpretación de la realidad: el hampa se ha adueñado de nuestro país.

Vivimos en el siglo XXI, donde en un día cualquiera tenemos acceso casi instantáneo a una cantidad de información que hace apenas 25 años era imposible de obtener en un mes. Con la televisión, internet, prensa escrita y radio, a todas horas somos bombardeados por información de asaltos, asesinatos, choferes borrachos, etc. Puede ser que a eso se refería usted cuando hizo tan desafortunadas declaraciones. Pero la realidad es la que se ve en esos noticieros, y aún si dejaran de reportar tanto incidente, la realidad seguiría allí escondida y acechando a los ciudadanos de bien a la vuelta de cada esquina.

Doña Janina, usted fue precedida en su puesto por un señor cuyo único objetivo era robar segundos de cámara para lanzar una eventual candidatura. Él, a su vez, fue precedido por otro señor que en su momento, antes del descalabro del PUSC, guardaba similares esperanzas. Llevamos como mínimo ocho años de no tener un verdadero Ministro de Seguridad y usted, reconocida catedrática y excelente profesora, tampoco lo es. Por el bien de Costa Rica, por nuestra seguridad, apelo a su dignidad profesional. Si usted sigue creyendo que la inseguridad es un problema de percepción, por favor renuncie y pida a su Presidente que nombre a un Ministro que sepa verdaderamente cómo combatir este flagelo. Una ola de criminalidad como la que estamos viviendo hoy, si no se elimina de raíz, se convierte en bola de nieve. Así empezó México a mediados de los años 90, y hoy está desplazando a Colombia como la capital mundial del secuestro y otros no muy honrosos títulos. El país se nos está yendo de las manos, y más adelante será muy tarde.

sábado, 26 de julio de 2008

Solidaridad bolivariana a doble cara

Mi querida y laureada amiga Solentiname me había pedido hace varias semanas que me refiriera a Petrocaribe (ver octavo comentario), el programa mediante el cual Venezuela ofrece petróleo en condiciones aparentemente favorables a los países, supongo, de la región latinoamericana. No lo había hecho, más que de pasadita en algún comentario a algún post, porque no tenía gran cosa que decir. Pero ahora el siempre ocurrente Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se las ha ingeniado para darnos tema para hablar, y no le podíamos fallar. Aquí va.

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Hace unas semanas nuestro Gobierno anunció que solicitaría el ingreso de Costa Rica a Petrocaribe, programa mediante el cual un porcentaje de las compras de petróleo que Costa Rica haga a Venezuela sería financiado a 25 años plazo a una tasa de interés del 1% anual, con dos años de gracia. El porcentaje financiado dependerá del precio del petróleo al momento de la compra. Pero el precio de venta será el de mercado, no uno preferencial. Si por ejemplo el petróleo llega a superar los $150 por barril, el 70% de la factura sería financiada; si el precio está entre $100 y $150 por barril, el porcentaje a financiar bajaría al 60%. El porcentaje restante sería pagado a 3 meses sin intereses. No cabe duda de que las condiciones de pago de Petrocaribe son interesantes, sobre todo si las comparamos con las condiciones actuales: pago a ocho días sin intereses. Pero no por ello son beneficiosas para el país.

Los bienes de consumo deberían de ser pagados por quien los consume cuando los consume. Una hogaza de pan se compra de contado y no hay alternativa. Un aparato de televisión se puede financiar a un par de años, pero no mucho más que eso. No tendría sentido, y por eso no existe, un financiamiento a 15 ó 20 años plazo para una licuadora. Por otra parte, los bienes de inversión, aquellos que incrementan la capacidad productiva o la situación patrimonial del adquiriente, pueden ser financiados a largo plazo porque en general están diseñados para ser aprovechados durante un tiempo largo sin que se produzca la obsolescencia del activo (casas de habitación), o porque están diseñados para producir durante un período prolongado un flujo de ingresos que permitirá el pago de la deuda (maquinaria industrial). Por eso uno encuentra financiamiento hipotecario a 25 ó 30 años plazo, mientras que el financiamiento para maquinaria puede oscilar entre los 5 y los 15 años o más, dependiendo de la vida útil del equipo. El petróleo y sus derivados son bienes de consumo, y como tales deben de ser pagados al momento de ser consumidos. Es una inmensa irresponsabilidad, y una tremenda injusticia, endosar a una futura generación la factura de nuestros excesos energéticos de hoy.

A pesar de lo anterior, el copetudo José Merino del Río y su séquito de nuevos progres sigloveintiuneros, incluido el contingente ubicado en la Casa Amarilla y encabezado por el también copetudo Canciller, promueven con ardor y entusiasmo la incorporación de Costa Rica a Petrocaribe. Convencidos están de que la oferta venezolana es magnánima, beneficiosa, inocente e incondicionada. Resulta que, así como los nuevos progres han acusado a los negociadores del TLC con Estados Unidos de haber vendido las joyas de la corona a cambio de espejitos (sin haberlo demostrado hasta ahora), son ellos quienes han vendido los intereses supremos del país a cambio de bisutería barata. Porque la oferta venezolana no es beneficiosa, ni es magnánima. Ni siquiera es lo mejor que Venezuela nos podía ofrecer, y aquí tenemos la prueba.

Hugo Chávez, que apenas hace unos pocos meses andaba a los pescozones con el Rey y el Primer Ministro españoles, y que raudo y veloz amenazó con nacionalizar o expropiar los activos de españoles en Venezuela después de que el Rey lo mandara a callar por bocazas, hoy da una nueva muestra de esa doble personalidad que lo ha distinguido durante mucho tiempo. Nadie como él es tan capaz de decir hoy Si y mañana No a lo mismo, y por supuesto que después de haber sido convidado a pasar un regio rato en el nada revolucionario palacio estival de la Isla de Mallorca, es hoy el mejor amigo que los españoles podrían añorar. Y por eso ha ofrecido a España, un país con un nivel de ingreso promedio de $30.587 anuales (PIB per cápita en el 2007 según el Banco Mundial), petróleo garantizado a $100 por barril mientras esté por encima de ese precio en el mercado. Y en una muestra de fraternal solidaridad bolivariana, ofrece a Costa Rica (PIB per cápita según el BM de $8.295), lo mismo que a Nicaragua (PIB per cápita según el BM de $2.130) y que a Honduras (PIB per cápita según el BM de $3.320), petróleo a precios de mercado para que lo paguen nuestros hijos y nietos en el futuro.

¡Chingo’e concepto de solidaridad!

lunes, 21 de julio de 2008

A Zumbado le zumba

La serie de reportajes de La Nación sobre la contratación de consultorías para la Presidencia de la República con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) no son más que un escandalito prefabricado y reciclado, del cual se ha colgado feliz y sonriente cuanto diputado de oposición existe que nunca ha estado en la posición de gobernar. Similares escandalitos montaron en el pasado cuando los mismos tipos de contratación se hacían con fondos de FUCE y CRUSA, que administraban los recursos de la ayuda bilateral que donaba el gobierno de los Estados Unidos. Que yo recuerde, lo mismo se criticó durante las administraciones de Figueres Olsen, Rodríguez Echeverría, y Pacheco de la Espriella. ¿Quién no recuerda a los “vendepatrias” que negociaron el TLC, muchos de ellos pagados con fondos de CRUSA o FUCE? ¿Y al “estado paralelo” de John Biehl durante la primera administración Arias Sánchez? El de ahora no es más que un refrito de los escandalitos del pasado.

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La realidad es que Costa Rica cuenta con una buena cantidad de excelentes profesionales que nunca trabajarían en el sector público porque el esquema del Servicio Civil no permite pagarles lo que valen. Es una lástima para el país desperdiciar sus conocimientos al negarnos la posibilidad de contratar sus servicios. Por eso los gobiernos han buscado mecanismos por fuera del Servicio Civil que les permitan contar con el invaluable servicio de estos profesionales. No me cabe la menor duda de que entre tanta contratación se ha ido más de una que no tenía más razón de ser que la de pagar un favor político. Pero la solución a estos abusos no es eliminar la posibilidad de contratar los servicios necesarios, sino reglamentar el procedimiento de manera que se exija transparencia en las contrataciones y rendición de cuentas públicas.

Entre tanta “información” que ha revelado La Nación hay, sin embargo, un sub-escandalito que merece mayor atención y, sí, medidas más drásticas. Se trata del caso del desvío de los fondos de una donación del Gobierno de Taiwán para mejorar las condiciones de vida en algunas zonas urbano-marginales. La solicitud que hizo Fernando Zumbado, Ministro de Vivienda, al gobierno de Taiwán para que pasara los fondos al BCIE suena a trinquete preparado de previo a la ruptura de relaciones con ese país, para no perder los recursos. Por supuesto, si Taiwán no hubiera terminado de girar los recursos para cuando Bruno Stagno recibió la orden de clavarles el puñal por el ano, el resto de los fondos nunca hubiera llegado.

Peor que la traición a Taiwán y la jugarreta para sacarle el dinero de cualquier manera, es el hecho de que los recursos cuyo objetivo eran mejorar las condiciones de vida en algunas de las peores barriadas de la Gran Área Metropolitana, hayan sido destinados a otra cosa. El pecado no es haber usado el dinero para contratar consultores, sino robar a los sectores más vulnerables de la población urbana el dinero que representaba una pequeña esperanza de mejoría. Estoy seguro de que los abogados tienen un nombre específico para esta desviación de fondos tan vulgar, y los responsables deberían de ser enjuiciados sin dilación. Si el Ministro Zumbado no ha renunciado hasta ahora, Oscar Arias debería de exigirle la renuncia o despedirlo sin andarse por las ramas. ¿Tendrá alguno de los dos la hidalguía suficiente?

viernes, 18 de julio de 2008

Banco Central equivoca el rumbo

El objetivo primordial de todo Banco Central, y el de Costa Rica no es la excepción, debe de ser el control de la inflación. Sin embargo, desde principios de los años ochenta, cuando colapsó el sistema de tipo de cambio fijo, el BCCR se convirtió en un mero administrador del tipo de cambio. Por eso, cuando el Banco anunció que migraba a un sistema de flotación con bandas, como paso previo a la libre flotación del dólar, estuvimos de acuerdo con la idea.

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Durante años el tipo de cambio se manejó en función de las necesidades del sector exportador, motor de la economía nacional. El problema con esto es triple. Por un lado, las minidevaluaciones buscaban conservar o mejorar la competitividad de los productos ticos en el extranjero, pero la verdadera competitividad se logra a punta de productividad y eficiencia, y no de maniobras financieras ó cambiarias. Segundo, y clave para el funcionamiento del Banco Central, el objetivo del Banco Central es la estabilidad de precios y no estimular la producción o las exportaciones. Tercero, y muy relacionado con el anterior, es que al defender un tipo de cambio, el Banco Central pierde grados de libertad en su lucha contra la inflación. Esto es así porque si el Banco debe de comprar dólares para mantener artificialmente un tipo de cambio, cada vez que lo hace debe de emitir colones, lo cual atiza la inflación, que es justamente lo que ha venido pasando en los últimos años y en particular desde que se adoptó el sistema de bandas.

En otras palabras, durante dos décadas y media el Banco relegó a segundo plano la lucha contra la inflación, su objetivo primordial. Por eso, insistimos, cuando anunciaron el sistema de bandas lo apoyamos, porque entendíamos que equivalía a dejar al mercado definir el tipo de cambio (inicialmente dentro de las bandas para dar alguna medida de estabilidad y evitar corridas especulativas), y permitiría a las autoridades monetarias concentrarse en su deber. Lamentablemente, las últimas acciones del BCCR revelan que los malos hábitos son difíciles de abandonar.

La decisión primero de intervenir en el mercado, hace apenas dos o tres semanas, para defender un tipo de cambio de mediados de banda (y no en los extremos de la banda, según las reglas que el mismo BCCR anunció), y luego esta semana de estrechar la banda de fluctuación del dólar pone en evidencia que el Banco está actuando con base en un objetivo de tipo de cambio y no con base en un objetivo de inflación, que es elemento sine qua non de la nueva estrategia anunciada en la segunda mitad del 2006, de la cual la banda cambiaria no es sino el elemento más visible, pero no el único ni el más importante.

Si el Banco Central insiste en seguir defendiendo un tipo de cambio “meta” (que sólo ellos conocen, porque no es algo que hayan anunciado públicamente), deberá seguir vendiendo o comprando dólares cada vez que una coyuntura temporal o pasajera haga que el tipo de cambio fluctúe. En la medida que haga eso, no podrá manejar la oferta monetaria de manera compatible con la meta de inflación anunciada del 8%. Ya para el 2008 todo parece indicar que la inflación real será entre un 37% y un 50% superior a dicha meta. En una coyuntura como la actual, donde presiones internacionales están acelerando la inflación (precios del petróleo, del acero, y de los alimentos), es un error doble del Banco Central no concentrarse en al menos contener los elementos internos “manejables” que también contribuyen a una mayor inflación. A fin de cuentas, dicen los monetaristas, la inflación de largo plazo es un asunto estrictamente monetario, y las herramientas de política con que cuenta el Banco Central son justamente de naturaleza monetaria. Es hora de abandonar de una vez por todas las metas de tipo de cambio, y concentrarse en lo que debe de hacer el Banco Central: defender la meta de inflación.

miércoles, 16 de julio de 2008

Responsabilidad Social Empresarial Estilo Monopolio

Dos Pinos, empresa claramente dominante en el mercado nacional de productos lácteos, recientemente anunció (La Nación, martes 8 de julio) un incremento en el precio de la leche, y la introducción de una nueva presentación económica de leche para 'favorecer a los pobres'. Dado que los principales insumos para la producción y distribución de la leche (maíz, combustibles) han subido en los últimos meses, la primera mitad del anuncio no debe sorprendernos. Queremos concentrarnos entonces en la segunda parte.

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A partir del 1 de julio el litro de leche de corta duración en caja tetrabrik cuesta 400 colones. La nueva presentación anunciada es de 670 mililitros de leche en bolsa, con un precio de 300 colones. Rápidamente se da uno cuenta de que 300 es el 75% de 400, mientras que 670 ml es el 67% de un litro. Es decir, esta presentación para "la gente de escasos recursos" es más cara, mililitro por mililitro, que la tradicional presentación de un litro. Para ser exactos, 11.94% más cara.

Debemos tomar en consideración dos factores adicionales. El primero es que el empaque de la presentación tradicional (caja tetrabrik) debe de ser significativamente más caro que la bolsa de plástico de la nueva presentación "económica". El segundo, y este va de experiencia propia, es que la leche en bolsa causa mayores desperdicios al consumidor, que se ve obligado a hacer compras más frecuentes. Ignoro cuántos de mis lectores sean lo suficientemente "rocos" para recordar la época en que en Costa Rica la leche se conseguía sólo en bolsa, o para recordar la clase de regueros que se hacían en los refris de sus mamas con las malditas bolsas.

Todo lo anterior apunta, por supuesto, a una clara estrategia monopólica de extracción del beneficio del consumidor. Sólo que en este caso, dicha extracción la hace en perjuicio de la gente de menos recursos el más "progre" de los monopolios que oscurecen nuestro firmamento económico: aquel que se disfraza de empresa cooperativa, con lo cual obtiene indudables ventajas fiscales. Otro ejemplo más de por qué los monopolios no son convenientes, sean públicos o privados.

domingo, 29 de junio de 2008

Lecciones de España para Costa Rica

Con el debido respeto a un merecido y digno campeón, y guardando las evidentísimas distancias, Costa Rica es a CONCACAF lo que España es a la UEFA. Es el equipo que, sin ser necesariamente peor que los demás, y muchas veces es mejor que sus competidores, rara vez llega a maximizar su potencial por cuestiones que más tienen que ver con la psicología y con la sociología que con el futbol. En esta Eurocopa España logró sacudirse todos sus complejos, jugando mejor que todos los demás, ganando merecidamente a todos sus rivales, ganando en la “fecha fatídica” del 22 de junio su pase a la semifinal, y superando ampliamente en la final, en calidad y volumen de juego aunque no en el marcador, al gigante teutón experto justamente en jugar finales. El futbol de Costa Rica podría aprender mucho de esta gesta española.

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El problema de España antes de esta Eurocopa ha sido que ni sus jugadores, ni sus técnicos, ni sus dirigentes se la han creído cuando han tenido la oportunidad de trascender. Conocida como la selección incapaz de superar los cuartos de final (en Mundiales y Eurocopas por igual), en ocasiones España perdió superando en calidad de juego a sus rivales porque a sus jugadores se los comían los nervios; en otras ocasiones perdió por presentarse a jugar con un esquema de juego defensivo poco natural a sus jugadores y ante equipos a los que podría superar jugando de tú a tú, y suponemos que en ocasiones fue simplemente por falta de suerte o porque fue superada en buena lid por sus rivales de turno. De una u otra manera, España no lograba superar esa barrera de los cuartos de final, como Costa Rica no ha logrado superar el techo de la segunda ronda de un Mundial.

Hace cuatro años España escogió como Seleccionador a un entrenador con más de 30 años de experiencia y exitosa trayectoria con algunos de los mejores equipos de la primera división española, ganando un trofeo de Liga, cuatro Copas del Rey, una Super Copa española, y una Copa Intercontinental (precursor del Mundial de Clubes). Un tipo tosco y polémico, con un estilo poco común, pero de quien nadie podía cuestionar sus conocimientos futbolísticos. En el Mundial de Alemania 2006 España fue eliminada en octavos de final, lo cual constituyó un fracaso para ese país. Sin embargo la federación española, entendiendo que dos años no eran suficientes para evaluar los resultados de un proceso, no se apuró a despedir al entrenador. Éste, más bien, reconociendo el fracaso, hizo una “limpia” en la selección, no volviendo a convocar a veteranos consagrados del calibre de Raúl González, el goleador indiscutible de la Selección y del Real Madrid, e iniciando una nueva fase con jugadores jóvenes que van a rendir sus frutos por muchos años más. Son muchos los que criticaron a Luis Aragonés por estas decisiones, pero hoy en la final de la Eurocopa demostró saber más que la bola de "periodistas" deportivos, blogueros “profesionales” y aficionados "expertos" que en diferentes momentos han pedido su cabeza.

¿Qué tiene que ver todo esto con Costa Rica? La respuesta corta: TODO. Costa Rica no es España, pero Estados Unidos no es Italia ni México es Alemania. Jugador por jugador, en general España no es peor que Alemania o Italia. Jugador por jugador, en general Costa Rica no es peor que México o Estados Unidos. Pero como conjunto, España, al igual que Costa Rica, es el que siempre quedaba en el camino. España ha llegado a un montón de Mundiales, por mérito propio, pero también porque Europa, por la indiscutible calidad de su futbol, tiene un montón de cupos asegurados para los Mundiales. Si Europa tuviera, como CONCACAF, 2 ó 3 cupos para cada mundial, no serían muchas las ocasiones en que España habría llegado. Costa Rica llegó a su primer mundial sólo cuando México fue castigado por hacer chanchullo con las edades de jugadores en algún campeonato de ligas menores. Y ha llegado a los últimos dos mundiales porque creció el número de cupos para la CONCACAF de dos a tres.

Al igual que España en Europa, Costa Rica es el equipo que llegada la hora de la verdad, no se tiene confianza y sale a jugar con planteamientos ultradefensivos o especulativos que ni siquiera han practicado y mucho menos le resultan naturales a los jugadores. Al igual que España antes de hoy, Costa Rica es la selección que se amilana ante ciertas camisetas, sin importar si el momento futbolístico les favorece y les da para jugar de forma más agresiva.

Desde el fracaso que sufrimos en el campeonato de Alemania 2006, he abogado en este blog por la reconformación de nuestra selección nacional con jugadores jóvenes, muchos de los cuales tienen valiosas experiencias en Copa Sudamericana, Campeonato Mundial de Clubes, campeonatos mundiales de futbol en varios niveles (no solo el mayor), y en equipos extranjeros que si bien no son Liverpool ni Real Madrid, al menos les permiten un roce internacional con un nivel de exigencia superior al del insulso torneo local. A eso he agregado tres elementos: contratar un entrenador de probada trayectoria y experiencia internacional, dejarlo hacer un proceso de largo plazo, sin estresarnos innecesariamente por los resultados en el corto plazo, y conseguirle fogueos en cantidad y calidad tales que exijan a la selección y le permitan hacer conjunto y absorber el esquema táctico que el entrenador pretenda.

Luego de quedar descalificados en primera ronda en Alemania, y antes del último partido de la Selección (contra Polonia), deseé que en ese partido de despedida se diera oportunidad a los jugadores jóvenes que fueron a Alemania de vacaciones, porque prácticamente no habían sido utilizados. Guimaraes, sabiendo que tenía los días contados en su puesto, prefirió dar la oportunidad a los vejestorios de despedirse de la afición. Si hubiese tenido la seguridad de que podría desarrollar un proceso, quizá hubiera tenido más valor para poner a jugar a los jóvenes que representaban el futuro de la selección, como lo hizo Aragonés una vez reconocido el fracaso en ese mismo Mundial.

Posteriormente contratamos a un entrenador inexperto, supuestamente para hacer proceso y llevar a Costa Rica al Mundial de Suráfrica, pero ahora se le despidió después de haber superado con éxito (aunque con mal futbol) la primera etapa de la eliminatoria. Si en Alemania cambiaran de técnico cada vez que el equipo jugaba feo, nunca hubieran sido campeones mundilaes. Pero en nuestro país, el proceso al carajo. Proceso en el que, de por sí, Medford aplicó la máxima tica de mejor viejo conocido que nuevo por conocer, prefiriendo a jugadores veteranos de más de 30 años de edad, ya con evidentes deficiencias resultado de su “avanzada” edad (para la práctica del futbol), que a esa generación de jóvenes futbolistas que requieren de oportunidades para poder acarrear con éxito el estandarte de nuestra selección.

Ahora se habla de la casi segura contratación de Rodrigo Kenton como seleccionador nacional. De Kenton tenemos una elevada opinión. Es un tipo serio, preparado, que ha participado en varios Mundiales (aunque siempre como asistente técnico), muy trabajador, y que ha sido evaluador de selecciones de FIFA. A diferencia de Medford, no es bocazas ni charlatán, prefiere demostrar su trabajo en la cancha de futbol y no en las columnas de los diarios ni en los pasquines desinformativos de las estaciones de radio o de TV. Pero, a ver quién me puede contestar: ¿Cuál es la experiencia de Kenton dirigiendo equipos de primera división? ¿Cuál es su experiencia dirigiendo selecciones mayores?

No estoy de acuerdo con la contratación de Kenton no porque no crea que es un profesional serio, sino porque quisiera creer que la selección de mi país no es un laboratorio para formar entrenadores. Pero si lo van a contratar, espero que no por la inminencia de la cuadrangular eliminatoria que se avecina se le obligue a conformar una selección geriátrica, y que tampoco lo haga por decisión propia. Si por limitaciones presupuestarias es lo mejor a lo que podemos aspirar como seleccionador nacional, entonces quisiera al menos que se le respete como persona y como profesional, y que se le permita desarrollar un proceso de largo plazo. Al igual que España, Costa Rica puede sacudirse de todos sus fantasmas. Querer es poder, con un poco de orden y de trabajo serio (cosas que Kenton puede aportar). Sin pobreciticos, ni espacios ganados en la Selección por lo hecho hace seis años, ni fogueos contra Belice, Asociación Deportiva Guanacasteca, o equipos de tercera división de Corea. A ver si esta vez lo logramos.

martes, 24 de junio de 2008

Fiscalismo populista

Lo que empezó como una manifestación de buenas intenciones gubernamentales por paliar los efectos macroeconómicos de los altos precios del petróleo, terminó siendo nada más que una charada populista y de claro corte fiscalista. Después de conocida la propuesta del gobierno, queda claro que la intención nunca fue realmente disminuir el consumo de combustibles, sino cómo disfrazar un grosero aumento de impuestos sin desgastarse promoviendo una complicada reforma tributaria.

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Según los datos publicados por RECOPE, el consumo en los primeros cinco meses del 2008 fue de 2.400.000 barriles de gasolinas (regular y súper), mientras que el consumo de diesel excluyendo el usado por el ICE para la generación de electricidad fue de 2.940.000 barriles. Excluimos el consumo del ICE por varias razones, siendo las más importantes que la venta de dicho diesel ya de por sí se hacía libre de impuestos, y que es un consumo muy variable por temporada (en la temporada seca la generación termoeléctrica es mucho superior que en la estación lluviosa). En cualquier caso, y siempre según los datos de RECOPE, en los primeros cinco meses del 2008 el ICE compró 965.600 barriles de diesel.

Asumiendo que dichos datos son correctos (y para los que tengan paciencia, al final agrego una nota explicando mis dudas con respecto a la fiabilidad de los datos de RECOPE), la propuesta enviada por la Administración Arias Sánchez provocaría un significativo aumento en la recaudación de impuestos. La disminución en el impuesto al diesel sería de ¢97.50 por litro, y el aumento en el impuesto a la gasolina sería en promedio de ¢138 por litro (¢135 para la regular, que representa dos tercios del consumo, y ¢145 para la súper que representa el otro tercio). Considerando que cada barril de petróleo contiene 159 litros, y asumiendo que la misma cantidad hay en un barril de gasolina y en uno de diesel, entonces si el nuevo esquema de impuestos hubiera estado en función desde enero del 2008, hasta mayo la disminución en la recaudación por la baja en el diesel sería de 45.577 millones de colones, el aumento en la recaudación por el impuesto a la gasolina sería de 52.660 millones de colones, y el incremento neto en la recaudación para los primeros cinco meses del 2008 hubiera sido de 7.083 millones de colones (siete mil ochenta y tres millones). Si asumimos un comportamiento similar para los 12 meses del año, el incremento neto en la recaudación sería de aproximadamente 17.000 millones de colones.

Por supuesto que si la gasolina va a subir tanto de precio, entonces es de esperar que el consumo disminuya. Sabemos que la gasolina es un bien de demanda inelástica, lo cual quiere decir que cuando el precio sube, la cantidad demandada no disminuye o disminuye poco en términos relativos. A precios de hoy (¢644 por litro de regular), el aumento por el nuevo impuesto sería del 21%. Puede ser que esto provoque una disminución en el consumo, digamos del 5%, pero la combinación de precio 21% mayor versus consumo 5% menor daría siempre un incremento neto en la recaudación, aunque un poco menor que lo calculado en el párrafo anterior.

También hay que considerar que aún si los propietarios de los vehículos existentes reducen su consumo en un 5%, el consumo total de gasolina podría subir (o bajar en menos del 5%), porque la flota vehicular ha venido creciendo a un ritmo robusto en los últimos 15 años, y conforme crece el ingreso promedio de los ticos, va a seguir creciendo. El resultado neto no lo conocemos, pero perfectamente el crecimiento de la flota vehicular podría cancelar el efecto de la disminución en el consumo de los vehículos existentes.

Todo lo anterior es sin siquiera entrar a considerar el aumento en la recaudación como efecto de la anunciada duplicación del impuesto al ruedo para los carros diesel “de lujo”. A abril del presente año había más de 268.000 vehículos diesel inscritos en el país. Asumiendo que la mitad de ellos sean exonerados, y asumiendo conservadoramente que el aumento promedio del impuesto a los de lujo sea de ¢100.000 por año, tendríamos una recaudación “fresca” de ¢1.340.000.000 colones (mil trescientos cuarenta millones). Reconozco que este cálculo no es muy robusto, pero nos da una idea de la magnitud de lo que pretende hacer el gobierno. Tenemos entonces razones para creer que el paquete de medidas fiscalistas anunciadas por el gobierno de la República tendría el efecto de incrementar la recaudación en más de 17.000 millones de colones anuales.

En conclusión, el aumento de los precios del petróleo dio a nuestro gobierno de turno la oportunidad y la excusa para clavarnos un aumento de impuestos con un bonito disfraz populista, ya que nos dicen que es para bajar los costos del transporte público y de la producción que más afectan a los pobres, cuando la realidad es que lo que se busca es una inyección extraordinaria de recursos frescos al Estado. Mal haría la Asamblea Legislativa en aprobar este capricho que, como discutimos en un artículo anterior, introduciría una serie de distorsiones indeseables en la economía costarricense, en una época en que por las condiciones del entorno mundial, lo que necesitamos es la mayor transparencia posible en nuestra economía. De por si el gobierno está operando ya con un superávit fiscal; no necesitamos hacerlo crecer.

jueves, 19 de junio de 2008

Costa Rica necesita perder

Como buen tico amante del futbol, deseo con toda mi alma que la Selección gane este sábado a Granada, y continúe en la ruta hacia el Mundial del 2010. Y que mejore el juego de nuestro equipo para que pueda alcanzar el cuarto Mundial de nuestra historia. Con Medford, o con Robert Redford, o con quien sea, lo que quiero es ver a mi país en Sudáfrica. Pero pienso que lo que Costa Rica verdaderamente necesita es perder este partido.

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La Sele anda mal, pero no es de ahora. En el Mundial pasado en Alemania hicimos un pésimo papel. En la eliminatoria pasada llegamos a la fase de grupos empatando dos veces con Cuba. Si, Cuba. Y si no fuera por las lesiones (Gómez, Centeno, Porritas), la negativa de jugadores a volver al equipo nacional (Luis Marín), o las jubilaciones tempranas (Wanchope), nuestra Selección seguiría siendo básicamente la misma que ya en dos Mundiales no logró mejorar su rendimiento, pero ahora con un promedio de edad cercano o superior a los 30 años.

El problema no son los jugadores. Tampoco lo es el cuerpo técnico. Ni la Fedefut. Tampoco la afición. El problema somos todos. El problema es la mentalidad del tico que no nos permite reconocer nuestros errores ni nuestros fracasos, ni nos da la capacidad de rectificar sin que antes sobrevenga una crisis. Justamente por eso necesitamos perder con Granada. Porque eso sería considerado una crisis digna de provocar un cambio radical en la forma que encaramos el futbol en este país bendito.

En primer lugar, tenemos que empezar por reconocer que no somos la última Coca Cola del desierto. Nuestro torneo local está compuesto por dos equipos mediocres y diez de relleno. Los jugadores que sobresalen entre tanta modorra son exportados a equipos de segundo nivel en países que ni siquiera son potencias futbolísticas (Suiza, que estuvo en la Eurocopa por el único motivo de que fue anfitrión; Dinamarca, Noruega, Bélgica, que ni siquiera llegaron a la Eurocopa; Australia, definitivamente el mejor de Oceanía, etc.).

En segundo lugar, y quizás más importante, tenemos que entender que la improvisación y la ausencia de planificación no son buenas herramientas para el desarrollo del potencial futbolero de un país. Tenemos un campeonato, que además de mediocre, es excesivamente largo, y está diseñado para permitir que un equipo malo prevalezca sobre uno mediocre si tan solo alcanza una noche de inspiración en las muertes súbitas de las semifinales cuando juegan el primero versus el sexto. Y ni siquiera eso sucede, porque rara vez llega esa noche de inspiración que permita a equipos de mitad de tabla eliminar a los menos malos que ocupan la cima.

Ese campeonato tan aburridamente largo no deja espacio para las prácticas de la Selección, y menos para los fogueos. ¿Cuántas veces no enfrentamos un fogueo en los últimos seis años con apenas dos días de concentración? Para colmo de males, los fogueos que consiguen nuestros maravillosos federativos son contra equipos inferiores, de los cuales nuestros jugadores no tienen nada que aprender (futbolísticamente hablando, porque podrían aprender de entrega, empeño, amor por la camiseta). Y para cerrar con broche de oro, terminamos perdiendo en esos fogueos, en buena parte por la falta de práctica de conjunto de la Selección. Este problema no es de Medford. Lo tuvo también Guima, y Gilson, y Bora, y cuanto técnico hemos tenido desde 1990. Si no le damos tiempo al técnico para estar con sus jugadores, entrenarse extensivamente, y foguearse con equipos de calidad, no le podemos pedir peras al olmo.

Necesitamos perder este sábado para ver si caso nos despertamos a esta cruda realidad. Para dar oportunidad de hacer un borrón y cuenta nueva, para empezar de cero, porque este árbol ya está torcido, y nada ni nadie lo endereza. Tenemos hoy en día un seleccionador cuya única experiencia previa como entrenador fueron dos años en el Saprissa, el equipo de mis amores, y uno de los menos malos del campeonato local. ¿Cómo es posible que haya gente hablando de sustituir a Medford por Jeaustin Campos, cuya única experiencia previa como entrenador son dos años con el Saprissa? ¿Es que no aprendemos de nuestros errores?

Costa Rica necesita que su selección pierda este sábado, para entonces decidirnos a contratar un entrenador internacional de primera categoría (no payasos como Maturana ni fracasados como Sampson), y contratarlo desde ahora con la indicación de que forme un equipo con jugadores no mayores de 25 años, con la mira puesta en el Mundial del 2014. Necesitamos que nuestra Selección pierda, para que finalmente nos decidamos a acortar el campeonato local para abrir espacios para los fogueos en todas las fechas FIFA y en cualquier otra oportunidad que se presente. Y necesitamos empezar desde ahora a buscar rivales superiores, aunque inicialmente se gorreen a nuestra Selección sub-25, pero de los cuales nuestros jugadores puedan aprender algo sobre futbol moderno. Lo que necesitamos es un cambio radical y eso, en Costa Rica, sólo es posible cuando sobreviene una crisis. Definitivamente necesitamos que Costa Rica pierda este partido con Granada.

Por supuesto, como buen tico amante de su país y del futbol, este sábado me pondré mis calzoncillos de la buena suerte, vestiré de rojo y azul, y estaré apoyando a galillo pelado a nuestra Selección. Lástima que no vayamos a aprovechar la oportunidad.

martes, 17 de junio de 2008

Cómo bajar la factura petrolera

Decíamos ayer que para lograr reducir la factura petrolera en el corto plazo, en lugar de las medidas que aparentemente está analizando el gobierno, sería mucho más eficiente tomar otras medidas que agilicen el tránsito, que no son muy caras de implementar, pero que requieren de voluntad de la policía de Tránsito (cuestionable) y de la cooperación de todos los choferes (más cuestionable aún).


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Para nadie es un secreto que las principales vías de San José, Alajuela, Heredia y Cartago son un atascadero casi a cualquier hora del día, y no es únicamente por la cantidad de carros, sino porque cada quien hace lo que se le pega la gana. La gente se parquea donde mejor le convenga, reduciendo las vías a un solo carril efectivo para circular. Los camiones repartidores se paran a cargar o descargar en cualquier lugar, y de preferencia en horas pico, nuevamente condenando la vía a un único carril de circulación. Otra mala maña que tenemos prácticamente todos los ticos es cruzar las intersecciones cuando la cuadra de adelante está completamente abarrotada de carros, quedando entonces nosotros bloqueando la intersección, de manera tal que si vamos por una avenida, los que vienen por la calle no pueden avanzar cuando el semáforo les cambia. Los autobuses en el centro de San José son los más notorios clientes de esta práctica, así como la de parar a recoger pasajeros cada 25 metros y no únicamente en las paradas establecidas. Me gustaría ver a la Policía de Tránsito teniendo mayor presencia – con cojones y grúas – para multar todas estas acciones hasta que entendamos que no hay que hacerlas.

Hablando de autobuses, otra medida que podría aplicar el gobierno con una inversión pequeña es construir más bahías para paradas de bus. Y simultáneamente, empezar a multar a los autobuseros que, teniendo las bahías a su disposición, se paran en media calle y ojalá en media autopista, porque Dios libre unos carros les vayan a pasar mientras recogen el pasaje. También deberían de eliminar las paradas de bus en las autopistas, carreteras y radiales donde no hay bahías.

Lo mejor de todo esto es que hay ubicaciones “reincidentes”, que todo el mundo conoce, donde suceden estas cosas que he descrito. Hay cuadras donde por la presencia de ciertos negocios siempre hay carros y camiones repartidores parqueados; intersecciones cercanas a las paradas de bus en el centro de las ciudades donde siempre hay buses atravesados; la ubicación de las poquísimas bahías es de sobra conocida, etc. Entonces, además de la labor represiva, sería bastante fácil hacer un trabajo preventivo que agilizaría tremendamente la circulación por los cascos urbanos.

Una medida que han probado con aparente éxito en ciudades con serios problemas de congestión (Nueva York, Tel Aviv, etc.) es la de escoger rutas que cruzan la ciudad entera de un extremo a otro, y prohibir en ellas los giros. La idea sería escoger una avenida en sentido este-oeste y otra en sentido contrario, y una calle en sentido sur-norte y otra a la viceversa, y que en el casco central de las ciudades (por lo menos San José), sean rutas de paso para atravesar la ciudad evitando los embotellamientos.

Y si de agilizar el tránsito se trata, se debería de eliminar los peajes, ya que con el ridículo cobro de 75 colones, sale mucho más cara la gasolina gastada en las larguísimas filas que se hacen a todas horas, que lo que se recauda. Y eso para no hablar del valor del tiempo perdido por miles de conductores en esas tediosas filas.

Por último, mi favorita. El Instituto Nacional de Seguros, nuestro amado monopolio estatal, debería de eliminar la ridícula regla que obliga a quienes chocan a no mover sus carros. ¿Cuántas veces por un choque que se arregla con 200.000 colones se han quedado los carros bloqueando la circulación durante horas, causando millones de colones de pérdidas a los que vienen atrás, tanto en combustible quemado avanzando a 5 Km/h en primera, como en tiempo perdido? Buscamos y buscamos, y no hemos logrado encontrar ningún otro país donde los carros no sean más bien obligados a parquearse en la orilla mientras llega la policía.

Mientras todo esto sucede, a Dean CóRnito no le queda más alternativa que considerar cambiar el carro de su esposa por uno diesel. En pocos meses, cuando termine de pagar el mío y pueda embarcarme a sacar un nuevo crédito, eso haré. Muchas gracias a todos mis lectores por subsidiarme. Y gracias infinitas a la sabiduría de nuestro gobierno que lo facilita.

lunes, 16 de junio de 2008

Subsidio al diesel y otras yeguadas

Dean CóRnito tiene un carro diesel. Se lo compró hace tres años cuando la diferencia de precio entre el diesel y la gasolina todavía era grande. El anuncio de que el gobierno va a subsidiar el diesel tiene a la billetera de Dean contenta, pero su conciencia le dice que está mal. Es un error del gobierno subsidiar el diesel.

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Varios de los miembros más picudos del gabinete, incluyendo al Presidente Arias, a su ungida sucesora, varios ministros y hasta el Presidente del Banco Central estuvieron reunidos por más de tres horas discutiendo políticas para reducir la factura petrolera del país, y la única medida concreta que surgió de semejante conciliábulo fue el cacareado subsidio al diesel. Será por mi formación de economista, pero no puedo pasar por alto la evidente contradicción entre el objetivo deseado y la política anunciada. Sinceramente me sorprendería que mi ex profesor Francisco de Paula Gutiérrez no lo haya hecho notar durante la reunión. No en vano fue en su curso en la UCR donde aprendí sobre la importancia de escoger los instrumentos de política adecuados para lograr los resultados deseados.

En un entorno de precios altos y crecientes, introducir un subsidio al diesel es una invitación a consumir más, que es justamente el resultado contrario al deseado. Todos deseamos poder reducir nuestro gasto de dinero en combustible, pero la forma socialmente correcta de hacerlo es usando menos los carros, usando más el transporte colectivo, y usando más la bicicleta. Bajar el precio del diesel va a resultar en un crecimiento de la factura petrolera, porque quienes tenemos carros diesel y ya habíamos empezado a modificar nuestros patrones de consumo, ahora tendremos un incentivo para volver a nuestros malos hábitos de hace pocos meses. En un entorno como el actual es necesario dejar que los altos precios envíen claras señales a los consumidores para que modifiquen su conducta; el subsidio interfiere con esas importantísimas señales.

El gobierno aduce, con una buena medida de populismo y algo de razón, que el precio del diesel afecta más a los pobres (usuarios del transporte público) y a los agricultores. No conozco ningún estudio en este sentido, pero me atrevería a decir que por cada litro de diesel consumido por “pobres y agricultores”, se consumen otros 9 litros en Toyotas Prado, Nissan Pathfinder, Mitsubishi Montero y otros por el estilo, y en las flotillas de camiones de las empresas. Ojalá apareciera el estudio y demostrara que estoy totalmente equivocado, pero mientras no me prueben lo contrario, me parece una aberración que todos los contribuyentes tengamos que subsidiar a todos los consumidores de diesel, desde el más rico hasta el más pobre, para poder llegar a estos últimos. Mejor sería buscar alternativas como permitir a los autobuseros deducir de su ingreso gravable el consumo de combustible por encima de cierto precio, para que las tarifas de bus no aumenten, todo sin dilapidar miles de millones en un subsidio más general que beneficia hasta al más rico de los propietarios de un chuzo diesel.

En realidad, muchas de las medidas que el gobierno está evaluando son saludos a la bandera o resultarán inadecuadas. El programa “Hoy no circulo”, en el cual cada carro deja de circular un día por semana dependiendo de su número de placa, puede surtir efecto en el corto plazo, pero si la política se hace permanente, como en la ciudad de México, más bien provoca un crecimiento y empobrecimiento de la flota vehicular, factores ambos que aumentan el consumo de combustibles. En México, cuando la gente se dio cuenta de que el “Hoy no circulo” había llegado para quedarse, mucha gente de clase media y por supuesto de clase alta cambió un carro relativamente bueno por dos carros más viejos, para poder seguir circulando todos los días de la semana. No son raros los hogares de esa ciudad donde hay dos “choferes” y tres carcachas, cuando antes tenían dos carros. En una ciudad como San José, y como México también, donde el transporte público masivo es una calamidad y una porquería, no son muchos los propietarios de carro que logran transformarse en usuarios del servicio público.

Independientemente de lo que podamos pensar de la justicia de las políticas de bajar los impuestos a los carros “limpios” (híbridos, eléctricos, o sumamente eficientes) y subir los impuestos o prohibir la importación de los carros viejos (sobre el tema recomiendo leer un viejo post, El Derecho a tener un perol), estas medidas no surtirán un efecto importante en el corto plazo. No es como que los dueños de un Elantra 98 van a salir corriendo a comprarse un Prius cero kilómetros, que aún con impuestos rebajados costará más de 12 millones de colones. El único efecto de corto plazo - que es cuando se busca disminuir la factura petrolera del país - será reducir el ritmo de crecimiento de la flota vehicular, pero aunque a ritmo menor ella seguirá creciendo, y con ella el consumo de combustibles y la factura petrolera.

En el corto plazo serían mucho más eficientes medidas que agilicen el tránsito, que no son muy caras de implementar, pero que requieren de voluntad de la policía de Tránsito (cuestionable) y de la cooperación de todos los choferes (más cuestionable aún). A ellas me referiré en otro artículo mañana.

jueves, 12 de junio de 2008

En guerra avisada no muere soldado

La diputada Andrea Morales del PAC genera todo tipo de pasiones. Desde quienes ven en ella la vitalidad y frescura de la juventud puesta al servicio idealista de la patria, hasta quienes no pueden dejar de encontrar defectos en todo lo que haga y diga (que si es la chica Perfil, que si es la Primera Dama de San José, que si es muy inexperta e impulsiva, que si está al servicio de quienes apoyan el TLC, etc.), hay una amplísima gama de reacciones que su participación en la política nacional genera entre los costarricenses. Los blogueros no somos la excepción. Sólo que en los dos años y poquito que lleva en su curul, a Dean CóRnito no le ha nacido referirse a ella, positiva ni negativamente, porque simplemente la hoy diputada no le despierta ningún interés.


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Una nota de La Nación de hoy (Fracción del PAC molesta con Andrea Morales) es muy reveladora de lo que podría suceder en un eventual gobierno del PAC. Nos referimos entonces a Andrea Morales únicamente por ser la protagonista de la noticia, interesándonos más analizar lo que su predicamento significa para el PAC y para el país, que lo que a ella atañe en lo personal.

De todos es conocida la posición de Andrea Morales con respecto al TLC. No lo apoyó, pero desde un principio dijo que habría que respetar la voluntad popular y que, en su visión de mundo, eso significaba no obstaculizar la agenda de implementación en la Asamblea si el TLC era aprobado en el Referéndum. Esa postura le ha ganado toda clase de elogios de quienes apoyaron el TLC, y todo tipo de escarnio de quienes se le opusieron, y en particular de miembros de su propia bancada legislativa.

En el reportaje ya referido de La Nación, don Francisco Molina, jefe de fracción del PAC, dice, de manera que a nosotros nos suena a berrinche infantil, que “En este momento hay molestia con la actitud de Andrea Morales, lo cual hace que haya algunas diferencias en el tema personal”. En La Suiza Centroamericana podemos entender que entre los diPACtados haya molestia con la posición de Andrea Morales, que difiere de la línea de partido, pero no entendemos qué tiene aquello que ver con “el tema personal”. Dean CóRnito nunca ha escogido sus amistades según sus posiciones políticas (¿cierto, Sole?), y considera que el intercambio de opiniones es una de las actividades más enriquecedoras y generadoras de crecimiento personal. Yo puedo no estar de acuerdo con mucho de lo que cree y defiende otra persona, pero eso no me impide ver, valorar y disfrutar lo que ese individuo vale como persona, como amigo, como ser humano. Excepto, claro está, cuando lo que defiende son anti-valores, como la falta de honestidad, la traición, etc.

Consultada Andrea Morales sobre las sesudas declaraciones de su jefe de fracción, ella responde que en el PAC no hay espacio para disentir. Y esto es exactamente a lo que quería llegar. Uno de los puntos de la Visión del PAC como organización política es “Contribuir a que la democracia costarricense sea capaz de construir el futuro.” ¿Cómo será la democracia capaz de construir el futuro si no hay espacio para las opiniones diferentes?

Uno de los conceptos que guía la participación política del PAC es “La promoción de una visión sobre el futuro del país, por encima de mezquindades partidarias y del cortoplacismo electoral”. Cabe entonces preguntarse cómo se relacionan a este marco de referencia las declaraciones de don Francisco Molina cuando dice, refiriéndose a Andrea Morales, lo siguiente: “Ella debe tomar la decisión de dónde quiere estar. Si quiere mantener la disciplina del PAC o quiere empezar a actuar en favor de intereses de otros partidos”. ¿Es el principio fundamental la promoción de una visión sobre el futuro del país por encima de mezquindades partidarias, o lo es más bien, como se colige de las palabras del jefe de fracción, la “disciplina partidaria”?

¿Qué es más importante para el PAC? ¿El ejemplo y la coherencia como las únicas fuentes de verdadera autoridad en la democracia, según lo declaran en el listado de valores que guían su acción política? ¿O la línea de partido exigida de manera irreflexiva a la Diputada que dice actuar de la forma en que lo hace por coherencia con los postulados del respeto a la democracia?

Las poses mesiánicas del autoproclamado santurrón de Otón Solís son ya de por sí desagradables y harto preocupantes. Agreguemos a esto la dosis de intolerancia del disenso que siempre sospechamos en Otón y ahora Andrea Morales nos confirma es la regla en su partido, y el resultado es un coctel explosivo y peligroso de cara a una eventual victoria electoral del PAC en un futuro no muy lejano. Asusta pensar que este señor ya estuvo dos veces a punto de alcanzar la presidencia. Como dice la canción de Bob Dylan, y gracias a mi buen amigo Oscar me he enterado de que la frase es atribuida originalmente a Abraham Lincoln, es posible engañar a alguna gente por mucho tiempo, es posible engañar a toda la gente parte del tiempo, pero es imposible engañar a toda la gente todo el tiempo. La continuada exposición pública de Otón Solís, desagradable como nos pueda resultar, es un mal necesario, porque eventualmente obliga a salir a relucir su verdadera esencia y la del partido que creó a su imagen y semejanza. En un eventual gobierno del PAC, con Otón o si él como Presidente, será prohibido opinar diferente, a riesgo de ser acusado de traición al Partido o de servir a los intereses de otro partido (o, como en Chavezuela, a los intereses del imperialismo yanqui). Estamos avisados.

lunes, 9 de junio de 2008

Cojones

Cuando un gobierno los tiene bien puestos envía señales positivas que fomentan el desarrollo económico de un país. En Costa Rica lamentablemente llevamos treinta años seguidos de gobiernos eunucos, cuya esencia ha sido perfectamente capturada por el escritor y periodista Carlos Cortés, en la frase inicial de su novela Cruz de Olvido , que dice más o menos así: “En Costa Rica no pasa nada desde el Big Bang”.

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Tomemos como ejemplo el caso de nuestra vecina Panamá. Se embarcó en una empresa que muchos consideraban imposible de realizar para un país pequeño y subdesarrollado – la ampliación del Canal de Panamá – con varios miles de millones de dólares de costo, con un programa de inversión y de construcción de varias décadas, cosa que sólo es posible con visión de largo plazo. No se pasaron décadas discutiendo la conveniencia o no de la ampliación, ni la inmortalidad del cangrejo, ni el estilo de vida bucólico de los campesinos del siglo XIX. Rapidito se pusieron de acuerdo, aprobaron las leyes y modificaciones necesarias, y empezaron a trabajar.

Al tomar esta decisión, el gobierno panameño envió una clarísima señal al sector privado de su país y al mundo entero: creemos en nuestro país y estamos dispuestos a hacer lo necesario para dotarlo de una infraestructura de clase mundial que potencie el desarrollo económico. Inmediatamente el sector privado se puso a trabajar. Hoy en día se levantan en Panamá, de manera simultánea, decenas de edificios de apartamentos de 60, 70 y hasta 100 pisos, para todas las clases sociales, apostando a la llegada de importantes ejecutivos de empresas multinacionales que necesariamente participarán en las obras del canal, y a la contratación por parte de dichas empresas de decenas o centenares de miles de panameños de todo nivel, desde obreros de construcción hasta profesionales de las más diversas ramas.

La inversión del Estado panameño no se limita a la ampliación del Canal, así como la inversión privada – nacional y extranjera – tampoco se limita al impresionante desarrollo inmobiliario residencial. Panamá cuenta hoy con carreteras de primera categoría por todo el país; cualquier tico acostumbrado a la porquería de calles que tenemos en Tiquicia y que haya viajado por tierra a ese país vecino se habrá dado cuenta no más cruzar la frontera de que las cosas allá van más en serio. De igual manera están invirtiendo en Panamá en la ampliación y mejora de puertos y aeropuertos (gobierno y sector privado), en la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica (sector privado), en ampliar la red de distribución de energía eléctrica (gobierno), etc.

¿Por qué se atreven múltiples inversionistas privados a construir edificios de 70 ó 100 pisos en la ciudad de Panamá, mientras que en San José anuncian uno de 40 que finalmente quedó reducido a 15 pisos? Porque el inversionista sabe que con la inversión que está haciendo el gobierno en el Canal llegará gran cantidad de importantes empresas a Panamá, que enviarán personal extranjero y contratarán personal local, que va a exigir y poder adquirir vivienda de calidad.

Y como la gente sabe que el desarrollo va en serio, el sector privado se atreve a hacer en Panamá megainversiones impensables en nuestro país, tal como el Centro Energético de Las Américas S.A. (CELA), un complejo de parques industriales y logísticos para la industria del petróleo y del gas, donde se planea llegar a desarrollar la capacidad de refinar 2.000 millones de barriles de petróleo por día, y la construcción de un oleoducto de 36 pulgadas que cruzará del Atlántico al Pacífico, paralelo al mismo Canal, eliminando la necesidad de que los buques petroleros crucen por allí. Curiosamente, este proyecto desarrollado por un consorcio de inversionistas privados NO es visto como competencia desleal para el Canal (ese sería el primer argumento contrario en Costa Rica), sino que la misma Autoridad del Canal de Panamá permite el uso de sus tierras para que este poliducto pueda ser convertido en realidad. Porque probablemente entienden que esto contribuirá a descongestionar el Canal, agilizando el paso, dándole un atractivo adicional.

Se trata el CELA de un proyecto cuya primera etapa requiere de una inversión superior a los mil millones de dólares, y que generará 7.000 empleos directos, 21.000 indirectos, y 30.000 en la fase de construcción, que puede tardar hasta quince años. Un gobierno que tiene un plan de largo plazo claramente definido facilita que también el sector privado aporte proyectos con similar visión de futuro.

Eso es lo que desarrolla el sector privado en Panamá mientras que en nuestro país duramos casi una década discutiendo la conveniencia u oportunidad de que nuestro monopolio estatal construyera un cochino poliducto que ojalá eliminara la necesidad de transportar los derivados del petróleo por carretera, y que cuando finalmente se ha hecho, ha sido con una tubería de 6 pulgadas que es insuficiente para las necesidades actuales del país (para no hablar de las posibilidades de crecimiento), y se ha contratado para hacerlo a una empresa de segunda categoría que ni lo pudo terminar a tiempo, ni lo dejó funcionando como debería.

Mientras en Costa Rica sigamos gastando décadas en discutir, diseñar, desarrollar y nunca terminar de construir proyectitos de carreteras o aeropuertos con valores de $120 o $180 millones (recordemos Caldera, Circunvalación, Juan Santamaría, y un largo etc.); mientras no nos atrevamos a construir un pinche puente elevado con un costo de menos de $3 millones en cada una de las rotondas de la carretera de Circunvalación; mientras no nos decidamos a terminar la Costanera para poder evitar el calvario del Cerro de la Muerte; mientras que nuestra discusión siga siendo si los operarios portuarios deben de trabajar 6 u 8 horas diarias y no cómo ampliar el puerto y hacerlo cada día más eficiente; mientras que el Estado siga diciendo que no hay recursos para nada, definitivamente no vamos a alcanzar los niveles de crecimiento “sostenido” necesarios para lograr un bienestar económico que alcance a todos los estratos de la sociedad.

A la vez que en Panamá el crecimiento se dispara, aquí dos años de buen desempeño económico (pero lamentablemente no sostenible) causan revuelo y regocijo. Panamá recientemente nos ha superado en nivel de ingreso promedio, y su trayectoria continúa siendo ascendente, mientras que en Costa Rica nuestro Presidente nos anuncia una época de vacas flacas.

Necesitamos un gobierno con cojones, un gobierno que se espabile y espabile al resto del país, un gobierno que nos envíe una señal clara de que cree en nuestro país. No necesitamos un gobierno que pretenda hacerlo todo por nosotros y no nos deje trabajar. Necesitamos que el gobierno se decida finalmente a desarrollar la infraestructura necesaria para potenciar el crecimiento, ya sea con recursos propios, con deuda, o con el concurso del sector privado mediante el mecanismo de la concesión. Necesitamos que el gobierno se concentre en lo que puede hacer mejor, y deje que el sector privado desarrolle lo demás, ya que tanto inversionistas nacionales como extranjeros han demostrado que creen en nuestro país. Sabemos que tienen la capacidad de hacer mucho más de lo que hasta ahora han hecho, pero están esperando que el gobierno de una señal clara que ilumine el camino.