Lo que empezó como una manifestación de buenas intenciones gubernamentales por paliar los efectos macroeconómicos de los altos precios del petróleo, terminó siendo nada más que una charada populista y de claro corte fiscalista. Después de conocida la propuesta del gobierno, queda claro que la intención nunca fue realmente disminuir el consumo de combustibles, sino cómo disfrazar un grosero aumento de impuestos sin desgastarse promoviendo una complicada reforma tributaria.
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Según los datos publicados por RECOPE, el consumo en los primeros cinco meses del 2008 fue de 2.400.000 barriles de gasolinas (regular y súper), mientras que el consumo de diesel excluyendo el usado por el ICE para la generación de electricidad fue de 2.940.000 barriles. Excluimos el consumo del ICE por varias razones, siendo las más importantes que la venta de dicho diesel ya de por sí se hacía libre de impuestos, y que es un consumo muy variable por temporada (en la temporada seca la generación termoeléctrica es mucho superior que en la estación lluviosa). En cualquier caso, y siempre según los datos de RECOPE, en los primeros cinco meses del 2008 el ICE compró 965.600 barriles de diesel.
Asumiendo que dichos datos son correctos (y para los que tengan paciencia, al final agrego una nota explicando mis dudas con respecto a la fiabilidad de los datos de RECOPE), la propuesta enviada por la Administración Arias Sánchez provocaría un significativo aumento en la recaudación de impuestos. La disminución en el impuesto al diesel sería de ¢97.50 por litro, y el aumento en el impuesto a la gasolina sería en promedio de ¢138 por litro (¢135 para la regular, que representa dos tercios del consumo, y ¢145 para la súper que representa el otro tercio). Considerando que cada barril de petróleo contiene 159 litros, y asumiendo que la misma cantidad hay en un barril de gasolina y en uno de diesel, entonces si el nuevo esquema de impuestos hubiera estado en función desde enero del 2008, hasta mayo la disminución en la recaudación por la baja en el diesel sería de 45.577 millones de colones, el aumento en la recaudación por el impuesto a la gasolina sería de 52.660 millones de colones, y el incremento neto en la recaudación para los primeros cinco meses del 2008 hubiera sido de 7.083 millones de colones (siete mil ochenta y tres millones). Si asumimos un comportamiento similar para los 12 meses del año, el incremento neto en la recaudación sería de aproximadamente 17.000 millones de colones.
Por supuesto que si la gasolina va a subir tanto de precio, entonces es de esperar que el consumo disminuya. Sabemos que la gasolina es un bien de demanda inelástica, lo cual quiere decir que cuando el precio sube, la cantidad demandada no disminuye o disminuye poco en términos relativos. A precios de hoy (¢644 por litro de regular), el aumento por el nuevo impuesto sería del 21%. Puede ser que esto provoque una disminución en el consumo, digamos del 5%, pero la combinación de precio 21% mayor versus consumo 5% menor daría siempre un incremento neto en la recaudación, aunque un poco menor que lo calculado en el párrafo anterior.
También hay que considerar que aún si los propietarios de los vehículos existentes reducen su consumo en un 5%, el consumo total de gasolina podría subir (o bajar en menos del 5%), porque la flota vehicular ha venido creciendo a un ritmo robusto en los últimos 15 años, y conforme crece el ingreso promedio de los ticos, va a seguir creciendo. El resultado neto no lo conocemos, pero perfectamente el crecimiento de la flota vehicular podría cancelar el efecto de la disminución en el consumo de los vehículos existentes.
Todo lo anterior es sin siquiera entrar a considerar el aumento en la recaudación como efecto de la anunciada duplicación del impuesto al ruedo para los carros diesel “de lujo”. A abril del presente año había más de 268.000 vehículos diesel inscritos en el país. Asumiendo que la mitad de ellos sean exonerados, y asumiendo conservadoramente que el aumento promedio del impuesto a los de lujo sea de ¢100.000 por año, tendríamos una recaudación “fresca” de ¢1.340.000.000 colones (mil trescientos cuarenta millones). Reconozco que este cálculo no es muy robusto, pero nos da una idea de la magnitud de lo que pretende hacer el gobierno. Tenemos entonces razones para creer que el paquete de medidas fiscalistas anunciadas por el gobierno de la República tendría el efecto de incrementar la recaudación en más de 17.000 millones de colones anuales.
En conclusión, el aumento de los precios del petróleo dio a nuestro gobierno de turno la oportunidad y la excusa para clavarnos un aumento de impuestos con un bonito disfraz populista, ya que nos dicen que es para bajar los costos del transporte público y de la producción que más afectan a los pobres, cuando la realidad es que lo que se busca es una inyección extraordinaria de recursos frescos al Estado. Mal haría la Asamblea Legislativa en aprobar este capricho que, como discutimos en un artículo anterior, introduciría una serie de distorsiones indeseables en la economía costarricense, en una época en que por las condiciones del entorno mundial, lo que necesitamos es la mayor transparencia posible en nuestra economía. De por si el gobierno está operando ya con un superávit fiscal; no necesitamos hacerlo crecer.
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Según los datos publicados por RECOPE, el consumo en los primeros cinco meses del 2008 fue de 2.400.000 barriles de gasolinas (regular y súper), mientras que el consumo de diesel excluyendo el usado por el ICE para la generación de electricidad fue de 2.940.000 barriles. Excluimos el consumo del ICE por varias razones, siendo las más importantes que la venta de dicho diesel ya de por sí se hacía libre de impuestos, y que es un consumo muy variable por temporada (en la temporada seca la generación termoeléctrica es mucho superior que en la estación lluviosa). En cualquier caso, y siempre según los datos de RECOPE, en los primeros cinco meses del 2008 el ICE compró 965.600 barriles de diesel.
Asumiendo que dichos datos son correctos (y para los que tengan paciencia, al final agrego una nota explicando mis dudas con respecto a la fiabilidad de los datos de RECOPE), la propuesta enviada por la Administración Arias Sánchez provocaría un significativo aumento en la recaudación de impuestos. La disminución en el impuesto al diesel sería de ¢97.50 por litro, y el aumento en el impuesto a la gasolina sería en promedio de ¢138 por litro (¢135 para la regular, que representa dos tercios del consumo, y ¢145 para la súper que representa el otro tercio). Considerando que cada barril de petróleo contiene 159 litros, y asumiendo que la misma cantidad hay en un barril de gasolina y en uno de diesel, entonces si el nuevo esquema de impuestos hubiera estado en función desde enero del 2008, hasta mayo la disminución en la recaudación por la baja en el diesel sería de 45.577 millones de colones, el aumento en la recaudación por el impuesto a la gasolina sería de 52.660 millones de colones, y el incremento neto en la recaudación para los primeros cinco meses del 2008 hubiera sido de 7.083 millones de colones (siete mil ochenta y tres millones). Si asumimos un comportamiento similar para los 12 meses del año, el incremento neto en la recaudación sería de aproximadamente 17.000 millones de colones.
Por supuesto que si la gasolina va a subir tanto de precio, entonces es de esperar que el consumo disminuya. Sabemos que la gasolina es un bien de demanda inelástica, lo cual quiere decir que cuando el precio sube, la cantidad demandada no disminuye o disminuye poco en términos relativos. A precios de hoy (¢644 por litro de regular), el aumento por el nuevo impuesto sería del 21%. Puede ser que esto provoque una disminución en el consumo, digamos del 5%, pero la combinación de precio 21% mayor versus consumo 5% menor daría siempre un incremento neto en la recaudación, aunque un poco menor que lo calculado en el párrafo anterior.
También hay que considerar que aún si los propietarios de los vehículos existentes reducen su consumo en un 5%, el consumo total de gasolina podría subir (o bajar en menos del 5%), porque la flota vehicular ha venido creciendo a un ritmo robusto en los últimos 15 años, y conforme crece el ingreso promedio de los ticos, va a seguir creciendo. El resultado neto no lo conocemos, pero perfectamente el crecimiento de la flota vehicular podría cancelar el efecto de la disminución en el consumo de los vehículos existentes.
Todo lo anterior es sin siquiera entrar a considerar el aumento en la recaudación como efecto de la anunciada duplicación del impuesto al ruedo para los carros diesel “de lujo”. A abril del presente año había más de 268.000 vehículos diesel inscritos en el país. Asumiendo que la mitad de ellos sean exonerados, y asumiendo conservadoramente que el aumento promedio del impuesto a los de lujo sea de ¢100.000 por año, tendríamos una recaudación “fresca” de ¢1.340.000.000 colones (mil trescientos cuarenta millones). Reconozco que este cálculo no es muy robusto, pero nos da una idea de la magnitud de lo que pretende hacer el gobierno. Tenemos entonces razones para creer que el paquete de medidas fiscalistas anunciadas por el gobierno de la República tendría el efecto de incrementar la recaudación en más de 17.000 millones de colones anuales.
En conclusión, el aumento de los precios del petróleo dio a nuestro gobierno de turno la oportunidad y la excusa para clavarnos un aumento de impuestos con un bonito disfraz populista, ya que nos dicen que es para bajar los costos del transporte público y de la producción que más afectan a los pobres, cuando la realidad es que lo que se busca es una inyección extraordinaria de recursos frescos al Estado. Mal haría la Asamblea Legislativa en aprobar este capricho que, como discutimos en un artículo anterior, introduciría una serie de distorsiones indeseables en la economía costarricense, en una época en que por las condiciones del entorno mundial, lo que necesitamos es la mayor transparencia posible en nuestra economía. De por si el gobierno está operando ya con un superávit fiscal; no necesitamos hacerlo crecer.
Nota sobre las cifras de RECOPE
ResponderBorrarPara escribir este post estuvimos buscando cifras sobre el consumo de los diferentes combustibles, y nos encontramos varias contradicciones. Lamentablemente el sitio web de RECOPE no es nada amigable y si bastante “oscuro”. No pudimos dar con información del consumo para un año entero, encontrando únicamente datos sobre el consumo de enero del 2008, primer trimestre del 2008, y primeros cinco meses del 2008, todo con sus respectivas comparaciones con iguales períodos del 2007.
En el diario La Prensa de Panamá encontramos la siguiente información: En el 2003 en Costa Rica se consumieron 5.2 millones de barriles de gasolina (regular y súper) y 5 millones de barriles de diesel. El crecimiento del consumo con respecto a 1993, es decir, en la década previa, fue del 92,6% en el caso de las gasolinas, versus un 51,5% en el caso del diesel, revelando una tendencia de crecimiento mucho mayor para la gasolina que para el diesel.
Un artículo en la revista Ambientico, escrito por Rosendo Pujol del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, nos presenta datos similares para el período 1991-2000: un aumento promedio anual del 10.4% para la gasolina y del 4.5% para el diesel. Agrega Pujol que en el período 1999-2003 el ritmo de crecimiento disminuyó a 3.3% anual para la gasolina y 1.7% para el diesel, un ritmo menor pero siempre el doble para la gasolina que para el diesel.
Para los primeros cinco meses del 2008 RECOPE nos informa en su Boletín N°39 del día 6 del presente mes (y otra fuente nos confirma) que el consumo de combustibles como un todo creció en un 4% con respecto a los primeros cinco meses del 2007, mientras que el aumento del consumo de gasolinas fue de 5.21% en el mismo período, lo cual nos indica que se mantiene una tendencia de mayor crecimiento en el consumo de gasolinas que de otros carburantes como el diesel.
Si juntamos todos estos datos, siendo que el consumo de gasolina en el 2003 era levemente superior al consumo de diesel, y la tendencia a lo largo de todos estos años ha sido de mayor crecimiento en el consumo de gasolina, llegaríamos a la conclusión de que en Costa Rica se consume más gasolina que diesel. Sin embargo, el Boletín N° 39 ya mencionado (haga click aquí y seleccione el Boletín titulado “Consumo a mayo 2008), que es el que usamos para hacer los cálculos de la recaudación de impuestos, cuando habla de consumos totales y no de tasas de crecimiento del consumo, se nos indica que en los primero cinco meses del 2008 se consumieron aproximadamente medio millón de barriles de diesel más que de gasolina.
Dada la poca información disponible en el website de RECOPE, no podemos determinar en qué momento se invirtió el consumo de combustibles, sobrepasando el diesel a la gasolina como parece ser en lo que va del 2008. El dato no es compatible con las tendencias observadas anteriormente, cuando el consumo total de gasolina sobrepasaba el de diesel, y la tasa de crecimiento del consumo de gasolina duplicaba la del diesel. Si agregamos a la olla el hecho de que desde el 2006 se había venido eliminando el subsidio al diesel, es difícil creer que de pronto su consumo haya sobrepasado el de la gasolina. Pero como es la información oficial, es la que hemos usado para hacer nuestro análisis. En cualquier caso, si RECOPE ha cometido un error en el reporte de las cifras, únicamente vendría a reforzar las conclusiones de nuestro análisis.
El error también podría ser de La Prensa de Panamá, que fue la fuente que nos dijo que en el 2003 ya se consumía más gasolina que diesel. De igual manera, ya demostramos que aún con un consumo mayor de diesel que de gasolina, la propuesta del gobierno produciría una recaudación mayor, y es tanta la diferencia, que estamos seguros que no es un efecto secundario.
¡Numeritos hablan!
ResponderBorrarPuta, si quieren que exoneren el diesel, pero que no le claven a la gasolina. A lo sumo, que recuperen algo con lo de los marchamos...
De todas formas, a como ha subido el precio, este año estarían cobrando más impuesto que el año pasado...(ya que los impuestos son porcentuales).
Que doble discurso, Arias piensa que los ticos somos tontos, ofenden la inteligencia de los costarricenses.
ResponderBorrarSaludos
Mae, definitivamente son astutos en el gobierno, y si nos quieren agarrar de majes..
ResponderBorrarY como dice Terox igualmente van a recaudar más este año por la subida del valor de la gasolina..
Para mi me parece obvio que se consuma más gasolina que diesel, ya que la mayoria de carros de uso privado usan esto...
Y ni siquiera los taxis utilizan en su mayoría diesel.... sino lo contrario...
Entonces, en proporción yo diria que la gasolina se consume más... claro mi humilde opinion...
mae, excelente investigacion...
ResponderBorrarSeñores: sería importante tener a mano la información correcta, antes de atreverse a escribir comentarios de ese tipo y de hacer aseveraciones tan temerarias.
ResponderBorrarEn primer lugar, el diesel que consume el ICE, SÍ está gravado con el impuesto único. Lean la ley 8114, no existe ninguna exención para el ICE.
Segundo, según datos de RECOPE (para que aprendan a investigar), en el año 2007 se consumieron 1241 millones de litros de diesel, 595 millones de litros de gasolina regular y 283 millones de litros de gasolina súper. Ahora sí, saquen cuentas, no hay ganancia extra.
Que fácil es destruir, pero proponer no lo es tanto.
Ya no está tan buena la investigación, verdad?