domingo, 14 de noviembre de 2010

El circo de la OEA

Dean CóRnito está que se lo lleva el diablo. La OEA es un circo de medio anillo, lleno de animales, payasos, y algunos malabaristas. La resolución tomada por la OEA el viernes por la noche es una burla a nuestro país, y sin embargo son legión los compatriotas que se congratulan por lo que llaman un “gran éxito diplomático”. La actitud de los países del continente deja mucho que desear, muy a pesar de lo contundente en apariencia de la votación de dicha resolución. No tenemos nada que celebrar todavía.

viernes, 12 de noviembre de 2010

With a little help from our friends

If you’re reading this, I am sure by now you have heard something about the border skirmish between Costa Rica and Nicaragua. A little explaining is in order, for our friends north of the Rio Grande.

Make no mistake about it, my dear friends. This is not your usual, run-of-the-mill dispute between countries whose border is ill defined. This is a blatant incursion by the armed forces of one country into the territory of a second, unarmed country. In other words, what we are seeing here is an invasion. And the excuses given by the invading country are plain cynical.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Dios no era tico

Hace unos años, cuando Dean CóRnito aun peinaba pelos en la frente, era común escuchar que Dios era tico. Enclavado en una zona geográfica de abundantes volcanes, expuesta a huracanes, y propensa a terremotos, el país rara vez sufría las más graves consecuencias de estos fenómenos naturales, como sí le tocaba a menudo a nuestros vecinos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

De Figueres Ferrer a Daniel Ortega

José Figueres Ferrer es, sin lugar a dudas, el último estadista que tuvo Costa Rica. Después de él hemos tenido, buenos presidentes (Trejos Fernández), malos presidentes (Abel Pacheco) y pésimos presidentes (Rodrigo Carazo). Pero estadistas con visión y capacidad para cambiar el rumbo del país y definir su carácter para las siguientes generaciones, son pocos y por lo general aparecen separados en el tiempo. Curiosamente, la década de los años 40s del siglo pasado produjo dos grandes estadistas, Calderón Guardia y Figueres Ferrer, evento poco común en la historia de las naciones.

A pesar de lo anterior, don José Figueres nunca ha sido santo de mi devoción. Su tendencia a acoger y defender gente de la más dudosa reputación, y su desdeño por las más elementales normas de transparencia en la gestión pública (¿quién no ha oído su célebre frase “me la gasté en confites”?) me quitaron el gusto por este personaje. En un día como hoy, sin embargo, Costa Rica tiene que dar gracias infinitas al cielo por habernos dado a don Pepe y su sabia decisión de abolir el ejército en 1948. En esta vida hay que saber ser agradecido, y dar crédito al César por lo que le corresponde.