Dice La Nación de ayer que el AyA necesita subir las tarifas 110% para asegurar el suministro de agua. Dean CóRnito afirma que no es cierto, y se propone demostrarlo aquí. No es muy complicado.
Hace año y medio noté una fuga de agua en el medidor de mi casa, que coincidió con el momento en que se me disparó la cuenta, que pasó de un promedio de ₡6.000 al mes, a más de ₡40.000. Inmediatamente llamé a reportar la fuga y, transcurridas dos semanas en que yo veía que el agua seguía brotando como manantial del medidor, volví a llamar al AyA. En esta segunda llamada me dijeron que el personal del AyA había visitado mi casa en equis fecha (es posible, pero como durante el día casi nunca hay nadie, no nos dimos cuenta), y que detectaron que la fuga era del medidor hacia fuera, por lo que esa no era la causa del incremento en mi factura. Cuando le pregunté a la muchacha por qué no habían reparado la fuga, me contestó que como yo había reportado un aumento de la factura producto de una fuga en el medidor, y que los técnicos determinaron que ese no era el caso, entonces no hubo necesidad de reparar nada. ¿Y el agua que se está desperdiciando? Ah, es que su reporte no fue por eso, don Dean.
Inmediatamente volví a reportar la fuga, esta vez como ciudadano responsable preocupado por el desperdicio del agua, y no como cliente disgustado por el monto de su factura. Me di a la tarea de buscar la fuga dentro de mi casa (cosa que no resultó nada fácil), y a la vuelta de 6 meses logré repararla. Pero la fuga en la calle continuaba sin solución. Por tercera vez llamé a reportarla, y no se produjo ningún cambio.
Un año más pasó, hasta que la fuga en la calle se convirtió en una fuente y, aunque ahora estoy pagando en promedio ₡7.000 al mes, cada día la presión del agua en mi casa era menor. Hace un mes llamé a reportar – por cuarta vez – la fuga. Transcurrida una semana, noté que había aumentado la cantidad de agua que corría por el caño afuera de mi casa, y el tema de la presión del agua se tornó intolerable. A ciertas horas del día, si uno se quería bañar en mi casa había que hacerse calcomanía y pegarse en la pared debajo de la ducha, porque el agua no salía como chorro sino que se resbalaba por el borde de la cabeza de la ducha y bajaba por la pared.
Volví a llamar al AyA, donde me dijeron que la cuadrilla había pasado por mi casa un día que no había agua (cosa que confirmó el guarda del condominio de enfrente), que habían cambiado todos los empaques del medidor, y que habían dado el caso por cerrado. Cuando le dije a la muchacha que el problema era ahora peor que antes de la supuesta reparación, ella me dijo que no era culpa de los muchachos porque al no haber agua, no habían podido hacer las pruebas necesarias. Yo le dije que tampoco era culpa mía, que “los muchachos” trabajan para la institución que corta el agua, y que como mínimo debían de haber vuelto otro día a revisar el trabajito. No se puede, don Dean, porque en el sistema el caso está cerrado. En español castizo, vuelva a presentar – por una inaudita quinta vez en 18 meses – un reporte por la misma fuga. Finalmente, después de 4 ó 5 días, el problema fue resuelto: ya no hay fuente pública en mi barrio, y uno se puede bañar como la gente en mi casa.
El ejemplo lo pongo para ilustrar el verdadero problema del AyA: las pérdidas de agua, que alcanzan el 50%. Una breve explicación no viene mal. En los puntos donde toma agua de las fuentes (ríos, acuíferos, reservorios, etc.) para transportarla hacia los consumidores, el AyA instala unos aparatos que se llaman macromedidores. De esta manera, el AyA sabe con bastante certeza cuánta agua ingresa al sistema. Luego, cada uno de los consumidores tiene un (micro)medidor en su casa, comercio o industria, de manera que el AyA sabe con certeza cuánta agua factura. El porcentaje de pérdidas del 50% quiere decir que el AyA factura únicamente la mitad del agua que toma de las fuentes. La otra mitad se va en fugas (que tardan siglos en ser reparadas) y en conexiones ilegales.
En otras palabras, para vender un litro de agua, el AyA desperdicia otro litro completo más. Incrementar las tarifas en un 100% es duplicar los ingresos del AyA manteniendo constante el nivel de facturación (y por ende, el desperdicio). Pero si el AyA pudiera facturar toda el agua que ingresa a su sistema de tuberías, duplicaría sus ingresos sin necesidad de subir tarifas. En realidad, lo que el AyA pretende hacer es que los consumidores paguemos, por cada litro de agua que consumimos, el litro de agua que dicha institución, en su inoperancia e irresponsabilidad, desperdicia sin siquiera ruborizarse.
Otorgar el incremento que piden, es premiar la ineficiencia y el desperdicio. En vez de recetarnos un aumento del 110% (aunque lo hagan de a poquitos, como sugiere el Presidente Ejecutivo del AyA), todo lo que necesitan es aumentar tarifas en un 10%, y parar el desperdicio. Las inversiones necesarias en infraestructura se deberían de hacer acudiendo al crédito – que se repagaría con el incremento que automáticamente tendría la institución al parar las conexiones ilegales – y nunca a expensas de los consumidores.
Hace año y medio noté una fuga de agua en el medidor de mi casa, que coincidió con el momento en que se me disparó la cuenta, que pasó de un promedio de ₡6.000 al mes, a más de ₡40.000. Inmediatamente llamé a reportar la fuga y, transcurridas dos semanas en que yo veía que el agua seguía brotando como manantial del medidor, volví a llamar al AyA. En esta segunda llamada me dijeron que el personal del AyA había visitado mi casa en equis fecha (es posible, pero como durante el día casi nunca hay nadie, no nos dimos cuenta), y que detectaron que la fuga era del medidor hacia fuera, por lo que esa no era la causa del incremento en mi factura. Cuando le pregunté a la muchacha por qué no habían reparado la fuga, me contestó que como yo había reportado un aumento de la factura producto de una fuga en el medidor, y que los técnicos determinaron que ese no era el caso, entonces no hubo necesidad de reparar nada. ¿Y el agua que se está desperdiciando? Ah, es que su reporte no fue por eso, don Dean.
Inmediatamente volví a reportar la fuga, esta vez como ciudadano responsable preocupado por el desperdicio del agua, y no como cliente disgustado por el monto de su factura. Me di a la tarea de buscar la fuga dentro de mi casa (cosa que no resultó nada fácil), y a la vuelta de 6 meses logré repararla. Pero la fuga en la calle continuaba sin solución. Por tercera vez llamé a reportarla, y no se produjo ningún cambio.
Un año más pasó, hasta que la fuga en la calle se convirtió en una fuente y, aunque ahora estoy pagando en promedio ₡7.000 al mes, cada día la presión del agua en mi casa era menor. Hace un mes llamé a reportar – por cuarta vez – la fuga. Transcurrida una semana, noté que había aumentado la cantidad de agua que corría por el caño afuera de mi casa, y el tema de la presión del agua se tornó intolerable. A ciertas horas del día, si uno se quería bañar en mi casa había que hacerse calcomanía y pegarse en la pared debajo de la ducha, porque el agua no salía como chorro sino que se resbalaba por el borde de la cabeza de la ducha y bajaba por la pared.
Volví a llamar al AyA, donde me dijeron que la cuadrilla había pasado por mi casa un día que no había agua (cosa que confirmó el guarda del condominio de enfrente), que habían cambiado todos los empaques del medidor, y que habían dado el caso por cerrado. Cuando le dije a la muchacha que el problema era ahora peor que antes de la supuesta reparación, ella me dijo que no era culpa de los muchachos porque al no haber agua, no habían podido hacer las pruebas necesarias. Yo le dije que tampoco era culpa mía, que “los muchachos” trabajan para la institución que corta el agua, y que como mínimo debían de haber vuelto otro día a revisar el trabajito. No se puede, don Dean, porque en el sistema el caso está cerrado. En español castizo, vuelva a presentar – por una inaudita quinta vez en 18 meses – un reporte por la misma fuga. Finalmente, después de 4 ó 5 días, el problema fue resuelto: ya no hay fuente pública en mi barrio, y uno se puede bañar como la gente en mi casa.
El ejemplo lo pongo para ilustrar el verdadero problema del AyA: las pérdidas de agua, que alcanzan el 50%. Una breve explicación no viene mal. En los puntos donde toma agua de las fuentes (ríos, acuíferos, reservorios, etc.) para transportarla hacia los consumidores, el AyA instala unos aparatos que se llaman macromedidores. De esta manera, el AyA sabe con bastante certeza cuánta agua ingresa al sistema. Luego, cada uno de los consumidores tiene un (micro)medidor en su casa, comercio o industria, de manera que el AyA sabe con certeza cuánta agua factura. El porcentaje de pérdidas del 50% quiere decir que el AyA factura únicamente la mitad del agua que toma de las fuentes. La otra mitad se va en fugas (que tardan siglos en ser reparadas) y en conexiones ilegales.
En otras palabras, para vender un litro de agua, el AyA desperdicia otro litro completo más. Incrementar las tarifas en un 100% es duplicar los ingresos del AyA manteniendo constante el nivel de facturación (y por ende, el desperdicio). Pero si el AyA pudiera facturar toda el agua que ingresa a su sistema de tuberías, duplicaría sus ingresos sin necesidad de subir tarifas. En realidad, lo que el AyA pretende hacer es que los consumidores paguemos, por cada litro de agua que consumimos, el litro de agua que dicha institución, en su inoperancia e irresponsabilidad, desperdicia sin siquiera ruborizarse.
Otorgar el incremento que piden, es premiar la ineficiencia y el desperdicio. En vez de recetarnos un aumento del 110% (aunque lo hagan de a poquitos, como sugiere el Presidente Ejecutivo del AyA), todo lo que necesitan es aumentar tarifas en un 10%, y parar el desperdicio. Las inversiones necesarias en infraestructura se deberían de hacer acudiendo al crédito – que se repagaría con el incremento que automáticamente tendría la institución al parar las conexiones ilegales – y nunca a expensas de los consumidores.
Excelente articulo. Siempre es bueno leerle Dean CóRnito.
ResponderBorrar:-)
ResponderBorrarMuchas gracias!!!
Son muchos los abusos de la gente del AyA por ejemplo en Limon centro el ingeniero Alejandro Rodriguez Vindas dee ser investigado por demasiadas irregularidades este señor es un irresponsable debe revisarse el presupuesto de la institucion este señor se lo esta robando y no hace nada este señor no trabaja nunca esta en la oficina y no atiende
ResponderBorrar¿Y qué me decís de las cloacas? Uno paga bastantito por ese "servicio" que lo único que hace es tirar las aguas negras al río más cercano... son poquísimas las plantas de tratamiento...
ResponderBorrarEse Alejandro rodriguez vindas de Limon que dice ese si que es corrupto ladron se roba los fondos de acueductos deberian investigarlo porque hasta dicen que anda metido con narcos pobre de la mujer le pone los cuernos con una negra
ResponderBorrarQUE?!! HIJUEPUTA ESE ALEJANDRO DE ACUEDUCTOS TAN SANTO QUE JUEGA ANDA CON NARCOS SE ROA LA PLATA DE ACUEDUCTOS Y EL ANDA DE INFORMANTE DEL OIJ ACUSANDO NARCOS COMPENTENCIA DE LOS NARCOS QUE SON SUS AMIGOS
ResponderBorrarAqui los mas corruptos son la sala cuarta para que derechos humanos si los magistrados los viven violando deberian retirarle los fondos a todas las organizaciones de costa rica porque la sala cuarta aplasta y abusa de los derechos humanos del costarricense manada de cerdos muertos de hambre
ResponderBorrarEs que en este pais solo jueces estupidos hay, recuerden el imbecil de alvaro burgos que ser mas marica es un completo cornudo homosexual
ResponderBorrarVirginia Calzada es una ramera estupida arrugada y senil que no sirve para ni mierda solo olerse los pedos vieja vaga inservible por que putas no se muere vieja aliento de mierda
ResponderBorrarCONTINUANDO CON EL HOMOSEXUAL DE ALEJANDRO VINDAS QUE HIJUEPUTA SER MAS COCHINO POBRE YENNY VEGA ORTEGA ESE HIJUEPUTA DE ALEJANDRO TODO EL TIEMPO QUE LO VEO ANDA PONIENDOLE LOS CUERNOS A YENNY CON UNA NEGRA BIEN FEA JUEPUTA CEROTE DE ACUEDUCTOS OJALA SE MUERA MARICA HOMOSEXUAL
ResponderBorrarEl AyA es un ladron hizo un aumento d agua al pueblo casi del 100 % alegando que la gente desperdicia el agua y en el canton central de limon hay varias fugas de agua en la calle en las aceras por doquier y se las reportan a ese sinverguenza ingeniero shit de alejandro y nada hacen pasan semanas y meses y no reparan las fugas de agua entonces que pague alejandro toda esa agua y no el pueblo ya estamos hartos ese inutil de alejandro no sirve para nada solo para robarse la plata
ResponderBorrarYa todo el mundo en Limon sabe que alejandro es un vago inutil y ladron lastima salario que se echa como de 3 millones por hacer nada mas lo que se roba del presupuesto
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