Este es el tipo de noticias que pasan desapercibidas en nuestro
país. COOPESA es, en muchos
sentidos, una empresa ejemplar. Maneja tecnología de punta, genera empleos de
alto nivel y excelente remuneración, ofrece un servicio de primerísima calidad,
y está aprobada por las principales autoridades aeronáuticas internacionales para atender aviones de aerolíneas de cualquier parte del mundo. Sin embargo,
su operación en el Aeropuerto Juan Santamaría no deja de ser una estafa para el
grueso de la población costarricense.
La Cooperativa Autogestionaria de Servicios Aeroindustriales es el caso clásico
de ganancias privadas y pérdidas colectivas ó, dicho en vernáculo, el típico ejemplo
de que unos pocos se comen la piña, y a los demás nos duele la panza. Como cooperativa que es, disfruta de una
serie de beneficios fiscales con los que otras empresas de menor tamaño no
pueden ni soñar. Al igual que la Dos
Pinos, son megaempresas que han encontrado una forma de organización y una
estructura jurídica que les permite disfrutar de subsidios que pagamos todos
los costarricenses, pero que no se justifican desde una perspectiva
socioeconómica. En muchos sentidos, las
grandes cooperativas no son diferentes de las empresas cuyo capital accionario
se encuentra repartido entre centenares o miles de pequeños inversionistas –
para distinguirlas de las empresas familiares o controladas por pequeños pero
poderosos grupos. Pero esta no es la
estafa a la que me refiero.
Desde hace más de 45 años COOPESA ocupa un espacio nada despreciable
en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
En una de esas estupideces que son producto usual de la Asamblea
Legislativa, la ley que creó a esta cooperativa estableció el monto en colones
que debía de pagar por concepto de alquiler en el aeropuerto. Comprenderán mis
lectores que un colón de 1963 valía muchísimo más que uno de 2011. Sin ir muy
lejos, e ignorando por completo la inflación local, un colón en 1963 alcanzaba
para comprar 15 centavos de dólar, mientras que en diciembre del 2011 se
necesitan 5 colones para comprar apenas un centavo de dólar. Este desfase llevó a que hace 8 años COOPESA
estuviera pagando por alquiler 4 centavos de dólar por metro cuadrado por mes, suma a todas luces ridícula. Una bodega similar en cualquiera de las zonas
francas de Alajuela no bajaba en ese entonces de $8 por metro cuadrado por mes,
y no se alquilaba por menos de $4 en otras ubicaciones.
En otras palabras, además del subsidio que recibe COOPESA por la vía
de exoneraciones fiscales por tratarse de una “empresa social”, los
costarricenses le estuvimos regalando el alquiler durante muchos años, que no
es sino otra forma de trasladar recursos de todos los costarricenses a unos
cuantos cooperativistas suertudos que disfrutan de las artificialmente enormes
ganancias de su empresa, sin siquiera tributar como el resto de los mortales.
Luego de más de 10 años de disputas, COOPESA decidió empezar a pagar $0.60/m2/mes, a pesar de que un Tribunal
había establecido el monto en $1.28, siendo que la pretensión del Estado era
subirlo a un todavía ridículo monto de $2.50 por metro. En el 2008, la diferencia entre lo que
COOPESA pagaba y lo que estableció el tribunal representaba un subsidio
adicional de 456 millones de colones anuales a COOPESA.
Ahora resulta que, después de tantos años de litigio, el gobierno
firme y honesto de doña Laura, y hago énfasis en lo de firme, se le ha abierto
de piernas a COOPESA accediendo a construirle nuevas instalaciones – las cuales
son necesarias para trasladar a COOPESA de su ubicación actual y poder
continuar con la ampliación de la terminal aeroportuaria – que le serán
arrendadas a la cooperativa en $0.75/m2/mes. El costo de las nuevas
instalaciones, según reporta La Nación,
es de $32 millones, y eso, aparentemente, no incluye el costo de la tierra
aledaña al aeropuerto que el Estado tuvo que comprar.
Para darles una idea de la magnitud del nuevo subsidio que los
contribuyentes costarricenses estaremos dando a unos pocos centenares de socios
de COOPESA, con el alquiler pactado el Estado tardaría 60 años en recuperar la
inversión (el principal, sin intereses). Es decir, este cálculo es sin tomar en
consideración el valor del dinero en el tiempo. En otras palabras, la rentabilidad
de la inversión que hará el Estado es del 1.7% anual. Según la Dirección
General de Aviación Civil, para hacerle frente a la obra se consiguió un
financiamiento con el Banco Nacional. A
como está el mercado hoy en día, el Estado pagará por esos recursos por lo
menos tres veces y media la rentabilidad que espera obtener del alquiler de las
instalaciones.
Una vez más para que se entienda la figura. El Estado costarricense va a adquirir un
préstamo que deberá repagar en unos 15 ó 20 años (el artículo no lo especifica)
con una tasa de interés de alrededor del 6%, para invertir los recursos en la
construcción de un hangar de una hectárea cuyo alquiler apenas da para
recuperar el capital en 60 años, sin intereses.
Para pagar la diferencia entre rendimiento e interés, y para cancelar la
deuda al BNCR a su madurez, en unos pocos años el Estado deberá subirnos los
impuestos a todos los costarricenses ó recortar el gasto en otros rubros. Todo en
aras de beneficiar a unos pocos cientos de cooperativistas de los mejor
remunerados del país.
A todo esto, ¿y la Contraloría? ¿Dónde está? Báileme es trompo en la uña.
Muy puntual, seguimos con más de lo mismo. Ya ni se toman el cuidado de disimular los embutidos
ResponderBorrarMae, ¿y esto por qué no sale en La Nazión? o es que ya salió y no me dí cuenta...
ResponderBorrarY los diputados de la oposición? para qué putas están?
Mae, en La Nación sacaron una nota reportando sobre el acuerdo logrado entre Coopesa y el Estado después de casi 15 años de ires y venires. Pero los periodistas en este país son tan poco acuciosos, que no se les ocurre ni siquiera consultar la propia base de datos del periódico. Eso, y unos cálculos rápidos con la calculadora del celular, fue todo lo que yo hice para documentar mi artículo, que de hecho nace del artículo de LN de ayer...
ResponderBorrarEs correcto, 60 años a una cuota de $44,444... dan los $32 melones... qué negocio... lo más probable es que para entonces ya tengamos otro aeropuerto en Orotina... con tren bala y todo...
ResponderBorrarQué fe la tuya!!
ResponderBorrar