lunes, 6 de septiembre de 2010

Costa Rica para los ticos

Basta con que un gobierno de la República anuncie planes para regularizar la situación de los inmigrantes en Costa Rica, para que salten a la palestra pública las voces de la ignorancia, del odio y de la xenofobia. “Costa Rica para los ticos”, proclaman a viva voz, sin dedicarle tan solo un minuto de pensamiento al profundo significado de lo que acaban de decir.

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La inmigración ilegal presenta muchos retos a una sociedad democrática consolidada como la costarricense, y en particular al entramado de la seguridad social que nos distingue de los países vecinos. La inmigración masiva responde a necesidades, sobre todo económicas, de las poblaciones, que ninguna ley hará desaparecer. Ignorar el problema con proclamas nacionalistas no aporta soluciones, más bien lo exacerba. Declarar ilegal la inmigración obliga a los inmigrantes a permanecer en la clandestinidad – desde donde es más fácil delinquir o verse forzado a aceptar trabajos por menos que el salario mínimo – pero nunca detendrá el flujo de inmigrantes. Es el equivalente del avestruz que esconde la cabeza en la tierra para protegerse del peligro: “si no los puedo ver, no representan peligro alguno”.

El autor de estas líneas – no me canso de decirlo – no condona las actividades ilícitas ni es proponente de la anarquía. Pero tiene un problema serio con la actitud que asumen quienes ven un problema y creen que es suficiente desear verlo desaparecer para que se desvanezca. Ni los buenos deseos, ni las proclamas xenofóbicas, ni las murallas electrificadas, ni las leyes “más duras” van a parar la inmigración. Mientras sigan existiendo las grandes diferencias que hay entre Nicaragua y Costa Rica (o entre México y Estados Unidos, Paraguay y Argentina, Turquía y la Unión Europea, etc.), seguirá habiendo migraciones. Y si como ticos nada podemos hacer por mejorar la situación de Nicaragua, debemos entonces asegurarnos de dar a los inmigrantes las herramientas y la posibilidad de hacer aportes positivos al país. Si no podemos detener la migración, hay que regularizar la situación de los migrantes. Porque tan culpable de debilitar nuestro esquema solidario de seguridad social es el nica que trabaja de sol a sol por 1.500 pesos en una plantación arrocera, como lo es el patrono que lo contrata y no lo reporta a la CCSS. Al menos el primero lo hace por hambre, el segundo por avaricia.

Habiendo dicho lo anterior, nunca dejará de asombrarme la capacidad de autoengaño que tienen quienes hacen el tipo de proclamas como la que he usado como título de este ensayo. Gritar a los cuatro vientos “Costa Rica para los ticos” debería de llevarnos a preguntarnos, ¿quiénes exactamente somos los ticos, y a quiénes se referirán al decirlo? Dudo seriamente que ese tipo de arengas provengan de los descendientes purasangre de los caciques Garabito, Corrohore o Acserí, verdaderos y únicos ticos originales. La mitología histórica que dio origen a la identidad costarricense moderna, misma que pasa por las improbables hazañas del soldado Juan, curiosamente ignora la verdadera naturaleza de este país bendecido por Dios y por Natura: que Costa Rica es un país de inmigrantes, y que la nacionalidad costarricense es el producto de un crisol de personas de los más variados orígenes.

Entonces si podemos decir que Costa Rica es de los ticos, pero de todos los ticos. De los descendientes de Garabito y de Pablo Presbere, así como de los Mora y los Borbón, apellidos ambos de ilustre abolengo cuyo origen puede ser rastreado hasta las familias reales europeas. También de los sefarditas Robles, Maduro, Oreamuno, Fernández, Rojas, Gutiérrez, Carazo y Bejarano; de los Farah, los Nassar y los Gazel, de origen árabe libanés; de los Orlich y los Bolmarcich, de origen croata; de los Michalski y los Karpinski, de origen polaco católico, tanto como de los Fishman, los Rubinstein, o los Guzowski, de origen polaco judío. Costa Rica es también de los Lehmann, los Koberg, los Sauter, los Lachner y los Holtermann, de origen alemán; de los Li, de los Ching y de los Wong de origen chino, de los Pujol, de los Llobet o de los Borrasé, de origen catalán, o de los Hegedus de origen húngaro. No podían faltar en la mezcla los Lacayo, Montealegre, Cuadra y Montiel, apellidos de diferentes orígenes pero cuyas familias llegaron a nuestro país desde Nicaragua, al igual que los colombianos Macaya, León-Páez, y Lleras entre otros, o los chilenos Gaete, Astica, Barahona, Osorio o Perucci. Ni qué decir de los italianos Musmanni, Mainieri, Malavassi, Tanzi, Luconi o Scaglietti, de los suizos Rudín, Pittier y Michaud, de los argentinos Carnevale y Barrionuevo, o de los muy ingleses apellidos Drummond, Duncan, Keith, Davies y McDonald. Por supuesto, Costa Rica es también de los que componen buena parte del directorio telefónico, los ticos con apellidos españoles como Santamaría, Sobrado, Navarro, Pozuelo, y Burgués. Y de muchos otros de distintos orígenes que, por ignorancia, falta de tiempo y de espacio, no podemos mencionar aquí.

Así que, reitero, Costa Rica para los ticos, pero para todos los ticos, definición que dentro de unas generaciones incluirá a los descendientes de muchos de los nicaragüenses que hoy llegan como inmigrantes ilegales. Costa Rica para los ticos, sin importar cuál sea el origen de nuestros apellidos, el color de nuestra piel, o nuestra religión. Costa Rica para todos los que trabajamos día a día para engrandecerla, y queremos ver a nuestros hijos crecer y florecer en ella. Costa Rica para los que nos enorgullecemos de llamarla nuestra patria,
nuestra tierra y nuestro hogar.

4 comentarios:

  1. Y vos que? Sos de la academia de genealogia, en caso que no, te estas desperdiciando. Excelente post como de costumbre. Saludos.

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  2. Jajaja, pero no. La genealogía es uno de mis intereses que por falta de tiempo no puedo desarrollar de mejor manera. Soy un aficionado, nomás.

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  3. En esa enumeración salimos todos! ;) por cierto, Montiel según algunos es también sefaradí

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  4. Puta, mi apellido no salió... no soy de la dinastía de los conquistadores... :(

    Yo siempre he dicho que deberían darle permiso de brete automático a cualquiera que consiga un patrono que lo meta en la Caja...

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