A propósito de una discusión que se armó en otro foro en torno al modelo económico chileno, escribí las líneas que aparecen a continuación, a efectos de comparar los resultados del llamado modelo chileno con los de Costa Rica. Tengamos claro que en Chile han adoptado un modelo económico liberal, donde la mayoría de los servicios públicos se prestan en un régimen de competencia, donde el tipo de cambio es determinado por libre flotación en el mercado, y la inversión en infraestructura la hace mayoritariamente el sector privado bajo la figura de la concesión de obra pública. En Costa Rica, en contraste, la mayoría de los servicios públicos son prestados en régimen monopolístico por empresas e instituciones estatales, el tipo de cambio es determinado por el Banco Central de acuerdo con una fórmula econométrica, y la inversión pública no se hace porque al Estado no le alcanza el dinero y tampoco permite que el sector privado la haga.
Antes de iniciar, permítanme mis estimados lectores una introducción metodológica. Los indicadores económicos y sociales pueden tener defectos de diseño y de medición. Muchas veces, además, los indicadores son utilizados para medir cosas para las que no fueron diseñados.
Un ejemplo de defecto de diseño lo presenta el Índice de Precios al Consumidor que se utiliza en Costa Rica, ya que se calcula utilizando una canasta de bienes de consumo y de servicios que está completamente desactualizada. De manera tal que lo que en realidad mide el IPC es el índice de los precios actuales de algunos de los artículos que los ticos de clase media de la GAM consumíamos la última vez que se actualizó la canasta (que creo que fue hace 11 años).
Un ejemplo de defecto de medición lo presenta el Coeficiente de Gini, que en buena teoría mide cómo es la distribución del ingreso de la población. Para calcularlo es necesario conocer cómo se reparte el ingreso nacional entre los diferentes grupos (típicamente se usan quintiles, que son grupos de 20% de la población, desde el 20% más pobre hasta el 20% más rico). El problema que se presenta es que, al menos en una sociedad como la costarricense, justamente los dos grupos más críticos en esta medición – el 20% más pobre y el 20% más rico – son quienes más fácilmente pueden esconder sus ingresos, distorsionando la medición. Los ricos tienen a su disposición sofisticadas herramientas legales, financieras y tributarias para reducir sus ingresos aparentes. Los pobres, en particular los campesinos y los que trabajan en la economía informal, generan buena parte de sus ingresos al margen del mercado, de manera tal que no son captados en las mediciones. La familia que tiene una vaca y una huerta y es autosuficiente en productos lácteos y vegetales, no comprará esos artículos en la feria del agricultor ni en la pulpería, y por lo tanto esa producción no es medida al calcular el PIB.
Un ejemplo de querer usar un indicador para algo para lo que no fue diseñado lo tenemos en el uso del PIB per cápita como un indicador de bienestar. El PIB per cápita es un indicador del nivel de ingreso promedio, pero el bienestar depende de muchas cosas más que el ingreso, en cuenta un ambiente sano, acceso a servicios de salud y educación, tiempo libre, etc. Siendo que la medición del Coeficiente de Gini se basa en el ingreso de las personas, y haciendo la salvedad de los posibles defectos de medición del coeficiente, no podemos utilizar el coeficiente de Gini como un indicador de la justicia de un sistema económico en una acepción que no sea estrictamente la de justicia distributiva. Pero así como el bienestar no es igual a ingresos, la justicia no es igual a justicia distributiva. Por ello, y por todas las razones hasta aquí expuestas, es necesario medir la evolución de una economía utilizando más de un indicador. Y eso es lo que pretendo hacer. Todos los datos utilizados a continuación han sido obtenidos del sitio web de la CEPAL.
El coeficiente de Gini en Chile es de 0.55 (2003), mientras que el de Costa Rica es de 0.488 (2002). Por la forma en que está definido este indicador, un coeficiente de Gini de 1.0 indicaría que una sola persona obtiene el 100% del ingreso del país. Un coeficiente de 0.0 indicaría que cada persona obtiene exactamente lo mismo que los demás, cosa a la que algunos se referirían como justicia absoluta, pero que yo prefiero denominar con el más neutro término de equidad absoluta. Así las cosas, la distribución del ingreso es menos equitativa en Chile que en Costa Rica. Pero si queremos poder valorar lo que algunos han llamado el milagro económico chileno, tenemos que analizar su evolución.
Resulta que el coeficiente de Gini de Chile fue de 0.554 en 1990 y de 0.55 en el 2003. Permaneció prácticamente invariable, producto del malvado modelo neoliberal de ese país. En Costa Rica, para contrastar, el Gini fue de 0.438 en 1990 y pasó a 0.488 en el 2002. Se deterioró significativamente, cortesía del solidario Estado costarricense que proporciona una serie de servicios de manera monopólica. Ni presta el hacha ni pica la madera.
Pero, como lo sostuve anteriormente, no se puede utilizar un único indicador para comparar a dos países. Así que veamos otros.
Pobreza e Indigencia: el porcentaje de personas viviendo bajo la línea de pobreza en Chile fue de 45.1% en 1987, 27.5% en 1994, y 18.8% en 2003. En Costa Rica, ese porcentaje fue de 23.6% en 1981, 26.3% en 1990, y 20.3% en 2002. Chile empezó con un nivel de pobreza de casi el doble que el nuestro, y terminó con uno 7.4% menor. Más aún, Chile redujo su pobreza en un 58% entre 1987 y 2003; Costa Rica la redujo en 14% entre 1981 y 2002. Malvado el sistema chileno.
Otro dato interesante es el de la pobreza extrema o indigencia. El porcentaje de familias viviendo en esa condición en Chile pasó de 17.4% en 1987, a 7.6% en 1994, y a 4.7% en 2003. En Costa Rica, el porcentaje de indigentes pasó de 6.9% en 1981, a 9.9% en 1990, y a 8.2% en 2002. Mientras que Chile redujo su pobreza extrema en un 73% entre 1987 y 2003, Costa Rica más bien la incrementó en un 19%, cortesía del solidario Estado que tenemos.
Por último, la proporción de población urbana viviendo en tugurios en el 2001 fue de 8.6% en Chile, versus 12.8% en Costa Rica, casi un 50% más en nuestro país.
Salud: el gasto público en Salud (como proporción del PIB) creció del 2.0% en 1990 al 3.1% en 2001 en Chile. En Costa Rica bajó del 7.2% en 1990 al 5.7% en el 2001. Si bien nuestra inversión en salud sigue siendo mayor, la tendencia nos indica que hay un país que avanza y uno que retrocede. Lo más interesante de esto es lo que Chile ha logrado con esos niveles de inversión, versus lo que Costa Rica ha logrado.
Por ejemplo, el número de camas de hospital cayó de 2.1 por cada mil habitantes en Costa Rica en 1990, a 1.4 camas en 2002. Chile logró mantener su número de camas en 2.5 por mil habitantes durante el mismo período. El porcentaje de menores de cinco años con problemas de desnutrición fue del 1% en Chile versus 5% en Costa Rica en el período 1995-2002. La tasa de mortalidad infantil en Chile fue de 14.1 por cada mil nacimientos vivos en el quinquenio 1990-1995, y bajó a 8.0 para el quinquenio 2000-2005. La de Costa Rica fue de 14.5 en el primer período, y de 10.5 en el segundo. La esperanza de vida al nacer promedio en el quinquenio 1990-1995 fue de 76.2 años para Costa Rica y de 74.3 años para Chile. Es decir, casi dos años más de vida para el tico. Para el quinquenio 2000-2005, fue de 78.1 años en Costa Rica, versus 77.7 años en Chile. La diferencia se redujo a unos cinco meses de vida.
¿Cómo es que Chile logró avanzar y casi alcanzar a Costa Rica con un gasto menor? Haciendo un gasto público más eficiente, y utilizando de manera efectiva la participación privada en la provisión de servicios. Cosas, ambas, a las que en Costa Rica les tenemos pavor.
Educación: a riesgo de aburrir, la situación se repite. El gasto público en educación pasó del 2.7% del PIB en 1990 al 4.0% en 2000 en Chile, mientras que en Costa Rica prácticamente se estancó: fue del 4.6% en 1990, y del 4.8% en 2000.
En el año 2003 la asistencia escolar en el quintil más bajo (el 20% más pobre de la población) fue de 97.2% entre los 7 y los 12 años de edad y de 72.9% entre los 13 y los 19 años de edad en Costa Rica, versus 99.1% y 81.4% respectivamente en Chile. Ese malvado modelo neoliberal chileno está siendo más exitoso que el nuestro en dar oportunidades a los más pobres. Esto explica la disminución de la pobreza en ese país.
La tasa neta de matrícula en la educación secundaria fue de 35.7% en Costa Rica en 1990, y pasó a 49.5% en el 2000. En Chile, fue de 54.6% y 74.5% respectivamente. Y en lo que respecta al tercer nivel de enseñanza, la tasa bruta de matrícula en Costa Rica cayó de 26.9% a 16.6% entre 1990 y 2000, mientras que para Chile más bien creció del 20.7% al 38.0% en el mismo período.
De nuevo, la tendencia claramente revela un país que progresa, y uno que se estanca o retrocede. Un país que mejora las oportunidades de sus jóvenes, y en particular las de sus pobres, y otro que más bien condena a toda una generación a no poder salir del atolladero. El benefactor y paternalista Estado solidario costarricense es el que está quedando mal en la comparación.
Competencia versus Monopolio: en Chile han privatizado y/o abierto a la competencia la provisión de servicios tales como acueductos, alcantarillados, generación y distribución eléctrica, y telefonía. Vale la pena entonces ver los resultados, en comparación con nuestro sistema de provisión monopolística de los mismos servicios.
Para el año 2003, el porcentaje de hogares urbanos con acceso a agua por tubería fue de 99.0% en Chile y de 99.5% en Costa Rica. El 99.6% de los hogares urbanos chilenos tenían servicio eléctrico, versus 99.8% en Costa Rica. Y el 91.7% de los hogares urbanos chilenos contaban con un sistema de disposición de excretas (alcantarillado sanitario), versus, óigase bien, un 45.9% en Costa Rica. Lamentablemente no encontré cifras disponibles para las áreas rurales o la totalidad de la población. Pero todo parece indicar que las malvadas y codiciosas empresas privadas en Chile no están haciendo mal su labor. Prácticamente iguales en agua potable y electricidad, pero nos duplican en cobertura del alcantarillado.
La capacidad instalada de generación eléctrica creció en un 157.5% entre 1990 y 2002 en Chile, versus un 97.4% en Costa Rica. Esto refleja el mayor dinamismo de la economía chilena, y demuestra que la inversión privada es capaz de abastecer la demanda.
El número de líneas de telefonía celular en Chile pasó de 6.7 por cada 100 habitantes a 73.24 en el 2003, mientras que en Costa Rica pasó de 10.5 a 45.89 en el mismo período. Esta diferencia refleja las rigideces de nuestro “bienamado”monopolio para atender la demanda.
Macroeconomía: la producción en Chile crece a un ritmo superior al de nuestro país. El PIB per cápita, indicador del nivel de ingreso promedio de las personas, creció en un 1% en 1990, 7.2% en 1995, y 3.2% en el 2000. En Costa Rica para los mismos años el PIB per cápita varió en un 1.3%, 1.4% y – 0.5% respectivamente. Este es otro factor que explica la importante disminución de la pobreza en Chile y el estancamiento en Costa Rica.
Este crecimiento, valga aclarar, no vino a costas de una dilapidación de los recursos naturales del país, como algunos podrían pensar. La superficie cubierta por bosque decreció en Chile en un 1.43% entre 1990 y el 2000, mientras que en Costa Rica decreció en un 7.45% en el mismo período.
Habiendo liberado al Estado de una serie de actividades que a todas luces el sector privado está en perfectas condiciones de realizar, en Chile han logrado imprimir dinamismo a la economía, a la vez que redujeron la inflación (el impuesto que más golpea a los pobres), todo con un sistema cambiario flexible. Así, la inflación en Chile (medida por el IPC) fue del 33.4% en 1980 y del 26% en 1990, y lograron bajarla al 7.6% en 1996, al 3.8% en el 2000, y al 2.8% en el 2003. Mientras tanto, la inflación en Costa Rica fue del 18.1% en 1980, 19% en 1990, 17.5% en 1996, 10% en el 2000, y 9.4% en el 2003. Para este año superará el 14%.
Conclusión: producto de la liberalización aplicada en Chile, su economía ha tenido un desempeño superior a la nuestra. Si bien la distribución del ingreso no ha mejorado, la disminución de la pobreza es palpable. Al final de cuentas, más le importa al pobre lo que pone sobre su mesa y la calidad del techo que pone sobre su cabeza, que los millones que pueda acumular en el banco el más rico del país. Este comentario no pretende disculpar lo que a todas luces sigue siendo una debilidad del modelo chileno, que ha sido reconocida por todos los partidos del espectro político de ese país en las recientes elecciones. Pero el éxito de las políticas económicas utilizadas en Chile es innegable, y más importante aún es que el país está en la senda del progreso, ya que la tendencia en todas las áreas analizadas es hacia la mejora. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de Costa Rica.
Antes de iniciar, permítanme mis estimados lectores una introducción metodológica. Los indicadores económicos y sociales pueden tener defectos de diseño y de medición. Muchas veces, además, los indicadores son utilizados para medir cosas para las que no fueron diseñados.
Un ejemplo de defecto de diseño lo presenta el Índice de Precios al Consumidor que se utiliza en Costa Rica, ya que se calcula utilizando una canasta de bienes de consumo y de servicios que está completamente desactualizada. De manera tal que lo que en realidad mide el IPC es el índice de los precios actuales de algunos de los artículos que los ticos de clase media de la GAM consumíamos la última vez que se actualizó la canasta (que creo que fue hace 11 años).
Un ejemplo de defecto de medición lo presenta el Coeficiente de Gini, que en buena teoría mide cómo es la distribución del ingreso de la población. Para calcularlo es necesario conocer cómo se reparte el ingreso nacional entre los diferentes grupos (típicamente se usan quintiles, que son grupos de 20% de la población, desde el 20% más pobre hasta el 20% más rico). El problema que se presenta es que, al menos en una sociedad como la costarricense, justamente los dos grupos más críticos en esta medición – el 20% más pobre y el 20% más rico – son quienes más fácilmente pueden esconder sus ingresos, distorsionando la medición. Los ricos tienen a su disposición sofisticadas herramientas legales, financieras y tributarias para reducir sus ingresos aparentes. Los pobres, en particular los campesinos y los que trabajan en la economía informal, generan buena parte de sus ingresos al margen del mercado, de manera tal que no son captados en las mediciones. La familia que tiene una vaca y una huerta y es autosuficiente en productos lácteos y vegetales, no comprará esos artículos en la feria del agricultor ni en la pulpería, y por lo tanto esa producción no es medida al calcular el PIB.
Un ejemplo de querer usar un indicador para algo para lo que no fue diseñado lo tenemos en el uso del PIB per cápita como un indicador de bienestar. El PIB per cápita es un indicador del nivel de ingreso promedio, pero el bienestar depende de muchas cosas más que el ingreso, en cuenta un ambiente sano, acceso a servicios de salud y educación, tiempo libre, etc. Siendo que la medición del Coeficiente de Gini se basa en el ingreso de las personas, y haciendo la salvedad de los posibles defectos de medición del coeficiente, no podemos utilizar el coeficiente de Gini como un indicador de la justicia de un sistema económico en una acepción que no sea estrictamente la de justicia distributiva. Pero así como el bienestar no es igual a ingresos, la justicia no es igual a justicia distributiva. Por ello, y por todas las razones hasta aquí expuestas, es necesario medir la evolución de una economía utilizando más de un indicador. Y eso es lo que pretendo hacer. Todos los datos utilizados a continuación han sido obtenidos del sitio web de la CEPAL.
El coeficiente de Gini en Chile es de 0.55 (2003), mientras que el de Costa Rica es de 0.488 (2002). Por la forma en que está definido este indicador, un coeficiente de Gini de 1.0 indicaría que una sola persona obtiene el 100% del ingreso del país. Un coeficiente de 0.0 indicaría que cada persona obtiene exactamente lo mismo que los demás, cosa a la que algunos se referirían como justicia absoluta, pero que yo prefiero denominar con el más neutro término de equidad absoluta. Así las cosas, la distribución del ingreso es menos equitativa en Chile que en Costa Rica. Pero si queremos poder valorar lo que algunos han llamado el milagro económico chileno, tenemos que analizar su evolución.
Resulta que el coeficiente de Gini de Chile fue de 0.554 en 1990 y de 0.55 en el 2003. Permaneció prácticamente invariable, producto del malvado modelo neoliberal de ese país. En Costa Rica, para contrastar, el Gini fue de 0.438 en 1990 y pasó a 0.488 en el 2002. Se deterioró significativamente, cortesía del solidario Estado costarricense que proporciona una serie de servicios de manera monopólica. Ni presta el hacha ni pica la madera.
Pero, como lo sostuve anteriormente, no se puede utilizar un único indicador para comparar a dos países. Así que veamos otros.
Pobreza e Indigencia: el porcentaje de personas viviendo bajo la línea de pobreza en Chile fue de 45.1% en 1987, 27.5% en 1994, y 18.8% en 2003. En Costa Rica, ese porcentaje fue de 23.6% en 1981, 26.3% en 1990, y 20.3% en 2002. Chile empezó con un nivel de pobreza de casi el doble que el nuestro, y terminó con uno 7.4% menor. Más aún, Chile redujo su pobreza en un 58% entre 1987 y 2003; Costa Rica la redujo en 14% entre 1981 y 2002. Malvado el sistema chileno.
Otro dato interesante es el de la pobreza extrema o indigencia. El porcentaje de familias viviendo en esa condición en Chile pasó de 17.4% en 1987, a 7.6% en 1994, y a 4.7% en 2003. En Costa Rica, el porcentaje de indigentes pasó de 6.9% en 1981, a 9.9% en 1990, y a 8.2% en 2002. Mientras que Chile redujo su pobreza extrema en un 73% entre 1987 y 2003, Costa Rica más bien la incrementó en un 19%, cortesía del solidario Estado que tenemos.
Por último, la proporción de población urbana viviendo en tugurios en el 2001 fue de 8.6% en Chile, versus 12.8% en Costa Rica, casi un 50% más en nuestro país.
Salud: el gasto público en Salud (como proporción del PIB) creció del 2.0% en 1990 al 3.1% en 2001 en Chile. En Costa Rica bajó del 7.2% en 1990 al 5.7% en el 2001. Si bien nuestra inversión en salud sigue siendo mayor, la tendencia nos indica que hay un país que avanza y uno que retrocede. Lo más interesante de esto es lo que Chile ha logrado con esos niveles de inversión, versus lo que Costa Rica ha logrado.
Por ejemplo, el número de camas de hospital cayó de 2.1 por cada mil habitantes en Costa Rica en 1990, a 1.4 camas en 2002. Chile logró mantener su número de camas en 2.5 por mil habitantes durante el mismo período. El porcentaje de menores de cinco años con problemas de desnutrición fue del 1% en Chile versus 5% en Costa Rica en el período 1995-2002. La tasa de mortalidad infantil en Chile fue de 14.1 por cada mil nacimientos vivos en el quinquenio 1990-1995, y bajó a 8.0 para el quinquenio 2000-2005. La de Costa Rica fue de 14.5 en el primer período, y de 10.5 en el segundo. La esperanza de vida al nacer promedio en el quinquenio 1990-1995 fue de 76.2 años para Costa Rica y de 74.3 años para Chile. Es decir, casi dos años más de vida para el tico. Para el quinquenio 2000-2005, fue de 78.1 años en Costa Rica, versus 77.7 años en Chile. La diferencia se redujo a unos cinco meses de vida.
¿Cómo es que Chile logró avanzar y casi alcanzar a Costa Rica con un gasto menor? Haciendo un gasto público más eficiente, y utilizando de manera efectiva la participación privada en la provisión de servicios. Cosas, ambas, a las que en Costa Rica les tenemos pavor.
Educación: a riesgo de aburrir, la situación se repite. El gasto público en educación pasó del 2.7% del PIB en 1990 al 4.0% en 2000 en Chile, mientras que en Costa Rica prácticamente se estancó: fue del 4.6% en 1990, y del 4.8% en 2000.
En el año 2003 la asistencia escolar en el quintil más bajo (el 20% más pobre de la población) fue de 97.2% entre los 7 y los 12 años de edad y de 72.9% entre los 13 y los 19 años de edad en Costa Rica, versus 99.1% y 81.4% respectivamente en Chile. Ese malvado modelo neoliberal chileno está siendo más exitoso que el nuestro en dar oportunidades a los más pobres. Esto explica la disminución de la pobreza en ese país.
La tasa neta de matrícula en la educación secundaria fue de 35.7% en Costa Rica en 1990, y pasó a 49.5% en el 2000. En Chile, fue de 54.6% y 74.5% respectivamente. Y en lo que respecta al tercer nivel de enseñanza, la tasa bruta de matrícula en Costa Rica cayó de 26.9% a 16.6% entre 1990 y 2000, mientras que para Chile más bien creció del 20.7% al 38.0% en el mismo período.
De nuevo, la tendencia claramente revela un país que progresa, y uno que se estanca o retrocede. Un país que mejora las oportunidades de sus jóvenes, y en particular las de sus pobres, y otro que más bien condena a toda una generación a no poder salir del atolladero. El benefactor y paternalista Estado solidario costarricense es el que está quedando mal en la comparación.
Competencia versus Monopolio: en Chile han privatizado y/o abierto a la competencia la provisión de servicios tales como acueductos, alcantarillados, generación y distribución eléctrica, y telefonía. Vale la pena entonces ver los resultados, en comparación con nuestro sistema de provisión monopolística de los mismos servicios.
Para el año 2003, el porcentaje de hogares urbanos con acceso a agua por tubería fue de 99.0% en Chile y de 99.5% en Costa Rica. El 99.6% de los hogares urbanos chilenos tenían servicio eléctrico, versus 99.8% en Costa Rica. Y el 91.7% de los hogares urbanos chilenos contaban con un sistema de disposición de excretas (alcantarillado sanitario), versus, óigase bien, un 45.9% en Costa Rica. Lamentablemente no encontré cifras disponibles para las áreas rurales o la totalidad de la población. Pero todo parece indicar que las malvadas y codiciosas empresas privadas en Chile no están haciendo mal su labor. Prácticamente iguales en agua potable y electricidad, pero nos duplican en cobertura del alcantarillado.
La capacidad instalada de generación eléctrica creció en un 157.5% entre 1990 y 2002 en Chile, versus un 97.4% en Costa Rica. Esto refleja el mayor dinamismo de la economía chilena, y demuestra que la inversión privada es capaz de abastecer la demanda.
El número de líneas de telefonía celular en Chile pasó de 6.7 por cada 100 habitantes a 73.24 en el 2003, mientras que en Costa Rica pasó de 10.5 a 45.89 en el mismo período. Esta diferencia refleja las rigideces de nuestro “bienamado”monopolio para atender la demanda.
Macroeconomía: la producción en Chile crece a un ritmo superior al de nuestro país. El PIB per cápita, indicador del nivel de ingreso promedio de las personas, creció en un 1% en 1990, 7.2% en 1995, y 3.2% en el 2000. En Costa Rica para los mismos años el PIB per cápita varió en un 1.3%, 1.4% y – 0.5% respectivamente. Este es otro factor que explica la importante disminución de la pobreza en Chile y el estancamiento en Costa Rica.
Este crecimiento, valga aclarar, no vino a costas de una dilapidación de los recursos naturales del país, como algunos podrían pensar. La superficie cubierta por bosque decreció en Chile en un 1.43% entre 1990 y el 2000, mientras que en Costa Rica decreció en un 7.45% en el mismo período.
Habiendo liberado al Estado de una serie de actividades que a todas luces el sector privado está en perfectas condiciones de realizar, en Chile han logrado imprimir dinamismo a la economía, a la vez que redujeron la inflación (el impuesto que más golpea a los pobres), todo con un sistema cambiario flexible. Así, la inflación en Chile (medida por el IPC) fue del 33.4% en 1980 y del 26% en 1990, y lograron bajarla al 7.6% en 1996, al 3.8% en el 2000, y al 2.8% en el 2003. Mientras tanto, la inflación en Costa Rica fue del 18.1% en 1980, 19% en 1990, 17.5% en 1996, 10% en el 2000, y 9.4% en el 2003. Para este año superará el 14%.
Conclusión: producto de la liberalización aplicada en Chile, su economía ha tenido un desempeño superior a la nuestra. Si bien la distribución del ingreso no ha mejorado, la disminución de la pobreza es palpable. Al final de cuentas, más le importa al pobre lo que pone sobre su mesa y la calidad del techo que pone sobre su cabeza, que los millones que pueda acumular en el banco el más rico del país. Este comentario no pretende disculpar lo que a todas luces sigue siendo una debilidad del modelo chileno, que ha sido reconocida por todos los partidos del espectro político de ese país en las recientes elecciones. Pero el éxito de las políticas económicas utilizadas en Chile es innegable, y más importante aún es que el país está en la senda del progreso, ya que la tendencia en todas las áreas analizadas es hacia la mejora. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de Costa Rica.
Yo todo eso lo entiendo. Y veo que están bien económicamente. Pero ellos pagaron con 17 años de dictadura, 4 mil desaparecidos y 400 mil torturados y no sé cuántos exiliados y una sociedad que 30 años después sigue dividida. Vale la pena? Hubieran podido hacerlo sin eliminar la oposición? Cómo hacerlo nosotros sin aplicar sangre?
ResponderBorrarSole, tu observación es muy atinada. En Costa Rica no podemos imitar en su totalidad el modelo chileno porque, gracias a Dios, nuestros puntos de partida son muy distintos. Pero tampoco hay que caer en el demagógico error que nos han tratado de vender en Costa Rica desde hace muchos años de que es necesaria una dictadura para poder reformar un país; eso no es más que una excusa para seguir en el nadadito de perro.
ResponderBorrarLo que se necesita es decisión: decisión de avanzar por un camino definido que nos ponga en la senda del progreso. Lo que se necesita es el entendimiento de que NO es necesario desmantelar el aparato de seguridad social para hacer reformas como permitir la competencia en la provisión de los servicios públicos o para permitir la participación del capital privado en el desarrollo de la infraestructura. Diablos, ni siquiera es necesario privatizar las joyas de la abuela.
De lo que hablo es de adoptar un modelo económico que fomente la competencia y reduzca el papel del Estado a lo verdaderamente importante (educación, salud, seguridad, justicia); un modelo que a todas luces está dejando mejores resultados que el güiri güiri en que estamos viviendo en Costa Rica desde hace más de 20 años por temor a tomar las decisiones.
Eso sí me gusta.
ResponderBorrarEn realidad "antes de comenzar" lo que es necesario es un "nunca he estado en Chile y no tengo idea lo que significa vivir bajo el régimen de 'seguridad social' privada que existe allá"
ResponderBorrarHay una falacia en casi todo el razonamiento, que es que no se habla de valores per cápita, sino de valores en relación al PIB. Es claro que Chile y Costa Rica son dos economías diferentes, basadas en productos y servicios diferentes, con capacidades productivas diferentes. Es solamente razonable pensar que el PIB chileno sea más alto que el costarricense. En esa situación es más sencillo dedicar cantidades mayores de recursos a áreas difíciles como educación y salud, pues otras, como infraestructura, requieren de inversiones que no están fuertemente acopladas a un porciento del PIB, sino que son más bien cantidades absolutas (US$100 millones de dólares vs. 0.1% del PIB, por poner un ejemplo). La otra cosa que no se dice, quizás porque no se puede ver tan solo mirando números, es que en Chile el costo de la vida es mucho más alto que el costarricense, no en el sentido de canasta básica sino de aquello que la gente común y corriente requiere para su diaro quehacer.
ResponderBorrarY solo hace falta escuchar a hablar a un chileno para entender algunas cosas de la mentalidad en ese país, por ejemplo, los barrios muy pobres son llamados "callampas", sinónimo de "hongos", por la forma y velocidad con la que se reproducen. Que eso haya sido absorvido en el habla cotiana dice mucho respecto a la situación social del país.
Bueno! a mi lo que me queda del excelente artículo de Dean es muy claro, y es algo que pienso ya hace tiempo:
ResponderBorrarNadie esta hablando de copiar un modelo, pues las singularidades del país hacen que el ajuste sea mas difícil que el diseño!
El punto es que lejos de lo que muchos piensan hay formas de alcanzar un desarrollo social equitativo sin necesidad de vivir atados al mismo modelo de los últimos 60 años, que de hecho ha dado grandes frutos pero a mi entender no se ajusta más a las necesidades del país. No hablo de justicia social pues eso implica muchas más cosas que no solo tienen que ver con dinero y acceso a los servicios básicos como educación y salud.
Yo conozco poco del caso, pero interesante sería estudiar el modelo Sueco, hace algún tiempo estuve conversando con una pareja de investigadores que vinieron al país a dar un taller de ergonomía como paralelo al Segundo Congreso Centroamericano de Ingenieros Industriales y ambos me comentaban bondades y defectos de su modelo de desarrollo, y la verdad me hicieron pensar mucho en que lo que ellos ven como defectos del sistema a mi no me lo parecían tanto. Pero es un modelo interesante según pude entender, salud y educación estatal inmersa en un mercado de completa y libre competencia, que genera dinamismo en la economía, lo cual por ende genera mayores ingresos para el fisco y de esta forma la salud y la educación mejora, esto reduce las incapacidades y fomenta las destrezas y habilidades de los habitantes que por su parte están más preparados para ser empresarios e inyectar mas dinamismo a la economía y de ahí generar mas ingresos al país... ¿interesante no? sería bueno si alguna de las personas que leen el blog lo conoce más a fondo para que nos lo explique, porque ahí ve uno grandes diferencias entre USA (la tierra de la libertad jejeje hasta risa me da) y un modelo más exitoso y mas equitativo.
Gracias
JD, no pretendo ser absolutista. Los problemas de Costa Rica son más de falta de rumbo que de rumbo equivocado. En ese sentido, aunque probablemente yo escogería un rumbo diferente al que vos preferirías, creo que he dicho en este blog que prefiero un Presidente que defina un rumbo y nos ponga en el camino, que otro Presidente que llegue a gobernar sin rumbo o con la intención de seguir buscando el rumbo "correcto" o el "de consenso". En este tema nunca habrá consenso; es necesario seguir el rumbo que quiera la mayoría, y dedicarse a trabajar.
ResponderBorrarPero no cometás el error de decir que México y Argentina siguieron modelos similares al de Chile. De Argentina no hablo mucho porque no he estudiado el caso con seriedad, pero partamos de que ese país adoptó un modelo de tipo de cambio fijo (que se mantuvo hasta la crisis de hace un par de años), y ya sólo eso es una diferencia demasiado grande para ser ignorada. En cuanto a México, en lo único que se parece a Chile es en cuanto a que privatizaron. Sin embargo, en México privatizaron y mantuvieron, en buena medida, los monopolios (y de paso se robaron de todo). En Chile privatizaron pero siempre promoviendo y fomentando la competencia. Dos modelos MUY diferentes entre si.
Jorge,
ResponderBorrarlamento discrepar de tu discurso metodológico. En realidad, el PIB per capita chileno - medido utilizando la metodología de la paridad del poder adquisitivo (PPP) - es mayor que el tico, y sin embargo, proporcionalmente hablando, en Costa Rica hacemos un gasto público mayor tanto en salud como en educación. Pero en Chile logran mejores resultados, o al menos una tendencia positiva.
Tampoco es correcta tu afirmación de que la infraestructura se mide en montos absolutos, al menos no si lo que quisiste decir es que una carretera vale 100 millones aquí y 100 millones allá, independientemente del PIB. La realidad es que para mantener intercomunicada a la población de un país relativamente compacto como Costa Rica, son necesarias carreteras y ferrovías MUCHO más pequeñas (en absoluto y en per cápita), que para lograr lo mismo en un país tan largo y relativamente despoblado como Chile. En otras palabras, para lograr los mismos resultados, la infraestructura en Chile es mucho más cara en términos per cápita que en Costa Rica.
Con respecto al costo de la vida, dos observaciones. Como ya lo dije, el PIB per cápita - controlado para eliminar las diferencias de poder adquisitivo - es mayor en Chile que en Costa Rica. De manera que no estoy hablando en términos absolutos. Aún con su supuesto mayor costo de la vida (y no estoy seguro de que así sea), logran un nivel de ingreso que les permite a los chilenos consumir más cosas que a los ticos.
Segundo, la canasta que se usa para medir el IPC (que NO es la canasta básica), se diseña para reflejar los patrones de consumo de la gente de carne y hueso. Es decir, se supone que el IPC mide los precios de las cosas que la gente común y corriente requiere para su diario quehacer. Que en Costa Rica no hayan actualizado esa canasta en 11 años es harina de otro saco.
Por último, realmente no entiendo el comentario de las callampas. En México hablan de la chingada, vocablo que se deriva de alguno de los idiomas de los indígenas de ese país, en el cual quiere decir mujer violada. El término lo aplicaban los indios a los mestizos durante la conquista: les decían hijos de la chingada porque era los hijos de las indias violadas. Eso no quiere decir que en México todo el mundo sea hijo de una mujer violada, ni que todos sean unos hijos de pu... (acepción actual del término). El punto es que el ingenioso uso del vocablo callampa dice tanto de la situación social chilena como el término chingado dice del sistema social mexicano. ¿Y?
Victor,
diste en el clavo. Eso es exactamente. No se trata de copiar modelos con "copy & paste", sino de ver lo bueno que han logrado en otros países y ver cómo se puede adaptar a la realidad nacional.
Oíme, te faltó anónimo. O es que ya decidiste no escribir nunca sobre cosas que nos has vivido?
ResponderBorrarSole, no fue por error que me faltó responderle al anónimo. A palabras necias, oídos sordos. ¿O es que de nada sirven todos los estudios que se pueda hacer de un país si uno no ha vivido allí e ido al doctor en él?
ResponderBorrarPues yo si he estado en Chile, la ultima vez hace 1 mes, y me parece asombroso lo que Santiago ha avanzado en lo mas obvio: infraestructura. El aeropuerto da gusto, la autopista que conecta el aeropuerto con el centro se la desea cualquier pais de primer mundo, y todas las grandes empresas que se han instalado en la ciudad para manejar sus operaciones de Sur America han requerido construcciones impresionantes (4 rascacielos logre contar se estaban construyendo simultaneamente en Santiago). No he estado en Chile por largos periodos, asi que no puedo dar fe de que sus servicios y costos de vida sean mejores o peores que los de Costa Rica, pero "cuando el rio suena piedras trae". Es muy razonable pensar que, viendo los grados de inversion que ha tenido la ciudad en los ultimos 5 años en infraestructura, algunas buenas decisiones se han tomado, y es ahi donde esta la verdadera brecha entre Chile y Costa Rica: la responsabilidad politica. En Chile el ciudadano PIENSA la politica, en Costa Rica hacemos CHISTE de la politica (y tener payasos en el congreso no ayuda a frenar la mofa...). La mayoria de los costarricenses ni comprende ni le interesa comprender lo que los votos significan para el futuro del pais. Mientras sigamos pensando que la politica es como un partido de futbol, Costa Rica seguira siendo un chiste gobernado por payasos.
ResponderBorrarSOY CHILENO. JAJAJA. Tanto hablar de chile sin que uno de por acá hablara. Primero que todo debo decir que tienen un lenguaje muy asequible. Y muchas cosas que realmente eran graciosas. Esto se estaba hablando en diciembre del año pasado, y ahora estamos en mayo, no sé si alguien lo lea. Primero que todo, callampa son cosas que crecen en la mugre, suciedad, en las oscuridad, no porque se readuzcan a ese ritmo. Segundo, las poblaciones callampas están en vía de extinción hace mucho tiempo. Para que se den una idea de cómo piensa un chileno de clase media, es que todo aquí es una porquería, la mayoría de los chilenos piensa, “ohh, aquí no existe la calidad de vida que hay en Europa” y como por conclusión lógica se piensa que todo lo de aquí es pésimo. Por eso a la mayoría de los chilenos le parecería muy gracioso que alguien encuentre que chile esta bien. Por otra parte el neoliberalismo a calado tanto en todas las estructuras que a pesar de darle mas dinamismo a la economía, hoy en día las personas parecieran que no tuvieran derechos, antiguamente un banco contrataba a sus cajeros, y si lo piensa, uno va un banco, hay gente ahí sentada, ¡cómo no van a ser trabajadores del banco!, pues NO LO SON. Son empleados de una empresa externa. ¿para que se hace esto? Con el mismo dinero que se paga a 10 cajeros, ahora se lo da una empresa, esta empresa se deja para si una parte importante de estos ingresos y paga menores sueldos a los trabajadores, con esto el banco no se tiene que preocupar de nada, estos funcionarios no pueden reclamar al banco si se les despide, o les bajan el sueldo, ya que NO son del banco. Todo esta enfocado a generar la mayor cantidad de dinero con el menor costo posible. El banco se ahorra pagar por sus previsiones, por su salud, por lo que sea, estos funcionarios no se pueden unir al sindicato del banco, al ser tan pocos, su poder de reclamo casi no existe. No es lo mismo un sindicato de miles de trabajadores reclamando, protestando a un par de personas. Así el banco se deja de preocupar de cumplir leyes laborales, darle condiciones mínimas, de cosas tan simples como brindar un lugar donde comer. Una de las razones por las cuales se cayó la economía argentina es por que dilapidaban fondos sin ningún tipo de estructuración, daba lo mismo si gastaron menos que el año anterior, se les daba lo mismo cada año. No se informaba en que se gastaba. Una municipalidad aquí tiene que mantenerse ella, con sus fondos financia los servicios que presta, esto se hace con el pago de contribuciones y patentes de autos, también recibe aporte del estado, en el caso de las comunas con menos ingresos, si se le da dinero y gastan menos, se les da menos dinero. Cada municipalidad tiene que, en cierta medida, “autogestionarse”, funcionar como una empresa, entorno a la renta y utilidad de donde se pone cada peso.. Son bonitas las carreteras, pero cada vez que uno entra ellas tiene que pagar. Y esto será por unos 20 años. Son bonitas las clínicas privadas, pero si una persona de clase media esta afiliada a estas y llega una enfermedad catastróficas y no esta en el plan de salud contratado, lo mas probable es que tenga que volver al sistema público, al cual las personas de clase media le tienen terror. Para entrar a la universidad todos los chilenos debemos dar la PSU (prueba de selección universitaria), de los mejores colegios en la psu se desprende que a sus alumnos pudieron entrar a las universidades y mejor dicho, a las mejores universidades. De los 200 mejores colegios en esta prueba (de un poco menos 3000 colegios existentes) 190 son particular pagado, 6 son particular subvencionados (privados con aporte “fiscal”) y unos 4 municipalizados (aquí los colegios públicos, en si, no existen ya que son “municipales”, y no publico o estatales, ya que estas “las municipalidades” son las encargadas de mantenerlos económicamente), para el año 2004 chile gastó en educación 1800 millones de pesos, de cuales 900(la mitad) fue lo que gasto la educación particular pagada, cual equivale al 11 o 12% de los establecimientos y abarcan al 15% de la población. Piensen lo siguiente, en el 15% de la población se gasta la mitad de todos los recursos en educación y la otra mitad, para el 85% de la población en síntesis, pero del dinero lo invertido en el 15%, NADA salió del estado. Con tantos fondos por alumnos, ¿cómo no explicar su rendimiento en la psu?. La lógica es fácil, él que tiene más dinero, tiene mejor salud, mejor educación. Y si tiene mejor educación, podrá entrar más fácilmente a la universidad, si sales de la universidad ganará en promedio 8 veces más que uno que no lo hizo y ganará 4 veces más que un técnico. Por ende los círculos se mantienen constantes. Puedo dar fe de que hubo más movilidad social cuando la universidad era gratis que ahora, en ese basureado estado benefactor. Hoy en día si alguien pobre tiene buen puntaje, ¿qué logra? Hay que tener dinero para pagarla la universidad, si entras a una tradicional, tal vez no tengas problemas, pero hay de ti si te caes en un ramo, te quitan el crédito o la beca, pero si no te da el puntaje para una universidad tradicional y te alcanza sólo para una privada, ¿cómo pagarla?(todos los servicios se pagan) Con un crédito en el banco que pagarán hasta tus nietos. Aquí hay otra paradoja, las personas de universidades tradicionales ganan más, y encuentran más fácilmente trabajo que alguien que salió de una universidad privada. No esta demás decir que en las dos mejores universidades (tradicionales) de chile, el 70% de sus alumnos es clase alta, y el resto en casi en su totalidad es clase media. Tampoco es chistoso que el agua este en manos de españoles, el dinero que ganan no se queda ni invierte en chile, va para España. Estos a su vez hacen una que otra cosita de inversión para que se vea bonito. Prometen calidad europea para el tratamiento de aguas servidas, como dije, “prometen”, vayan a preguntarle cómo viven las personas al lado de estas plantas, (que antes no existían, se las pusieron ahí sin preguntarles) pero claro, tenían dinero para comprar el terreno, dinero para construir la planta al lado de casas, el dinero por ende les dio el poder para condenar a esa gente el resto de sus días a vivir con olor a mierda. Y es que esta es la visión moderna del chileno, el dinero te da el poder, la felicidad y/o de hacer lo que quieras. Sin dinero para salud, tienes que ir al sistema público, donde esperaras años para que te den una operación o tratamiento; sin dinero para buena educación , el futuro de tus hijos es incierto; sin dinero para pagar peajes, impuestos por patente, contribuciones, servicio de “tratamiento de aguas”, si no tienes dinero para pagar todo, en síntesis, eres nada. El sistema previsional, (afp) también privado, uno “cotiza”, la da un 13% del sueldo a la afp que uno escoge, los fondos acumulados son “invertidos”, pero si la afp pierde dinero, tu también, si gana, se “supone que tu también”, cosa que es mentira, ellos se están haciendo ricos a costa de la vejez de las personas, sin mencionar que para el 80% de las personas cuando jubilen, sus pensiones no alcanzarán al sueldo mínimo (127.500hasta el 31 de junio del 06 y 135.000mil pesos a partir de esa fecha hasta el próximo año). El sistema de transporte se “liberó”, la lógica era, los operadores del servicio querrán “atraer” mayor cantidad de gente, por ende la calidad de su servicio “tiene que ir aumentando”, la libre competencia por ende haría que sistema de transporte fuera una maravilla, ¿qué sucedió? Por ganar más, redujeron mantenimiento, pagan malos sueldos, a los chóferes se les paga por la cantidad de gente que suban, por ende entre líneas con el mismo recorrido hacen carreras atroces, el estrés de los chóferes es tal que a todo el mundo tratan mal, consecuencia, el estado tuvo que intervenir el sistema de trasporte público. Se le entrega un servicio a un privado, para que compita con el y con la lógica del mercado lo mejore, pero la realidad muestra que los modelos son perfectos solo en el papel, y el servicio termina siendo un chiste. Los colegios privados tienen una reputación que mantener, pero los subvencionados son un chiste, es la forma mas evidente como el estado hace ricos a personas que prestan un servicio pésimo. La sociedad chilena está altamente individualista, todos quieren ser “competitivos”, “exitosos” y esto al final de cuenta de traduce en tener dinero. Esto trae como consecuencia que las personas que tienen más, creen que son más, porque “viven mejor”, o mejor dicho en ciertos barrios con ciertas cosas, que les da la cualidad de “vivir bien”. Claramente uno cuando llega a Santiago no ve estas cosas, y ocurre otro fenómeno, la clase alta es muy austera en comparación con otras clases altas de Latinoamérica, pueden tener mas plata que la clase alta peruana o argentina, pero no se hacen esas casas de mafiosos colombianos típicas de las teleseries o telenovelas, a su vez la clase media alta, puede vivir como clase alta, y la mayoría de la clase media media puede comprar gran parte de estos servicios privados. Por ende una gran parte de la sociedad cree que vive bien, más de un 40% a 60% de la gente esta homogenizada. Algunos datos, chile es el país con mas uso a nivel usuario final de tecnología, ya sea computadores, todo lo novedoso aquí lo quieren tener de inmediato, pero ¿a que costo? También somos el país mas alcohólico, mas de 15 litros per cápita, el país mas nicotínico y cafeinico. ¿ a que le llamamos calidad de vida, a tener bonitas ciudades, grandes carreteras, clínicas privadas de muchos pisos?, la gente vive corriendo, estresada, trabajólica. Con deudas por todas partes para tener solo cosas, en vez de terminar estas haciendo felices a nosotros, dedicamos nuestra existencia a conseguirlas más que a gozarlas. “en chile creció el porcentaje del pib en educación”, pero la mitad fue para solo el 15% de la población. Aquí solo logran cosas si pagas por ellas. Hasta morirse sale caro. Tengo a un amigo mexicano que hace un magíster aquí, lo conocí en un taller que tomamos junto, dice que los chile se ve mucho mejor que su país. Pero que es impresionante como cobran por todo y que nos quejamos por todo, cosas que están bien, no nos satisfacen, por ende según él, somos evidentemente negativos y críticos. En fin, creo que podría seguir escribiendo horas, claramente aquí no dije muchas de por qué nos funcionó este sistema, básicamente no exportar a un sólo país, sino a muchos, por ende una crisis en este país no es tan grave, la mayoría de los países sudamericanos depende de un par de mercados extranjeros. Otro factor es que el estado se convirtió en un gran ahorrador de dinero, en lo que va del año ya lleva excedentes por más de 3000mil millones de dólares. Venezuela cunado estuvo bien, en vez de pagar duda externa, pidió más dinero, Chile tiene prepagada la deuda externa por muchos años, hasta tal punto que ya no quieren seguir prepagándola. Un ministro de economía, inventó que chile tenía que tener cada año un excedente de un 1%, “el superhábil estructural”, lo que se tomó como una religión, el estado tenía que gastar siempre menos de lo que tiene, eso más el buen precio del cobre, la miles de facilidades pera invertir y crear empresas e incentivos legales, es lo que han hecho esto. Potenciar la producción nacional y la exportación, ser de un país inminentemente importador a uno exportador, etc. Son temas largos de analizar.
ResponderBorrarEspero que algún día vengan a Chile, no hay cosa mejor que hacerse una impresión propia.
SOY CHILENO. JAJAJA. Tanto hablar de chile sin que uno de por acá hablara. Primero que todo debo decir que tienen un lenguaje muy asequible. Y muchas cosas que realmente eran graciosas. Esto se estaba hablando en diciembre del año pasado, y ahora estamos en mayo, no sé si alguien lo lea. Primero que todo, callampa son cosas que crecen en la mugre, suciedad, en las oscuridad, no porque se readuzcan a ese ritmo. Segundo, las poblaciones callampas están en vía de extinción hace mucho tiempo. Para que se den una idea de cómo piensa un chileno de clase media, es que todo aquí es una porquería, la mayoría de los chilenos piensa, “ohh, aquí no existe la calidad de vida que hay en Europa” y como por conclusión lógica se piensa que todo lo de aquí es pésimo. Por eso a la mayoría de los chilenos le parecería muy gracioso que alguien encuentre que chile esta bien. Por otra parte el neoliberalismo a calado tanto en todas las estructuras que a pesar de darle mas dinamismo a la economía, hoy en día las personas parecieran que no tuvieran derechos, antiguamente un banco contrataba a sus cajeros, y si lo piensa, uno va un banco, hay gente ahí sentada, ¡cómo no van a ser trabajadores del banco!, pues NO LO SON. Son empleados de una empresa externa. ¿para que se hace esto? Con el mismo dinero que se paga a 10 cajeros, ahora se lo da una empresa, esta empresa se deja para si una parte importante de estos ingresos y paga menores sueldos a los trabajadores, con esto el banco no se tiene que preocupar de nada, estos funcionarios no pueden reclamar al banco si se les despide, o les bajan el sueldo, ya que NO son del banco. Todo esta enfocado a generar la mayor cantidad de dinero con el menor costo posible. El banco se ahorra pagar por sus previsiones, por su salud, por lo que sea, estos funcionarios no se pueden unir al sindicato del banco, al ser tan pocos, su poder de reclamo casi no existe. No es lo mismo un sindicato de miles de trabajadores reclamando, protestando a un par de personas. Así el banco se deja de preocupar de cumplir leyes laborales, darle condiciones mínimas, de cosas tan simples como brindar un lugar donde comer. Una de las razones por las cuales se cayó la economía argentina es por que dilapidaban fondos sin ningún tipo de estructuración, daba lo mismo si gastaron menos que el año anterior, se les daba lo mismo cada año. No se informaba en que se gastaba. Una municipalidad aquí tiene que mantenerse ella, con sus fondos financia los servicios que presta, esto se hace con el pago de contribuciones y patentes de autos, también recibe aporte del estado, en el caso de las comunas con menos ingresos, si se le da dinero y gastan menos, se les da menos dinero. Cada municipalidad tiene que, en cierta medida, “autogestionarse”, funcionar como una empresa, entorno a la renta y utilidad de donde se pone cada peso.. Son bonitas las carreteras, pero cada vez que uno entra ellas tiene que pagar. Y esto será por unos 20 años. Son bonitas las clínicas privadas, pero si una persona de clase media esta afiliada a estas y llega una enfermedad catastróficas y no esta en el plan de salud contratado, lo mas probable es que tenga que volver al sistema público, al cual las personas de clase media le tienen terror. Para entrar a la universidad todos los chilenos debemos dar la PSU (prueba de selección universitaria), de los mejores colegios en la psu se desprende que a sus alumnos pudieron entrar a las universidades y mejor dicho, a las mejores universidades. De los 200 mejores colegios en esta prueba (de un poco menos 3000 colegios existentes) 190 son particular pagado, 6 son particular subvencionados (privados con aporte “fiscal”) y unos 4 municipalizados (aquí los colegios públicos, en si, no existen ya que son “municipales”, y no publico o estatales, ya que estas “las municipalidades” son las encargadas de mantenerlos económicamente), para el año 2004 chile gastó en educación 1800 millones de pesos, de cuales 900(la mitad) fue lo que gasto la educación particular pagada, cual equivale al 11 o 12% de los establecimientos y abarcan al 15% de la población. Piensen lo siguiente, en el 15% de la población se gasta la mitad de todos los recursos en educación y la otra mitad, para el 85% de la población en síntesis, pero del dinero lo invertido en el 15%, NADA salió del estado. Con tantos fondos por alumnos, ¿cómo no explicar su rendimiento en la psu?. La lógica es fácil, él que tiene más dinero, tiene mejor salud, mejor educación. Y si tiene mejor educación, podrá entrar más fácilmente a la universidad, si sales de la universidad ganará en promedio 8 veces más que uno que no lo hizo y ganará 4 veces más que un técnico. Por ende los círculos se mantienen constantes. Puedo dar fe de que hubo más movilidad social cuando la universidad era gratis que ahora, en ese basureado estado benefactor. Hoy en día si alguien pobre tiene buen puntaje, ¿qué logra? Hay que tener dinero para pagarla la universidad, si entras a una tradicional, tal vez no tengas problemas, pero hay de ti si te caes en un ramo, te quitan el crédito o la beca, pero si no te da el puntaje para una universidad tradicional y te alcanza sólo para una privada, ¿cómo pagarla?(todos los servicios se pagan) Con un crédito en el banco que pagarán hasta tus nietos. Aquí hay otra paradoja, las personas de universidades tradicionales ganan más, y encuentran más fácilmente trabajo que alguien que salió de una universidad privada. No esta demás decir que en las dos mejores universidades (tradicionales) de chile, el 70% de sus alumnos es clase alta, y el resto en casi en su totalidad es clase media. Tampoco es chistoso que el agua este en manos de españoles, el dinero que ganan no se queda ni invierte en chile, va para España. Estos a su vez hacen una que otra cosita de inversión para que se vea bonito. Prometen calidad europea para el tratamiento de aguas servidas, como dije, “prometen”, vayan a preguntarle cómo viven las personas al lado de estas plantas, (que antes no existían, se las pusieron ahí sin preguntarles) pero claro, tenían dinero para comprar el terreno, dinero para construir la planta al lado de casas, el dinero por ende les dio el poder para condenar a esa gente el resto de sus días a vivir con olor a mierda. Y es que esta es la visión moderna del chileno, el dinero te da el poder, la felicidad y/o de hacer lo que quieras. Sin dinero para salud, tienes que ir al sistema público, donde esperaras años para que te den una operación o tratamiento; sin dinero para buena educación , el futuro de tus hijos es incierto; sin dinero para pagar peajes, impuestos por patente, contribuciones, servicio de “tratamiento de aguas”, si no tienes dinero para pagar todo, en síntesis, eres nada. El sistema previsional, (afp) también privado, uno “cotiza”, la da un 13% del sueldo a la afp que uno escoge, los fondos acumulados son “invertidos”, pero si la afp pierde dinero, tu también, si gana, se “supone que tu también”, cosa que es mentira, ellos se están haciendo ricos a costa de la vejez de las personas, sin mencionar que para el 80% de las personas cuando jubilen, sus pensiones no alcanzarán al sueldo mínimo (127.500hasta el 31 de junio del 06 y 135.000mil pesos a partir de esa fecha hasta el próximo año). El sistema de transporte se “liberó”, la lógica era, los operadores del servicio querrán “atraer” mayor cantidad de gente, por ende la calidad de su servicio “tiene que ir aumentando”, la libre competencia por ende haría que sistema de transporte fuera una maravilla, ¿qué sucedió? Por ganar más, redujeron mantenimiento, pagan malos sueldos, a los chóferes se les paga por la cantidad de gente que suban, por ende entre líneas con el mismo recorrido hacen carreras atroces, el estrés de los chóferes es tal que a todo el mundo tratan mal, consecuencia, el estado tuvo que intervenir el sistema de trasporte público. Se le entrega un servicio a un privado, para que compita con el y con la lógica del mercado lo mejore, pero la realidad muestra que los modelos son perfectos solo en el papel, y el servicio termina siendo un chiste. Los colegios privados tienen una reputación que mantener, pero los subvencionados son un chiste, es la forma mas evidente como el estado hace ricos a personas que prestan un servicio pésimo. La sociedad chilena está altamente individualista, todos quieren ser “competitivos”, “exitosos” y esto al final de cuenta de traduce en tener dinero. Esto trae como consecuencia que las personas que tienen más, creen que son más, porque “viven mejor”, o mejor dicho en ciertos barrios con ciertas cosas, que les da la cualidad de “vivir bien”. Claramente uno cuando llega a Santiago no ve estas cosas, y ocurre otro fenómeno, la clase alta es muy austera en comparación con otras clases altas de Latinoamérica, pueden tener mas plata que la clase alta peruana o argentina, pero no se hacen esas casas de mafiosos colombianos típicas de las teleseries o telenovelas, a su vez la clase media alta, puede vivir como clase alta, y la mayoría de la clase media media puede comprar gran parte de estos servicios privados. Por ende una gran parte de la sociedad cree que vive bien, más de un 40% a 60% de la gente esta homogenizada. Algunos datos, chile es el país con mas uso a nivel usuario final de tecnología, ya sea computadores, todo lo novedoso aquí lo quieren tener de inmediato, pero ¿a que costo? También somos el país mas alcohólico, mas de 15 litros per cápita, el país mas nicotínico y cafeinico. ¿ a que le llamamos calidad de vida, a tener bonitas ciudades, grandes carreteras, clínicas privadas de muchos pisos?, la gente vive corriendo, estresada, trabajólica. Con deudas por todas partes para tener solo cosas, en vez de terminar estas haciendo felices a nosotros, dedicamos nuestra existencia a conseguirlas más que a gozarlas. “en chile creció el porcentaje del pib en educación”, pero la mitad fue para solo el 15% de la población. Aquí solo logran cosas si pagas por ellas. Hasta morirse sale caro. Tengo a un amigo mexicano que hace un magíster aquí, lo conocí en un taller que tomamos junto, dice que los chile se ve mucho mejor que su país. Pero que es impresionante como cobran por todo y que nos quejamos por todo, cosas que están bien, no nos satisfacen, por ende según él, somos evidentemente negativos y críticos. En fin, creo que podría seguir escribiendo horas, claramente aquí no dije muchas de por qué nos funcionó este sistema, básicamente no exportar a un sólo país, sino a muchos, por ende una crisis en este país no es tan grave, la mayoría de los países sudamericanos depende de un par de mercados extranjeros. Otro factor es que el estado se convirtió en un gran ahorrador de dinero, en lo que va del año ya lleva excedentes por más de 3000mil millones de dólares. Venezuela cunado estuvo bien, en vez de pagar duda externa, pidió más dinero, Chile tiene prepagada la deuda externa por muchos años, hasta tal punto que ya no quieren seguir prepagándola. Un ministro de economía, inventó que chile tenía que tener cada año un excedente de un 1%, “el superhábil estructural”, lo que se tomó como una religión, el estado tenía que gastar siempre menos de lo que tiene, eso más el buen precio del cobre, la miles de facilidades pera invertir y crear empresas e incentivos legales, es lo que han hecho esto. Potenciar la producción nacional y la exportación, ser de un país inminentemente importador a uno exportador, etc. Son temas largos de analizar.
ResponderBorrarEspero que algún día vengan a Chile, no hay cosa mejor que hacerse una impresión propia, el modelo de desallo escogido para Chile, no creo que haya sido el mejor, me gustaría un sistema como el de los paises europeos nórdicos, en que una persona independiente lo que gane pueda vivir bien y sin estres, y que si uno quiere estar ser más para si mismo, como por ejemplo estudiar en la universidad, no sea (para variar) un negocio, que la educación de calidad sea un derecho y no privilegio dado por el dinero. Que ser más sea no sea sinonimo de tener más.
"pasó a 0.488 en el 2002. Se deterioró significativamente, cortesía del solidario Estado costarricense que proporciona una serie de servicios de manera monopólica. Ni presta el hacha ni pica la madera".
ResponderBorrarqué fácil hace ud esta observación! Se requeriría una tesis o al menos un estudio para afirmar eso. Y creo que no toma ud en cuenta que desde hace décadas el modelo tiende a la APERTURA... pareciera, más bien, que la apertura a ido de la mano con la desmejora en el coeficiente...
No se puede copiar un modelo exitoso con un estado corrupto, Mexico y Argentina ya lo intentaron. Vivo hace 3 años en Costa Rica y no veo por donde pueden intentar asimilar un modelo liberal. Acá se parece mas a Cuba que a Chile, todo es del estado, antiguo, decadente, corrupto, no hay por donde.
ResponderBorrar