Uno de muchos argumentos que hemos utilizado en varios artículos para explicar nuestra oposición al Plan Fiscal, es que nos parece inconveniente dotar al Estado de más recursos por la vía de un incremento de impuestos, cuando los actuales no son bien recaudados. En La Suiza Centroamericana hemos insistido en la necesidad de reformar la administración tributaria, y hemos sido coherentes al exigir que la gestión de cobro de los impuestos se haga con mayor eficiencia antes de que decidamos si es necesario subir los impuestos existentes o crear nuevos. Sólo cuando sepamos con qué contamos podremos determinar qué nos hace falta.
La Nación nos informa en un valiosísimo reportaje el día de hoy que la evasión del impuesto sobre la renta (ISR) en nuestro país es del orden del 70%. O sea, que a lo sumo se recauda el 30% de lo que se debería. Si la recaudación fuera del 100%, sólo por concepto de impuesto sobre la renta ingresaría este año 334.000 millones de colones más. Y si echamos el impuesto de ventas (IV) en la canasta, donde la evasión se estima en el 50%, la diferencia ente la recaudación real y la teórica sería de 464.000 millones de colones este año, sumando ambos impuestos. Sólo para referencia, el monto contemplado para inversión en el presupuesto nacional del 2006 es de poco más de 100.000 millones. Imagínese, estimado lector, lo que podríamos lograr con esos recursos. Y eso, sin subir un solo impuesto.
Esa es la teoría. En la vida real, no es razonable esperar una recaudación del 100%. Ya que hablar de Chile está de moda en este blog, es interesante notar que la periodista Patricia Leitón de La Nación reporta que en ese país la recaudación del impuesto sobre la renta ronda el 60% del total. Si nos ponemos ese porcentaje como meta, estaríamos duplicando la recaudación por concepto de ISR. En dinero contante y sonante, la recaudación adicional sería de alrededor de 143.000 millones por ISR, y de 26.000 millones por IV. Es decir que si lográsemos recaudar el 60% del total de cada uno de esos impuestos, podríamos contar con 169.000 millones de colones adicionales este año. En comparación, con el Plan Fiscal se pretende aumentar la recaudación en unos 200.000 millones anuales. Entonces, si mejorásemos la recaudación, el Plan Fiscal prácticamente no sería necesario. Con el agravante, como lo hemos comentado en diversos artículos anteriores, de que una vez aprobados los nuevos impuestos, cederá la presión por mejorar la eficiencia en la recaudación. ¿Para qué socar tuercas si los ingresos están entrando por otro lado?
Lo más grave, estimadísimo lector, es que cuando las autoridades del Ministerio de Hacienda nos dicen que con el Plan Fiscal se recaudarían unos 200.000 millones adicionales, la afirmación se basa en pura teoría, y de la que resulta más improbable. ¿A qué me refiero? Resulta que el día de hoy, en Costa Rica tenemos un sistema de ISR bastante sencillito: los impuestos se cobran únicamente a la producción que los residentes de este país hacemos en suelo nacional. Las ventas de la Dos Pinos en Guatemala no pagan impuestos en Costa Rica, así como Franklin Chang no tenía la obligación de tributar en Costa Rica sobre el salario que percibía en la NASA. Ahora, con ese sistema tan sencillo, la Administración Tributaria apenas logra recaudar el 30% del impuesto correspondiente a la renta generada por las empresas y las personas. Uno de los principales cambios que introduciría el Plan Fiscal de ser aprobado sería la “obligación” que tendríamos todos los costarricenses de pagar impuestos sobre los ingresos o renta que generemos en el extranjero. En el papel, esto suena muy lindo y equitativo. En la realidad, ¿qué diablos nos hace creer que nuestra incompetente administración tributaria tendrá capacidad para perseguir los ingresos que Perico de los Palotes genera en Timbuktú, si no tiene capacidad para encontrar los que genera en el cantón de Upala?
La aprobación del Plan Fiscal obligará a la administración tributaria a desviar recursos hacia la imposible tarea de perseguir los ingresos de los ticos en el extranjero, desatendiendo la fiscalización y auditoraje de los ingresos que generamos en Tiquicia. Consecuentemente, la aprobación del Plan Fiscal promoverá una mayor evasión. Otra razón más para oponérsele.
La Nación nos informa en un valiosísimo reportaje el día de hoy que la evasión del impuesto sobre la renta (ISR) en nuestro país es del orden del 70%. O sea, que a lo sumo se recauda el 30% de lo que se debería. Si la recaudación fuera del 100%, sólo por concepto de impuesto sobre la renta ingresaría este año 334.000 millones de colones más. Y si echamos el impuesto de ventas (IV) en la canasta, donde la evasión se estima en el 50%, la diferencia ente la recaudación real y la teórica sería de 464.000 millones de colones este año, sumando ambos impuestos. Sólo para referencia, el monto contemplado para inversión en el presupuesto nacional del 2006 es de poco más de 100.000 millones. Imagínese, estimado lector, lo que podríamos lograr con esos recursos. Y eso, sin subir un solo impuesto.
Esa es la teoría. En la vida real, no es razonable esperar una recaudación del 100%. Ya que hablar de Chile está de moda en este blog, es interesante notar que la periodista Patricia Leitón de La Nación reporta que en ese país la recaudación del impuesto sobre la renta ronda el 60% del total. Si nos ponemos ese porcentaje como meta, estaríamos duplicando la recaudación por concepto de ISR. En dinero contante y sonante, la recaudación adicional sería de alrededor de 143.000 millones por ISR, y de 26.000 millones por IV. Es decir que si lográsemos recaudar el 60% del total de cada uno de esos impuestos, podríamos contar con 169.000 millones de colones adicionales este año. En comparación, con el Plan Fiscal se pretende aumentar la recaudación en unos 200.000 millones anuales. Entonces, si mejorásemos la recaudación, el Plan Fiscal prácticamente no sería necesario. Con el agravante, como lo hemos comentado en diversos artículos anteriores, de que una vez aprobados los nuevos impuestos, cederá la presión por mejorar la eficiencia en la recaudación. ¿Para qué socar tuercas si los ingresos están entrando por otro lado?
Lo más grave, estimadísimo lector, es que cuando las autoridades del Ministerio de Hacienda nos dicen que con el Plan Fiscal se recaudarían unos 200.000 millones adicionales, la afirmación se basa en pura teoría, y de la que resulta más improbable. ¿A qué me refiero? Resulta que el día de hoy, en Costa Rica tenemos un sistema de ISR bastante sencillito: los impuestos se cobran únicamente a la producción que los residentes de este país hacemos en suelo nacional. Las ventas de la Dos Pinos en Guatemala no pagan impuestos en Costa Rica, así como Franklin Chang no tenía la obligación de tributar en Costa Rica sobre el salario que percibía en la NASA. Ahora, con ese sistema tan sencillo, la Administración Tributaria apenas logra recaudar el 30% del impuesto correspondiente a la renta generada por las empresas y las personas. Uno de los principales cambios que introduciría el Plan Fiscal de ser aprobado sería la “obligación” que tendríamos todos los costarricenses de pagar impuestos sobre los ingresos o renta que generemos en el extranjero. En el papel, esto suena muy lindo y equitativo. En la realidad, ¿qué diablos nos hace creer que nuestra incompetente administración tributaria tendrá capacidad para perseguir los ingresos que Perico de los Palotes genera en Timbuktú, si no tiene capacidad para encontrar los que genera en el cantón de Upala?
La aprobación del Plan Fiscal obligará a la administración tributaria a desviar recursos hacia la imposible tarea de perseguir los ingresos de los ticos en el extranjero, desatendiendo la fiscalización y auditoraje de los ingresos que generamos en Tiquicia. Consecuentemente, la aprobación del Plan Fiscal promoverá una mayor evasión. Otra razón más para oponérsele.
El plan fiscal de la forma que lo veo yo, no es más que una estrategia para enmascarar la ineficiencia tributaria de la Adminstración Activa del estado que se encarga de cobrar los tributos, es facil se piensa en tomar un impuesto sobre la renta, que no pueden ni saben como cobrar, pues hasta entre los mismos "expertos" de tributación se contradicen entre lo que es o no deducible, y bajarlo: sí bajarlo, es decir dejamos de cobrar un 12%, pues actualmente es del 30% en su forma más general porque en realidad existe una escala y el proyecto pretende fijarlo en 18% (hasta donde sé, no me he enterado de modificaciones a eso), este es un tipo de impuesto llamado indirecto que se aplica sobre las utilidades de una persona física o jurídica, que como toda persona que haya estudiado un poquito de finanzas sabe las utilidades no son plata, de modo que una empresa que genera mucho mucho efectivo puede no tener utilidades... bendita la contabilidad!! y se pretende generar un famoso impuesto al valor agregado que es un impuesto directo, bastante facil de cobrar, a impuesto por factura, como es el impuesto sobre las ventas (y ni ese pueden cobrar bien).
ResponderBorrarEl punto es que hablan de simplificar el sistema, claro que simplificar para ellos... pero la nación nos habla de un 70% de evasión, si se toma eso en cuenta en vez de cobrar un 30% de impuesto sobre las utilidades nacionales estamos cobrando un 9% (30% X 30%) por así decirlo, entonces si lo bajamos a 18 sin hacer nada con el sistema de recaudación estaríamos cobrando un 5,4%, solo pensarlo no se que da si ganas de reir o ganas de llorar, más cuando pensamos que para llevar a un chiquito al dentista vas a tener que pagar un sobreprecio!
Leyes como estas son las que nos llevan cada vez más al fondo, porque como en el sector público "todo urge pero nada precisa" sencillamente se busca un estado de confort y en este caso se hace lo propio para que la clase media pague mucho y las empresas???
Gracias
DEAN: Felicitaciones por el Blog!
Recuerdo que una vez le pregunté a unos clientes chilenos cómo manejaban ellos lo que alguna gente llama "planificación fiscal" (que a veces raya en evasión por las vías legales)y con cara de asombro me decían que pagaban y punto, que a nadie se le ocurriría no pagar. Tenían una amdinistración tributaria eficiente y probablemente con herencia de tácticas de persecución (eso último es mi aporte paranoide al asunto).
ResponderBorrarVictor, aunque comparto el "espíritu" de tu mensaje, espero no caerte mal por sacarte de un error. En la versión original del Plan Fiscal la tasa del ISR era del 18%. Sin embargo, a su paso por la Asamblea fue incrementada, creo que al 25% para las personas y al 30% para las empresas. Puede ser que me equivoque en las cifras exactas, y si alguien tiene información fidedigna se la agradeceré, ya que no tengo tiempo hoy para investigarlo y a mi edad esas cosas ya no se retienen en la memoria.
ResponderBorrarPor lo demás, no sólo subiendo tasas se incrementan los impuestos. En este caso, el incremento principal viene por la vía de la ampliación de la base impositiva (es decir, aquello sobre lo que se cobran impuestos). En particular, en el Plan Fiscal se propone cobrar ISR a las empresas de Zona Franca (que hasta ahora no tributan), y cobrar ISR sobre los ingresos de los ticos en el exterior. Yo estoy de acuerdo con poner a las Zonas Francas a tributar, pero al 25% o 30% estaremos ahuyentando la inversión extranjera. ¿Qué haremos entonces con todas las personas que trabajan allí?
Sole, la planificación fiscal existe en todas partes. Se trata de minimizar el impacto de los impuestos dentro de los límites de lo que permite el código fiscal. Como vos decís, puede ser visto como una forma legal de evasión, pero no lo es. De aquí la importancia de tener una legislación fuerte pero sencilla; entre más vericuetos tiene, más portillos legales encontrarán quienes planifican fiscalmente.
Evasión es lo que tenemos en Costa Rica, donde la probabilidad de ser pescado es tan baja, que nos damos el lujo de simplemente no reportar nuestros ingresos o al menos no reportar la totalidad.
Gracias Dean, por eso escribí que hasta donde recordaba era del 18%!! porque tenía la noción de que lo habían cambiado, pero no sabía si dicho cambio habia prosperado, y nada de caer mal, la idea del blog es eso, sacar a los otros de sus errores y que los otros nos saquen de los nuestros para así mejorar todos sobre todo en cosas que no sabemos (como yo en cuestiones de economía de lo cual sé muy poquito), es un hecho que no siempre vamos a estar de acuerdo en todo! pero la idea es esa! libre expresión!
ResponderBorrarSaludos
concuerdo absolutamente con tu punto, dean. es básicamente lo que he pensado sobre el plan fiscal desde el principio, sólo que ahora lo planteás con números.
ResponderBorrarSi bien esta correcto el comentario que encabeza este foro de discucion en la mayoria de sus argumentos, no solo podemos medir los impactos del plan fiscal o de cualquier otra panacea numerica que nos saquen nuestros "hábidos" ministros o diputados en temas como estos. Tradicionalmente Costa Rica ha sido una nacion de copia, copiamos leyes, estructuras economicas, estrategias de desarrollo,entre otras varias situaciones.
ResponderBorrarY cuando tenemos a alguien que logra utilizar esas copias mal hechas y empezar a poner las cosas en orden pero en su cinto, poniendo a trabajar a la gente; lo que tenemos es una reaccion de una serie de vacas sagradas de la politica y el poder costarricense, que no generan nada mas que el entorpecimiento de labores correctas.(me refiero al ejemplo de señor Carrillo, quien logro en menos de lo esperado detener inflacion global del estado, cuando parecía imposible) Y los ticos no hacemos nada, es entonces donde nos preguntamos es el problema solo del poder o de quienes ponen las figuras en el poder, este pais ha logrado cambios y parece que la gente que aporta ya no se encuentra en la estructura del estado,sera entonces la salida darle mas poder al estado o bien generar las situaciones para que este se convierta cada vez mas en un ente regulador, no podemos compararnos con modelos historicos y sociales diferentes a nuestra realidad (chile por ejemplo) sociologicamente las reacciones van a ser diametralmente distintas.
Tampoco podemos conformarnos con decisiones que toman quienes estan en el poder por el hecho de que ya estan ahi, si bien han llegado al poder es gracias a la aceptacion que la ciudadania tiene de ellos ahi, si bien son figuras de poder, no debemos olvdar que no son el poder sino meros depositarios del poder ( figura basica del funcionario publico) y que ante todo es posible exigir su respuesta.
Que exiosten deficientes medios para lograr coaccionar a estos sectores, no es cierto, lo que existen son deficientes sindicalistas e interesados en hacer reaccionar las estructuras.