Cada vez que un candidato costarricense se encuentra abajo en las encuestas, no encuentra mejor salida que descalificar los sondeos y a las empresas encuestadoras. Atacar al portador de las malas noticias es una práctica tan antigua como la más antigua de las profesiones, que en mucho se parece al ejercicio de la política. Así, payasos como Álvaro Montero Mejía, que muy probablemente no sacará más de 20,000 votos (y creo que esta cifra es muy generosa), se llenan la boca hablando de fraudes y de que él representa una fuerza política emergente que dará la sorpresa el día de la “verdadera encuesta”, el 5 de febrero del 2006. Para Ricardo Toledo, otro payaso, “las encuestas no son la realidad”. Antonio Álvarez, a quien hasta ahora no tenemos catalogado de payaso, habla de “diferencias radicales” entre encuestas (lo cual no se sustenta en la realidad).
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Algunas personas incluso prefieren las encuestas empíricas (del tipo “pregúntele a diez personas por quién piensan votar, para que vean que las encuestas publicadas en los medios de comunicación mienten”) que las encuestas hechas profesionalmente, pero sobre eso ya hablé en mi anterior artículo y no es el tema de hoy. Otros candidatos y partidos supuestamente más serios no se eximen del ataque a las encuestas. Un claro ejemplo es el PAC, que descalifica de oficio aquellas encuestas que apuntan a una victoria de Oscar Arias en primera ronda, mientras que ensalzan aquellas que proyectan un resultado que les permite soñar con una segunda ronda.
Los seguidores del PAC se aferran a un dogma de cuatro postulados:
En cuanto al “voto joven”, Oscar Arias obtiene el apoyo del 42% del las personas entre 18 y 29 años, Ottón Solís obtiene el respaldo del 31%, y Otto Guevara cuenta con el 17%. Ya que Dean CóRnito tiene más de 29 años pero aún se considera joven, podríamos ampliar el grupo para ver cómo le va a Ottón Solís. Lamentablemente, mejor no hubiéramos hecho el ejercicio, ya que de las personas entre 30 y 39 años, el 52% apoyan al “todo oídos”, 22% a Ottón Solís, y 13% a Otto Guevara. Si bien es cierto que porcentualmente hablando Ottón Solís obtiene mayor respaldo entre los más jóvenes que entre los segmentos de mayor edad, no es cierto que el PAC esté ganando el voto joven. Los datos no sustentan el primer postulado del dogma PACquiano.
Seguimos con el nivel educativo. Quienes han seguido el desarrollo de este blog a través de los meses, sabrán que quien escribe estas líneas no tiene una muy buena opinión del sistema educativo costarricense, razón por lo cual no le ha resultado sorprendente que en este punto el dogma del PAC se confirme. El apoyo de Ottón Solís crece con el nivel educativo de los votantes, mientras que el de Oscar Arias hace lo contrario. Entre las personas con educación primaria únicamente, el 65% apoya a Arias, el 15% a Solís, y el 10% a Guevara. Entre las personas con educación secundaria, el 45% apoya a Arias, el 26% a Solís, y el 17% a Guevara. Pero entre las personas con educación universitaria, el 41% apoya a Solís, contra 32% para Oscar Arias y apenas 8% para Otto Guevara. Este es el único segmento en que Ottón Solís supera a Oscar Arias en intención de voto.
En el sitio web del PAC dan difusión a una encuesta contratada por la revista Perfil, para la cual entrevistaron a un total de 400 estudiantes universitarios de la Gran Área Metropolitana, según la cual Ottón Solís supera por un margen de 3 a 1 a Oscar Arias en este segmento. Esta encuesta combina los dos primeros postulados del dogma: juventud y educación. El problema es que una muestra de 400 estudiantes universitarios, todos de la Gran Área Metropolitana, no es exactamente “representativa”. Sin embargo, como favorece al PAC, la encuesta tiene validez a los ojos de ese partido.
Hoy hace ocho días la Revista Proa publicó una serie de entrevistas que cuatro jóvenes que votarán por primera vez este año realizaron a varios de los principales candidatos presidenciales. Estos jóvenes eran todos universitarios o bachilleres de secundaria que iniciarán sus estudios universitarios en las próximas semanas. Un elemento de valor agregado que apareció en la versión impresa de la revista pero lamentablemente no en la de internet, fue la impresión que causaron los candidatos entrevistados en los entrevistadores. De los cuatro que entrevistaron a Ottón Solís, tres lo describieron de manera negativa, usando calificativos como prepotente (2), a la defensiva (2), falto de interés (2), temperamental(1), enojado (1), y otros más. El cuarto entrevistador fue más positivo y diplomático, diciendo que Solís “tiene una idea clara del rumbo a seguir, pero espero que sepa escuchar opiniones y conciliar posiciones”. Pareciera que entre estos cuatro jóvenes universitarios o cuasi-universitarios, Ottón Solís más bien perdió por el margen de 3 a 1 (a Oscar Arias tampoco le fue nada bien en esta valoración).
El tercer elemento del dogma es el de que el PAC es el partido de las clases populares. Ya lo decía Pakithor, citando a Noel Clarasó en un interesante y polémico artículo invitado que publicamos en La Suiza Centroamericana el pasado lunes 23 de enero: “un político es un hombre que cree representar la opinión del pueblo sin habérsela preguntado jamás”. Y según la encuesta de Unimer RI, Ottón Solís es el ejemplo por excelencia de esta clase de político. Por nivel socioeconómico, únicamente el 16% de los votantes de bajos recursos apoyan a Ottón Solís. Lo interesante es que el 29% de los votantes de nivel socioeconómico medio, y el 35% de los de nivel socioeconómico alto apoyan a Ottón Solís, por lo que resulta evidente que el respaldo hacia Ottón Solís crece con el nivel socioeconómico de los votantes.
En un dato que para este autor resultó sorprendente, Oscar Arias recibe el respaldo del 61% de los votantes de nivel socioeconómico bajo, lo que lo convierte en el representante más claro de los pobres. También interesante resulta que el respaldo a Oscar Arias decrece conforme sube el nivel socioeconómico de las personas, y que en el caso de las personas de clase alta, el 39% lo respalda, cifra no muy distinta del 35% que apoya a Ottón Solís. Otro dato que sorprendió a este autor es que el único candidato (de los tres punteros) cuyo apoyo es prácticamente igual en cualquier estrato socioeconómico que se analice es Otto Guevara, que recibe el respaldo del 13% de los de nivel bajo, 12% de los de nivel medio, y 11% de los de nivel alto.
La conclusión es que el tercer postulado del dogma PACquiano no se sostiene, y que Ottón Solís es tanto el representante de los intereses de los ricos como lo es Oscar Arias, mientras que Otto Guevara – el vilipendiado neoliberal – es el único de los tres que puede jactarse de no representar los intereses del capital según el apoyo que recibe.
El reportaje de La Nación aporta menos información con respecto a la intención de voto por sexo y zona geográfica, pero la poca información es suficiente para desvirtuar el cuarto postulado del dogma del PAC: que son el partido del agro y de las mujeres. Ottón Solís recibe el respaldo del 29% de los votantes del Valle Central (abrumadoramente urbano), cifra que es “casi el doble de lo que recibe en el resto del país” (mayoritariamente rural). En cuanto a sexo, el 28% de los hombres le apoyan, versus el 23% de las mujeres. Parece que somos los hombres quienes más queremos el “gobierno de las madres”, y que entre las mujeres no ha calado el mensaje.
Supongo que en el PAC hallarán solaz en el hecho de que según esta encuesta su apoyo muestra una tendencia creciente, pero lamentablemente para ellos, todo parece indicar que no les alcanzará el tiempo. Usando como referencia esta y la anterior encuesta de Unimer para La Nación, Ottón Solís pasó de 20.5% en noviembre a 25.4% en enero, pero al mismo tiempo el apoyo de Arias pasó de 45% a 49.6%. Nótese además que los resultados, al menos en lo que respecta a los primeros tres candidatos en las preferencias del público, son bastante similares a los arrojados por la encuesta de CID Gallup para La República, que comentamos en nuestro último artículo. No me sorprendería que los miembros del PAC descalifiquen estas encuestas, ya que proyectan una clara victoria de Oscar Arias en primera ronda, y por ende mi análisis basado en ellas. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
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Algunas personas incluso prefieren las encuestas empíricas (del tipo “pregúntele a diez personas por quién piensan votar, para que vean que las encuestas publicadas en los medios de comunicación mienten”) que las encuestas hechas profesionalmente, pero sobre eso ya hablé en mi anterior artículo y no es el tema de hoy. Otros candidatos y partidos supuestamente más serios no se eximen del ataque a las encuestas. Un claro ejemplo es el PAC, que descalifica de oficio aquellas encuestas que apuntan a una victoria de Oscar Arias en primera ronda, mientras que ensalzan aquellas que proyectan un resultado que les permite soñar con una segunda ronda.
Los seguidores del PAC se aferran a un dogma de cuatro postulados:
- El PAC gana el voto joven.
- El votante promedio del PAC tiene un nivel educativo superior al de los partidarios de los otros candidatos.
- El PAC representa a las clases medias y pobres, mientras que Oscar Arias y Otto Guevara son los candidatos del capital.
- El PAC es el partido que representa y defiende las necesidades del agro y de las mujeres.
En cuanto al “voto joven”, Oscar Arias obtiene el apoyo del 42% del las personas entre 18 y 29 años, Ottón Solís obtiene el respaldo del 31%, y Otto Guevara cuenta con el 17%. Ya que Dean CóRnito tiene más de 29 años pero aún se considera joven, podríamos ampliar el grupo para ver cómo le va a Ottón Solís. Lamentablemente, mejor no hubiéramos hecho el ejercicio, ya que de las personas entre 30 y 39 años, el 52% apoyan al “todo oídos”, 22% a Ottón Solís, y 13% a Otto Guevara. Si bien es cierto que porcentualmente hablando Ottón Solís obtiene mayor respaldo entre los más jóvenes que entre los segmentos de mayor edad, no es cierto que el PAC esté ganando el voto joven. Los datos no sustentan el primer postulado del dogma PACquiano.
Seguimos con el nivel educativo. Quienes han seguido el desarrollo de este blog a través de los meses, sabrán que quien escribe estas líneas no tiene una muy buena opinión del sistema educativo costarricense, razón por lo cual no le ha resultado sorprendente que en este punto el dogma del PAC se confirme. El apoyo de Ottón Solís crece con el nivel educativo de los votantes, mientras que el de Oscar Arias hace lo contrario. Entre las personas con educación primaria únicamente, el 65% apoya a Arias, el 15% a Solís, y el 10% a Guevara. Entre las personas con educación secundaria, el 45% apoya a Arias, el 26% a Solís, y el 17% a Guevara. Pero entre las personas con educación universitaria, el 41% apoya a Solís, contra 32% para Oscar Arias y apenas 8% para Otto Guevara. Este es el único segmento en que Ottón Solís supera a Oscar Arias en intención de voto.
En el sitio web del PAC dan difusión a una encuesta contratada por la revista Perfil, para la cual entrevistaron a un total de 400 estudiantes universitarios de la Gran Área Metropolitana, según la cual Ottón Solís supera por un margen de 3 a 1 a Oscar Arias en este segmento. Esta encuesta combina los dos primeros postulados del dogma: juventud y educación. El problema es que una muestra de 400 estudiantes universitarios, todos de la Gran Área Metropolitana, no es exactamente “representativa”. Sin embargo, como favorece al PAC, la encuesta tiene validez a los ojos de ese partido.
Hoy hace ocho días la Revista Proa publicó una serie de entrevistas que cuatro jóvenes que votarán por primera vez este año realizaron a varios de los principales candidatos presidenciales. Estos jóvenes eran todos universitarios o bachilleres de secundaria que iniciarán sus estudios universitarios en las próximas semanas. Un elemento de valor agregado que apareció en la versión impresa de la revista pero lamentablemente no en la de internet, fue la impresión que causaron los candidatos entrevistados en los entrevistadores. De los cuatro que entrevistaron a Ottón Solís, tres lo describieron de manera negativa, usando calificativos como prepotente (2), a la defensiva (2), falto de interés (2), temperamental(1), enojado (1), y otros más. El cuarto entrevistador fue más positivo y diplomático, diciendo que Solís “tiene una idea clara del rumbo a seguir, pero espero que sepa escuchar opiniones y conciliar posiciones”. Pareciera que entre estos cuatro jóvenes universitarios o cuasi-universitarios, Ottón Solís más bien perdió por el margen de 3 a 1 (a Oscar Arias tampoco le fue nada bien en esta valoración).
El tercer elemento del dogma es el de que el PAC es el partido de las clases populares. Ya lo decía Pakithor, citando a Noel Clarasó en un interesante y polémico artículo invitado que publicamos en La Suiza Centroamericana el pasado lunes 23 de enero: “un político es un hombre que cree representar la opinión del pueblo sin habérsela preguntado jamás”. Y según la encuesta de Unimer RI, Ottón Solís es el ejemplo por excelencia de esta clase de político. Por nivel socioeconómico, únicamente el 16% de los votantes de bajos recursos apoyan a Ottón Solís. Lo interesante es que el 29% de los votantes de nivel socioeconómico medio, y el 35% de los de nivel socioeconómico alto apoyan a Ottón Solís, por lo que resulta evidente que el respaldo hacia Ottón Solís crece con el nivel socioeconómico de los votantes.
En un dato que para este autor resultó sorprendente, Oscar Arias recibe el respaldo del 61% de los votantes de nivel socioeconómico bajo, lo que lo convierte en el representante más claro de los pobres. También interesante resulta que el respaldo a Oscar Arias decrece conforme sube el nivel socioeconómico de las personas, y que en el caso de las personas de clase alta, el 39% lo respalda, cifra no muy distinta del 35% que apoya a Ottón Solís. Otro dato que sorprendió a este autor es que el único candidato (de los tres punteros) cuyo apoyo es prácticamente igual en cualquier estrato socioeconómico que se analice es Otto Guevara, que recibe el respaldo del 13% de los de nivel bajo, 12% de los de nivel medio, y 11% de los de nivel alto.
La conclusión es que el tercer postulado del dogma PACquiano no se sostiene, y que Ottón Solís es tanto el representante de los intereses de los ricos como lo es Oscar Arias, mientras que Otto Guevara – el vilipendiado neoliberal – es el único de los tres que puede jactarse de no representar los intereses del capital según el apoyo que recibe.
El reportaje de La Nación aporta menos información con respecto a la intención de voto por sexo y zona geográfica, pero la poca información es suficiente para desvirtuar el cuarto postulado del dogma del PAC: que son el partido del agro y de las mujeres. Ottón Solís recibe el respaldo del 29% de los votantes del Valle Central (abrumadoramente urbano), cifra que es “casi el doble de lo que recibe en el resto del país” (mayoritariamente rural). En cuanto a sexo, el 28% de los hombres le apoyan, versus el 23% de las mujeres. Parece que somos los hombres quienes más queremos el “gobierno de las madres”, y que entre las mujeres no ha calado el mensaje.
Supongo que en el PAC hallarán solaz en el hecho de que según esta encuesta su apoyo muestra una tendencia creciente, pero lamentablemente para ellos, todo parece indicar que no les alcanzará el tiempo. Usando como referencia esta y la anterior encuesta de Unimer para La Nación, Ottón Solís pasó de 20.5% en noviembre a 25.4% en enero, pero al mismo tiempo el apoyo de Arias pasó de 45% a 49.6%. Nótese además que los resultados, al menos en lo que respecta a los primeros tres candidatos en las preferencias del público, son bastante similares a los arrojados por la encuesta de CID Gallup para La República, que comentamos en nuestro último artículo. No me sorprendería que los miembros del PAC descalifiquen estas encuestas, ya que proyectan una clara victoria de Oscar Arias en primera ronda, y por ende mi análisis basado en ellas. No hay peor ciego que el que no quiere ver.