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La verdad es que desde los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001, cualquier barbudo es sospechoso de terrorismo en cualquier aeropuerto de los Estados Unidos, y es sometido a los más arbitrarios interrogatorios y detenciones, sobre todo cuando el barbudo es latinoamericano y el oficial aeroportuario es un gringo de origen latino con complejo de inferioridad. La actitud paranoica de los gringos es censurable y repudiable, pero a la vez comprensible viniendo de un país acostumbrado históricamente a pelear siempre en territorio ajeno y no a recibir ataques en el corazón de su propio territorio. Y Francisco Dall’Anese es barbudo.
Bromas aparte, el tema que motiva a Dean CóRnito a escribir estas líneas no es la arbitrariedad gringa – me parece correcto que la Cancillería haya enviado una enérgica protesta diplomática – sino el show que ha montado el mismo Fiscal General en torno a esta situación. Pero en esto de producciones artísticas don Francisco es todo en un experto, como explicaré más adelante
Empecemos por notar que Dall’Anese coordinó su visita a Miami con sus homólogos de los Estados Unidos, para entrevistar a un sospechoso/testigo de la causa ICE-Alcatel. Por medio de su carta al Canciller, nos enteramos de que pidió escolta policial para mientras estuviera en Miami, como si fuera la gran celebridad. Yo se de Ministros y Presidentes Ejecutivos de instituciones autónomas que viajan por motivo de su trabajo a diferentes partes del mundo y nunca piden una escolta policial, usualmente reservada únicamente para los más altos funcionarios tal como Presidente de la República. Quienes le conocen afirman que Dalla, como cariñosamente le dicen, tiene un ego que no cabe en el parque de la Sabana, y actitudes como esta lo confirman.
Cuando al Fiscal lo detienen en Miami y lo llevan a interrogar – potestad soberana que tiene Estados Unidos, como cualquier otro país – el mismo Dall’Anese nos confirma que en vez de contestar y salir rápido del embrollo, se dedicó a echarle en cara a Raymundo y todo el mundo que él – todos los 155 centímetros de él – era el Fiscal General de Costa Rica, el equivalente del Procurador Federal de los Estados Unidos, y a exigir un trato preferencial. Ojalá nadie me salga aquí con el telele de que como el hombre iba en viaje oficial, no tenían derecho a interrogarlo. No tengo la menor idea de qué haya movido a los gringos a actuar como lo hicieron, y es muy probable que no exista una razón. Pero no sería la primera vez que un funcionario público latinoamericano de relativo alto rango es detenido al ingresar a otro país por presuntos actos de corrupción o peor.
Al llegar a Costa Rica, el Fiscal General convoca a una conferencia de prensa para ventilar por ese medio lo que a estas alturas ya era un conflicto diplomático. En dicha conferencia, y en la carta al Canciller Bruno Stagno, el Sr. Dall’Anese usa frases grandilocuentes como “Costa Rica no debe soportar humillaciones”, “la ofensa que estaban haciendo a mi patria”, etc. Y en la mentada carta se da el taco de definir él lo que la Cancillería deberá hacer. Dice textualmente:
“Exigiré:
• Se imponga la responsabilidad penal a quienes me hicieron víctima de privación de libertad.
• Se indemnice al Gobierno de Costa Rica por los gastos en que ha incurrido.”
Pero de todo lo sucedido, lo más sorprendente son las palabras escogidas por Dall’Anese para describir el predicamento en que se encontró en el aeropuerto de Miami: “… me detuvieron y me trataron peor que a un delincuente pues nunca se respetaron mis derechos. Sabían exactamente a quién estaban deteniendo.” ¿Será tan corta la memoria del Fiscal General? ¿No habrá escuchado las mismas palabras, u otras muy similares, en otro lugar, y dirigidas justamente a él?
Cuando Miguel Ángel Rodríguez llegó a Costa Rica con pasaporte diplomático con el cargo de Secretario General de la OEA, habiendo anunciado a Dall’Anese su llegada y solicitado una cita para brindar sus declaraciones en el entonces incipiente caso que le involucraba, acaso no fue Francisco Dall’Anese Ruíz, Fiscal General de la República, quien coordinó con el Ministro de Inseguridad el espectáculo circense mediante el cual lo mandaron a bajar escoltado del avión, exhibirlo esposado ante las cámaras sin estar aún acusado de nada, y montarlo en la perrera y transportarlo a toda velocidad a los tribunales? ¿Acaso no sabía exactamente a quién estaba deteniendo? ¿Acaso no transcurrieron más de tres años desde ese vergonzoso incidente en el que se violaron todos los derechos del ex Presidente sin que se presentara una acusación formal en su contra? Recordemos que en aquel momento don Miguel Ángel Rodríguez no había sido ni siquiera acusado, y que al día de hoy ni siquiera ha habido juicio en su contra, por lo que sigue prevaleciendo la presunción de inocencia. En otras palabras, no podemos considerarlo un delincuente.
Más preocupante aún es lo que confiesa Dall’Anese en su carta al Ministro de Relaciones Exteriores: “… la persona imputada en los Estados Unidos se ha constituido en la última probabilidad que tiene el Ministerio Público costarricense de abrir una puerta para vincular a un sospechoso a un caso de corrupción de los más grandes investigados en la historia del país, contra el cual no se ha encontrado prueba sólida hasta el día de hoy.” Ignoramos si el sospechoso al que hace mención Dall’Anese es Miguel Ángel Rodríguez, José María Figueres, u otra persona de las múltiples que han sido embarradas con el caso ICE – Alcatel. Lo que si sabemos es que, sea quien sea, es una persona a la que desde el 2004 se le arruinó su reputación, y hoy el Fiscal General reconoce, mondo y lirondo, que cuatro años más tarde no hay prueba sólida en su contra y que “el caso no tiene fortaleza probatoria importante.”
A Dall’Anese alguien tiene que bajarlo de la nube. El atropello de los gringos no hizo más que inflarle el ego aún más. Entonces me toca a mi decirlo: don Francisco, usted no es Costa Rica. Ni siquiera es un funcionario electo por el pueblo. La arbitrariedad de los gringos es una violación de sus derechos personales, pero a Costa Rica nadie la ha humillado. Ojalá este incidente le enseñe a ser más cuidadoso con la reputación de las personas que investiga y más respetuoso de sus derechos. Como dicen en Estados Unidos: what goes around, comes around.
Ese mae es una bombetae turno.
ResponderBorrarHola Dean. Sabía que ibas a escribir esto. Muy bien. Me encantaría ver el vídeo de cuando lo detuvieron.
Otra cosa, el caballero dice que llevará este caso hasta los más altos tribunales de la región. Espero que lo haga con su propio dinero y no con el dinero público.
(Creo que tenés un problema con el link a la noticia)
Muchas gracias, Rigo. Como decían allá por donde nos conocimos: coincido en un todo.
ResponderBorrar¡Me encantaría ver el video, que a huevo existe! Uuuuuuuuyyy, hasta babeo de solo pensarlo.
Y muchas gracias por avisarme; ya el link fue arreglado. Saludos!
Dos moralejas:
ResponderBorrar1. La Ley de Causa y Efecto jamás se equivoca.
2. No conviene escupir para arriba.
Saludos Dean.
Beto,
ResponderBorrarinmejorable la segunda moraleja. Pero sigue el Dala hablando mierda hasta por los codos. Hoy en día creo que todo este escandalito es la coartada de Dall'Anese para cuando no logre la condena de alguno de los grandes implicados en los escándalos de corrupción.
Por cierto, dónde encuentro tu blog? Te perdí el rastro...
Bueno, yo soy familiar de "la bombeta de turno",y la verdad es que no lo detuvieron solamente un rato,sino, fueron como 2 horas y media.La verdad es que me parece repugnante que digan que en el aeropuerto digan que fue que lo detuvieron de rutina.Además, creo que mi tío merece un poco más de respeto, no solo como fiscal, sino como ser humano.
ResponderBorraryo creo que alberto yglesias tiene razon el puede ser ``la bombeta de turno´´ pero el es una persona digna y con mucho respeto hacia las leyes entonces las ``bombeta de turno´´son todos los que creen que calderon es bueno y el es un robon y poreso lo condenaron a5 años de prision
ResponderBorrarCreo que las personas con este apellido "Dall'Anese" son las bombetas de turno ya que yo soy un Ingeniero respetado, ademas de ser humano y cada vez que entro a USA soy detenido igual que el por 2 horas o mas, en mas de una ocacion he perdido mi vuelo de coneccion y puedo decir que en USA tengo incluso mas derechos que el bombeta de turno ya que soy residente legal y en proceso de ciudadania americana y sin embargo no tengo para hablar tanta mierda. Gracias
ResponderBorrarAtte Anthony.
Anthony.. yo creo que estas completamente equivocado en cuanto a lo de que ud tiene mas derecho que francisco... primero, porque cuando iba a viajar alla no iba de turista, sino como funcionario publico en funcion de investigador de un problema alla... y segundo, porque segun tengo entendido, la familia Dall'Anese tiene nacionalidad italiana, lo que les da mas derecho que a los de nacionalidad norteamericana, asi que se puede retractar..
ResponderBorrartodos los q opinen todo eso...pfff me vale un banano cochinoos!
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