El nombramiento del economista Edgar Ayales como Ministro de Hacienda
es un acierto técnico, pero un lamentable error político de nuestra Presidenta.
Don Edgar, con su preparación y experiencia, está perfectamente capacitado para
asumir el reto del Ministerio de Hacienda en tiempos normales. Estos, sin embargo, no son tiempos normales.
Tiene don Edgar, sin embargo, algunas debilidades que nos hacen dudar de que sea el
mejor candidato para el puesto en la coyuntura actual:
- Don Edgar nunca ha estado al frente de una entidad pública costarricense, y en especial una tan compleja como el Ministerio de Hacienda. El proceso de aprendizaje para lograr dominar la burocracia y controlar las riendas de un ministerio no es sencillo ni corto. El gobierno de doña Laura no tiene tiempo que desperdiciar. Menos lo tiene el país.
- Don Edgar no tiene experiencia política, no tiene el “feeling” de la cosa pública, y carece de la red de contactos políticos – especialmente en la oposición – necesaria para poder hacer avanzar los proyectos de ley sobre los cuales parece que el gobierno hará depender su futuro después del fracaso del PACquetazo fiscal.
- Para quienes no lo conocen, al igual que para los malpensados – que son legión – el único mérito de don Edgar es ser cercano a la argolla de la llamada “generación ATD”, hoy tan devaluada, que copó la mayoría de los puestos importantes durante la administración Figueres Olsen, entre quienes destacan su antecesor en Hacienda, Fernando Herrero, la ubicua exasesora de imagen de muchas instituciones públicas del país, Flor Isabel Rodríguez, la propia Presidenta Laura Chinchilla, el Ministro de Educación, Leonardo Garnier, y el hermano del nuevo Ministro, don Farid Ayales Esna, de ingrata memoria pública. Y si bien este autor jamás endilgará a ninguna persona los errores que hayan cometido sus familiares cercanos, hay que reconocer que de entrada carga don Edgar un lastre muy pesado.
Lo que más me preocupa a mí es la experiencia, que ha ocupado puestos importantes en instituciones internacionales, pero qué valor agregado puede venir con su llegada al Ministerio de Hacienda, porque yo puedo decir que trabajé en el FMI pero en qué puesto, pues desde el personal de aseo puede decir en una oferta de trabajo que laboró en esa institución. Estadístico de ese lugar¿? mmmmm.........a mi juicio mucho que desear. Buenos espero que sea para algo bueno y no para tratar de llenar un hueco por lo que queda de gobierno. Como punto aparte que ridículo esa reunión con Torrealba y otros en la noche. Por Dios (en quién crean)!!!!! la situación del país se arregla en una sola reunión y en la noche, una charla amistosa se puede dar.......al rato serán los próximos asesores tributarios o como se dio cuando Torrealba era de Tributación, que quería implementar la maestría tributaria como requisito para ser empleado de Tributación y la daban en la UCI..........mirá, si el es co-dueño
ResponderBorrarAsí que este es el hermano del recordado Farid... bueno, uno no escoge la familia, pero tampoco es muy reconfortante...
ResponderBorrarYo no sé... tal vez en este momento es mejor un técnico... de todas formas, yo creo que se necesita repensar muchas cosas... por ejemplo, ¿qué controles hay que establecer para aplicar los impuestos actuales? O sea, no sé si debería ser responsabilidad de Hacienda la negociación de los proyectos de ley (a saber cuales, me da meyo!) que vos decís... de mi parte, Hacienda entre más calladito más bonito... que le ponga al brete y a recaudar... si de paso, de aquí a un año puede sacar algunas recomendaciones puntuales para mejorar la recaudación y otras cosas que ayuden, mucho mejor, pero nada más...