Resulta que la tal Karina Bolaños, ex Viceministra de Juventud, no era
ninguna santa paloma, y fue por otras tortas que la echaron del gobierno, no
por el video infame. Eso último, al
menos, es lo que nuestros gobernantes quieren que creamos. Aún si esta nueva versión
fuera cierta, refleja muy mal sobre las motivaciones y el proceso de toma de
decisiones de las autoridades del gobierno.
Un sector significativo de la población está indignado – con mucha
razón – por la doble moral y el machismo implícitos en la reacción casi
inmediata del gobierno a la divulgación del video de la discordia, de despedir
a doña Karina. No hubo en el acuerdo de despido (Acuerdo 634-P-P) tan
siquiera una mención a la violación que sufrió de su privacidad y/o el delito
que supone la publicación del video, ni mucho menos una referencia a los
supuestos abusos que ahora le atribuyen en el ejercicio de su cargo. El acuerdo de separación se limitó a decir
que se hacía “para que ella pueda enfrentar este caso desde el ámbito privado”, como si separarla de su puesto fuera un
favor y un acto de gracia cuasidivina.
Si doña Karina viajó 47 veces en 6 años,
si se grabó en calzones usando su computadora portátil oficial ó lo hizo desde un hotel en Sudáfrica,
si abusaba del servicio telefónico que le pagaba el Estado, o si consiguió
entradas gratis para ver a Mercedes Sossa en el Palacio de los Deportes, lo
cierto es que nada de esto se empezó a investigar sino hasta que se divulgó el
video y el asunto de las demandas judiciales entre ella, su esposo, y el Pequis.
Al gobierno de la firmeza y la honestidad no le molestó en su debido momento
que la señora Bolaños hiciera en promedio un viaje cada mes y medio, cosa que no podía
haber hecho sin el conocimiento y autorización de sus superiores, y sin la
publicación del respectivo acuerdo ejecutivo para cada viaje. Tampoco pareció preocuparse el Ministro
Obregón cuando en junio de 2011 doña Karina se gastó la bicoca de 3.3 millones
de colones en teléfono celular. Pongamos esto último en perspectiva: Dean CóRnito, que usa su celular como herramienta de trabajo, ha
tenido dicho servicio desde junio de 1998, y no ha llegado a gastarse dos terceras
partes de esa cifra sumando la facturación de los 170 meses transcurridos.
Si la ex Viceministra cometió abusos, enhorabuena que se investiguen y
se le haga pagar lo que deba al erario público. Pero con la tardía cacería de brujas no me van a convencer de
que la decisión del gobierno de separarla tuvo que ver con los supuestos abusos
que le fueron tolerados durante los 4 años de la anterior administración, y los
primeros dos años de la actual. No es
una cruzada por la honestidad la que ha impulsado el despido de doña Karina,
sino un moralismo troglodita desatado por la publicación del video en un gobierno liderado por la hija
predilecta de María.
Bueno Dean, que quería que hiciera la Presidenta? Nombrar a la Sra. Bolaños como vocera de las nuevas Guías Sexuales? Mantenerla en el puesto? Para qué?
ResponderBorrarEstuvo muy acertado su comentario anterior, y este también. Pero no veo de donde viene a termianr con un insulto tan soez a la Presidenta. En verdad, la efímera elevación de Karina Bolaños a totem (de qué exactamente?) es un claro ejemplo de lo que sucede con el pensamiento de la turba. La turba se guía por sentimientos. Los cuales son frecuentemetne cambiantes y propensos a extremos de adulación o de repudio. Y se guían más por las imágenes y las consignas, que por el razonamiento lógico y pausado de lo que buscan o proponen. Eso se vió con el pronto apego de unos a la imagen de Karla Bolaños yel movimiento de tomarse la fotica con "Todos somos Karina". Qué significa eso exactamente? A favor de qué están? El problema de la sexualidad es algo que puede y debe discutirse con lógica y razonamiento inteligente. No apelando a consignas huecas y gestos absurdos. Menos estridencia debería ser la consigna.
Jorge, yo creo que usted ve molinos donde no los hay. Leo y releo lo que escribí, en busca del "insulto tan soez a la Presidenta", y la verdad es que no lo encuentro. Si admito un alto grado de desdén a la mojigatería, sobre todo cuando se convierte en política pública, pero de ahí a haber insultado a doña Laura hay un enorme trecho.
ResponderBorrarPor lo demás, yo no quiero que a Karina Bolaños la nombren en ningún pues. Como dije en mi entrada anterior, la Presidenta estaba en su derecho de tomar la decisión que quisiera. Simplemente discrepo de la forma, del doble rasero aplicado y, una vez más, la mojigatería que se evidencia en la decisión.
Diay, Fallas tiene un punto en cuanto a la "turba". Estas investigaciones son para ella... Eso es lo malo de jugar para la gradería de sol...
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