martes, 5 de marzo de 2013

Hugo Chávez

Hugo Rafael Chávez Frías no fue un militar destacado, y sus últimas decisiones así lo reflejan.  Sabiéndose enfermo de cáncer, escogió dar la lucha equivocada. Ganó, y con creces, la batalla electoral, pero perdió la guerra contra el cáncer. En la hora de su muerte, no está demás analizar algunos aspectos salientes de su gestión.



No comparto las manifestaciones de júbilo de unos, ni los elogios post mortem de otros – como si todo hubiera sido miel sobre hojuelas en la historia de los últimos 12 años en Venezuela.  Ciertamente, no todo fue malo en la era chavista. Enfermo y disminuido, Hugo Chávez logró en octubre una victoria contundente – su tercera consecutiva – contra una oposición por primera vez unida, y no fue producto de la casualidad ni de la manipulación de los resultados de la votación. Chávez tenía una gran base de fieles seguidores, que se vieron beneficiados por sus políticas. Políticas que algunos podremos llamar populistas pero que, sin lugar a dudas, fueron de gran impacto socio económico.

La Venezuela pre-Chávez es un buen espejo para la Costa Rica de hoy en día y el rumbo que lleva. Una democracia liberal al borde de la atrofia, con una creciente brecha de ingresos, y segmentos cada día más importantes de la población que se sienten marginados y olvidados por el Estado, el Gobierno, y la Sociedad. El caldo de cultivo perfecto para las aventuras revolucionarias populistas.

A Chávez hay que reconocerle una genuina vocación social.  Utilizó una parte de la enorme riqueza petrolera de Venezuela para favorecer a esas masas abandonadas, y ellos le agradecieron con un respaldo casi fanático. Campañas de erradicación del analfabetismo, subsidios a los combustibles, planes de embellecimiento de los espacios públicos, construcción de viviendas de interés social, programas sociales y ayudas económicas de toda naturaleza; las famosas “misiones bolivarianas”  beneficiaron a agricultores, adultos mayores, menores en situaciones de riesgo social, analfabetas, indígenas, y cualquier otro grupo vulnerable de la sociedad venezolana. En alguna medida, Chávez vino a devolver a los desposeídos la atención que “el sistema” les había dejado de brindar en los últimos lustros de la democracia liberal.

No todo lo que brilla, sin embargo, es oro.  Hugo Chávez le hizo un flaco favor a la sociedad venezolana al promover la polarización mediante un discurso incendiario que buscaba despertar las más bajas pasiones de la gente. Chávez también le hizo un enorme daño a la economía venezolana, al dilapidar alrededor de novecientos ochenta mil millones de dólares provenientes de la venta del petróleo en las más variopintas y cuestionables causas internacionales. Porque una cosa es promover el “socialismo del siglo XXI” en países que bien podríamos describir como “failed states”, como Nicaragua y Ecuador, y otra muy distinta es haberse aliado con regímenes que representan todo lo contrario del socialismo, como el del genocida Bashar Assad en Siria, o la teocracia absoluta de Irán, donde mujeres,  homosexuales y demás minorías carecen de derechos y acceso a los beneficios que el propio Chávez extendió a la población vulnerable de su país.

Cuando Hugo Chávez llegó al poder por vez primera, el barril de petróleo se transaba por debajo de los $20. Al poco tiempo dicho precio se disparó, y ha permanecido por encima de los $100 durante muchos años.  A pesar de ello, el crecimiento de la economía venezolana fue raquítico bajo el mando del “Comandante Presidente”, y alcanzó el dudoso honor de convertirse en el país de mayor inflación de América Latina.  El daño causado a la economía venezolana tomará muchísimo tiempo en ser reparado.

Por último, y no menos importante, Hugo Chávez le causó un grave perjuicio a la libertad de expresión y a los derechos individuales en Venezuela.   Canceló licencias a estaciones de televisión y radio, impuso una veda a la divulgación de información negativa acerca de su gestión presidencial, y llegó al extremo de perseguir judicialmente a periodistas por haber divulgado acontecimientos en apariencia inocuos –  tales como eventos de la naturaleza – antes de que lo hiciera la agencia oficial de noticias.

En fin, el precio que tuvo y todavía tendrá que pagar Venezuela por este intento de sacar del bajo fondo a sus desposeídos, es y será muy alto.  La Venezuela post-Chávez – una vez que empiecen las luchas intestinas por el poder – se parece más a cualquiera de los “failed states” que atrajo a su órbita, que al tigre brasileño que con sensibilidad y sin estridencia, se ha convertido en apenas una década en actor de primer nivel en el escenario mundial.

A mis amigos en la Izquierda que hoy lloran su partida – y me refiero a mis verdaderos amigos, y no a aquellos que uno llama amigos de manera proverbial al escribir – les recuerdo lo que siempre me han dicho cuando he intentado hablar de Chile o ponerlo como ejemplo positivo de cualquier cosa. Chile pagó un precio incalculable con Pinochet para llegar adonde hoy se encuentra. De la misma manera, Venezuela tendrá que pagar un precio terrible por el paso de Chávez, y aún no llega a estar en una situación que pueda ser utilizada como ejemplo de nada bueno. 

Los abusos de poder no tienen signo político; de derecha o de izquierda son igualmente nocivos, y deberían de ser repudiados por todo aquel que se precia de progresista.

18 comentarios:

  1. Lastima que Hugo Chavez perdio oportunidades historicas de llevar a Venezuela por el camino que Brasil tomo y llego en los ultimos años, usando los recursos del petroleo en real inversión social, infraestructura, salud y educación. Las politicas populistas y de reivindicacion social, sin duda volcaron a su favor a una poblacion desatendida y olvidada, pero con resultados de compras de conciencia, regalos y mendicidad, que convirtieron a ese pueblo en dependiente de las dadivas del gobierno, en vez de invertir en su educación y preparación real.

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  2. Tal vez a largo plazo (ojalá no muy largo) algo bueno salga de eso, como salió de Pinochet (conozco chilenos que admiten que ese periodo les enseñó disciplina), igual que en la Alemania de postguerra...



    Por lo pronto, veo que Capriles maneja un discurso inclusivo y no beligerante... y eso ya es bueno... vamos a ver como reacciona el oficialismo...

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  3. Lo grave del asunto es que al morir en
    mandato aun sin que la economía colapsara hace que sus seguidores lo endiosaran como ya
    esta sucediendo hasta lo embalsaman como Lenin o Mao par de bichitos a los que
    se les une Chávez, en un caso mas latino tipo Eva Perón.

    Hubiese sido mas sano que la economía
    entrara en crisis con Chávez para así desenmascarar
    un modelo que de ninguna forma era sostenible, 14 años todo un record.

    Si hubiese colapsado la economía con Chávez
    cierto el guevazo muy duro pero creo que la recuperación a largo
    plazo seria mejor, ahora la sociedad estará polarizada mínimo 40 años, dirán que colapso porque no estuvo Chávez
    liderando la vara.

    Como diría un dialogo de una famosa serie de semana santa: el soldado romano al ver la tumba vacía
    exclama: Ya todo termino!!!

    Y el Fariseo responde No….ahora todo comienza…

    Creo que tendremos Chávez hasta el fin de
    nuestras vidas naturales, que gueba pobre Venezuela.

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  4. Le faltó el logro, póstumo, de la elección de un Papa latinoamericano...

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  5. Es interesante como algunas personas que no tienen argumentos
    para basar sus tesis, tratan de ridiculizar a quienes sí los tiene para basar
    las suyas, cuando éstos no comulgan con los suyos, y después Larry me acusa de “hablar
    con el hígado”.

    Terox, el “logro póstumo” de Chávez del Papa latino, no se
    ve en un foro de corte político, se ve en uno eclesiástico, con miras a la
    beatificación de Chávez.

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  6. Argumentos tengo de sobra... el que parece no tolerar un artículo
    equilibrado, como el del post, es Ud... El maniqueísmo de su comentario es lo que quería resaltar en el mío...



    Por ejemplo, a cada rato dice Ud
    que Estados Unidos compra el petróleo venezolano... yo pregunto, si es
    tan odiado el imperio ¿por qué se lo vende Venezuela? Ud sólo ve la cara
    de la moneda que quiere ver...


    ¿Por qué no comenta la inflación o la tasa de homicidios o la división tan radical de la sociedad venezolana?

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  7. Bla, bla, bla ¿y los argumentos?
    Porque si está hablando de desempleo,
    violencia y homicidios y división radical de la sociedad, realmente no sé de
    qué país de Europa me está hablando (hay muchos en esas y peores condiciones) o
    ¿acaso usted me habla de EEUU? Porque si ese es el caso le faltó mi amigo.

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  8. Ajá, hasta de leer se olvidó... clarito hablo de "sociedad venezolana"... y por fin no me dijo qué hace una República Bolivariana vendiendo su oro negro al Imperio...

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  9. Le reitero mi pregunta ¿y los argumentos? Porque en esas
    condiciones que usted menciona hay un montón de países “desarrollados” y no
    creo que usted quiera igualar a Venezuela con, por ejemplo EEUU. Por otro lado,
    no creo que Venezuela tenga tantos pobres como esa nación del norte (46.2
    millones), ni tanta violencia, ni tantas armas en manos de civiles, etc.; Ve - esos
    son argumentos -

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  10. ¿Quiere comparar porcentajes? ¿O le gustan los números absolutos? Para esa gracia, podemos decir que en Costa Rica hay muchos menos pobres que en USA... ¿no? ¿Esas son sus respuestas? Como buen chavista...

    Y bueno, ¿no me ha dicho por qué Chávez le vendía petróleo al Diablo?

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  11. Porque, a
    diferencia de muchos de sus detractores,
    él
    no era un tonto. -Saludos-

    Ah, y los números, o mejor dichos las matemáticas y mejor
    aún: la estadística, es una ciencia formal que estudia la recolección, análisis
    e interpretación de datos.

    Estudio, análisis, interpretación, argumentos, palabras que
    parece que usted no conoce bien. Investigue en dónde están las ciudades más
    violentas, los civiles más armados, el por qué la primera economía mundial (que
    ya pronto cederá el paso a china) no tiene ni siquiera un seguro social. Pero siga
    durmiendo de ese lado, que por más que usted y muchos quieran, el sol no se
    puede tapar con un dedo.

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  12. Entonces ¿qué argumenta Ud? ¿aumentó o no la violencia en Venezuela? ¿tiene una economía sana o no? Y si quiere comparar, pues compare... pero con numeritos...

    Y bueno, entonces quedamos en que la dignidad bolivariana se acaba porque "no somos tontos"...

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  13. Mi querido Terox pensemos por un momento como piensa usted: -De
    qué dignidad habla usted, de la del gobierno de Venezuela que le vende petróleo
    a un gobierno (no pueblo, no confundamos la gordura con la hinchazón) que lo
    único que quiere es exprimir a todos los que pueda, o la de EEUU que le sigue
    comprando a Venezuela, a pesar de que desearía “apearse” a sus gobernantes. ¿Dónde
    está la dignidad Yankee?- -Son ellos
    quienes deberían dejar de comprar y hacer negocios con los “malos” (según ellos,
    según usted Terox) ¿Acaso no son los llamados a ser los “libertadores del mundo”?
    ¿Por qué entonces hacen negocios con los “malos”?

    Como puede ver, esa sería su forma de pensar mi querido
    Terox, pero lamento informarle que en el mundo no hay ni malos, ni buenos (sólo
    intereses creados) los unos interesados en exprimir lo más posible, los otros
    en no dejarse exprimir, el problema es que el maniqueista aquí es usted y no yo,
    no hay buenos y malos (a lo sumo malos y perores) o, como decía un ilustre “hombre
    pez” por ahí, menos malos, pero lo que sí es verdad es que la historia ha
    demostrado (por eso hay que estudiar Terox) que los papeles se “voltean” y el
    poder pasa de manos, de quienes lo ostentaban a quienes lo deseaban. Esto lo
    saben muy bien los que ahora lo tienen y por eso luchan por no soltarlo, ya que
    una vez que lo pierdan, ellos van a estar del lado de la tortilla que da al
    bracero, van a romper sus vestiduras, se van a hacer las víctimas y van a
    luchar (como lo hacen ahora los que no lo tienen, los oprimidos: los malos) por
    volverlo a recuperar y, amigo Terox, este es un círculo viciosos de nunca
    acabar.

    En este momento histórico los déspotas, los opresores: los “buenos”
    ya sabemos quiénes son y los marginados, los beligerantes, lo que no quieren
    ser oprimidos: los “malos” a esos también los conocemos, sólo queda tomar
    partido por alguno de ellos, o ser neutral; la mayoría tomará partido por los
    poderosos, los ricos: los “buenos”, porque es lo más fácil y menos problemático,
    pero yo no, yo defiendo a los “malos”, porque, como dijo nuestro ilustre Premio
    Nobel de la paz, “los ricos se defienden solos”, perdón, los “buenos”.

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  14. ¿Y sabe Ud como yo pienso? Parece que lo sabe mejor que yo... Precisamente como no todo es blanco y negro es que resulta difícil de tragar que todo haya sido bueno en la época Chavista, ¿por qué es tan difícil de aceptar? Igual que Dean (no Larry, no confunda) acepta que Chávez trajo al tapete el tema de los pobres (y con éxito, si revisamos índices de desigualdad y tasas de probreza), ¿por qué resulta tan difícil aceptar las cosas negativas que también produjo? ¿Cómo mejorar si ni siquiera se quiere discutir los problemas, argumentando que peor son en EEUU?


    Y bueno, volviendo al punto del petróleo... que yo recuerde, fue Chávez quién con su retórica que tanto le gusta a Ud, y que yo encuentro de lo más chabacana y vulgar (qué distinto de Fidel!) dijo que el presidente de EEUU era el Diablo... no al revés... ¿a quién entonces le toca dejar de hacer tratos con el pisuicas?

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  15. Mi querido Terox, vea de lo que
    se preocupa usted: “Dean (no Larry, no confunda)” :)
    pero he de decir al respecto que, efectivamente es Larry y no Dean, el
    confundido es usted, aunque Daen y Larry, Larry y Dean, it is Fine; Larry Fine.

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  16. ¿Y eso fue todo lo que pudo replicar a mi comentario?

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  17. ¿Para qué gastar pólvora en zopilotes? :)

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  18. Sobre todo cuando no tiene ni pólvora ni bala ni nada... asustar con la vaina vacía se llama esa figura...

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