El precio del barril de petróleo Brent, utilizado como referencia
mundial, ha caído desde $115,19 el 19 de junio hasta $64,24 al cierre del
mercado el día de ayer, lo que significa una baja del 44% en menos de seis meses.
Si usted quiere entender el por qué de una caída tan marcada después de que el
petróleo se mantuviera por encima de los $100 desde febrero de 2011 (casi 4
años), siga leyendo. Y si usted quiere encontrar al responsable de esto, vaya
búsquelo en el número 1600 de la Avenida Pennsylvania, en Washington, D.C.
Estados Unidos tiene grandes reservas petroleras que tradicionalmente ha manejado de manera muy conservadora, en buena medida por consideraciones de seguridad nacional, guardándolas para paliar una eventual crisis que amenace con dejarlos sin acceso al petróleo producido en otros países. Otro factor a considerar es que buena parte de las reservas que tienen los Estados Unidos se encuentran a una profundidad considerable, haciendo su extracción muy onerosa. Se estima que el costo de extracción de petróleo “superficial” como el que se encuentra en muchos países del Medio Oriente ronda los $6 por barril, mientras que el costo de extracción del petróleo encontrado a gran profundidad en los Estados Unidos anda en el orden de $42 por barril. El hecho de que el petróleo se haya mantenido por encima de los $100 por un período tan extendido ciertamente estimuló la exploración y extracción de los hidrocarburos estadounidenses.
Hasta aquí con los detalles técnicos. Si bien ellos nos ayudan a
entender el cómo, es decir, la mecánica del mercado – a mayor producción y
demanda estable, menores precios – hay algo en el “timing” de esta dramática
caída de precios que nos indica que hay otros factores mucho más importantes
detrás de los eventos que observamos.
Buscamos ahora entender el por qué. La pregunta sería, ¿por qué Estados
Unidos ha incrementado tan significativamente su producción de petróleo,
prácticamente abandonando su tradicional política de cautela?
Estados Unidos está enfrentando una serie de dificultades en el mundo,
y curiosamente los países más afectados por la caída del petróleo son quienes
han estado incomodando a los norteamericanos.
Rusia en los últimos tiempos se había envalentonado y, bajo la dirección
de Vladimir Putin, había asumido posturas nacionalistas que la ponían en curso
de choque con los intereses europeos y estadounidenses. La invasión y posterior
anexión de Crimea,
la rebelión de los separatistas pro-rusos en Ucrania,
y algunas escaramuzas con el suministro de gas natural a Europa son piedras en el zapato para los intereses occidentales, y han contribuido a
la imagen de Presidente cobarde que tienen los ciudadanos norteamericanos de
Barack Obama.
La República Islámica de Irán está en conversaciones desde hace un par
de años con Estados Unidos y otras potencias mundiales, para definir el futuro
de su programa nuclear. El objetivo explícito de las potencias occidentales es
evitar que Irán llegue a desarrollar tecnología nuclear con fines militares, e
impedir que se haga de un arsenal nuclear. Varias veces han anunciado que están
cerca de lograr un acuerdo,
para terminar prorrogando las conversaciones sin alcanzar los objetivos. Buena parte del público norteamericano siente que los iraníes están ganando tiempo para avanzar en la producción de armas nucleares mediante negociaciones que se
tornan interminables.
Por último tenemos al Estado Islámico (EI), la organización terrorista
que se ha vuelto famosa por la decapitación de varios de sus rehenes occidentales, que ya controla vastos territorios en Irak y Siria, y ha hecho un esfuerzo especial por capturar zonas productoras
de petróleo en el primero de esos países.
En agosto se estimaba que el EI tenía capacidad para producir entre 30 mil y 70 mil bpd,
los cuales vende en el mercado negro entre $25 y $35 por barril, siendo esta
una de sus principales fuentes de financiamiento.
Estos tres actores se hallan entre los principales perdedores de la
caída del precio internacional del petróleo. Rusia e Irán, ya de por sí bastante afectados
por las sanciones económicas impuestas por Occidente, se encuentran al borde
del abismo a raíz del desplome del precio del llamado oro negro. Se estima que
el efecto del precio del petróleo será mayor en estos países que el de las
propias sanciones. El Estado Islámico, por su parte, ha perdido fuelle en las últimas semanas, y muchos analistas y expertos dudan de que esto sea producto de los bombardeos norteamericanos, que no son complementados
por tropas terrestres que puedan terminar de eliminar las células que luchan en
Siria e Irak. Es factible que la caída del precio del petróleo haya dificultado
la colocación en el mercado negro del crudo producido en los territorios bajo
dominio del EI.
Un dato curioso, y sumamente revelador, fue la decisión tomada hace
apenas quince días por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
de NO recortar la producción, que es lo que tradicionalmente ha hecho como
medida para detener la caída del precio del petróleo. En teoría Arabia Saudita –
el mayor productor de petróleo del mundo, y el que tiene las mayores reservas probadas – debería ser el mayor afectado por los precios bajos. Pero tiene el lujo de
contar con alrededor de 750.000 millones de dólares en reservas internacionales, lo cual le permite capearse el temporal sin mayor
afectación, a diferencia de otros países como Rusia, Irán, Nigeria o Venezuela,
cuyos presupuestos estatales y dinámica económica dependen casi enteramente del
precio del petróleo. Recordemos que Irán es un serio rival para Arabia Saudita, y sacrificar un poco sus de reservas monetarias para
debilitar al enemigo parece ser un precio cómodo de pagar. En esto, los
intereses geopolíticos de norteamericanos y sauditas son plenamente
coincidentes.
Hay también un poderoso factor interno que contribuye a explicar el
fenómeno del precio del petróleo en la coyuntura actual. Estados Unidos tiene la economía más “vehículo-dependiente”
del mundo. Los cambios en los precios de
los combustibles tienen un impacto muy fuerte en la dinámica económica de ese
país, mayor y más inmediato que en la mayoría de otros países. Después de
muchos años de relativo estancamiento, la economía norteamericana está
creciendo hoy a un ritmo sano y robusto,
y con buena proyección para el futuro cercano. Lo curioso de todo esto es que llegó justo a tiempo para las elecciones de medio período que tuvieron lugar hace poco más de un mes.
A pesar de que ni las buenas cifras económicas ni el relativo debilitamiento
de algunos de los principales enemigos de Estados Unidos se tradujeron en apoyo
para el Partido Demócrata, es fácil imaginar que la decisión de aumentar la producción
petrolera fue percibida como una situación de ganar-ganar para el Presidente. La
apuesta fue clara por parte del gobierno de Barack Obama por una mayor
producción petrolera, con la esperanza de que la opinión pública se volcara a
favor de los Demócratas producto de la disminución de los precios de sus
derivados, de la reactivación económica, y del debilitamiento de los
principales focos de tensión para la política exterior estadounidense de los
últimos años. Esto aún podría tener efectos positivos para los últimos dos años
de Obama en el poder, para su legado histórico, y para el partido Demócrata de
cara a las elecciones presidenciales del 2016.
8 años del PLN preparando el terreno físico de los muelles y mental de los ticos para el ingreso de APM terminator ¿Ya estamos todos listos para entregar una casa vieja y mala? Apuesto que los extranjeros pueden hacer lo que nosotros no podemos pues ahora somos: unos inútiles Es mejor vender el país y que paguemos un alquiler por estar aquí. No podemos hacer que una empresa nacional y más exitosa de la región, como lo fue el ICE antes de OAS y sus ideas neoliberales vendetodo. ¿no es cierto compatriotas? Las transnacionales todas pueden ocuparse de todo pues tienen el dinero y pueden venir a lucrar de lo nuestro y de nosotros con facilidad. Falta solo entregar la Caja y el ICE o lo que queda de eso. Luego tendremos resultados como la carretera 27 o... la llamo autopista del sol...digo porque cuando llueve hay que cerrarla...pero a esos ladrones y saqueadores ya no podemos echarlos ni cerrar o acabar con el maravilloso trato que hizo Dioscar Arias. ¿por cuantos años es? Vendamos todo!! Vengan y tomen esto por nada...porque somos inútiles y no servimos para nada.... pobres y tercermundistas somos incapaces y los ingenieros nacionales son empleados sin capacidad de dirigir nada.
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