Hoy no hay balde

Asumo que todos conocen el chiste del infierno tico. Hoy, por primera vez en mi vida, usé los servicios de BCR Citas, para tratar de renovar mi pasaporte. Primero lo bueno. Llamé a las 8:20 a.m. al número 800-BCR-CITA (227-2482), y en vez de escuchar una grabación indicándome que el horario de oficina del banco es de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. – de verdad me lo esperaba cuando me percaté de la hora – me sorprendió la eficiencia: me atendieron y me ofrecieron una cita para hoy mismo a las 2:00 p.m. en la sucursal del BCR aquí en San Eustaquio, a 300 metros de mi oficina.

Durante la llamada me informaron de los requisitos: llevar el pasaporte viejo y una fotocopia de la página de la foto, llevar la cédula y una fotocopia por ambos lados, y llevar el medio de pago adecuado para cancelar el pasaporte ($56 al tipo de cambio vigente), el envío del pasaporte (¢3.129), y la comisión del BCR ($5 al tipo de cambio vigente). Como medios de pago aceptables me indicaron tres: efectivo, cualquier tarjeta de crédito ó débito cuyo emisor sea en BCR, o cualquier tarjeta Visa de cualquier otro emisor. Dean CóRnito no tiene cuentas en el BCR, ni le gusta manejar efectivo, pero sí tiene una tarjeta Visa de otro banco.

Tal como me instruyeron, faltando 15 minutos para las 2:00 p.m. me presenté a la sucursal de San Eustaquio. Esperé cómodamente sentado – aunque algo aburrido porque no me llevé nada para leer y el ICE tenía la red caída, por lo que ni siquiera pude revisar mi email. Pasaditas las 2:00 pm me llamaron por mi nombre. La señorita (supongo; no le pregunté) fue muy amable y bastante eficiente en su trabajo.

Sí me sorprendió, y de manera negativa – pero esto no es culpa de la plataformista – cuando me dijo que el envío del pasaporte tarda dos semanas. Por teléfono me dijeron que eran de 8 a 10 días. Si, don Dean, 10 días hábiles son dos semanas. Su pasaporte le llegará el 18 de octubre. La verdad es que no lo entiendo: en la oficina del BCR le toman a uno la foto digital, uno pone las huellas dactilares en un aparato electrónico, y firma también en formato digital. Además escanean el pasaporte viejo y la cédula. Es decir, capturan toda la información necesaria en formato digital, la cual tarda apenas unos segundos en ser recibida por las autoridades de Migración. Inmediatamente pueden imprimir el pasaporte y, entendiendo que Correos de Costa Rica no es la entidad más eficiente del mundo, uno podría tenerlo en 5 días. Pero no, son 10 días hábiles y calladito más bonito. Pero este no fue el problema.

El verdadero problema surgió cuando la señorita me pidió el pago. Saqué mi tarjeta Visa de un banco privado, y entonces me dijo que sólo aceptaban tarjetas del BCR. Pero señorita – repliqué – cuando llamé al 800-BCR-CITA me dijeron expresamente que aceptaban cualquier tarjeta Visa. Si, es cierto don Dean – me dijo ella – pero en esta sucursal no tenemos el aplanchador para las tarjetas de otros bancos. Y así no más, perdí la cita, porque en todo San Eustaquio no hay una sucursal del banco donde tengo mis cuentas personales, y la señorita no me podía esperar a que yo fuera a buscar un cajero automático. En su favor – de la chica que me atendió – he de aclarar que sí me habían advertido durante la llamada de la mañana que si no llevaba los requisitos completos perdía la cita. Lo que pasa es que yo sí llevé los requisitos completos, y fue por la inoperancia del elefante blanco llamado BCR que no pude completar el trámite.

En resumen, hoy no hay balde. Mierda sí, pero no hay con qué recogerla para echársela a uno encima.

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