sábado, 27 de octubre de 2007

La Caperucita Tica

Había una vez una pequeña nación, buena y buen portada, que vivía a la orilla del Bosque de las Oportunidades. Ese país se llamaba Caperucita Blanca Azul y Roja. Al otro lado del bosque vivía su abuelita, la señora Sueños de Desarrollo.

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Caperucita Blanca Azul y Roja era pequeña y ordenada, aplicada en su educación, y solidaria con sus amigos, los demás países democráticos. Lamentablemente, con el paso de los años, su madre, la señora Gobierno de Turno, fue descuidando la educación de Caperucita y esta fue perdiendo sus valores.

A través del tiempo, la señora Gobierno de Turno fue perdiendo la visión, hasta quedar prácticamente ciega, pudiendo únicamente distinguir sombras en la distancia. Un día, creyendo que veía a su madre, la señora Sueños de Desarrollo, venir en su dirección a través del Bosque de Las Oportunidades, Gobierno de Turno envió a Caperucita en busca de su abuela. El Bosque de las Oportunidades escondía muchos tesoros, pero también muchos peligros disfrazados de oportunidades.

Caperucita inició con mucha ilusión su travesía por el Bosque de Las Oportunidades, buscando a Sueños de Desarrollo. En el camino iba recogiendo buenas ideas y oportunidades, pero por ir tan concentrada en ello, pronto perdió el norte. Se salió del camino, quedándose en el lecho de flores de la discusión eterna de las oportunidades, y perdió de vista que su objetivo era encontrar a su abuelita, Sueños de Desarrollo. Al tomar el camino equivocado, empezaron a aparecer toda clase de peligros, pero al venir disfrazados de oportunidades, la Caperucita Blanca Azul y Roja no supo distinguirlos. De pronto apareció el lobo feroz, el señor Dinero Fácil, y disfrazado de abuelita, se llevó a Caperucita a una cueva oscura pero acogedora.

En la cueva, el lobo feroz explicó a Caperucita que si le enseñaba sus piernas, él le daría un premio a cambio. Caperucita, creyendo que alcanzar sus Sueños de Desarrollo era más fácil de lo que creía, rápidamente accedió a la petición del lobo. Este invitó a algunos de sus amigos, Grupos de Interés y Dádivas de Taiwán entre ellos, quienes ofrecieron más premios a Caperucita a cambio de mayores concesiones. Con las faldas arriba para enseñar las piernas al lobo, no pasó mucho tiempo hasta que Caperucita estaba entre las sábanas en plena orgía con Dinero Fácil, Grupos de Interés, Donaciones de Taiwán, y sus demás amigos.

Contrario a lo que muchos podrían creer, a Caperucita Blanco Azul y Roja le gustó tanto lo que recibía, que siguió haciendo visitas cada vez más seguidas a sus nuevos “amigos” del bosque. Sus amigos de la infancia, viendo que la Caperucita se había convertido en una ninfómana insaciable, cambiaron ingeniosamente el orden de las letras de su nombre y empezaron a referirse a ella como la Careputica Blanca Azul y Roja.

Las promesas de Dinero Fácil fueron nublando el juicio de la Careputica, que cada vez comprometía más la búsqueda de Sueños de Desarrollo, a cambio de unas monedas obtenidas con poco esfuerzo. Sin embargo, de sus nuevos amigos del bosque, el favorito de Careputica siempre fue Dádivas de Taiwán, quien era tan bueno en la cama, que igual se revolcaba con Caperucita, con varias de sus compañeritas de la Escuela de Centroamérica, y con su madre, la señora Gobierno de Turno. Tanta era la hombría de Dádivas de Taiwán, que para todas alcanzaba y no existían celos entre ellas.

Unos años después, trascendió que había en el bosque un lobo más grande y poderoso, de quién se decía que tenía una sorpresa tan grande entre las piernas, que Dádivas de Taiwán parecería como una pequeña provincia de un gran imperio al lado de este nuevo lobo. La señora Gobierno de Turno, habiéndose olvidado por completo de su madre Sueños de Desarrollo desde la primera vez que se revolcó con Dádivas de Taiwán hace 20 años, se dedicó en secreto y con mucho sigilo a buscar a este nuevo lobo. No quería que la Careputica se enterara hasta que el hecho estuviera consumado, porque conocía del cariño que ella sentía por Dádivas de Taiwán. A fin de cuentas, algo de lo aprendido por la pequeña Caperucita muchos años antes había quedado en ella, y aunque andaba en malas andanzas con Dádivas de Taiwán, lo apreciaba por provenir al igual que ella de una buena familia, la Familia de las Democracias.

Doña Gobierno de Turno encontró al nuevo lobo, que no resultó ser lobo sino dragón, conocido por sus amigos como el Dragón Chino. Sigilosamente, y conociendo de su reputación, don Dragón enseñó a la señora de Turno su miembro, y le ofreció entregárselo completo si tan sólo le conseguiera que la Careputica le diera la espalda a Dádivas de Taiwán y se metiera en la cama con don Dragón. A doña Gobierno de Turno no le molestó pasar de madre a proxeneta y, valiéndose de las promesas de Dinero Fácil, que estaba celoso por la relación especial de la Careputica con Dádivas de Taiwán, no le costó mucho convencer a su hija de las bondades que ofrecía el Dragón Chino.

Para demostrárselo, y exigir a don Dragón cumplir su promesa de permitir a la Careputica y a Gobierno de Turno disfrutar de sus proezas sexuales, doña Gobierno de Turno inició un periplo por el lejano oriente del Bosque de las Oportunidades, cuyos resultados están a la vista de todos. Como la Careputica se ha convertido en una vividora que depende de otros para resolver sus problemas, don Dragón muy amablemente se ha ofrecido a costear una cirugía plástica (la remodelación del Estadio Nacional), un tratamiento para mejorar sus vías circulatorias superiores (la carretera a San Carlos que don Dádivas de Taiwán dejó a medio camino cuando recibió la bofetada), un subsidio para los hijos abandonados de la Careputica (los damnificados de las inundaciones), y además prometió un préstamo por $250 millones para que doña Gobierno de Turno pueda sacar sus comisiones para mantener su estilo de vida cuando se pensione dentro de dos años y medio.

¡Achará la Caperucita Blanca Azul y Roja!

viernes, 5 de octubre de 2007

No coma cuento: ¡razone!

Cuando salga a votar, hágalo conociendo los hechos. La Iniciativa de la Cuenca del Caribe es una ley permanente de los Estados Unidos y no va a desaparecer porque Costa Rica rechace o apruebe el TLC. Eso es cierto, pero sólo es parte de la verdad.

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En el año 2000 el Congreso de los Estados Unidos aprobó una extensión indefinida de los beneficios de la ICC, que hasta entonces eran temporales y dependían de renovaciones periódicas por parte del Legislativo norteamericano. La ICC otorga entrada a los Estados Unidos sin impuestos a una gran cantidad de productos de los países de la cuenca del Caribe, incluida Costa Rica. También hay una cantidad importante de bienes producidos aquí que no están incluidos entre los beneficiados por la ICC.

También en el año 2000 los Estados Unidos aprobaron por primera vez extender los beneficios de la ICC a dos categorías de productos hasta entonces excluidos, y de particular interés para Costa Rica: atún y textiles. Esta inclusión, sin embargo, se hizo con carácter temporal, y el trato aduanero preferencial para esos productos vence el próximo año. No hay garantía de que los beneficios a los textiles y al atún sean renovados, y si no lo son, ello implicará grandes pérdidas de empleos e inversiones en nuestro país.

Por otra parte, si bien la ICC es una ley permanente, es potestad del Presidente de los Estados Unidos incluir y excluir países de la posibilidad de obtener los beneficios de la ley. No se lo dice el autor de estas líneas, a quien no tiene usted por qué creer. Lo dice la misma ley:.

"(B) The President may, after the requirements of subsection (a)(2) and paragraph (2) have been met--

(i) withdraw or suspend the designation of any country as a CBTPA beneficiary country"

TRADUCCIÓN:

“(B) El Presidente podrá, después de que los requisitos de la subsección (a)(2) y párrafo (2) hayan sido cumplidos--

(i) retirar o suspender la designación de cualquier país como país beneficiario de la CBTPA]”

Otra cosa importante que establece el “U.S.-Caribbean Trade Partnership Act of 2000”, que es la ley que dio caracter "permanente" al Caribbean Basin Trade Partnership Act (que es lo que conocemos en español como Ley de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe) dice que para que un país continue siendo beneficiario, tiene que cumplir una serie de requisitos. Entre ellos, "participate in negotiations toward the completion of the FTAA or another free trade agreement" (participar en las negociaciones tendientes a completar el ALCA u otro tratado de libre comercio). No es necesario un acto de fe para comprender que si un país participa en dichas negociaciones y luego se retira del acuerdo, está violando el espíritu de dicha "exigencia".

Se concluye de este análisis que la ICC puede seguir existiendo independientemente del resultado del Referendum y que, simultáneamente, Costa Rica puede quedarse afuera. Si usted iba a votar NO creyendo que Costa Rica va seguir disfrutando de los beneficios de la ICC, sepa que la única forma segura de seguir obteniendo ventajas como las de la ICC es entrando en el TLC. Lo demás son meras conjeturas.

El futuro de sus hijos y de nuestro país es demasiado importante como para dejarlo en manos del azar o de los humores del Presidente de turno de los Estados Unidos. Piénselo bien. Costa Rica necesita el TLC. Salga a votar. En el Referendum vote SI.

lunes, 1 de octubre de 2007

NO al cinismo

La campaña del TLC, tanto por parte del Si como del No, ha estado cargada de cinismo y ausente, en buena medida, de civismo. El memorando de Kevin Casas y Fernando Sánchez no es el único episodio infame ni tampoco el más tenebroso que hemos presenciado en esta campaña. La apropiación por parte de la campaña del NO del eslogan “No al miedo” y todos sus derivados, huele a hipocresía, y representa el mayor acto de cinismo que hemos observado desde que Pepe Figueres dijo sin el menor recato que el dinero de la donación para la Sinfónica se lo había gastado en confites.

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El memorando de Kevin Casas y Fernando Sánchez ha sido calificado de muchas cosas, pero en este rincón queremos ser originales y calificarlo de soberana estupidez. En primer lugar, si el memorando fue escrito, como se dice, al calor de la agresión de la que sus autores fueron víctima en un debate en la Universidad Nacional, debieron sus autores saber que nunca es aconsejable hacer las cosas en el momento de mayor enojo y frustración. Si se metieron a jugar en la política, simplemente no hay excusas. Y si lo escribieron, debieron de haber tenido la prudencia de no enviarlo inmediatamente, sino de darse un chance para revisarlo con las cabezas más frías. Probablemente no lo hubieran enviado, y se hubieran ahorrado todo este episodio. Las recomendaciones absurdas y antidemocráticas, tales como amenazar alcaldes con cortarles el suministro de recursos públicos y saturar la campaña con mensajes de miedo, sorprenden viniendo de un intelectual del calibre de don Kevin (de Fernando Sánchez nada decimos porque nada sabemos).

Pero quizás el mayor acto de cinismo relacionado con este affair no fue ni la escritura del memorando, ni la forma ilícita en que fue obtenido para su divulgación (hecho que no ha pasado desapercibido para el autor de estas líneas), sino el momento escogido para anunciar la renuncia de don Kevin. Si la renuncia era por decencia y honor, se hubiera dado inmediatamente después de publicado el memorando. Esperarse hasta quince días después, no solo fue un segundo acto de estupidez, por el daño que causó a la campaña del Sí, sino que resulta más que evidente que la renuncia se dio en el momento en que el gobierno tuvo conocimiento de los resultados de la encuesta que dos días después publicaría La Nación, con ambos campos en un virtual empate luego de que el Sí hubiera disfrutado de una cómoda ventaja pocas semanas antes. Es decir, la renuncia fue el resultado del cálculo político y no de un pretendido y malentendido honor que a la larga resultó más mancillado por el propio cinismo del cálculo politiquero. Si la encuesta hubiera mostrado que el infame memorando no tuvo impacto en las preferencias de los votantes, don Kevin no hubiera renunciado.

Sin embargo, la campaña que ha puesto en circulación calcamonías con mensajes como “¿Diciembre sin aguinaldo? En el Referendum vote NO” y “Diga NO al tráfico del órganos” no tiene ninguna autoridad moral para reclamar la bandera de la decencia y del honor en este torneo electoral. La campaña del NO se ha basado, desde el primer día, en la mentira y el miedo. Nos han querido asustar con una pretendida cesión de nuestro mar territorial a los Estados Unidos, cuando la realidad es que en este Tratado los Estados Unidos reconocen a nuestro país los derechos de soberanía sobre las 200 millas de mar territorial. Nos han querido hacer creer que el TLC elimina o reduce los derechos laborales y las protecciones ambientales, cuando lo cierto es que el TLC reconoce el derecho de cada país a establecer su propia legislación laboral y ambiental, y más bien exige que los estados miembros hagan respetar su propia legislación para evitar caer en la relajación de los derechos laborales ó de los estándares ambientales para promover la inversión extranjera.

La campaña del NO nos ha querido asustar con que el TLC implica la desaparición del ICE, cuando lo único que el TLC exige es la apertura gradual de los mercados de algunos servicios (telefonía celular e internet), bajo el marco legal que el país escoja para hacerlo. De igual manera, pretenden que nos traguemos el cuento de que el INS desaparecerá, cuando el mismo INS ya ha anunciado su incursión en el mercado centroamericano para estar preparados para cuando tengan que enfrentar competencia en el mercado local.

Ejemplos del cinismo en el bando del NO son abundantes. Por un lado, los autoproclamados defensores del medio ambiente y de la cultura nos tienen sucias todas las paredes de todas las ciudades y pueblos del país con grafitis con proclamas que ponen en duda la institucionalidad democrática del país, y nos tienen empapeladas, en abierta violación de las leyes nacionales, todas las ciudades y cuanto poste de alumbrado público existe con hermosos volantes con logotipos del tan discutido corazón del NO. Tan defensores de la cultura son, que hasta las ruinas de la Basílica de Cartago fueron víctima del vandalismo del NO. Por otro lado, tenemos al diputado Oscar López fomentando el miedo como estrategia de campaña con su “denuncia” de que el tráfico de órganos sería un negocio de las clínicas privadas de aprobarse el TLC. El mismo diputado López, del Partido Accesibilidad SIN EXCLUSIÓN, ha intentado acallar a don Jorge Manuel Dengo, creador del ICE y durante más de medio siglo uno de sus principales defensores, con el argumento de que como Benemérito de la Patria debe de mantenerse fuera de la discusión. En realidad, el que don Jorge Manuel opine que el TLC no pone en peligro ni al ICE ni al modelo de solidaridad social resulta inaceptable para López simplemente porque esa opinión no es de su agrado.

Mención especial en este capítulo merece Monseñor Ignacio Trejos, arengando a las hordas del NO con mensajes como que los que voten por el Sí no tienen corazón, y que la escogencia de este domingo 7 de octubre es entre Dios y Satanás. Vaya domingo siete. Lo que yo quisiera saber es qué va a decir Monseñor en misa el domingo 14 a sus feligreses que hayan votado por el Sí. ¿Será que en confesión los va a condenar a las llamas eternas del infierno? La verdad, si ese es uno de los principales dirigentes religiosos, ¡qué asco me da! Ojo, no se me malinterprete: creo firmemente en el derecho de los religiosos de tener y expresar su opinión, pero una cosa muy distinta es valerse de su hábito para mal informar y atemorizar a sus feligreses.

El rey del cinismo, sin embargo, es el sempiterno candidato Otón Solís. Don Otón nos ha repetido hasta la saciedad el cuento de que no se opone al libre comercio, sino a este TLC, y que por ende hay que renegociarlo. Como “prueba irrefutable” de la posibilidad de renegociarlo, don Otón ha hecho varios viajes a Washington a reunirse con senadores y congresistas, en su mayoría de segunda categoría, quienes le han manifestado su anuencia a hacerlo. No es el objetivo de este artículo discutir si el tratado es renegociable; lo que si es necesario mencionar es que si las amistades de don Otón son el senador que se autodefine como socialista y su compañero de viaje a Costa Rica, nos debe de resultar más que claro que el objetivo de don Otón es una renegociación en la que no haya libre comercio. Porque los ilustres invitados del PAC han sido claros, una y otra vez, que se oponen a cualquier tratado comercial donde empresas americanas tengan la posibilidad de crear fuentes de empleo fuera de los Estados Unidos, que es justamente una de las principales ventajas del TLC que ya tenemos firmado con Estados Unidos. Pero lo peor de todo es que apenas unos días antes de la traída a Costa Rica de los dos representantes del Legislativo norteamericano para participar en actos de la campaña en contra del TLC, eran los mismos dirigentes del PAC los que estaban denunciando ante el Tribunal Electoral la supuesta intromisión en asuntos internos de Costa Rica de otro extranjero, el embajador de los Estados Unidos en Costa Rica.

En La Suiza Centroamericana no condonamos las intromisiones de extranjeros de ningún bando: no aceptamos las injerencias de Hugo Chávez, ni las de Daniel Ortega, como tampoco las del embajador gringo ni las de los dos diputados amigos del PAC. Pero hay que tener una cáscara bien gruesa para traer a esos dos gringos apenas unos días después de denunciar al otro gringo por hacer lo mismo. Don Otón Solís no sólo es el rey del cinismo, es además el “tonto útil” de los sindicatos gringos que de ninguna manera quieren ayudar a nuestro país, y más bien buscan, a través de presiones y contribuciones a senadores y congresistas como Bernie Sanders y Michael Michaud, y de Nancy Pelosi y de Harry Reid, y con la ayuda de sus cómplices entre los sindicatos ticos, afectar el desarrollo económico de una región tan necesitada como la centroamericana.

lunes, 13 de agosto de 2007

De Jeques árabes, Premios Nóbel, y el maldito subdesarrollo

Que Costa Rica no es más que un cafetal con luces, nunca resulta tan evidente como cuando se presentan eventos que en cualquier país que se respete a si mismo pasarían inadvertidos, pero que en nuestra aldea todo el mundo se detiene a observarlos, comentarlos y hasta celebrarlos. La visita del príncipe Saudita Abdul Walid Ibn Sharmuta al Saud nos exhibe como los aldeanos que somos. Ser aldeanos no es malo; hasta resulta agradable y relajante. Pero caer idiotizados sólo porque un carajo que “vale” $21.000 millones de dólares aterrice en su jumbo jet de $340 millones en nuestro súper aeropuerto internacional de Liberia, nos deja muy mal parados. El tema no es para reírse de nuestra propia polada, ya que pone en entredicho hasta la seguridad nacional.

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El famoso príncipe, a cuyo arribo el periódico dizque más serio del país dedicó la portada, dos páginas internas enteras, y cinco notas periodísticas en una sola edición (1, 2, 3, 4, 5 ) es "tan importante", que estoy seguro de que ninguno de mis lectores se habrá percatado de que el nombre que usé en el párrafo anterior no es su nombre verdadero. Para los que no saben, en Arabia Saudita, cualquier hijo de cualquier miembro de la familia real es un “príncipe”. El Rey actual, que tiene 83 años, es el quinto hijo
del primer rey de Arabia Saudita que accede al trono desde la muerte de su padre en 1953, y debe de tener unos 18 hermanos y medios hermanos, cada uno de los cuales ha de haber tenido 4 ó 6 esposas, y por lo menos tres hijos con cada una de ellas, y todos y cada uno de ellos, y sus múltiples hijos, son considerados príncipes. El “famoso” Al-Walid bin Talal Bin Abdul Aziz Al Saud debe de estar algo así como en el puesto número 436 en el orden de sucesión al trono Saudita.

Lo que en La Suiza Centroamericana nos causa preocupación NO es que un “príncipe” no muy importante reciba una atención y cobertura que noticias mil veces más importantes no reciben, ya que eso a lo sumo es muestra de nuestro carácter aldeano. Y como dijimos más arriba, esa calidad de pueblerino que tenemos todos los ticos se nos hace simpática. Lo que verdaderamente nos preocupa es que de la nada aterrice en nuestro país un avión con 48 individuos de las más exóticas nacionalidades, pero como entre ellos viene un multimillonario con sangre de señor feudal, de pronto las reglas que aplican para los mortales comunes y silvestres es como que dejaron de existir. Según nos relata La Imparcial, el príncipe y su séquito no pasaron por las filas de Migración ni las de Aduanas, a pesar de que el aeropuerto fue cerrado durante la llegada del Jeque para que su sangre azul no se mezclara con la de turistas plebeyos que pudieran pasar por ahí. No solo no pasaron por Migración, sino que – nos sigue diciendo La Imparcial con evidente alegría – sólo permitieron la entrada al avión de UNA funcionaria de Migración, que fue atendida por el piloto y no se le permitió ver al príncipe ni a sus demás acompañantes. Nosotros creíamos que la autoridad era justamente Migración, y que el Principito no era más que un acaudalado turista que debía de someterse a las reglas de juego de nuestro país; tan ingenuos nosotros, ahora nos venimos a enterar de que son los cuerpos de seguridad sauditas los que estaban al mando y girando órdenes.

Según El Pasquín, el príncipe y su séquito de desconocidos salieron del aeropuerto
antes de que les hicieran el chequeo de Migración. Si salieron en un bus de lujo o en 18 Toyotas Prado del año, es irrelevante . En lo que a Dean CóRnito respecta, en ese avión bien pudo haber llegado Osama bin-Laden, que como las fuerzas de seguridad del príncipe no permitieron que ningún funcionario de Migración verificara como mínimo que las fotos en los pasaportes coincidieran con las caras de las personas que los portaban, nunca lo sabremos. Es más, bien pudieron llegar 47 acompañantes con el príncipe, y mañana, cuando el señor feudal abandone nuestro país, podrán irse con él 47 personas distintas de las que entraron. Total, nadie se va a dar cuenta.

La payasada no termina ahí. Los 48 visitantes, príncipe número 436 incluido, salieron del aeropuerto antes de que su equipaje fuera revisado por Aduanas. Si en él hubieran encontrado armas o drogas ilegales, sus dueños por supuesto nunca hubieran aparecido. Pero Dean CóRnito está dispuesto a apostar un cojón y la mitad del otro a que las valijas de tan exóticos visitantes ni siquiera pasaron por una pinche maquinita de Rayos X.

Y para terminar de hacerla trompuda, nuestro Premio Nóbel Presidente va de zampaguabas a recibir al príncipe millonetas en su casa, y ningún político de este país chista. Bueno, si no chistaron cuando recibió a la Maripepa en visita privada en Casa Presidencial durante su primer mandato, ni chistaron tampoco cuando recibió al alcohólico racista de Mel Gibson, iluso sería pensar que lo iban a hacer ahora. En La Suiza Centroamericana nos reconocemos y declaramos absolutamente ingenuos e ilusos, y por eso seguimos con la perorata.

La cosa es que si nuestro internacional presidente quiere devaluar la estatura de su premio Nóbel juntándose con cuanto bombetas con plata o con un par de buenas tetas se aparezca en nuestro país, allá él, es cosa suya. Pero cuando, como Presidente de la República, recibe a estos papanatas en su casa o en Casa Presidencial, está devaluando e irrespetando la institución de la Presidencia y está dejando en entredicho la reputación de país serio que podría tener Costa Rica en el resto del mundo. Y eso es intolerable en cualquier presidente, pero en especial en uno que se supone se especializa en la cosa esa que llaman relaciones internacionales. Ya lo habíamos dicho anteriormente, nuestro actual gobierno practica la diplomacia al estilo de las putas. Todo por un poquitillo de plata.

domingo, 12 de agosto de 2007

Lo que SI es y NO es el TLC

O, lo que SI dice y NO dice el TLC

1. El TLC es un instrumento para potenciar el crecimiento de la economía. El TLC N es un instrumento de distribución del ingreso; eso le corresponde al Estado hacerlo mediante una política fiscal que persiga alguna definición de justicia distributiva. Lo que resulta evidente es que sin crecimiento económico no hay riqueza para repartir.


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2. El TLC promueve la apertura de mercados clave para el desarrollo económico, como lo son telecomunicaciones y seguros. El TLC N promueve la privatización, la venta, ni el desmantelamiento de instituciones como el ICE y el INS. Si las instituciones son tan buenas como creemos, entonces no tienen que temer a la competencia.

3. El TLC, como documento legal que es, contiene definiciones de, entre otras cosas, lo que para efectos del tratado se entiende como el territorio nacional de las partes contratantes, y por ende, donde se aplica el convenio. EL TLC N cede el control de partes de nuestro territorio a otro país ni compromete la tan manoseada soberanía nacional.

4. El TLC reafirma el compromiso de Costa Rica de cumplir con una serie de convenios internacionales previamente firmados, como los de obtenciones vegetales y de propiedad intelectual. El TLC N compromete a Costa Rica en estos temas a niveles de cumplimiento o exigencias superiores a las claramente establecidas en el ordenamiento jurídico internacional y que habría que respetar independientemente de nuestra participación en el tratado comercial.

5. El TLC es un tratado internacional de idéntico rango para todas las partes contratantes. El TLC N es, como algunos neo-traductores del advenimiento de los últimos días nos han querido hacer creer, un Tratado para Costa Rica y un Convenio para los Estados Unidos. La Convención de Viena, que rige el Derecho de los tratados internacionales, es muy clara en este aspecto. No importa el nombre que el instrumento reciba: tratado, acuerdo, convenio, concordato, pacto, acta constitutiva, etc., todos son tratados desde el punto de vista de la Convención de Viena. Además, el mismo texto del TLC establece la equivalencia de términos.

6. El TLC N desmantela la legislación laboral costarricense ni reduce los derechos de los trabajadores. Muy por el contrario, el TLC establece que la legislación laboral de cada país debe de incorporar como mínimo los derechos de los trabajadores establecidos mediante convenios internacionales, en particular los de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Siendo que Costa Rica es suscriptor del convenio de la OIT, el TLC únicamente reafirma las obligaciones que de previo había adquirido el país en materia laboral. Otras disposiciones del TLC pretenden garantizar el acceso de los trabajadores a los tribunales para hacer valer sus derechos, y evitar que la debilitación de los derechos laborales se utilice como mecanismo para promover la inversión o el comercio. Nada de ello implica un debilitamiento de nuestra legislación laboral.

7. El TLC reconoce “el derecho de cada parte de establecer su propio nivel de protección ambiental y sus políticas y prioridades de desarrollo ambiental, así como de adoptar o modificar, consecuentemente, sus leyes y políticas ambientales”. Establece que “las partes reconocen que es inapropiado promover el comercio o la inversión mediante el debilitamiento o reducción de las protecciones contempladas en su legislación ambiental interna”. Y por si fuera poco, manifiesta el TLC que “ninguna disposición en este capítulo se interpretará en el sentido de facultar a las autoridades de una Parte para realizar actividades orientadas a hacer cumplir la legislación ambiental en el territorio de otra Parte”. Lo que aparece entre comillas son citas textuales del TLC.

8. El TLC establece que ninguno de los derechos del inversionista extranjero estará por encima de sus obligaciones en materia ambiental, estipulando claramente que los países tienen el derecho a exigir el cumplimiento de su propia legislación ambiental. El TLC N debilita nuestra legislación ambiental, sino que por el contrario, aclara que el inversionista no podrá ampararse en las regulaciones ambientales más laxas de otro(s) país(es) en sus potenciales disputas con el nuestro.

9. El TLC establece el marco legal que se aplicará para regular las relaciones entre los inversionistas y los Estados contratantes, bajo el principio de que “cada parte otorgará a las inversiones cubiertas un trato acorde con el derecho internacional consuetudinario”. Esto quiere decir, nuevamente, que el país se compromete a respetar el ordenamiento jurídico internacional, cosa que debe de hacer independientemente de su participación en el Tratado. Los elementos de ese derecho internacional consuetudinario a los que hace referencia el TLC son algunos como el Convenio sobre el arreglo de diferencias relativas a inversiones (CIADI), Convención de las Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional, y las Reglas de Arbitraje de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho Internacional Mercantil (CNUDMI). El TLC N implica ceder soberanía a un poder extranjero, sino reconocer que se es parte respetuosa del entramado de las relaciones internacionales.

10. El TLC N es la panacea para todos nuestros males. Tampoco es el instrumento satánico que nos hará perder la cultura popular, la identidad costarricense, ni la soberanía nacional. El TLC SI es una herramienta que, junto con un proyecto más amplio de desarrollo económico con solidaridad social, impulsará, gracias al ingenio, esfuerzo y trabajo de todos los costarricenses, un crecimiento sostenido que redunde en beneficios para todos. La ausencia de ese proyecto amplio de desarrollo no es achacable al TLC, sino a todos los costarricenses. Vetar el TLC por la ausencia del proyecto de desarrollo es condenar al país al subdesarrollo. Si la estrategia que queremos requiere de dos partes (herramienta de crecimiento y política de solidaridad), aprobemos la primera y aboquémonos a lograr la segunda. N a la pobreza. N al estancamiento. Sí al PRGRES.

martes, 7 de agosto de 2007

Yo no fui, fue Teté

De todas las excusas que a lo largo de su vida Dean CóRnito ha escuchado a un político dar cuando es agarrado con las manos en el botín, la del DiPACtado Olivier Pérez es la más patética, estúpida e inverosímil. ¡Y por mucho!

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Para los que se han pasado en la luna los últimos dos días, una empresa de la cual el Lic. Olivier Pérez era abogado, obtuvo una concesión en la zona marítimo –terrestre (ZMT) en algún lugar de Osa (Zona Sur) mediante una serie de tretas, amenazas, y la valiosísima “ayuda” de los hoy diputados Olivier Pérez (PAC) y Jorge Eduardo Sánchez (PUSC). La zona concesionada estaba habitada en su momento por varias familias – en precario y sin título de propiedad – que a su vez estaban solicitando concesiones para poder formalizar su situación. Pero la concesión que solicitaba Punta Dominical, la empresa para la cual trabajaba Pérez como abogado, no era factible si la zona estaba habitada, sobre todo habiendo solicitudes de concesión que competían por partes de la misma tierra que la empresa deseaba. Aquí es donde entran en juego los trinquetes de los cuales Pérez y Sánchez fueron artífices.

La empresa se dedicó a ofrecer bonos de vivienda a los precaristas para que abandonaran sus pretensiones. Lo extraño de esto es que una empresa privada no puede ofrecer bonos de vivienda a menos de que tenga muy buenas patas en el IMAS. Para ello contactaron al entonces – y hoy nuevamente – diputado Nalguitas Sánchez. Eso, mis amigos, se llama tráfico de influencias. Punta Dominical presentó un documento al Concejo Municipal de Osa, proponiendo donar terrenos y conseguir los bonos para reubicar a los precaristas de la ZMT. No queda claro quién redactó el documento; el diPACtado Pérez dice que fue otro abogado, Randall Sánchez (en su casa lo conocen), y éste se niega a dar declaraciones. Lo que si está claro es que fue el DiPACtado quien lo presentó al Concejo Municipal de Osa y a los habitantes, aunque él ahora diga que en eso el no participó “tanto”. Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre, la cosa es que participó, y ahí no hay tonos de gris.

Si le creemos a los residentes de la zona – y en La Suiza Centroamericana no tenemos ninguna razón para no hacerlo – don Olivier Pérez, no contento con presentar un documento a todas luces ilegal, por no entrar a hablar del tema favorito del PAC, como lo es el de la ética, se dedicó a presionar e intimidar a los pobres habitantes de la ZMT para que renunciaran a sus pretensiones y aceptaran los bonos en una ubicación diferente.

Lo más inverosímil de todo esto es que el flamante diPACtado dice que él se limitó a presentar el documento, pero que se opuso a sus términos porque reconoce que la propuesta por él presentada en nombre de la empresa para la que trabajaba, constituía un acto ilegal. Esto es como que un ratero común sea agarrado en una joyería a las 3:00 a.m. con un saco lleno de joyas, y que diga que él sólo ejecutó el robo pero que no es el autor intelectual porque sabe que eso es delito.

Yo no se si el diPACtado Olivier Pérez creerá que el tico promedio es tan inescrupuloso como él, pero si el PAC no lo expulsa por haber violado su código de conducta, como mínimo debería de expulsarlo por imbécil. Lamentablemente, y esto lo sabe muy bien don Olivier, el código de conducta y el Tribunal de Ética del PAC están de adorno, y los timoratos dirigentes del PAC se rehúsan a investigar de oficio a sus diputados corruptos. En el peor de los casos, don Olivier renunciará a su curul y podrá volver a sus andanzas sin las limitantes que le impone el código de ética que juró respetar y cumplir al postularse como candidato a Diputado. Evidentemente el código de conducta del Colegio de Abogados nunca fue impedimento para sus cochinadas. Por sus actos los conoceréis.

martes, 31 de julio de 2007

Nos lleva la trampa

Nunca he visto una campaña tan mal manejada como la del Sí. Mañana saldrá publicada una nueva encuesta que confirma la tendencia de las últimas semanas, con el Sí estancado o bajando, y el No en franco ascenso. Otra encuesta más, hecha por la UCR, da por vez primera la ventaja al No, por más de 8 puntos porcentuales. Y la campaña del Sí no aparece por ningún lado. ¿Qué está pasando?

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Dean CóRnito – o su alter ego en lo que la gente llama la vida real – no está participando activamente en la campaña, pero conoce personalmente a gente del PLN, PUSC, ML y PUN que están directamente involucrados. Conversaciones que he tenido con algunos de ellos en los últimos días, al igual que con Pakithor, quien a su vez ha conversado con otras personas involucradas en la campaña, me han llenado de preocupación y nos pueden dar una luz sobre lo que está pasando (o lo que no está pasando) en la campaña del Sí.

La campaña del Sí sufre de una apatía tan notoria que el esfuerzo que hacen algunas personas bien intencionadas no se nota por ninguna parte. No hay campaña proactiva, y a no ser por la pendejada de “Mi corazón dice Sí”, tampoco hay campaña reactiva. Desde hace un par de semanas los líderes del No nos vienen dando material suficiente para hundirlos casi por completo: UNDECA avaló donaciones del extranjero, Albino hipotecó una propiedad de ANEP para usar los fondos en la campaña contra el TLC sin autorización de su Asamblea General, los diputados del PAC violan su reglamento de ética en masa al ausentarse para romper el quórum e impedir la discusión de los proyectos paralelos, los líderes del PAC se rehúsan a investigar de oficio a su ex – Diputada que primero intentó autorecetarse un subsidio económico del Estado costarricense para su pujante negocio arrocero y luego renunció para recetarse un desmesurado incremento de pensión, y la campaña del Sí sigue como si no existiera.

Pero lo peor, como lo decía anteriormente, es que no hay campaña proactiva. Es cierto que están participando en debates (y dicho sea de paso, entiendo que por lo general usan a sus contrincantes de escoba); también es cierto que el Movimiento Libertario tiene equipos en todas las provincias explicando el TLC de puerta en puerta, y que ocasionalmente se observa un carro con calcomanía del Sí por aquí y otro por allá. Pero la campaña del Sí, como campaña integral, no se percibe.

Dice Pakithor, y estoy totalmente de acuerdo con él, que una debilidad del Sí es que presenta un frente unido que se constituye en un blanco muy fácil de los ataques de las hordas del No. Que los del No, en cambio, si bien es notoria la coordinación que existe entre ellos, presentan múltiples caras con distintas misiones, que van desde los grupos que utilizan la retórica extremista de no reconocer ni al TSE ni a la Sala IV, hasta la taimada posición de la Diputada Morales del PAC, que dice que ella se opone al TLC pero que si es aprobado en el Referéndum, hay que permitir aprobar las leyes paralelas en el plazo que otorga el mismo tratado. Lo único que le agrego al análisis de Pakithor es que, si bien el Sí presenta un frente en apariencia único, no es un frente tan unido como aparenta.

Los comentarios que escuchamos de gente de todos los partidos involucrados en la campaña del Si, es que la alta cúpula de Liberación Nacional, o al menos la facción Arista que nos gobierna, juega en este contexto a la política tradicional, donde a los miembros de otros partidos (e incluso de otras facciones del mismo partido) se les da participaciones menores pero que las decisiones realmente importantes están reservadas al círculo cercano a Zapote, sin importar cuál sea la experiencia política o la capacidad de aportar (en ideas, administración, rumbo) a la campaña del Sí de los que son y los que no son parte de ese círculo íntimo. Gente que está en el “Comando Nacional” del Sí confiesa estar aburrida y sin ganas de hacer mucho más esfuerzo, porque todos sus aportes son de una manera u otra bloqueados. Esa apatía, que ya carcome a la dirigencia del Sí, es evidente en las “bases”.

Los problemas del Sí son mucho más profundos que una potencial división de la cúpula; ya vemos que a los del No la aparente proliferación de frentes les ha resultado beneficiosa. La campaña del Sí carece de rumbo, no tiene estrategia. La única estrategia parece ser dejar que el Presidente de la República brille en su defensa del TLC mientras que los demás son opacados, y no se dan cuenta de lo cara que les está resultando tanta terquedad. Parecen no recordar que hace un par de años a poco estuvieron de dejar quemar el pan en la puerta del horno, cuando Oscar Arias superó a PACquetón Solís por apenas 18.000 votos. Dejar que Oscar Arias sea el principal portavoz del Sí, es dejar que todos los errores – reales o imaginarios – del gobierno sean embadurnados al TLC. Si la celebración de la Anexión del Partido de Nicoya se hizo, por juponada e imbecilidad, en Liberia y no en Nicoya como corresponde, la ocasión fue estratégicamente explotada por la gente del No para llevar agua a su ribera. Cosas que en apariencia no tienen nada que ver, terminan siendo utilizadas con gran eficacia por quienes se oponen al TLC.

Lo único que uno observa en las calles – en lo que al Sí respecta – son los rótulos con el mensaje “En esta empresa apoyamos el TLC” desplegados en las fachadas de grandes compañías y cámaras empresariales. Si esto es parte de la estrategia del Sí, es otro craso error. Quien escribe estas líneas está claro y convencido de que el TLC conviene al país como un todo. Que conviene al ciudadano común, al que busca superarse a través de un empleo mejor remunerado, y al que piensa en el futuro de sus hijos y sus posibilidades laborales. Que por supuesto conviene también a muchos empresarios (aunque no a los arroceros diputados que buscan sacar provecho propio de su gestión para obtener subsidios y así no tener que competir ni vender un buen producto para tener éxito en el mercado), pero no solo ni principalmente a los empresarios. Pero la proliferación de signos externos “empresariales” aunada a la ausencia de otros tipos de signos más relacionables con eso que los anglo-parlantes llaman los grassroots, refuerza la posición de quienes desde el No explotan con gran acierto el resentimiento social que ha aflorado en nuestro país en los últimos años.

En fin, nos preocupa que la campaña del Si esté siendo secuestrada por el personalismo y el narcisismo presidencial, sin darse cuenta de que lo que está en juego es mucho más que un simple tratado comercial. Lo que está en juego en esta ocasión es una decisión sobre el rumbo que debe seguir el país: una victoria del Sí debería de ser interpretada como un espaldarazo al modelo de desarrollo basado en la inserción de nuestro país en los mercados internacionales. Una victoria del Sí con un alto porcentaje de voto por el NO debería de enviar una señal clara de que si bien el modelo de desarrollo es deseable, las políticas de distribución de la riqueza no están funcionando y deben de ser overjoleadas. Pero una victoria del No abre las puertas a una pregunta más trascendental: ¿seguimos con el modelo de inserción económica internacional basada en un comercio cada vez más libre, o migramos a un sistema “bolivariano” de intercambio controlado entre países de economías similares, con todo lo que ello implica en el plano político para la democracia? Este es un plebiscito que el pueblo de Costa Rica no puede perder. Lamentable sería que nuestros dirigentes nos lleven al despeñadero.


sábado, 28 de julio de 2007

Veinte razones por las que los del NO creen que los del SI apoyan el TLC

1. Mi billetera dice Sí.
2. Mi corazón diría N, pero no tengo corazón.
3. Si William Walker hubiera ganado, hoy seríamos un estado de la Unión Americana.
4. Otón Solís dice que no es bueno, ergo es bueno.
5. En la U.I.A. me dijeron que es bueno, o sea, me entendés?

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6. Budweiser es toda.
7. Con el TLC se privatizarían las calles, y sólo los ricos podrían transitar por ellas. Así se acabarían las presas.
8. Sería más “in” pagar más caro por el celular y que no cualquier jaibo pueda tener uno.
9. George W. Bush es doña toda.
10. A los indios hay que sacarlos de Talamanca para cosechar sus órganos y exportarlos a la Yunai Estei.
11. Con el TLC vamos a robarnos lo que queda de Costa Rica.
12. Los del NO son unos burros porque no son corruptos: no aceptan pensiones mayores, no tienen doble moral, no admiten contribuciones extranjeras ilegales, ni desvían fondos para fines que no son los que la ley contempla.
13. Con el TLC nos van a exigir pasaporte y visa gringa para visitar las playas de Guanacaste y Limón. Así los comegüevos no podrán ir.
14. Necesito con urgencia una quinta línea telefónica en mi casa y no me puedo esperar dos años a que hayan pares.
15. Con el TLC haremos quebrar a la Caja y obligaremos a la gente a comprarnos las medicinas en nuestras farmacias.
16. ¡Qué cool sería que los gringos vengan y se lleven el agua pura del María Aguilar y nos la revendan embotellada bajo la marca Mary Eagler!
17. En la San Pol me enseñaron inglés de lo más bien.
18. El culo de Albino sería más rentable si lo exportamos que si lo tenemos aquí jodiendo la paciencia.
19. Con el TLC se crearán más empleos para la chusma y nos robarán menos.
20. Las del SI tienen las tetas más firmes.

lunes, 23 de julio de 2007

La lógica anti comercio

Hurgando entre las cajas viejas de la época de la U ahora que me pasé de casa, me encontré esta joyita de Frédéric Bastiat, un economista francés de primera mitad del siglo XIX, que escribió un tratado sobre Sofismas Económicos. Lo que transcribo es conocido como la Petición de los Fabricantes de Candelas, y corresponde al capítulo VII de los Sofimas. La traducción la encontré en internet (http://bastiat.org/es/), de manera que la copio aquí. Está un poco largo, pero les recomiendo leerlo completo, porque desnuda y exhibe de manera diáfana y transparente la ¿lógica? de quienes se oponen al comercio entre las naciones. El lenguaje es sencillo, la redacción es agradable; no hay que ser economista para entenderlo.


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PETICIÓN de los fabricantes de candelas, velas, lámparas, candeleros, faroles, apagavelas, apagadores y productores de sebo, aceite, resina, alcohol y generalmente de todo lo que concierne al alumbrado

A los señores miembros de la Cámara de Diputados

Señores:

Ustedes están en el buen camino. Rechazan las teorías abstractas; la abundancia y el buen mercado les impresionan poco. Se preocupan sobre todo por la suerte del productor. Ustedes le quieren liberar de la competencia exterior; en una palabra, ustedes le reservan el mercado nacional al trabajo nacional.

Venimos a ofrecerles a Ustedes una maravillosa ocasión para aplicar su... ¿Cómo diríamos? ¿Su teoría? No, nada es más engañoso que la teoría. ¿Su doctrina? ¿Su sistema? ¿Su principio? Pero Ustedes no aman las doctrinas, Ustedes tienen horror a los sistemas y, en cuanto a los principios, declaran que no existen en economía social; diremos por tanto su práctica, su práctica sin teoría y sin principios.

Nosotros sufrimos la intolerable competencia de un rival extranjero colocado, por lo que parece, en unas condiciones tan superiores a las nuestras en la producción de la luz que inunda nuestro mercado nacional a un precio fabulosamente reducido; porque, inmediatamente después de que él sale, nuestras ventas cesan, todos los consumidores se vuelven a él y una rama de la industria francesa, cuyas ramificaciones son innumerables, es colocada de golpe en el estancamiento más completo. Este rival, que no es otro que el sol, nos hace una guerra tan encarnizada que sospechamos que nos ha sido suscitado por la pérfida Albión (¡buena diplomacia para los tiempos que corren!) en vista de que tiene por esta isla orgullosa consideraciones de las que se exime respecto a nosotros.

Demandamos que Ustedes tengan el agrado de hacer una ley que ordene el cierre de todas las ventanas, tragaluces, pantallas, contraventanas, póstigos, cortinas, cuarterones, claraboyas, persianas, en una palabra, de todas las aberturas, huecos, hendiduras y fisuras por las que la luz del sol tiene la costumbre de penetrar en las casa, en perjuicio de las bellas industrias con las que nos jactamos de haber dotado al país, pues sería ingratitud abandonarnos hoy en una lucha así de desigual.

Quieran los señores Diputados no tomar nuestra petición como una sátira y no rechazarla sin al menos escuchar las razones que tenemos que hacer valer para apoyarla.

Primero, si Ustedes cierran tanto como sea posible todo acceso a la luz natural, si Ustedes crearan así la necesidad de luz artificial, ¿cuál es en Francia la industria que, de una en una, no sería estimulada?

Si se consume más sebo, serán necesarios más bueyes y carneros y, en consecuencia, se querrá multiplicar los prados, la carne, la lana, el cuero y sobre todo los abonos, base de toda la riqueza agrícola.

Si se consume más aceite, se querrá extender el cultivo de la adormidera, del olivo, de la colza. Estas plantas ricas y agotadoras del suelo vendrían a propósito para sacar ganancias de esta fertilidad que la cría de las bestias ha comunicado a nuestro territorio.

Nuestros páramos se cubrirán de árboles resinosos. Numerosos enjambres de abejas concentrarán en nuestras montañas tesoros perfumados que se evaporan hoy sin utilidad, como las flores de las que emanan. No habría por tanto una rama de la agricultura que no tuviera un gran desarrollo.

Lo mismo sucede con la navegación: millares de buques irán a la pesca de la ballena y dentro de poco tiempo tendremos una marina capaz de defender el honor de Francia y de responder a la patriótica susceptibilidad de los peticionarios firmantes, mercaderes de candelas, etc.

¿Pero qué diremos de los articles de Paris? Vean las doraduras, los bronces, los cristales en candeleros, en lámparas, en arañas, en candelabros, brillar en espaciosos almacenes comparados con lo que hoy no son más que tiendas.

No hay pobre resinero, en la cumbre de su duna, o triste minero, en el fondo de su negra galería, que no vean aumentados su salario y su bienestar.

Quieran reflexionarlo, señores, y quedarán convencidos que no puede haber un francés, desde el opulento accionista de Anzin hasta el más humilde vendedor de fósforos, a quien el éxito de nuestra demanda no mejore su condición.

Prevemos sus objeciones, señores; pero Ustedes no nos opondrán una sola que no hayan recogido en los libros usados por los partidarios de la libertad comercial. Osamos desafiarlos a pronunciar una palabra contra nosotros que no se regrese al instante contra Ustedes mismos y contra el principio que dirige toda su política.

¿Nos dirán que, si ganamos esta protección, Francia no ganará nada porque el consumidor hará los gastos?

Les responderemos:
Ustedes no tienen el derecho de invocar los intereses del consumidor. Cuando se les ha encontrado opuestos al productor, en todas las circunstancias los han sacrificado. Ustedes lo han hecho para estimular el trabajo, para acrecentar el campo de trabajo. Por el mismo motivo, lo deben hacer todavía.

Ustedes mismos han salido al encuentro de la objeción cuando han dicho: el consumidor está interesado en la libre introducción del hierro, de la hulla, del ajonjolí, del trigo y de las telas. - Sí, dijeron Ustedes, pero el productor está interesado en su exclusión. - Y bien, si los consumidores están interesados en la admisión de la luz natural, los productores lo están en su prohibición.

Pero, dirán Ustedes todavía, el productor y el consumidor no son más que uno solo. Si el fabricante gana por la protección, hará ganar al agricultor. Si la agricultura prospera, abrirá mercado a las fábricas. - ¡Y bien! Si nos confieren el monopolio del alumbrado durante el día, primero compraremos mucho sebo, carbón, aceite, resinas, cera, alcohol, plata, hierro, bronces, cristales, para alimentar nuestra industria y, además, nosotros y nuestros numerosos abastecedores nos haremos ricos, consumiremos mucho y esparciremos bienestar en todas las ramas del trabajo nacional.

¿Dirán Ustedes que la luz del sol es un don gratuito y que rechazar los dones gratuitos sería rechazar la riqueza misma bajo el pretexto de estimular los medios para adquirirla?

Pero pongan atención a que Ustedes llevan la muerte en el corazón de su política; pongan atención a que hasta aquí ustedes han rechazado siempre el producto extranjero porque él se aproxima a ser don gratuito y precisamente porque se aproxima a ser don gratuito. Para cumplir las exigencias de otros monopolizadores, Ustedes tenían un semi-motivo; para acoger nuestra demanda, Ustedes tienen un motivo completo y rechazarnos precisamente por usar el fundamento de Ustedes mismos sobre el que nos hemos fundamentado más que los demás sería formular la ecuación + x + = -; en otros términos, sería amontonar absurdo sobre absurdo.

El trabajo y la naturaleza concurren en proporciones diversas, según los países y los climas, a la creación de un producto. La parte que pone la naturaleza es siempre gratuita; la parte del trabajo es la que le da valor y por la que se paga.

Si una naranja de Lisboa se vende a mitad de precio que una naranja de París es porque el calor natural y por consecuencia gratuito hace por una lo que la otra debe a un calor artificial y por tanto costoso.

Luego, cuando una naranja nos llega de Portugal, se puede decir que nos ha sido dada la mitad gratuitamente, la mitad a título oneroso o, en otros términos, a mitad de precio en relación con aquella de París.

Ahora bien, es precisamente esta semi-gratuidad (perdón por la palabra) lo que Ustedes alegan para excluirla. Ustedes dicen: ¿Cómo el trabajo nacional podría soportar la competencia del trabajo extranjero cuando aquél tiene que hacer todo y éste no cumple más que la mitad de la tarea, pues el sol se encarga del resto? Pero si la semi-gratuidad les decide a rechazar la competencia, ¿cómo la gratuidad entera les llevará a admitir la competencia? O no son lógicos o deberían rechazar la semi-gratuidad como dañina a nuestro trabajo nacional, rechazar a fortiori y con el doble más de celo la gratuidad entera.

Otra vez, cuando un producto, hulla, hierro, trigo o tela, nos viene de fuera y podemos adquirirlo con menos trabajo que si lo hiciéramos nosotros mismos, la diferencia es un don gratuito que se nos confiere. Este don es más o menos considerable conforme la diferencia sea más o menos grande. Es de un cuarto, la mitad o tres cuartos del valor del producto si el extranjero no nos pide más que tres cuartos, la mitad o un cuarto del pago. Es tan completo como podría ser cuando el donador, como hace el sol por la luz, no nos pide nada. La cuestión, lo postulamos formalmente, es saber si Ustedes quieren para Francia el beneficio del consumo gratuito o las pretendidas ventajas de la producción onerosa. Escojan, pero sean lógicos; porque, en tanto que Ustedes rechacen, como lo han hecho, la hulla, el hierro, el trigo y los tejidos extranjeros en la proporción en que su precio se aproxima a cero, qué inconsecuente sería admitir la luz del sol, cuyo precio es cero durante todo el día.

jueves, 19 de julio de 2007

Corazones abiertos

La campaña del NO del corazón con la bandera de Costa Rica, desde que la vi por primera vez en un rótulo en San Ramón hace unas semanas, se me hizo ingeniosa y a la vez odiosa. Ingeniosa, porque al llevar el asunto al plano emocional, se evitan la dificultad de manejar una campaña de argumentos, tan difíciles de explicar, y tan lamentablemente escasos en algunos de los más visibles y reconocibles dirigentes del NO. Odiosa, por la perversa implicación, entre subliminal y abiertamente expuesta, de que únicamente quienes se oponen al TLC tienen corazón, son patriotas, y por ende son los únicos que llevan dentro de si los más altos intereses de la patria.

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No soy profesional, estudioso, o gran conocedor del arte de la publicidad, del diseño gráfico, ni de las técnicas de mercadeo. Por lo tanto, no me refiero a la campaña o sus símbolos en ese plano. Me refiero a aquello que a los del NO parece gustarles: a las emociones, sensaciones y sentimientos que la campaña me provoca.

Desde esta perspectiva, la decisión de la campaña del SI de contestar una pregunta que a todas luces era retórica, y por ende no buscaba respuesta (Mi corazón dice NO, ¿y el tuyo?), me ha parecido igualmente ingeniosa, a la vez que valiente. He de confesar que además me ha causado algo de alivio. Me explico.

Ingeniosa, por la forma de revertir el argumento usando la propia simbología de los del NO. Evidentemente los han dejado sin respuesta efectiva posible. Ojo: no se confunda ingenio con creatividad, que el calco de la imagen del corazón abanderado no ha pasado inadvertido a este autor. Valiente, porque hay que tener las pelotas bien puestas para atreverse a usar “el” símbolo de los adversarios, sabiendo que ellos – o mejor dicho, buena parte de su dirigencia – son los autoproclamados apóstoles de la moral y mártires del (des?)orden público. Esa condición de lo que la autoridad lingüística de la blogosfera nacional llama “comesantos cagadiablos” los hace muy predecibles, y era de esperar, tal como sucedió, que inmediatamente salieran a echarse la llorada por el “robo” de la imagen, a criticar la “falta de creatividad”, y a acusar la “desesperación” del bando del SI.

Por último, me trajo alivio porque ya era hora de que alguien hiciera entender a los cretinos que creen tener el monopolio del patriotismo, que hasta en ese ámbito tienen competencia. Que podremos tener una visión de mundo diferente, pero que congruente con nuestra forma de ver las cosas, queremos lo mejor para el país. Que la mayoría de nosotros es patriota y honesta, como estoy seguro que es la mayoría de ellos también. Que mostramos nuestro patriotismo, entre muchas otras formas, trabajando todos los días para hacer progresar a nuestro país, respetando a sus instituciones, y creyendo en la capacidad de todos los ticos para sacar a Costa Rica adelante. Que también tenemos corazón, y que cuando de asuntos de la patria se trata, la sangre que bombea es blanco, azul y rojo.

martes, 17 de julio de 2007

Treinta razones para oponerse al TLC

1. Mi corazón dice NO.
2. Si vendo mi corazón a un gringo, tendría que votar usando mi cerebro (y no se cómo usarlo).
3. Mi corazón es demasiado grande para ser comerciado.
4. El TLC obligaría a Saprissa a contratar futbolistas gringos y dominicanos.
5. Tengo el colesterol alto de tanto comer en McDonald’s, y si ni regalada me aceptan mi sangre en la Cruz Roja, menos voy a poder venderla en Estados Unidos.

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6. Sólo me queda un riñón.
7. Sólo tengo un culo, y no está en venta.
8. Con el TLC los gringos vendrían a llevarse las aguas prístinas del Tárcoles, del María Aguilar, y de los mantos acuíferos de Belén.
9. Los gringos se llevarían las playas de Guanacaste a California, y las de Limón a Florida.
10. Los gringos también se llevarían nuestro petróleo porque el subsuelo pasaría a pertenecerles.
11. William Walker era neoliberal, Juanito Mora votaría NO.
12. Otón Solís dice que no es bueno, y si él lo dice, yo le creo.
13. Soy graduado de la UCR, ergo soy patriota.
14. No quiero más y mejores oportunidades de empleo porque la verdad: ¡qué pereza bretear!
15. La cerveza gringa sabe a miados de yegua.
16. Me encanta escuchar el mensaje: “el celular marcado no está en el área de cobertura o se encuentra apagado”.
17. No me gustaría que me puedan ubicar en mi celular cuando ando en regiones remotas como El Coyol de Alajuela o Sabana Norte.
18. Me gusta tener que esperar dos años por una línea telefónica fija.
19. Cuando me chocan el perol, me encantan todas las salidas que tiene el INS para no pagar el arreglo.
20. Los ticos somos incapaces de competir en los mercados internacionales.
21. Los gringos no consumen catéteres hechos en Barreal, ni implantes de seno hechos en La Aurora, ni bolas de beisbol hechas en Turrialba, ni minivegetales provenientes de Cervantes, ni microchips hechos en Belén.
22. Los exámenes de Estudios Sociales eran más fáciles cuando Costa Rica sólo exportaba café, bananos, carne y azúcar.
23. Venezuela no tiene TLC con Estados Unidos.
24. EPA es venezolana.
25. Hugo Chávez es doña toda.
26. Con el TLC quebrarían las farmacias de la Caja y solo podríamos comprar medicinas en la Fischel.
27. Cuando era adolescente, una gringa me “bateó”.
28. Los del NO tenemos el pene más grande.
29. Sólo tengo un culo, y prefiero ponérselo a Albino antes que a cualquier gringo.
30. Albino es toda.

domingo, 15 de julio de 2007

Razones para amar un monopolio

Los vendepatrias neoliberales del “Sí” profesan un incomprensible odio a los monopolios, y especialmente si se trata de los estatales. Por más que uno les explique que gracias al ICE los inditos de Talamanca cuentan con servicio telefónico aunque no tengan ni cédula, ellos insisten en la apertura, en la libertad de elegir, y no se qué otras yeguadas más. En los últimos quince días, a pesar de que el patrono de Dean CóRnito, que es de los chupasangres del “Sí”, no le dio vacaciones de medio año, Dean pudo disfrutar de dos días y una tarde libres, cortesía del ICE. Si a estos desalmados neoliberales no podemos convencerlos con argumentos de solidaridad social como el de Talamanca, tal vez esta si sea razón suficiente para convencerlos de amar a esta empresa de todos los costarricenses.

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Resulta que por circunstancias de la vida, Dean CóRnito tuvo que pasarse de casa recientemente. Al dueño de la casa que alquilaba lo echaron de su casa, y puso a Dean patitas en polvorosa con todo y doña, güilas, y cachivaches. En un golpe de suerte, la señora de CóRnito encontró en San Eustaquio otra casa, más pequeña pero muy corronga, quinientas varas al este de nuestra antigua residencia. De inmediato, Dean CóRnito se dio a la tarea de hacer todas las gestiones para la mudanza, incluyendo la solicitud de traslado del servicio de internet. En San Eustaquio del Cuento Completo, donde vivimos, la compañía de cable no provee el servicio de internet, pero gracias infinitas al cielo el ICE ofrece Acelera. Nótese la perversidad de la empresa privada y la solidaridad social del monopolio.

El único problema fue que en la central telefónica de San Eustaquio no quedan puertos disponibles de internet, de manera que si Dean cancelaba el servicio y pedía uno nuevo, hubiera tenido que entrar en lista de espera. Otro problema menor es que, por disposiciones del ICE, el servicio de Acelera no se puede trasladar; hay que cancelarlo y pedir uno nuevo. Pero como ya vimos, eso hubiera dejado a Dean sin internet (y ustedes mis lectores se hubieran salvado por un rato más de mis necedades). Dichosamente, un amigo de Dean es técnico en telecomunicaciones, de esos que trabajan para una Sociedad Anónima Laboral del ICE, y le explicó que aunque no se puede trasladar el servicio de internet, si es posible trasladar la línea con todo y el servicio de Acelera.

Con esa información, Dean se fue a negociar con su antiguo casero para que le permitiera trasladar la línea. Para no aburrirlos con el cuento, el casero accedió al traslado siempre y cuando se pudiera instalar una nueva línea telefónica en su casa, y que Dean asumiera el costo del traslado de la línea vieja y de la conexión de la línea nueva. Además, y como la línea que Dean quería trasladar está a nombre de su casero, éste exigió un depósito de garantía nada barato.

El primer escollo de la negociación fue felizmente superado: el ICE si tiene líneas telefónicas disponibles en San Eustaquio. Dean CóRnito pagó todo lo que se había comprometido a pagar, y a otra cosa mariposa. Pero toda esta introducción era para contarles por qué Dean pudo disfrutar de un par de días libres. Resulta que unos días después de solicitado el traslado, Dean recibió una llamada de un técnico para programar la instalación. Como el técnico es ser humano, puede programar la fecha pero no la hora de la instalación. Es tan complejo su trabajo, que ni siquiera puede confirmar si la conexión se hará en horas de la mañana o de la tarde. Pero es muy importante, eso sí, que en la casa esté un adulto disponible en el momento en que llegue el técnico a hacer su trabajo. De manera que Dean pidió un día libre en el trabajo – el capitalista de su patrono se lo descontó – y estuvo el día entero en su nueva casa sin teléfono ni internet, circunstancia que aprovechó para iniciar la lectura de una novela. El pobrecito técnico no pudo llegar en todo el día, y entretenido en la lectura se le fue el primer día libre a Dean CóRnito. A la mañana del día hábil siguiente, Dean llamó al ICE para reprogramar la instalación. De seguido pidió otro día libre en su trabajo – una vez más se lo descontaron, con el telele ese de pagar únicamente las horas trabajadas – y Dean pudo terminar en tan solo esos dos días libres la novela Los Pilares de la Tierra, que tiene más de 1.300 páginas de extensión. Lamentablemente, el pobrecito técnico una vez más no se pudo aparecer.

Como tres días sin paga en una quincena desequilibran el presupuesto de cualquiera, Dean se vio en la penosa obligación de llamar a la Contraloría de Servicios del ICE, donde después de una muy interesante conversación de esas que a Dean le encanta sostener, logró convencerles de que programaran la instalación para el sábado por la mañana. Ese sábado el técnico llegó, hizo la instalación, pero el servicio no quedó funcionando porque aparentemente el cableado interno de la casa no estaba bien distribuido.

El caso es que, curiosamente, la nueva línea que Dean solicitó para su ex -casero fue instalada antes de que trasladaran la línea vieja a su nueva casa. Por supuesto, la nueva línea no podía ser usada, porque el espacio estaba ocupado por la línea vieja. El ex -casero se enfureció, y como buen capitalista desalmado que es, exigió que Dean pagara la mitad de la cuenta del primer mes de la nueva línea (porque los primeros quince días no la pudo usar). Además, Dean tuvo que pagarle a su amigo el de la SAL para que una tarde viniera a arreglar el cableado de la nueva casa y a conectar la línea nueva de su ex –casero, que los del ICE habían dejado “hasta la caja” porque el espacio estaba ocupado por la línea que no habían trasladado.

Si nos ponemos a analizarlo, los inconvenientes descritos son “pecata minuta”. Al final de cuentas, el resultado es digno de admirar, y razón de sobra para amar al monopolio: la línea quedó instalada con todo e internet, con apenas 22 días de atraso, y Dean CóRnito disfrutó de dos días y una tarde libres en los cuales se pudo leer una novela que de otra forma hubiera durado meses en terminar. Dígame, estimado lector: ¿cree usted que en un mercado competitivo, con el cuento ese de la eficiencia y la “libertad de elegir”, Dean hubiera obtenido tantos beneficios?

jueves, 12 de julio de 2007

1000 días

Hace poco menos de dos semanas, un amigo de esos cuya condición no requiere de adjetivos porque es de los de verdad, me pidió que firmara una carta solicitando “justicia pronta y cumplida” para don Miguel Ángel Rodríguez, el ex –Presidente de la República. Sin dudarlo un instante, accedí a firmar la carta por los motivos que aquí expongo.

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Hoy hace exactamente mil días don Miguel Ángel regresó a Costa Rica luego de ser implicado por algunos medios de comunicación en un escándalo de corrupción de magnitud hasta ese entonces nunca vista en nuestro país. Hoy hace mil días, Rodríguez regresó a Costa Rica a hacer frente a las acusaciones. Hoy hace mil días, el mundo entero pudo observar cómo un país que se precia de ser ejemplo de democracia y adalid de libertad, pisoteó en horrendo espectáculo público, transmitido en vivo y en directo a todos los rincones del orbe gracias a la “oportuna” e ilegal facilitación del entonces Ministro de Seguridad Pública, los más básicos derechos humanos de un ex –Presidente, quien recibió un trato que ni el más reincidente de los delincuentes – pensemos hoy por hoy en el Gato Félix – ha recibido jamás en su vida. Hoy hace mil días, pasé el día entero pegado a la pantalla de mi televisor – teleidiotizado, hubiera dicho mi difunto padre – viendo la grotesca humillación pública, y no pude evitar derramar una lágrima por Miguel Ángel el ser humano, pero más aún por el deplorable estado de descomposición de la sociedad costarricense.

Yo no se si Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos que se le achacan. Lo que si se es que desde el primer momento, el ex – Presidente se mostró anuente y dispuesto a enfrentar los cargos. Lo que también se es que don Miguel Ángel regresó a Costa Rica por sus propios medios y por su propia voluntad, habiendo tenido oportunidades de sobra para refugiarse en cualquier otro lado. Algo más que se es que, a diferencia de otro ex – Presidente que escogió convertirse en fugitivo internacional, Miguel Ángel Rodríguez exhibe una conducta típica de quien no teme a la justicia.

Yo no se si Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos que se le achacan. Lo que si se es que hace mil días se nos decía que el caso era claro como el agua, que la acusación se caía por su propio peso, y que el señor Rodríguez era más culpable que Tres Pelos. Lo que también se es que don Miguel Ángel fue juzgado en los tribunales de la prensa y condenado en la sala de la opinión pública, con una eficacia tal que mucha gente no comprende cómo el hombre salió de la cárcel después de “tan solo” cuatro meses “habiendo cometido delitos de tal magnitud.”

Yo no se si Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos que se le achacan, ni pretendo que se le den prerrogativas especiales por haber sido Presidente ni que se le exonere de enfrentar un juicio. Lo que si se es que mil días son demasiados como para que, en un caso “tan claro como el agua”, a estas alturas el hombre ni siquiera haya sido acusado formalmente. Porque esto es algo que la mayoría de los costarricenses no saben o no comprenden: el señor Rodríguez no ha sido acusado formalmente de ningún delito. Las insinuaciones, aseveraciones, afirmaciones y elucubraciones de La Nación y de Telenoticias no constituyen ni remotamente una acusación en el sentido judicial de la palabra.

Yo no se si Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos que se le achacan, pero quisiera saberlo de una vez por todas. Lo que si se es que si don Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos, los costarricenses merecemos que sea condenado y enviado a purgar la pena donde corresponda a una persona de su edad. Lo que también se es que si logra demostrar su inocencia (o, más correctamente, si la Fiscalía no logra demostrar su culpabilidad), mil días son más que suficientes para haber desgraciado la vida de una persona que todavía tenía mucho que aportar a la sociedad.

Yo no se si Miguel Ángel Rodríguez cometió los delitos que se le achacan. Lo que si se es que mil días sin siquiera una acusación es una aberración de la justicia y una flagrante violación del principio de la justicia pronta y cumplida. Por eso, desde mi rinconcito en el ciberespacio, uno mi voz a la de quienes con toda razón piden justamente eso: justicia pronta y cumplida para el señor Miguel Ángel Rodríguez.

sábado, 7 de julio de 2007

El sonido de las máscaras al caer

Cuando una máscara cae al suelo, hace un sonido muy peculiar. Es el sonido del ridículo que hace quien portaba una y ahora podemos ver exactamente de quién se trata. Es el sonido de la disonancia entre el discurso y la práctica, que suena sospechosamente similar a la hipocresía, no muy distinto del engaño. Es muy parecido al crujir de la cáscara de un huevo, tan frágil como la mentira escondida entre la máscara y la verdadera cara del embustero. Es el sonido que están haciendo los “patriotas del No” desde que la Sala IV avaló el TLC con Estados Unidos. Para escuchar el sonido, basta con leer sus propias palabras.

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Hay suficiente material para escribir veinte páginas, pero para no aburrir a mis pacientes lectores, voy a concentrarme en Otón Solís y su artículo publicado el viernes 6 de julio en La Nación. Yo tuve un profesor en la Universidad que decía que él era absolutamente fiel a su esposa, no porque fuera un hombre virtuoso, sino porque sabía que era imposible sostener una mentira durante mucho tiempo sin caer en contradicciones. Una valiosa lección de vida, que evidentemente los PUTICAS (Patriotas Unidos Ticos Contra Arias Sánchez) no aprendieron, Otón Solís incluido.

“La consulta de constitucionalidad, fundada en análisis de especialistas de la Universidad de Costa Rica, intentaba evitar que el pueblo se manifestara sobre un TLC que consideramos violatorio de nuestra Constitución." Palabras de Otontón Solís, trapito de dominguear del PAC.
Tomen nota, mis coterráneos: don Jetón Solís reconoce en un artículo de opinión firmado por él que su intención era evitar que el pueblo se manifestara sobre el TLC. Él, que se ha autonombrado en dos campañas presidenciales el legítimo representante del pueblo, quiere impedir que el pueblo de su opinión. Peor aún, Tontón Solís quiere evitar que el pueblo tome una decisión soberana. Como lo dijimos en un artículo durante la campaña electoral, Jetón Solís se arroga la representación del pueblo sin molestarse en averiguar qué es lo que ese pueblo quiere. Es producto de su ciega arrogancia creer que él sabe mejor que el pueblo lo que el pueblo necesita. A fin de cuentas, cómo nos lo dijo hace un par de años la tristemente célebre “Comisión Nacional de Enlace” en el contexto de la reelección presidencial, la decisión del pueblo favorable a Oscar Arias sería considerada una grave equivocación y sería desconocida por ellos. Lamentablemente, Otontón nunca corrió a deslindarse de semejantes posiciones extremistas y antidemocráticas, y ahora le agarró tarde. Creyó suficiente no participar en algunas reuniones con algunos dirigentes antidemocráticos, pero siempre los consideró sus compañeros de viaje y los acompañó en alguna que otra marcha y actividad anti TLC. Y eso habla muy pobremente de sus propios atestados democráticos.

“El fallo únicamente establece que el TLC no atenta contra el ordenamiento constitucional.” Nuevamente, palabras de Otontón Solís.
Además de obvia y auto evidente la afirmación, no nota don Jetón Solís la contradicción en que incurre en el mismo artículo de opinión: aquí nos dice que el TLC no es contrario a la Constitución; en la cita del párrafo anterior nos decía del TLC que lo “consideramos violatorio de nuestra Constitución. Don Otón: las cosas no pueden ser y no ser a un mismo tiempo. Pero ya le conocemos su costumbre de defender un argumento y su contra argumento, dependiendo del contexto y de sus intereses propios, sean estos comerciales, personales, o electoreros, así que no nos sorprende.

“Una vez que las(os) ciudadanas(os) escojan en el referéndum, se debe decidir el futuro del TLC y de esa agenda, no antes.” Jetón Solís.
Una vez más Otontón Solís, el sempiterno candidato presidencial del PAC, deja caer su máscara y se resbala en su propia mentira. Primero nos dijo que si el resultado del referéndum favorecía el SI, su partido no obstruiría la tramitación de la agenda paralela. Ahora nos dice que una vez que el pueblo escoja entre el Si y el No, “se debe decidir el futuro del TLC”. Y nosotros, los tonticos del pueblo, creíamos que es justamente el pueblo, en el referéndum, quien decidirá el futuro del TLC. Y resulta que también será después del referéndum que “se debe decidir” sobre el futuro de la agenda complementaria. No importa que ya antes nos había anunciado que si prevalecía el Si, la fracción de su partido no sería obstáculo para la tramitación de dicha agenda. No importa que una vez más se contradiga, y todo contenido en un solo artículo de opinión, firmado “de su puño y letra”, porque la verdad detrás de todas estas mentiras es que Otón es el camaleón político por excelencia, que cambia de discurso dependiendo de la audiencia, lugar, época, y de sus cambiantes intereses personales.

El referéndum es nuestra meta, es el verdadero desafío histórico que se le presenta a Costa Rica para distinguirse como una nación diferente, pacífica y profundamente democrática.” Quien habla no es otro que Otontón Solís.
De nuevo se contradice don Jetón, y ni siquiera se sonroja. Ahora resulta que el referéndum es su meta, pero en la primera cita arriba nos decía que la intención era evitar el referéndum. Entonces, ¿Somos o no somos? Don Jetón, sus mentiras y sus contradicciones nos tienen cansados. ¿Por qué no le habla de frente al pueblo y nos dice lo que usted piensa de nosotros? ¿Que somos una manada de burros necesitada de un líder preclaro y “todocognisciente” como usted que la salve de sus errores? Noooo, don Otón, de falsos mesías está llena la historia, y no tenemos que ir muy lejos en el plano físico ni en el temporal para ver los desastrosos resultados que ellos han provocado. Aquí mismo, en Latinoamérica a inicios del siglo XXI, apenas unos grados al sur, allá en las tierras bolivarianas del principal financista de la campaña del No. O en nuestra misma Costa Rica, no hace treinta años, cuando sufrimos el descalabro producto de las posiciones patrioteras de su otro compañero de viaje, don Rodrigo Carazo, musa e inspiración de la Comisión Nacional de Enlace, a quien en su época se le decía el Macho Cambiazo, porque al igual que usted, cambiaba de argumento más a menudo que lo que se cambiaba de calzoncillos.

Usted, don Otón, se pintará de demócrata de vocación, pero detrás de esa máscara, no es muy diferente del tirano de Hugo Chávez. Lo único bueno que ha hecho es haber dejado caer la máscara, para que los costarricenses sepamos quién es usted en verdad.

miércoles, 4 de julio de 2007

Manifiesto Anti TLC

Los Patriotas Unidos Ticos Contra Arias Sánchez (PUTICAS), ante la flagrante violación de nuestros derechos perpetrada por la Sala Constitucional de manera antipatriótica al no encontrar inconstitucionalidades en el texto del Tratado de Libre Comercio con el Gran Satán Americano,


CONSIDERANDO:

1) Que el TLC tiene más de 11.000 páginas.
2) Que es imposible que un grupo de juristas educados por profesores de la ANDE y la APSE puedan analizar un documento tan largo en sólo un mes.

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3) Que por Ley de los Grandes Números, es imposible que en más de 11.000 páginas no exista un solo roce con la constitución.
4) Que presentamos la consulta de constitucionalidad del TLC con el afán de retrasar el referéndum porque nos dejaron sin la posibilidad de hacerlo mediante la recolección de firmas, y nunca con el objetivo de que se dilucidara si en efecto existían roces constitucionales en dicho texto.
5) Que de acuerdo con las matemáticas que enseñan los mismos maestros de la ANDE y la APSE (todos ellos PUTICAS honorarios), si dos de siete magistrados consideran que hay inconstitucionalidades en el TLC, entonces el TLC es inconstitucional.
6) Que la Sala Constitucional que resolvió la inexistencia de roces constitucionales en el texto del TLC es la misma que provocó el golpe de estado a la institucionalidad que representa la reelección presidencial.
7) Que los cinco Magistrados de la Sala Constitucional que no encontraron roces con la Constitución no son especialistas en derecho constitucional, como si lo son todos los patrióticos abogados que opinan que el TLC es inconstitucional.
8) Que el intercambio internacional sólo desgracias trae a los costarricenses. Por ejemplo, cuando se juega el campeonato nacional de fútbol, siempre es un equipo tico el que gana, pero cuando jugamos en torneos internacionales los imperialistas como Japón hoy, Estados Unidos en la Copa Oro, y Alemania en el Mundial pasado, se aprovechan de que somos un país pobre y nos ganan los partidos sin misericordia.
9) Que la única forma legítima de democracia es la que se ejerce en las calles y no en las instituciones creadas para tal fin.


POR TANTO:

1) Los PUTICAS desconocemos el fallo de la Sala IV en todos sus extremos.
2) Algunos PUTICAS no damos declaraciones a medios cuya línea editorial favorece el TLC.
3) Los PUTICAS sabemos más que los Magistrados y aseguramos al pueblo costarricense que el TLC es inconstitucional.
4) Los PUTICAS no aceptamos la dictadura judicial.
5) Los PUTICAS estamos seguros de que habrá fraude en el referéndum, como lo hubo en las elecciones de Oscar Arias y Miguel Ángel Rodríguez. Es claro que si no prevalece un candidato o una tesis patriótica, tiene que ser resultado del fraude. Los PUTICAS, junto con nuestros hijos, los hijuePUTICAS, somos mayoría.
6) Convocamos a todos los PUTICAS, declarados, agazapados, salidos del clóset o no, a tomar las calles, el lugar donde reside la legitimidad democrática, como muestra de repudio al traidor y antipatriótico fallo de la Sala IV. Seamos patrióticos, ondeemos la bandera venezolana y paralicemos cuanto servicio público esté a nuestro alcance.


Las opiniones aquí expresadas no son necesariamente las de su autor. La Suiza Centroamericana no se hace responsable de las reacciones que el presente Manifiesto pueda causar a los atragantados que no comprenden ni saben disfrutar el género sarcástico.

jueves, 28 de junio de 2007

Derribando mitos – 4ª parte

Hace un tiempo escribí una serie de artículos en la que analicé diversos aspectos del TLC entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, con la intención de demostrar la falsedad de algunos de los más frecuentes argumentos que utilizan los opositores al TLC. A dichos argumentos fantasiosos los llamé mitos del TLC, en el entendido de que la cuarta acepción del vocablo mito en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (22ª edición) es “Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.” Dos años más tarde, gracias a la inacción del anterior gobierno, y a la incapacidad de nuestros diputados para resolver las cosas importantes, el tema del TLC sigue de moda. De manera que considero relevante continuar derribando los mitos que han surgido en torno al TLC.

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Seamos realistas: ser partidario del NO es siempre complicado, emocional o psicológicamente. Nadie quiere ser acusado de negativo. Sin embargo, podemos analizar el pedigrí de la mayoría de los liderejos del NO y nos daremos cuenta de que son de los que siempre se oponen a todo. Como diría mi hermana, es gente que siempre está a favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor. Para superar sus traumas, o para lavarse la cara en público, hoy nos dicen que no están en contra del libre comercio. Que no se oponen a cualquier TLC, sino a este TLC, porque Estados Unidos nos hincó en la negociación y nos obligó a abrir mercados y romper monopolios. Pero muchos de ellos, y muy prominentemente Otón Solís, se han manifestado a favor de negociar sendos TLC con Europa y ahora con el país de moda, China comunista.

Resulta que en una nota de La Nación del día de hoy, don Tomás Abadía, delegado de la Unión Europea para Costa Rica y Panamá, nos deja bien clarito cuáles serían las condiciones de la UE para un TLC con Centroamérica. Dice don Tomás que la Unión Europea utilizaría como “piso” el tratado que la UE firmó con Chile; es decir, como mínimo esperarían los europeos que un TLC con Centroamérica contenga todos los elementos del acuerdo con Chile. Nos aclara la nota periodística que el TLC Europa – Chile contempla la liberación de bienes y servicios e inversiones. Más aún, con respecto a los monopolios de seguros y telecomunicaciones de Costa Rica, don Tomás dice textualmente que “la idea es negociar que haya un mejor acceso al derecho de establecimiento y prestación de servicios”. Esto, por supuesto, se refiere al derecho de las empresas europeas de establecerse y prestar servicios en Costa Rica. En otras palabras, ruptura de monopolios. Ahora sí que quiero ver a don Otón Solís, al Rector Tejos, a Albino Vargas, a Jorge Arguedas y a sus demás secuaces bailándose ese trompo en la uña. ¿Están a favor o en contra de un TLC con Europa? ¿Saben cuáles son las condiciones que nos impondrán los europeos? ¿Están a favor del libre comercio, sí o no?

Pero lo mejor está aún por venir. Una de las mentiras más grandes que nos han contado Otón y compañía es la de que el TLC con Estados Unidos es innecesario porque de por sí contamos con los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), y que nuestros productos podrán seguir entrando a Estados Unidos libres de aranceles sin TLC. Porque estoy de buen humor, voy a obviar el hecho de que la ICC excluye categorías importantes de bienes, tales como los textiles y buena parte de los agrícolas, que si están incluidos en el TLC. Voy a obviar también el hecho de que el TLC es una avenida de dos sentidos mientras que la ICC es una calle de un sentido: los consumidores costarricenses no percibimos beneficio alguno de la ICC, mientras que si sacaríamos ventaja del TLC. Lo realmente importante es que el contra argumento que hemos utilizado quienes favorecemos el TLC es que lo de la Cuenca del Caribe es una iniciativa unilateral de los Estados Unidos, que puede ser retirada en cualquier momento. Y cuando lo hemos dicho desvían el debate a si EEUU puede excluir a un país o eliminar del todo la ICC sin aprobar una ley. Sea necesaria una ley o no, la ICC se termina cuando al Tío Sam se le pegue la gana. Si usted es nuevo por aquí y desea profundizar sobre este tema, le recomiendo leer “La ICC se termina sin ley” haciendo click aquí. Si va a perder el tiempo leyendo mis diatribas, es importante que lea también los comentarios que siguen a dicho artículo.

Tal vez algunos de mis más antiguos lectores se estén preguntando a estas alturas qué le estará pasando a Dean, gastando el tiempo en algo sobre lo que ya escribió en el pasado como lo es este tema de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. La cosa es que Otón y su coro han venido insistiendo en que no hay ambiente en el Congreso gringo para “sancionar” a Costa Rica quitándole los beneficios de la ICC y que, por el contrario, hay ambiente para renegociar el TLC. Uno de los congresistas favoritos de don Otón es el Sr. Charles Rangel, a quien le encanta venir a los países de Latinoamérica a decirnos que él manda en el Congreso y que la luna es de queso. Me salió un verso sin esfuerzo, pero no me voy a poner más terso. Lo importante aquí es que así como don Charles le ofreció venderle a Otón una quinta en la luna, y luego se fue a Sur América a ofrecer la misma parcela, hay que analizar los resultados. Nuevamente es La Nación la que nos informa sobre esto.

Cuatro países andinos (Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia) tienen un programa de preferencias comerciales en más de un sentido similar a la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. Para efectos de este artículo, llamémosle a ese programa PCPA. Colombia y Perú negociaron recientemente TLC’s con los Estados Unidos, mientras que Ecuador y Bolivia no lo hicieron. De acuerdo con la ley de 1991 que los creó, los beneficios de la PCPA vencían en el 2001. En ese año, Estados Unidos otorgó una extensión por seis años de los beneficios de la PCPA. Dicha extensión vencía este próximo sábado 30 de junio. Mr. Charles Rangel prometió que en esta ocasión los Estados Unidos extenderían la PCPA por otros dos años, mientras que Bolivia y Ecuador pedían una ampliación de cinco años. Sin embargo, la extensión fue de apenas 8 meses. ¿Por qué? Por dos razones: la primera es que la Cámara de Representantes, hoy dominada por el Partido Demócrata, no tiene ambiente para el libre comercio. La segunda es que, como lo dice la nota de AP y Reuters, el senador republicano de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, el Sr. Chuck Grassley, “es conocido por su intención de quitar las preferencias comerciales a países que no colaboran con la política comercial internacional de Estados Unidos.” En este caso es justamente el Congreso americano el que no ha ratificado los TLC con Colombia y Perú. Los ocho meses fueron otorgados para darse tiempo a si mismos de hacerlo, pero denotan la clara intención de eliminar los beneficios una vez que los TLC’s entren en vigencia.

Como lo hemos dicho anteriormente: cualquier excusa es buena para quitarnos los beneficios de la ICC, y una en particular que menciona la ley que nos otorga ese beneficio es justamente que un país beneficiario se rehúse a entrar en un tratado comercial más amplio y liberal que las ventajas unilaterales de la ICC. Chuck Grassley, Republicano, es conocido por sostener esa tesis. Los Demócratas son conocidos por no favorecer el libre comercio.

La probabilidad de que nos mantengan los beneficios de la ICC o nos negocien un nuevo TLC tienden a cero exponencialmente. Los mitos de la permanencia de la ICC y de la renegociación del TLC merecen ser expuestos como la farsa que son. Forman parte del mentiroso maquillaje de los liderejos del NO para aparentar no ser los retrógradas que a todo proyecto de desarrollo se oponen, cuando su verdadera intención es que nos quedemos sin Tiro ni Troya. Y si no, pregúntenle a los sindicalistas que en el 2001 andaban por ahí solicitando a Estados Unidos que sacara a Costa Rica de la lista de países beneficiarios de la ICC.

lunes, 25 de junio de 2007

Cómo reconocer a un verdadero "patriota"

Hace unos días tuvo lugar el muy heroico y triunfal lanzamiento de la campaña del NO. Los oradores, enardecidos por el numerosísimo público que asistió al acto –unos 500 en total, algo así como el 2 por ciento del aforo del Ricardo Saprissa-, no cesaron de gritar proclamas y consignas y de reclamar su ardiente patriotismo. Todos los presentes reclamaron el espíritu de Juanito Mora que, luego de revolcarse en su tumba durante horas, se hubiera hecho presente en tan patriótico evento de no ser porque se tuvo que desviar a comprar una Alka Seltzer para las agruras, y lo único que encontró en su camino a la sede de la Conferencia Episcopal fue las lastimeras ruinas de la Botica Solera.


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Después del singular evento, en Costa Rica hemos de revisar el término patriota, porque cualquiera podría intentar disfrazarse de amante de su país. He aquí algunos ejemplos de cómo reconocer a un verdadero “patriota”:

- Un verdadero patriota no duda en llamar a la población a “presionar” al poder judicial supremo para que falle a favor de sus intereses, dado que los jueces son personas que, en ocasiones, pecan de falta de “patriotismo”.

- Los verdaderos patriotas ondean la bandera venezolana en las marchas, señal inequívoca de cuál es el país al que realmente idolatran.

- Algunos patriotas verdaderos paralizan centros de distribución fundamentales para el funcionamiento del país porque entienden que así el país sale beneficiado.

- Existen patriotas tan interesados por el bienestar de sus compatriotas que no dudan en amenazar con cortar el suministro eléctrico, telefónico y de agua potable si la mayoría de los ciudadanos vota algo diferente a lo que ellos consideran como “decisión de voto patriótico”.

- Otros patriotas son conocidos por tachar de antidemocrático a su propio país, para lo cual no dudan en proclamar su pensamiento en periódicos extranjeros de larguísima tradición democrática como el cubano Granma.

- Hay patriotas que dedican todo su tiempo y esfuerzo a influir políticamente, por el bien del país, faltaría más, en lugar de dedicarse a trabajar por aquello para lo que el resto de sus compatriotas le pagan el sueldo.

- Del mismo modo existen patriotas muy interesados en el bien común, por lo que no dudan en disfrutar de clubes campestres “patrocinados” por el resto de ciudadanos por medio de unos actos muy patrióticos conocidos como “convenciones colectivas”.

- Los patriotas auténticos suelen reconocerse por el NO, es decir, dicen que NO a todo como muestra inequívoca de su defensa de la patria.

- Los dirigentes patrióticos no dudan en tachar de equivocación del pueblo y de designación antidemocrática la elección de un Presidente que no es de su completo agrado, sin importar que ellos mismos hayan sido elegidos por menos del 5% del gremio al que dicen representar.

- Los verdaderos patriotas tildan de fraudulento el referéndum que ellos mismos pidieron, porque no les permitieron retrasarlo con una innecesaria recolección de firmas.

Si se encuentra algún individuo de los que aquí se describen tenga cuidado con lo que dice, porque los patriotas auténticos no dudan en acusar de “vendepatrias” a cualquiera que no cumpla todas o alguna de las condiciones anteriormente mencionadas.

NOTA: El presente artículo resultó de la colaboración en línea entre Pakithor y Dean CóRnito mientras el segundo intentaba comunicarse por teléfono durante más de una hora con el Banco de los Trabajadores, que no tiene ningún trabajador que conteste el maldito cuernófono.