domingo, 31 de octubre de 2010

El triste legado de Dall’Anese

Un interesante reportaje de los periodistas Carlos Arguedas y Ronald Moya para La Nación, medio que en años recientes se dedicó a ensalzar, engrandecer y convertir en “celebrityco” al ex Fiscal General Franciso Dall’Anese, revela la gravedad de la situación que éste heredó al nuevo jerarca del Ministerio Público, el Lic. Jorge Chavarría.

Don Francisco Dall’Anese contrató 150 fiscales que no cumplían con los requisitos para el puesto. Esos 150 funcionarios son un tercio del total de fiscales. En otras palabras, uno de cada 3 fiscales no está debidamente capacitado para ejercer las funciones para las que fue contratado. Lamentablemente, no se trata de funciones cualesquiera. Se trata de fiscales que tienen a su cargo la indagación de posibles delitos y el diseño de casos y estrategias sólidas para llevar a juicio a los presuntos responsables de las violaciones a la ley. La corrupción, el narcotráfico, y el crimen violento se han adueñado nuestro país, mientras don Francisco pretendía combatirlos con funcionarios subestándar.

Ante semejante irresponsabilidad, cualquier otro jerarca de la administración pública hubiera sido investigado por incumplimiento de deberes por parte de la Contraloría General de la República, y eventualmente remitido al Ministerio Público por la posible configuración de alguno(s) de los tipos penales contenidos en las leyes del país. Pero no el Fiscal estrella que tanto ayudó a incrementar las ventas de La Nación y subir los ratings de Telenoticias.

Las barbaridades de don Francisco Dall’Anese no se quedan ahí. El nuevo Fiscal General, don Jorge Chavarría, nos confirma lo que ya era un secreto a voces: los distintos tipos de criminalidad están por lo general relacionados entre sí. La mayoría de los homicidios violentos tienen su origen en luchas de poder entre narcotraficantes; el narcotráfico es una forma de crimen organizado por excelencia, y los robos de vehículos usualmente son cometidos por bandas criminales que no son otra cosa que criminales organizados para delinquir. Sin embargo, el Ministerio Público bajo el mando de Dall’Anese estaba constituido en Fiscalías Adjuntas especializadas, cada una responsable de un área o tipo de crimen, sin mayor coordinación ni interacción entre sí. En fin, funcionarios valiosísimos como los Fiscales Adjuntos de Narcotráfico, Crimen Organizado, u Homicidios, tenían que trabajar casi a ciegas, sin acceso a la información que sus compañeros podían tener y les podría servir, sin instancias formales de coordinación, y básicamente teniendo que descubrir el agua tibia cada vez que desarrollaban una investigación en sus respectivas áreas. Ante una criminalidad cada día más sofisticada y mejor organizada, nuestro Ministerio Público carecía de una estrategia integral para combatirla.

Como resultado de todo lo anterior, los rendimientos de la institución son deplorables, consiguiendo condenas en apenas alrededor de la mitad de los casos sometidos a la justicia. En algunos casos, el fracaso se debe justamente a que un tercio de los fiscales son inapropiados para el cargo; no saben cómo constituir prueba contundente que no pueda ser rechazada por los juzgados, resultando en absolutorias de criminales que con un fiscal más competente estarían pudriéndose en la cárcel y no pudriéndonos la existencia a los ciudadanos respetuosos de la ley.

En otros casos, según lo deja entrever don Jorge Chavarría, fiscales que ni siquiera saben cómo hacer una investigación, llevan a los estrados judiciales a personas inocentes, lo cual califica de “peligrosísimo”. Dice don Jorge: “Lo que me preocupa es el error judicial y que haya gente inocente en la cárcel”. Gente cuya vida se pone en suspenso cuando es acusada injustamente, y cuya reputación es arruinada con una sentencia que – a juzgar por los antecedentes – pueden tardar más de 40 años en revertir. Remember José León Sánchez.

Algo que no menciona el reportaje ni la entrevista con don Jorge Chavarría fue la coordinación entre don Francisco Dall’Anese y los dos medios de comunicación antes mencionados, que resultó en la exhibición indebida y violación de todos los derechos de los acusados en los casos de corrupción gubernamental, quienes fueron sometidos a juicios mediáticos de los que no se podrán recuperar ni siquiera con una absolutoria – en caso de que la consigan – en el juicio verdadero. El mismo desprecio que demostró el Ministerio Público de Dall’Anese por los derechos de los inocentes referidos en el párrafo anterior, lo demostró por el principio de la presunción de inocencia de los investigados en los sonados casos de posible corrupción gubernamental.

Juicios mediáticos, una institución debilitada mediante la contratación de un tercio de los fiscales sin cumplir con los requisitos, ausencia de una estrategia integral y articulada de lucha contra el crimen, y un bajísimo porcentaje de condenas en los juicios planteados por la Fiscalía, son el lamentable y triste legado de don Francisco Dall’Anese al frente de la Fiscalía General. En otras palabras, mucho ruido y pocas nueces. Y un grave daño a nuestro país.

4 comentarios:

  1. Y pensar que aún seguimos violentando el Debido Proceso, manteniendo al Poder Judicial como Juez y Parte ...
    No se si es falta de apoyo político, pero porque aún no se ha sacado el Ministerio Público del Poder Judicial?
    Tremendos fallos de Dall'Anese, la verdad, yo tenía una opinión más bien doxática (muy mediatizada) de él, y viéndolo como ud lo pone, suena rudo.
    Ojalá don Jorge sepa revertir esas cosas para la mejoría de los fiscales, en las aulas de la Facultad, tener "mentalidad de fiscal", es igual a decir: Mejor se mata.
    Saludos!

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  2. Y por la forma que reaccionó hoy Dala en La Nación todo indica que el hombre vuelve; es la versión judicial de la reelección!!!!

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  3. Dean, Dall'Anese no es santo de mi devoción, en buena hora jaló, pero el nuevo fiscal general no le echa la culpa. Ahí mismo dice que se nombraron así por "inopia" (o sea "nuhay"). El mae lo que está haciendo es un recuento del estado actual de la fiscalía (y el poder judicial)... un malpensao diría que curándose en salud. Ojalá y logre revertir algo de esta situación...

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