Confieso ser uno de esos ciudadanos que creen que la democracia se
construye levantándose cada día a trabajar y dar lo mejor de uno, sin esperar
nada de papá Estado. De esos que nunca
participan en las marchas de protesta y como mínimo exhalan entre labios su
frustración – haciendo ruido de caballo – ante los constantes embotellamientos
causados por las ya casi diarias manifestaciones que agobian a nuestras
ciudades. Pero como liberal que me defino, defiendo a capa y espada el derecho de mis conciudadanos a manifestarse y hacer
valer su opinión. Sobre todo cuando, como ahora, percibo un conservadurismo
extremo y francamente facho en el entorno político nacional.
Tan cierto como que dos más dos es cuatro, cuando uno ata cabos y suma
actitudes y políticas, Costa Rica está cayendo en una dictadura de partido, la
de un partido que ha abandonado toda pretensión de apego a la ideología socialdemócrata
que le definió durante décadas, para empezar a adoptar posturas autoritarias en
aras de – y como herramienta única conocida para – perpetuarse en el poder.
Ya habíamos percibido – y comentado en estas páginas – un tufo desagradablemente
conservador en el gobierno de Laura Chinchilla, sobre todo en materia social.
Que los gays sigan siendo gays en el closet; mejor no entrar ni tan siquiera a discutir si merecen una ley que equipare sus derechos civiles con los de los demás
ciudadanos. Que los hombres con líos de
faldas son más hombres y mejores jerarcas de instituciones públicas, pero las
mujeres con similares situaciones son unas grandes zorras cuya presencia en la función pública no puede ser tolerada ni siquiera un
minuto. Que las mujeres con discapacidad reproductiva no pueden ser madres, porque el Dios de alguien con poder no quiere que lo sean. Hemos de hacer un paréntesis para rendir desde
aquí un digno homenaje y merecido reconocimiento a don Leo Garnier, el Ministro
de Educación, que aporta la excepción que parece confirmar la regla: ha
demostrado valentía, inteligencia y éxito al enfrentar a la poderosísima y muy
conservadora Iglesia Católica con el tema de la educación sexual.
Sin embargo, lo que está sucediendo en las últimas semanas en nuestro
país trasciende a la Administración Chinchilla y a una agenda social que de
todas maneras irá siendo adoptada de manera paulatina conforme se vaya
despertando la conciencia ciudadana. Lo
que se percibe ahora es un esfuerzo concertado desde más arriba por acallar la
disidencia, por la fuerza si es necesario, y ese esfuerzo es – según mi entender
– más atribuible a “estrategas” dentro del PLN, que al gobierno – si es que aún
podemos llamarlo así – de Laura Chinchilla. No podemos olvidar la sempiterna ayuda
que esta camarilla de encumbrados recibe de los variopintos tontos útiles que
le hacen el juego desde el Congreso, y por lo cual son premiados con presidencias
de comisiones de derechos humanos o del Directorio de la Asamblea Legislativa.
Primero apareció la llamada ley mordaza. Si el nombre está bien aplicado o no, o si el
artículo que penaliza la procura o publicación de “información política”
existía en una ley anterior desde hace 80 años, es absolutamente
irrelevante. Lo que es verdaderamente
importante y alarmante es que en pleno siglo XXI, una democracia que se jacta de madura y
estable apruebe o ratifique una ley que penaliza el solo hecho de pretender descubrir secretos políticos – no secretos
de Estado, y que pretende eliminar una de las más poderosas armas de control
político que tiene una ciudadanía cada vez menos representada por sus “representantes
populares”: el anonimato en la red.
Luego vivimos el bochorno de la manifestación del 8 de noviembre en defensa de la CCSS. No será Dean CóRnito quien salga en defensa de los
pachucos y los diputados (que vienen siendo lo mismo) que salieron a causar
desórdenes y a provocar a la Fuerza Pública con improperios, el lanzamiento de
bolsas de basura, golpes y empujones – todo lo cual fue captado por la cámara
de algún transeúnte. Pero la actitud de
la policía fue amenazante desde el principio, con la evidente intención de impedir
el normal desarrollo de la marcha – que quizás no hubiera devenido en el
festival de pachuquismo en que terminó, si se les hubiera dado el espacio
necesario a quienes sintieron la necesidad de protestar. La policía – con
órdenes superiores posteriormente defendidas con ardor y orgullo por el
Ministro Zamora y el Viceministro Gamboa – no se presentó para asegurar que la
marcha se desarrollara con normalidad, sino a reprimir la marcha y acallar las
voces de la oposición.
La última movida del establishment ultraconservador fue la remoción anoche
del Magistrado Fernando Cruz. Mucho se ha escrito ya al respecto, y muy bueno. Y más, y mejor, pero
prefiero que se lean los enlaces que aquí les he dejado para no tener que
repetir. Ideológicamente es mucho lo que me separa de don Fernando Cruz, pero
es más lo que me atrae de él. Su decencia, su honorabilidad, su independencia
de criterio, la hidalguía que ha demostrado en esta hora aciaga para él y para
la democracia costarricense. Debo reconocer
que un liberal que se respete no puede aspirar a la uniformidad de criterios, y
menos en un tribunal constitucional. Que es de la sana discusión de donde surge
el progreso, el perfeccionamiento de las ideas (de la democracia, en este caso),
la rectificación de los errores. Que solo
en la mente de un soberano imbécil se puede pensar que los errores de la Sala IV se pueden corregir quitando del
camino a un magistrado independiente, que en la mayoría de los votos
importantes estuvo en minoría, en la disidencia, en el camino opuesto al
finalmente tomado por la mayoría y que tanto parece molestar a algunos
diputadillos.
Amigos y amigas, hay en Costa Rica una mano peluda que se mueve con naturalidad en los círculos del poder, en cuyo afán por llegar a dominar la escena
política de esta finquita de 51.000 km² por las próximas décadas, no
escatimará esfuerzos en cercenar nuestros derechos civiles – en especial la libertad
de expresión – para evitar así la
organización de una potencial oposición de raíz ciudadana, que llegue a representar
una amenaza para sus designios autoritarios. Se trata de una persona o grupúsculo de poder que,
sin importar sus antecedentes democráticos liberales, se ha convertido al
conservadurismo visceral, porque el status quo le conviene conservar:
una oposición política fraccionada y desprestigiada, y una ciudadanía apática y
adormecida.
La próxima vez que nos encontremos en una presa tremenda causada por
una manifestación, aunque sea por un inmerecido incremento salarial en alguna
de las más ineficientes instituciones del sector público, demostremos
tolerancia y agradecimiento. Pueden
equivocarse en los objetivos que persiguen con su marcha, pero es gente como
ellos, que se tiran a las calles para hacerse sentir, quienes representan la
primera línea del frente de batalla por nuestra democracia. Garantizarles el derecho a manifestarse es
garantizarnos a todos el derecho a poder seguir viviendo en democracia. No es del
Señor de los Anillos, ni del señor que amanecerá este domingo con un anillo
nuevo en su dedo anular, de donde emanan nuestros derechos ciudadanos.
Tal vez lo que necesitamos mas bien es olvidarnos un poco de la democracia y las decisiones de la mayoría y la representatividad, y darle un repaso a lo que signfica tener un sistema Republicano, Derechos Individuales y quizá un poquito de democracia directa
ResponderBorrarMae, las manifestaciones así tan difusas no sirven.. vos mismo decís que no estabas de acuerdo con la primera que "garrotearon"... Si realmente se quiere hacer oír hay que ser específico a un tema... por ejemplo, anti-autoritarismo o algo así... y mejor sería proponer un referendum... (no sé con qué, pero con algo que contrarreste lo que no nos gusta). Por cierto, que cochinada de "oposición" tenemos...
ResponderBorrarDiay, ¿no es la misma cosa con distinto nombre?
ResponderBorrarTerox, no está en discusión la efectividad de una marcha específica. Lo que yo no quiero es un iluminado decidiendo por el pueblo cuáles marchas serán efectivas, justificadas, o dignas de llevarse a cabo. Al que le chima el zapato que lo diga... ese es el principio democrático. De ahí a que el gobierno tenga que hacer TODO lo que los manifestantes exigen hay mucho trecho. Pero no por ello se puede mandar a acallar las voces del disenso.
ResponderBorrarSi, pero no creo que eso fuera lo que pasó allí... Honestamente creo que los tombos venían carboneados de la "toma" del peaje por los ICEístas, donde fueron muy criticados por durar 3 horas en llegar... Cualquiera con dos dedos de frente sabe que volar garrote a una manifestación de esas, especialmente tomando en cuenta quiénes eran los manifestantes, es contraproducente políticamente. El ministro después tiene que salir a defender las tortas de sus subalternos, pero pensar que hubo una consigna de abrir la calle a cualquier costo, no te la compro...
ResponderBorrarSi hubiera sido solo la manifestación, te compraría el argumento de los tombos nerviosos. Pero cuando te ponés a sumar todos los demás atropellos a las libertades individuales en tan corto tiempo, te tiene que poner a pensar que se escuchan pasos de animal grande...
ResponderBorrarMae, los otros argumentos sí son más preocupantes... pero precisamente, hay que ponerle cerebro para ver que se hace para evitar la jugada... tantas manifestaciones y bloqueos solo sirven para echarse a la gente en contra... es un hecho...
ResponderBorrarMi reacción fue al principio de indignación. Principalmente porque no fue la Magistrada Calzada la que no fue reelecta, para mandarla con maletas a Alemania, si tanto le encanta su jurisprudencia.
ResponderBorrarYo lo que hago ahora es cocinar palomitas de maíz, para ver la lucha frontal entre poderes. Será un espectáculo interesante y de verdad formativo.
No veo cuál es la gran catástrofe: el ordenamiento Constitucional le da la potestad a la Asambela Legislativa, el primer poder de la República y donde se deposita la soberanía de la nación, de elegir y no re-elegir a los Magistrados de la Corte Suprema. No dice nada que el Magistrado tenga derecho a seguir de por vida en su puesto, aún cuando se porte bien. De hecho, lo malo ha sido no ejercer esta facultad más a menudo. Sin duda debe haber un balance entre la facultad de quitar o poner Magistrados, y la independencia de lso mismos, pero el mecanismo de 2/3 es bastante restrictivo.
Del general apoyo que recibió la medida, todo apunta que la principal causa del descontento legislativo fue, entre otros, la prohibición de llevar a cabo un referendo sobre las uniones del mismo sexo. A mí personalmente no me parece adecuada la ley de referendo. No fue útil ante la aprobación del TLC, y no debería usarse para tratar temas a nivel nacional. Pero es curioso que la misma gente que en su momento era ferviente partidaria del referendo, ante este caso se volvieron totalmente opuestas al mismo.
Por supuesto, la razón era que veían la cuesta muy empinada para derrotar la media en las urnas. O lo que es lo mismo, convencer a la mayoría que las uniones del mismo sexo debáin aprobarse. Lo cual, en el fondo dice mucho del supuesto apego a las vías democráticas de estos supuestos progresistas que se creen van a la vanguardia del resto. Como que son líderes sin seguidores.
Al final, la Sala IV les sacó las castañas del fuego con un dictamen que anuló la validez del proceso, y de paso pasó por encima de las potestades del TSE, afirmando que dicho proceso no podái darse, sacando de la manga un supuesto principio de que las mayorías no podían dictar leyes sobre derechos de minorías. Lo cual tira por la borda todo el sistema democrático.
En este sentido, es curioso que en este festival de condenas por parte del Poder Judicial, no haya salido ninguna declaración de parte de los magistrados del TSE para condenar el acto. Aún está presente seguro el escozor del llamado de antención que les hizo la Sala IV.
Si a algunos les molesta tanto el "tufo conservador" del Gobierno actual, yo diría que la mejor opción sería trabajar por un candidato o gobierno que not tenga ese "tufo". Aunque hay que notar ese supuesto "tufo conservador" es: (a) generalmente apoyado por una mayoría importante de la población y (b) corresponde a lo que por constumbre se definía como matrimonio.
Así uqe, todo esta indignación sobre el Magistrado Cruz es simplemente una pantalla para ocultar el verdadero descontento: el cual es, que ciertas personas hablan linduras de la democracia, pero al momento de ponerla en práctica, si no se acomoda a sus intereses, buscan la menera de que no se ejerza. O que se haga hasta que sus intereses coincidan con la mayoría. Eso es válido. Pero no vengan a disfrazarlo de alguna superioridad moral. Es simple oportunismo.
No, no es lo mismo, no es lo mismo respetar la decisión de la mayoría aunque atropelle derechos individuales, a tener una constitución que defienda dichos derechos apezar de la mayoría
ResponderBorrar¡Cuidado Costa Rica! No hagan caso a la disertación de “La
ResponderBorrarSuiza Centroamericana” (aunque querido amigo Dean, para ser suiza está muy fea
la “foto”, ¿o será fea para la foto?).
Vean lo que les espera a todos los ciudadanos que estén en
contra de los Padres de La Patria del PLN y tiemblen, ellos también tienen su
héroe:
http://superheroe.vzpla.net/