Hace apenas un par de días hablábamos de la cultura y educación de la diputada Gloria Valerín, que se distingue por sus opiniones mesuradas, sus declaraciones conciliatorias y sus respetuosas relaciones con el mundo. Hoy vamos a hablar de otro aspecto más de su agradable personalidad.
La diputada Valerín es siempre la primera en denunciar cualquier negociación política entre diferentes partidos, tildándolos de contubernios, pactos oscuros, engaños al pueblo, etc. Es particularmente ácido su ataque cuando la negociación es entre el PLN y el PUSC, como en el caso de la elección de la nueva Contralora. De una persona que hace carrera denunciando estos arreglos políticos, lo último que uno esperaría es que busque ese mismo tipo de “contubernio” para su beneficio personal. Pero eso es exactamente lo que hizo.
Nos informa La Prensa Libre que el diputado y candidato presidencial del PUSC, Ricardo Toledo, denunció que el año pasado la señora Valerín le solicitó interceder ante Oscar Arias para asegurar su elección como magistrado de la Sala IV (Constitucional). Si el asunto se hubiera quedado en una denuncia de Bucarancito Toledo, La Suiza Centroamericana no se hubiera molestado en comentarlo, ya que le creemos tanto como a Abel Pacheco. Pero resulta que doña Gloria Valerín reconoce haber solicitado la “bendición” de Oscar Arias.
Cuando hubo una vacante en la Sala IV, doña Gloria NO participó en el concurso público convocado por la Asamblea Legislativa de la que ella es miembro. Sin embargo, pretendía elegirse en el puesto mediante – ¡O, Dios mío! – un pacto entre el PUSC y el PLN, obviando las recomendaciones de la Comisión de Nombramientos de la Asamblea. Entre esa situación y la de la nueva Contralora hay varias diferencias, y ninguna deja bien parada a Gloria Valerín:
Doña Gloria, una pregunta: si es bueno para el ganso, no debería de ser bueno para la gansa también?
La diputada Valerín es siempre la primera en denunciar cualquier negociación política entre diferentes partidos, tildándolos de contubernios, pactos oscuros, engaños al pueblo, etc. Es particularmente ácido su ataque cuando la negociación es entre el PLN y el PUSC, como en el caso de la elección de la nueva Contralora. De una persona que hace carrera denunciando estos arreglos políticos, lo último que uno esperaría es que busque ese mismo tipo de “contubernio” para su beneficio personal. Pero eso es exactamente lo que hizo.
Nos informa La Prensa Libre que el diputado y candidato presidencial del PUSC, Ricardo Toledo, denunció que el año pasado la señora Valerín le solicitó interceder ante Oscar Arias para asegurar su elección como magistrado de la Sala IV (Constitucional). Si el asunto se hubiera quedado en una denuncia de Bucarancito Toledo, La Suiza Centroamericana no se hubiera molestado en comentarlo, ya que le creemos tanto como a Abel Pacheco. Pero resulta que doña Gloria Valerín reconoce haber solicitado la “bendición” de Oscar Arias.
Cuando hubo una vacante en la Sala IV, doña Gloria NO participó en el concurso público convocado por la Asamblea Legislativa de la que ella es miembro. Sin embargo, pretendía elegirse en el puesto mediante – ¡O, Dios mío! – un pacto entre el PUSC y el PLN, obviando las recomendaciones de la Comisión de Nombramientos de la Asamblea. Entre esa situación y la de la nueva Contralora hay varias diferencias, y ninguna deja bien parada a Gloria Valerín:
- Doña Gloria es diputada y quiso aprovechar su puesto y sus influencias en beneficio propio; doña Rocío no.
- Doña Gloria fue su principal impulsora para el puesto que pretendía; a doña Rocío aparentemente le propusieron ser Contralora sin que ella se hubiera movido para lograrlo.
- Doña Gloria no reunía los requisitos para ser magistrado de la Sala IV; doña Rocío parece ser una persona idónea para el puesto de Contralora.
- A doña Rocío la eligieron, a doña Gloria gracias a Dios no. Como dijo la diputada Valerín a La Prensa Libre: “no fui nombrada porque no represento los intereses de ese señor”. Y de ahí su rencor contra su propio partido (el PUSC), contra Oscar Arias, y contra muchos diputados que a pesar de sus propias limitaciones reconocieron que doña Gloria no reunía los requisitos para el puesto.
Doña Gloria, una pregunta: si es bueno para el ganso, no debería de ser bueno para la gansa también?
Veremos qué podemos hacer al respecto, ya que por el momento nuestro nivel de sofisticación tecnológica es bastante básico... cuando lo logremos lo llamaremos el kleverómetro!
ResponderBorrarEl Comandante decía más bien que la esperanza es lo último que se adquiere...
ResponderBorrarustedes se imaginan a gloria valerin en la sala cuarta... fatal... una persona tan negativa y con ideas tan de izquierda... ahi si que seria un caos...
ResponderBorrarqueremos elecciones ya, para quitar a esta manada de incompetentes
Que Dios te oiga, Roy.
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