Al diputado Miguel Huezo (PUSC, Puntarenas) lo agarraron con las manos en la masa. O, mejor dicho, en el botín político.
Cuando renunció don Helio Fallas al Ministerio de Vivienda hace un par de semanas, escribimos una nota que concluyó de la siguiente forma:
Hoy nos reporta La Nación que este mismo diputado Huezo envió una carta a la Cámara Costarricense de la Construcción, en representación de una supuesta Comisión de Vivienda de la fracción legislativa del PUSC, en la que indica que en lo sucesivo, ese grupo de diputados decidirá cómo y a quién se entregarán los bonos de vivienda, con base “en las recomendaciones de los grupos sociales organizados y los representantes populares electos”. Para que el diputado más Huezo no quede solo en el ridículo, gustosos compartimos con nuestros lectores los nombres de los demás miembros de esa comisión: Carmen Gamboa, Rocío Ulloa Solano, Mario Redondo Poveda, Marco Tulio Mora, Francisco Sanchún y Federico Vargas.
Atrás quedaron los esfuerzos que se venían haciendo desde hace siete años por asegurar que únicamente los más necesitados recibieran las ayudas estatales diseñadas para los pobres. Hace unos años el IMAS había creado el SIPO, Sistema de Información de la Población Objetivo, una base de datos de “elegibles” para recibir los diferentes tipos de subsidios (bonos escolares, bonos de vivienda, etc.). Los criterios para ingresar al SIPO estaban claramente definidos, y para lograrlo, una familia debía de aportar información socio-económica que demostrara su condición, y su solicitud debía de ser avalada por un(a) trabajador(a) social del IMAS previa entrevista con la familia solicitante. La intención era que la escogencia de beneficiarios en los diversos programas de combate a la pobreza se hiciera de manera objetiva, sin intromisiones de naturaleza política.
Al carajo la institucionalidad. Buscándole el “lado amable”, tal vez podamos reducir un poco el déficit fiscal cerrando el Ministerio de Vivienda, el INVU, el BANHVI, el IMAS y algunas otras instituciones, que serán sustituidas por comisiones ad-hoc de diputados que decidirán a quién otorgar los beneficios. Los ticos pagaremos impuestos para que los diputados del partido de gobierno distribuyan a su antojo migajas a sus electores, y posiblemente se repartan millones entre ellos.
Considerando que este es el mismo diputado Huezo que adquirió fama cuando confesó en el plenario haber garroteado a su esposa y haber sido golpeado por ella con un tarro de aerosol, y que la única otra vez que había sido noticia fue cuando se le acusó de nepotismo (siete de sus familiares han sido nombrados en puestos del Ministerio de Educación desde que es diputado), la competencia por el título de peor diputado del año se está poniendo complicada. En dos meses y medio de existencia de La Suiza Centroamericana ya tenemos cuatro postulantes: Miguel Huezo, Rodrigo Alberto Carazo, Gloria Valerín, y Gerardo González. Estamos seguros de que habrán más.
Cuando renunció don Helio Fallas al Ministerio de Vivienda hace un par de semanas, escribimos una nota que concluyó de la siguiente forma:
Don Helio es uno de esos técnicos que siempre hará, y en este caso siempre hizo, todos los esfuerzos por escoger los beneficiarios que más necesitan de una vivienda de interés social, sin importarle su color político. Eso es inaceptable para un diputado en año electoral. De hecho, uno de los diarios arriba mencionados reportó que el Diputado Miguel Huezo (del PUSC, por supuesto) hizo la siguiente declaración:
“Don Helio cumplió su ciclo. No hay que quitarle el mérito de que luchó por la transparencia en los trámites, pero se quedó ahí, el año pasado hubo un superávit en vivienda y eso es imperdonable”.
Traducción al castellano castizo:
“En un año electoral, la transparencia y la prudencia son un estorbo. Necesitamos un Ministro político, no técnico, que se atreva a asignar viviendas a nuestros partidarios para pagar favores y/o comprar votos”.
Hoy nos reporta La Nación que este mismo diputado Huezo envió una carta a la Cámara Costarricense de la Construcción, en representación de una supuesta Comisión de Vivienda de la fracción legislativa del PUSC, en la que indica que en lo sucesivo, ese grupo de diputados decidirá cómo y a quién se entregarán los bonos de vivienda, con base “en las recomendaciones de los grupos sociales organizados y los representantes populares electos”. Para que el diputado más Huezo no quede solo en el ridículo, gustosos compartimos con nuestros lectores los nombres de los demás miembros de esa comisión: Carmen Gamboa, Rocío Ulloa Solano, Mario Redondo Poveda, Marco Tulio Mora, Francisco Sanchún y Federico Vargas.
Atrás quedaron los esfuerzos que se venían haciendo desde hace siete años por asegurar que únicamente los más necesitados recibieran las ayudas estatales diseñadas para los pobres. Hace unos años el IMAS había creado el SIPO, Sistema de Información de la Población Objetivo, una base de datos de “elegibles” para recibir los diferentes tipos de subsidios (bonos escolares, bonos de vivienda, etc.). Los criterios para ingresar al SIPO estaban claramente definidos, y para lograrlo, una familia debía de aportar información socio-económica que demostrara su condición, y su solicitud debía de ser avalada por un(a) trabajador(a) social del IMAS previa entrevista con la familia solicitante. La intención era que la escogencia de beneficiarios en los diversos programas de combate a la pobreza se hiciera de manera objetiva, sin intromisiones de naturaleza política.
Al carajo la institucionalidad. Buscándole el “lado amable”, tal vez podamos reducir un poco el déficit fiscal cerrando el Ministerio de Vivienda, el INVU, el BANHVI, el IMAS y algunas otras instituciones, que serán sustituidas por comisiones ad-hoc de diputados que decidirán a quién otorgar los beneficios. Los ticos pagaremos impuestos para que los diputados del partido de gobierno distribuyan a su antojo migajas a sus electores, y posiblemente se repartan millones entre ellos.
Considerando que este es el mismo diputado Huezo que adquirió fama cuando confesó en el plenario haber garroteado a su esposa y haber sido golpeado por ella con un tarro de aerosol, y que la única otra vez que había sido noticia fue cuando se le acusó de nepotismo (siete de sus familiares han sido nombrados en puestos del Ministerio de Educación desde que es diputado), la competencia por el título de peor diputado del año se está poniendo complicada. En dos meses y medio de existencia de La Suiza Centroamericana ya tenemos cuatro postulantes: Miguel Huezo, Rodrigo Alberto Carazo, Gloria Valerín, y Gerardo González. Estamos seguros de que habrán más.
Yo voto por mucho por Miguel Huezo. Creo que tiene mayor potencial (bueno, la Gloria va pareja, pareja) para seguir deleitándonos con su irresponsabilidad y su incultura política. Voy a comprarme un aerosol por si me lo encuentro por la calle.
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