Tal vez sería muy aventurado decir que Abel Pacheco es el peor Presidente en la historia de Costa Rica, máxime que la competencia que le hacen varios por ahí, pero en especial don Rodrigo Carazo Odio (1978-1982), es feroz. Es muy temprano además para decir que Abel Pacheco es el peor Presidente del siglo. Me conformo entonces con decir que Abel Pacheco es el peor Presidente que podemos tener en las actuales circunstancias (y en casi cualquier otra).
Hace tan sólo dos o tres días el ilustre ciudadano Presidente salió a rogar a los diputados la aprobación del Paquetazo Fiscal – por enésima vez – con el argumento de que el Estado no tiene plata. Ayer, lo que se le salió fue el muy tradicional político que lleva dentro de si, a pesar de todos los cuentos que varios cientos de miles de costarricenses de buena fe se tragaron hace cuatros años cuando le pusieron el dedo a esta desgracia en dos patas. Para un gobernante que lleva tres años y medio llorando porque el estado no tiene plata, salir ayer, en plena campaña electoral – pero no en las fechas fijadas para los ajustes salariales (enero y julio) – a otorgar un aumento de casi 10% a los empleados amparados al régimen del Servicio Civil, no es más que un acto de la más burda politiquería barata. No me malinterpreten: Dean CóRnito no se opone a mejorar las condiciones de vida de los asalariados que ocupan los niveles más bajos de la escala salarial. Es que estamos ante un gobernante que durante tres años y medio no ha hecho absolutamente nada por mejorar las condiciones de vida de los pobres, y por el contrario ha llevado el porcentaje de familias viviendo en condición de pobreza desde el 18% hasta el 25% aproximadamente. Es que hacer un anuncio sorpresivo a medio semestre de que el Estado va a incurrir en un gasto adicional de 400 millones de colones al mes para enfrentar este aumento salarial, cuando ya estamos en plena campaña política y viniendo del Presidente más insensible que hayamos visto en muchas décadas, es simplemente demagógico y vulgar.
Todo esto sucede mientras que las víctimas de las inundaciones que sufrió la provincia de Limón a principios de año aún no reciben ayuda estatal para reconstruir las viviendas perdidas. ¿Qué esperanza podrán tener los damnificados de los aguaceros y derrumbes de las últimas semanas, si transcurrido casi un año los limonenses aún no ven la ayuda y más bien la plata la gastan "politiqueramente" en aumentos salariales de media campaña?
Todo esto sucede, además, mientras que los empleados del AyA ya llevan casi 4 semanas en huelga, tiempo en el que no se hacen conexiones de nuevos servicios y los proyectos de construcción que están esperando la aprobación de sus planos por parte del AyA están estancados. Y en vez de sentarse a buscarle una solución a esta huelga, el peor Presidente va y gasta alegremente los recursos que él mismo dijo el día anterior que no tenía, quedando, suponemos, sin nada más que ofrecer a los funcionarios del AyA para devolverlos a trabajar. Y si el país no avanza, al peor Presidente no le importa.
Todo esto sucede, también, mientras que la inflación sigue creciendo sin control. Justo el día de hoy el Presidente del Banco Central confirmó a La Nación que la inflación del año 2005 superará la última estimación que había hecho el Banco a mediados de año, que a su vez fue hecha para corregir la meta que se había establecido a principios de año. Nada (como diría un español), que una excelente receta para atizar aún más la inflación es gastar los recursos públicos en pura politiquería.
Este no es el único ámbito en que Abel Pacheco demuestra ser el peor Presidente. El lunes, el Presidente de Nicaragua salió a dar unas absurdísimas declaraciones acusando a Costa Rica de querer adueñarse del Río San Juan y – óigase bien – del Lago de Nicaragua, reclamándonos el que en 1824 los nada tontos habitantes de Guanacaste decidieran no querer seguir formando parte de ese conato de país que es Nicaragua, y por haber usado el río San Juan para hacer las primeras exportaciones de café en el siglo XIX. El peor Presidente – el nuestro, que el de ellos realmente no me importa – como siempre no se tomó en serio los exabruptos de su “amigo” Bolaños y más bien dio declaraciones excusándolo (sus palabras textuales fueron: “Yo creo que don Enrique está siendo sujeto de presiones terribles. Ha pasado los últimos meses al borde del susto”). En La Suiza Centroamericana siempre hemos abogado por la prudencia en el manejo de la cosa pública, y las relaciones internacionales no son una excepción. Prudencia, sin embargo, no es sinónimo de pendejada ni de cobardía. Sin hacer mucha alharaca, nuestro peor Presidente debió negar categóricamente que Costa Rica tenga ningún “apetito” ni por el Río San Juan ni por el Lago de Nicaragua. En vez de ello, salió con una de sus típicas bufonadas que nada hacen por resolver la situación ni por fortalecer la posición del país.
Hay más. El peor Presidente se tardó 20 meses, desde la conclusión de las negociaciones, en enviar el TLC a la Asamblea. Durante esos 20 meses, el Presidente insistió, no sin razón, que las agendas paralela y complementaria eran necesarias para potenciar los beneficios que recibiría el país del tratado de libre comercio. Finalmente, cuando el peor Presidente se decidió a enviar el TLC a la Asamblea, muchos pensamos que tendría listos los proyectos paralelos y complementarios y que los enviaría casi simultáneamente. Pero el peor Presidente, y su equipo, se pasaron los 20 meses rascándose las bolas. Según lo reportó La Nación el pasado viernes 28 de octubre, el gobierno únicamente ha enviado al Congreso dos proyectos de ley de la llamada agenda de implementación, que está compuesta de seis leyes y tres convenios internacionales que el país debe ratificar. Esta agenda de implementación se trata de una serie de leyes que vienen a regular aspectos tocados en el tratado pero cuyo detalle corresponde al país legislar. A lo que voy es que – más allá de que sin la agenda de implementación el TLC no se puede, valga la redundancia, implementar – estos proyectos ya enviados a la Asamblea ni siquiera son aquellos que van a garantizar que los beneficios del tratado se distribuyan equitativamente o que van a mejorar la competitividad de los productores nacionales. O sea, no estamos en nada.
Ojalá el pueblo no se deje engañar tan fácilmente en las próximas elecciones.
Hace tan sólo dos o tres días el ilustre ciudadano Presidente salió a rogar a los diputados la aprobación del Paquetazo Fiscal – por enésima vez – con el argumento de que el Estado no tiene plata. Ayer, lo que se le salió fue el muy tradicional político que lleva dentro de si, a pesar de todos los cuentos que varios cientos de miles de costarricenses de buena fe se tragaron hace cuatros años cuando le pusieron el dedo a esta desgracia en dos patas. Para un gobernante que lleva tres años y medio llorando porque el estado no tiene plata, salir ayer, en plena campaña electoral – pero no en las fechas fijadas para los ajustes salariales (enero y julio) – a otorgar un aumento de casi 10% a los empleados amparados al régimen del Servicio Civil, no es más que un acto de la más burda politiquería barata. No me malinterpreten: Dean CóRnito no se opone a mejorar las condiciones de vida de los asalariados que ocupan los niveles más bajos de la escala salarial. Es que estamos ante un gobernante que durante tres años y medio no ha hecho absolutamente nada por mejorar las condiciones de vida de los pobres, y por el contrario ha llevado el porcentaje de familias viviendo en condición de pobreza desde el 18% hasta el 25% aproximadamente. Es que hacer un anuncio sorpresivo a medio semestre de que el Estado va a incurrir en un gasto adicional de 400 millones de colones al mes para enfrentar este aumento salarial, cuando ya estamos en plena campaña política y viniendo del Presidente más insensible que hayamos visto en muchas décadas, es simplemente demagógico y vulgar.
Todo esto sucede mientras que las víctimas de las inundaciones que sufrió la provincia de Limón a principios de año aún no reciben ayuda estatal para reconstruir las viviendas perdidas. ¿Qué esperanza podrán tener los damnificados de los aguaceros y derrumbes de las últimas semanas, si transcurrido casi un año los limonenses aún no ven la ayuda y más bien la plata la gastan "politiqueramente" en aumentos salariales de media campaña?
Todo esto sucede, además, mientras que los empleados del AyA ya llevan casi 4 semanas en huelga, tiempo en el que no se hacen conexiones de nuevos servicios y los proyectos de construcción que están esperando la aprobación de sus planos por parte del AyA están estancados. Y en vez de sentarse a buscarle una solución a esta huelga, el peor Presidente va y gasta alegremente los recursos que él mismo dijo el día anterior que no tenía, quedando, suponemos, sin nada más que ofrecer a los funcionarios del AyA para devolverlos a trabajar. Y si el país no avanza, al peor Presidente no le importa.
Todo esto sucede, también, mientras que la inflación sigue creciendo sin control. Justo el día de hoy el Presidente del Banco Central confirmó a La Nación que la inflación del año 2005 superará la última estimación que había hecho el Banco a mediados de año, que a su vez fue hecha para corregir la meta que se había establecido a principios de año. Nada (como diría un español), que una excelente receta para atizar aún más la inflación es gastar los recursos públicos en pura politiquería.
Este no es el único ámbito en que Abel Pacheco demuestra ser el peor Presidente. El lunes, el Presidente de Nicaragua salió a dar unas absurdísimas declaraciones acusando a Costa Rica de querer adueñarse del Río San Juan y – óigase bien – del Lago de Nicaragua, reclamándonos el que en 1824 los nada tontos habitantes de Guanacaste decidieran no querer seguir formando parte de ese conato de país que es Nicaragua, y por haber usado el río San Juan para hacer las primeras exportaciones de café en el siglo XIX. El peor Presidente – el nuestro, que el de ellos realmente no me importa – como siempre no se tomó en serio los exabruptos de su “amigo” Bolaños y más bien dio declaraciones excusándolo (sus palabras textuales fueron: “Yo creo que don Enrique está siendo sujeto de presiones terribles. Ha pasado los últimos meses al borde del susto”). En La Suiza Centroamericana siempre hemos abogado por la prudencia en el manejo de la cosa pública, y las relaciones internacionales no son una excepción. Prudencia, sin embargo, no es sinónimo de pendejada ni de cobardía. Sin hacer mucha alharaca, nuestro peor Presidente debió negar categóricamente que Costa Rica tenga ningún “apetito” ni por el Río San Juan ni por el Lago de Nicaragua. En vez de ello, salió con una de sus típicas bufonadas que nada hacen por resolver la situación ni por fortalecer la posición del país.
Hay más. El peor Presidente se tardó 20 meses, desde la conclusión de las negociaciones, en enviar el TLC a la Asamblea. Durante esos 20 meses, el Presidente insistió, no sin razón, que las agendas paralela y complementaria eran necesarias para potenciar los beneficios que recibiría el país del tratado de libre comercio. Finalmente, cuando el peor Presidente se decidió a enviar el TLC a la Asamblea, muchos pensamos que tendría listos los proyectos paralelos y complementarios y que los enviaría casi simultáneamente. Pero el peor Presidente, y su equipo, se pasaron los 20 meses rascándose las bolas. Según lo reportó La Nación el pasado viernes 28 de octubre, el gobierno únicamente ha enviado al Congreso dos proyectos de ley de la llamada agenda de implementación, que está compuesta de seis leyes y tres convenios internacionales que el país debe ratificar. Esta agenda de implementación se trata de una serie de leyes que vienen a regular aspectos tocados en el tratado pero cuyo detalle corresponde al país legislar. A lo que voy es que – más allá de que sin la agenda de implementación el TLC no se puede, valga la redundancia, implementar – estos proyectos ya enviados a la Asamblea ni siquiera son aquellos que van a garantizar que los beneficios del tratado se distribuyan equitativamente o que van a mejorar la competitividad de los productores nacionales. O sea, no estamos en nada.
Ojalá el pueblo no se deje engañar tan fácilmente en las próximas elecciones.
Perdón si mis manos escriben más de la cuenta u ofende a alguien, pero como pueden los del AyA se tan cara de barros...eh? se dan el lujo de negar un aumento de tal índole y seguir retrasando el progreso del país. Viehos vagos, que trabajen. "Uno trabaja, y cinco lo ven" y yo de acuerdo con el TLC a ver si de verdad en CR surgimos, xq con esas actitudes, estamos mal. Ojalá que los ticos, ya se hayan dado cuenta que no hay ni UNO, léase bien, ni UNO de los actuales candidatos que valga la pena, ni que realmente se preocupe por el país. Necesitamos líderes, objetivos, metas...xq empezando por ahí, no sabemos hacia donde va nuestra amada CR...
ResponderBorrarCómo siempre Dean, tu página es de las mejores. Sigue escribiendo.
Me quito el sombrero, sencillamente excelente!!!
ResponderBorrarPasado mañana dirá que lo asesoraron mal y que debe eliminar el aumento que prometió. jajaja
¿Qué la mayoría de costarricenses concuerda con la opinión que la administración Pacheco ha sido mala? Nadie lo va a discutir, incluso uno puede decir que es llover sobre mojado, "caerle bien al vulgo", eso que tantísimo nos gusta a los ticos: quedar bien parados con todos (y tenemos que admitir que eso es un acto de malabarismo que no cualquiera en el mundo logra)
ResponderBorrar¿Qué el supradicho aumento es un acto de populismo para ver si la administración termina aunque sea un poquito del lado positivo del popularidómetro? Sin discusión. Si Pacheco fuera psicólogo y no psiquiatra se daría cuenta que tiene un serio problema de (falta de) autoestima que está alimentando a costa de los que financiamos al Estado.
Pero de ahí a pasar a decir que el aumento es injustificado e injustificable hay muchos muchos kilómetros de distancia. La huelga de Acueductos que tanto les molesta a la Suiza Centromericana es una huelga no solo legal sino justa: acá no estamos hablando del salario del ejecutivo de acueductos, estamos hablando del salario, por debajo del mínimo que el mismo gobierno ha fijado para las mismas actividades pero ejecutadas fuera del gobierno, que devengan quienes dan mantenimiento en las zonas de captación, quienes se encargan de que el agua sea potable e incluso de quienes trabajan para que el resto de los empleados de AYA tenga un ambiente laboral limpio. O sea: los que jalan caca.
¿Que históricamente hemos cometido errores con instituciones que prestan servicios públicos? Si, nadie lo rebate. Pero tenemos que apechugar con el resultado de los errores ya cometidos (llámese garantías sociales, convención colectiva, sindicato o lo que sea). Sobre lo que se puede reclamar y sobre lo que se debe reclamar es respecto a la perpetuación de esos errores.
No se gana ABSOLUTAMENTE NADA llorando que la administración Pacheco ha sido mala cuando durante los últimos tres años y medio no hemos hecho ABSOLUTAMENTE NADA para enmendar el error de llevar a un ignorante, iletrado y mentecato a la silla presidencial. El momento para llorar y patalear fue hace dos años y medio cuando un grupo de estúpidos en la asamblea legislativa con un grupo de estúpidos economistas y empresarios más grande aún susurrandole en los oídos a los primeros aprobaron la ocurrencia esa que fue el plan de contingencia fiscal. Ante la incapacidad de alcanzar una solución que fuera satisfactoria para todas las partes interesadas se procedió a hacer política de la tradicional y mala llegando a un acuerdo político por el cual hoy todavía estamos todos pagando los platos rotos (y si no platos, hoy como mínimo rótulas y llantas y en veinte años más el efecto que una educación mediocre y utilitarista tendrá en nuestros hijos)
Reducir la falta "de progreso del país" a una incomodidad temporal en la prestación de servicios públicos es, en el mejor de los casos, risible, y en general deplorable. Si alguien tiene la culpa no son los cincuenta o cien empleados del AYA que están en huelga sino los cuidadanos que llevan como consigna de todos los días un "por'ta mi, que eso lo resuelvan los políticos".
Tugo, cuando escribí este post pensé en vos y tu confesión de haber votado por Abelito. Para que veás que no te culpamos ni te guardamos rencor alguno ;-)
ResponderBorrarJD, a estas alturas, ¿podíamos esperar algo mejor de Pacheco?
Karen, gracias por el piropillo, de verdad me siento halagado. Con respecto a la huelga del AyA no estamos de acuerdo; el porqué ya lo expliqué en Huelga en AyA: día 13. Sin embargo también a mi me exaspera que ya lleven un mes en este cuento y no haya solución.
Sergio, muchas gracias ;-)
Camerlengo, Camerlengo, qué vamos a hacer con vos? Si tenés problemas, te puedo recomendar un exclente psicólogo. Si desahogarte en esta página te hace sentirte mejor, enhorabuena; la verdad es que La Suiza Centroamericana fue creada para que su autor se pueda desahogar, y si a alguien más le sirve, bienvenido sea. Nada más te voy a pedir dos cosas:
1) que cuando nos vayás a criticar, te leás bien nuestras opiniones antes de criticarnos por cosas que no hemos dicho ("... que el aumento es injustificado e injustificable ... La huelga de Acueductos que tanto les molesta a la Suiza Centromericana..."). Si te tomás la molestia de leer Huelga en AyA: día 13 te darás cuenta de que este autor que por lo general critica las huelgas cree que la de AyA tiene razón de ser. Y si te releés bien este post (El peor Presidente) te darás cuenta de que nunca dije que el aumento fuera ni injustificado ni injustificable. Dije que es un demagógico acto de politiquería burda y barata. Te aclaro que el hecho de que algunos de nuestros lectores opinen que la huelga del AyA es una barbaridad no es responsabilidad de La Suiza Centroamericana tanto como no es responsabilidad del Semanario Universidad que algunos de sus lectores tengamos opiniones tan diametralmente opuestas a su línea editorial.
2)En La Suiza Centroamerica permitimos los comentarios anónimos. Te agradeceré no enlazar tu nombre con mi URL. Podés entrar como anónimo y firmar con tu pseudónimo, o entrar como "otro" y también firmar con tu pseudónimo sin enlazarlo a una página web que no te pertenece.
a mi lo que realmente me tiene las pelotas hinchadas con este presidente es su palabreria para evitar dar respuestas directas... realmente solo el hecho de escucharlo hablar es lo peor, me obligo a no vomitarme...
ResponderBorrarcomo lo que dijo hace unos dias con respecto a lo que le dijo Bush referente al TLC, "take your time", que fue esa mierda... seguramente el mae se lo dijo para que no llorara mas... eso lo dijo para justificar su incompetencia, que luego de tanto tiempo no pudiera tener una agenda completa para el TLC.
y con respecto a la huelga del AyA, yo no me meto con lo de si pertenecen a un regimen del servicio social o de la caja o lo que sea, pero sea lo que sea el salario de estos trabajadores es una total basura, creo que ellos no estan reclamando nada injusto... y el hecho de que declararan la huelga LEGAL (algo que no sucede desde hace mucho tiempo) deja mucho que pensar en si ellos tienen razon o no.
Hey! volvió "nosotros" (Camerlengo)! and he's back with a vengeance!
ResponderBorrarDean:
ResponderBorrarGenial tu analisis como siempre...más genial la respuesta a Camerlengo...Les recuerdo que el señor Presidente Pacheco ya entregó el poder solo que no se sabe a quien...en un acto digno del más ruin portami...
Le recuerdo tambien que el objeto de haberlo elegido fue para tener los Comentarios del Dr Abel Pacheco durante cuatro años seguidos (lo unico que el hombre sabe medio hacer despues de leer Selecciones en el baño)...así que el hombre que ha cumplido ha cumplido...lo unico que hizo fue cambiar la tematica a otra de la que tampoco sabe ni hostia....joder!!!!!
Esta es la verdadera imagen que debe salir de esta disque Suiza Centroamericana que la unica similitud es como en la Europea las divisas tienen movimiento aqui lo único que se mueve son apuestas ilegales, explotación sexual infantil, xenofobia y los colombianos refugiados solo añoramos la paz en nuestra linda patria para poder salir de este cafetal con electriciad.
ResponderBorrarMuchas gracias y los felicito por empezar a abrir los ojos al mundo.