Nueva Carta Abierta

Excmo. Sr. Presidente de Nicaragua
Ing. Enrique Bolaños


Estimado señor Presidente:

Con mucho orgullo y satisfacción he leído en La Nación de hoy un resumen de sus recientes declaraciones al Canal 8 de televisión de Nicaragua con respecto al diferendo que su país está viviendo con su imperialista y expansionista vecino del sur, en el cual me tocó nacer. Digo que con mucho orgullo por cuanto veo que finalmente está usted empezando a seguir los consejos que tan desinteresadamente le brindara este, su humilde servidor, en mi anterior carta del 30 de setiembre recién pasado.

Me alegra ver en sus declaraciones que ha logrado usted entender las verdaderas motivaciones de mis compatriotas ticos. El apetito que usted dice que tiene Costa Rica por el Río San Juan es más sed que apetito. Es una sed tal que podríamos secar el río para calmarla. También me alegra que finalmente haya hecho usted la conexión entre las aspiraciones de Costa Rica sobre el Río San Juan y el vulgar robo de Guanacaste sucedido en 1824. Eso me demuestra que está usted comprendiendo bien el enredo en que los ticos lo tenemos metido.

Los ticos somos tan malvados y calculadores que aprovechamos cada vez que ustedes tienen un conflicto interno para avanzar nuestras ambiciones expansionistas. Dichosamente, rara vez en la historia de Nicaragua ha tenido ese país conflictos internos, porque si fuera el suyo un país tan convulso como Costa Rica, ya los ticos seríamos dueños de la mitad de Nicaragua. Como usted bien lo dijo, los ticos deseamos hacernos del Lago de Nicaragua (que como le expliqué en mi anterior carta, aquí le llamamos la Laguna del Sapoá y en las escuelas nos enseñan que está en territorio tico). Tanta ha sido la frustración de los ticos por no tener acceso al Lago de Nicaragua, que hace unos años nos mandamos a construir una laguna grande en la zona norte del país, la laguna del Arenal, para por lo menos tener algo similar a lo de ustedes.

Me han parecido fenomenales las medidas que su país ha tomado con respecto a la navegación en el Río San Juan. La osadía de Costa Rica de demandar a Nicaragua ante un tribunal internacional organizado bajo la égida del la Naciones Unidas, por sus pretendidos derechos de navegación en el río, no puede pasar desapercibida y es justo que ustedes, que nunca han hecho nada parecido, tomen las medidas del caso.

Obligar a las embarcaciones ticas a portar la gloriosa bandera de Nicaragua es una idea sin parangón. Supongo que cuando todos porten bandera nica, para la policía y el ejército de su país será más fácil reconocer a los intrusos e impedir las continuas violaciones que hacen los ticos de la soberanía nica. Exigir que los ticos que navegan por el río San Juan para llegar de un punto en territorio costarricense a otro punto también en territorio costarricense porten visa, es una genialidad sorprendente. Ya quisiéramos los ticos que nuestros gobernantes tuvieran la mitad del ingenio y la claridad de estadista que usted posee. Le sugiero, como medida adicional, en adelante prohibir el aterrizaje en todo el territorio de Nicaragua de aviones de LACSA a menos de que cambien su bandera por la bicolor nica. Y ya que va a estar en eso, le sugiero exigir lo mismo a cualquier avión que desee aterrizar en los aeropuertos y cualquier barco que desee atracar en los puertos de su país, no vaya a ser que mañana los gringos, los hondureños o los colombianos vayan a exigir derechos sobre partes del territorio nica por el simple hecho de que por años han podido aterrizar o atracar allí.

Como le advertí en mi carta anterior, el ejército costarricense se está preparando para invadir Nicaragua, y sería bueno que ustedes, que no tienen ejército, de antemano y preventivamente invoquen el tratado interamericano de defensa mutua y soliciten la protección de otros países. Le recomiendo, señor Presidente, leerse la investigación del periodista Vladimir López, de El Nuevo Diario, donde deja al descubierto la verdadera capacidad militar de Costa Rica. Es que es necesario que usted comprenda que las intenciones de mis compatriotas son bélicas y expansionistas. Como lo dice don Vladimir, en Costa Rica tenemos 25 (si, veinticinco) miembros del Servicio de Vigilancia Marítima que fueron entrenados en Estados Unidos por los “marines” de ese país. Costa Rica cuenta además, como lo informa el mismo Vladimir López, con 3 (si, tres) helicópteros Blackhawk UH-60 con capacidad para transportar hasta 14 soldados. No puedo por este medio revelarle mucho de los planes de la invasión tica ya que podría ser acusado de traición a la patria, pero haga usted sus números: los 25 marinos entrenados caben en dos helicópteros, de manera que podemos lanzar la invasión y aún así mantener el tercer helicóptero en suelo nacional para no desproteger la frontera con Panamá. Imagínese, señor Presidente, el daño que esos 25 “marines” ticos con dos helicópteros dotados equipo de equipos de exploración diurna y nocturna (una de las armas más letales de las que el mundo tiene conocimiento) pueden causarle a los pocos y mal armados policías civiles nicaragüenses. Yo le recomiendo que no se tome esta amenaza a la ligera.

Excelentísimo señor Presidente: yo lo felicito por la mesura con que ha reaccionado usted a las provocaciones ticas. Es usted lo que en inglés llaman una persona verdaderamente “neighbourly”. Le cuento que con su prudencia y mano justa, está ganándose usted a la opinión pública costarricense. Gracias infinitas a su hombría de bien y su respeto a sus vecinos, cada día es mejor el trato que recibe de los ciudadanos costarricenses el puñado de nicaragüenses que viven aquí. Ojalá y nuestro Presidente siguiera su ejemplo, para disminuir la animosidad que sienten los indignados nicas hacia los centenares de miles de ticos que viven en su país producto del descalabro social y económico en que Costa Rica está sumida por culpa de un par de pillos que se creen los dueños de este país.

Sin otro particular, se despide

De usted, con las más altas muestras de consideración y estima,


Dean CóRnito

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