El día de ayer comentábamos de cómo el Presidente que lleva casi cuatro años llorando y dejando de hacer su labor “porque no hay plata”, decidió sorprendernos cual Colacho en noviembre con un aumento salarial del 9.81% a los funcionarios amparados al régimen del Servicio Civil, con un costo de más de 400 millones de colones mensuales que tendremos que apechugar el manojo de babosos que pagamos impuestos en este país. Hoy La Nación nos trae otra muestra más de la ineptitud e incuria del actual gobierno, que está resultando en otro estúpido gasto más de dinero que no tenemos.
El desatinado e incompetente desgobierno que tenemos, negoció desde febrero del 2003 dos créditos por $60 millones de dólares cada uno, con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). La Asamblea Legislativa, en un acto supra humano para los ineptos diputados que hacen mayoría, aprobó los créditos en junio de ese mismo año. Desde entonces, el dinero no se ha usado. Es más, ni siquiera ha sido girado porque el gobierno de Costa Rica no ha solicitado ningún desembolso. Resulta que los bancos exigen por este tipo de créditos una comisión de compromiso, que es el cobro que hace el banco por mantener el dinero disponible por el tiempo que el cliente (el Estado costarricense en este caso) lo requiera. Es lógico que así sea, porque el negocio de los bancos es justamente prestar dinero y ganarle un interés; si el banco se compromete a financiar a un cliente y este cliente no retira el dinero, el banco no puede utilizar este dinero para financiar a otro cliente hasta tanto la operación crediticia no sea cancelada. De manera que los bancos cobran al cliente por tener la plata guardada sin usarse.
Uno de los dos créditos era para financiar las obras de lo que falta de la carretera Costanera Sur, que lleva 43 años en construcción y aún no está concluida. Pero resulta que nuestras incompetentes autoridades se esperaron a tener el crédito aprobado para empezar apenas a redactar los carteles de licitación. Hoy, dos años y medio después, la licitación no ha sido adjudicada.
Por un lado la Viceministra del MOPT dice que el SETENA exigió hacer un estudio de impacto ambiental (cuya elaboración puede tomar un par de meses, y SETENA se toma de 9 a 24 meses para resolver). El ambientalista de escritorio que escribe estas líneas considera correcto exigir estudios de impacto a cualquier proyecto de la magnitud de una carretera. Lo que no es correcto, ni es aceptable, es que se le pida el estudio a una carretera que ya existe, aunque sea de lastre y huecos. Mucho menos es aceptable que la SETENA se tome tanto tiempo para rechazar o aprobar los estudios de impacto y los planes de gestión.
Por otra parte, el Ministro del MOPT dice que los procesos licitatorios son muy largos “porque las empresas que no salen beneficiadas apelan una y otra vez”. Esto ya lo sabíamos, y ha sido tema de análisis en varios artículos anteriores en La Suiza Centroamericana. Hemos dicho anteriormente que es necesario reformar las leyes para limitar las instancias de apelación y permitir que la contratación pública se efectúe. Pero hemos de suponer que el Ministro y demás funcionarios del MOPT saben de antemano que esa es la naturaleza de los procesos licitatorios en el país, y entonces no entendemos por qué se esperan a tener el dinero comprometido para empezar a “correr” (entre comillas, porque en el sector público pareciera que el que más corre no alcanza a una tortuga).
El otro crédito de $60 millones era para la Caja Costarricense del Seguro Social. Con ese dinero se pretendía construir tres hospitales, tres centros de atención integral, varios EBAIS, y un centro de resonancia magnética. A la fecha se han desembolsado $1.3 millones. La CCSS tiene una Directora Ejecutiva del Plan Nacional de Infraestructura Hospitalaria, título muy rimbombante para una incompetente que no logra hacer nada ni siquiera teniendo el dinero a su disposición. Su excusa es verdaderamente lamentable: que la Caja no tiene el personal suficiente para desarrollar simultáneamente todas las clínicas y hospitales que se pretende financiar con este crédito. Si es así, yo me pregunto: ¿en qué mamadas andaría pensando cuando avaló que el país contrajera una deuda para hacer tres hospitales y unas cuantas clínicas, si sabía que no tenía la capacidad para desarrollarlas al mismo tiempo? Esto, además de incompetencia, tiene otro nombre: irresponsabilidad.
La comisión de compromiso que paga el país es de 220 millones de colones al año por cada uno de los créditos. Yo propongo que a los jerarcas del MOPT, a la rimbombante directora de infraestructura hospitalaria, y al Presidente Ejecutivo de la CCSS que avalaron estos créditos se les haga un juicio para cobrarles los 440 millones anuales que los ticos estamos botando por la alcantarilla por su culpa. Estoy seguro de que los abogados tienen algún nombre incomprensible para tipificar esta conducta como delito.
El desatinado e incompetente desgobierno que tenemos, negoció desde febrero del 2003 dos créditos por $60 millones de dólares cada uno, con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). La Asamblea Legislativa, en un acto supra humano para los ineptos diputados que hacen mayoría, aprobó los créditos en junio de ese mismo año. Desde entonces, el dinero no se ha usado. Es más, ni siquiera ha sido girado porque el gobierno de Costa Rica no ha solicitado ningún desembolso. Resulta que los bancos exigen por este tipo de créditos una comisión de compromiso, que es el cobro que hace el banco por mantener el dinero disponible por el tiempo que el cliente (el Estado costarricense en este caso) lo requiera. Es lógico que así sea, porque el negocio de los bancos es justamente prestar dinero y ganarle un interés; si el banco se compromete a financiar a un cliente y este cliente no retira el dinero, el banco no puede utilizar este dinero para financiar a otro cliente hasta tanto la operación crediticia no sea cancelada. De manera que los bancos cobran al cliente por tener la plata guardada sin usarse.
Uno de los dos créditos era para financiar las obras de lo que falta de la carretera Costanera Sur, que lleva 43 años en construcción y aún no está concluida. Pero resulta que nuestras incompetentes autoridades se esperaron a tener el crédito aprobado para empezar apenas a redactar los carteles de licitación. Hoy, dos años y medio después, la licitación no ha sido adjudicada.
Por un lado la Viceministra del MOPT dice que el SETENA exigió hacer un estudio de impacto ambiental (cuya elaboración puede tomar un par de meses, y SETENA se toma de 9 a 24 meses para resolver). El ambientalista de escritorio que escribe estas líneas considera correcto exigir estudios de impacto a cualquier proyecto de la magnitud de una carretera. Lo que no es correcto, ni es aceptable, es que se le pida el estudio a una carretera que ya existe, aunque sea de lastre y huecos. Mucho menos es aceptable que la SETENA se tome tanto tiempo para rechazar o aprobar los estudios de impacto y los planes de gestión.
Por otra parte, el Ministro del MOPT dice que los procesos licitatorios son muy largos “porque las empresas que no salen beneficiadas apelan una y otra vez”. Esto ya lo sabíamos, y ha sido tema de análisis en varios artículos anteriores en La Suiza Centroamericana. Hemos dicho anteriormente que es necesario reformar las leyes para limitar las instancias de apelación y permitir que la contratación pública se efectúe. Pero hemos de suponer que el Ministro y demás funcionarios del MOPT saben de antemano que esa es la naturaleza de los procesos licitatorios en el país, y entonces no entendemos por qué se esperan a tener el dinero comprometido para empezar a “correr” (entre comillas, porque en el sector público pareciera que el que más corre no alcanza a una tortuga).
El otro crédito de $60 millones era para la Caja Costarricense del Seguro Social. Con ese dinero se pretendía construir tres hospitales, tres centros de atención integral, varios EBAIS, y un centro de resonancia magnética. A la fecha se han desembolsado $1.3 millones. La CCSS tiene una Directora Ejecutiva del Plan Nacional de Infraestructura Hospitalaria, título muy rimbombante para una incompetente que no logra hacer nada ni siquiera teniendo el dinero a su disposición. Su excusa es verdaderamente lamentable: que la Caja no tiene el personal suficiente para desarrollar simultáneamente todas las clínicas y hospitales que se pretende financiar con este crédito. Si es así, yo me pregunto: ¿en qué mamadas andaría pensando cuando avaló que el país contrajera una deuda para hacer tres hospitales y unas cuantas clínicas, si sabía que no tenía la capacidad para desarrollarlas al mismo tiempo? Esto, además de incompetencia, tiene otro nombre: irresponsabilidad.
La comisión de compromiso que paga el país es de 220 millones de colones al año por cada uno de los créditos. Yo propongo que a los jerarcas del MOPT, a la rimbombante directora de infraestructura hospitalaria, y al Presidente Ejecutivo de la CCSS que avalaron estos créditos se les haga un juicio para cobrarles los 440 millones anuales que los ticos estamos botando por la alcantarilla por su culpa. Estoy seguro de que los abogados tienen algún nombre incomprensible para tipificar esta conducta como delito.
Querido Dean Cornito. Desde que algun amigo me mando la direccion de su blog lo he leido a diario, y ademas me sente a leer todos los archivos y me parecen geneales sus comentarios. Quisiera invitarlo a visitar http://www.costaricanuestra.com que es un foro gratuito, libre y sin censura, una comunidad intelectual para los ticos y donde comunmente discutimos sus articulos. Saludos y muchas gracias.
ResponderBorrarDean nos muestra otra vez lo sólo aquí en la suiza centroamericana pasa.
ResponderBorrarMe quedé pensando, sobre las futuras marchas en contra del TLC, no recuerdo en mi corta vida, una marche en contra de todas esas particularidades de nuestro, como pagar por un relleno sanitario que nunca se utilizó, pagar por esos prestamos que no se han usado, que nos metan gato por liebre en el hospital de alajuela, que nos creamos que los impuestos de los combustibles se usan para carreteras...
Da cólera que sucedan tantas pero tantas care-barradas y por eso nada más queda en los noticieros, periódicos y nuestros blogs, por esas cosas nunca he visto una marcha para pedir cuentas, cabezas, reembolsos, cárcel.
Pero para ir a tontear si, cuanta plata se le dio a los educadores por los 200 días? para que?
ya me aguevé, voy a ir a hacer una marcha solito...
a mi lo que me extraña es que hacen este aumento sacado de la manga y no le pueden resolver a los pobres trabajadores del AyA, como es posible que una gran parte de estos que estan en huelga ganen menos del salario minimo... que gobierno mas miserable... que les paguen lo que les deben, no estan exigiendo nada que no les corresponda...
ResponderBorrarroy, el aumento es la respuesta del gobierno a la huelga del AyA.
ResponderBorrarAntonio, bienvenido a La Suiza Centroamericana (aunque por lo que veo ya llevás buen rato dándote la vueltica por acá). Gracias por la invitación a participar en tu foro; ya me di la vuelta por allá y estuve "vineando" algunas muy interesantes discusiones. Un día de estos me matriculo, aunque he de confesar de antemano que entre darle de comer a una familia y mantener mi blog ando últimamente bastante ocupado, por lo que no seré un participante muy activo en "Costa Rica nuestra". Igual, sentite a tus anchas en esta, tu segunda casa.
ResponderBorrarSergio, cuánta razón tenés. Hay marchas para todo menos para exigir orden, responsabilidad, cuentas claras. ¿Será porque quienes exigimos orden y responsabilidad estamos muy ocupados siendo ordenados y responsables? Si es así, no es suficiente; ya es hora de que nos hagamos sentir. Este blog es mi pequeña marcha unipersonal para manifestarme públicamente.
Roy, justamente ese era uno de los puntos de mi comentario. Si 150 ó 900 trabajadores me hacen una huelga y mi respuesta es dar un aumento del 10% a 105.000 empleados que no me lo han pedido, me quedo sin plata para resolver la huelga de los 150 ó 900. Darle un 20% a los 900 era muchísimo más barato que dar el 10% a 105.000.
Anónimo: si esa es la respuesta del gobierno a la huelga, es otra muestra más de que el actual gobierno está "meando fuera del tarro" (ver respuesta a Roy).