¡Ayer amenazaban la estabilidad democrática de Costa Rica, hoy aparecen como los grandes defensores de la institución de la Presidencia! Una metamorfosis digna de la exquisita pluma kafkiana.
Nuestra fiel lectora y excelente amiga Solentiname nos ha alertado sobre una noticia que salió en el periódico Al Día de ayer. Y no se trata de cualquier noticia. Resulta que el Presidente de la República se reunió en privado la semana pasada con un grupo de 16 dirigentes sindicales, entre los cuales estaban varios de los miembros de la Comisión Nacional de Enlace que hace un par de meses emitió un manifiesto amenazando con disturbios en las calles si el Presidente envía el TLC a la Asamblea, y si “el pueblo se equivoca” y elige a Oscar Arias en las votaciones de febrero del 2006.
¿Qué tan desubicado puede estar don Abel Pal’techo, que la semana pasada andaba diciendo que no ve quién puede “descarrilar el tren de la democracia” en Costa Rica, y ni teniéndolos en su misma mesa los puede ver?
Imagínese el lector qué tan perdido está el hombre, que les ha dado a estas garrapatas chupasangres la oportunidad de redimirse, cuando solitos se habían echado suficiente tierra encima como para darles un entierro de lujo.
Señor Presidente, lo que usted está haciendo es muy peligroso para el país. Si usted quiere sacarse el clavo con La Nación, le recomiendo que no les de más declaraciones (su popularidad va a subir por partida doble, una por “plantao” y la otra porque disminuirá el número de yeguadas que tendremos que escuchar), y ordene acelerar la investigación de la venta y arrendamiento de las rotativas. Pero por favor no juegue con las posibilidades de empleo de los jóvenes de hoy, y no ponga el futuro del país en manos de estos retrógradas que nada bueno quieren para el país.
Ya la semana pasada lo habíamos alertado cuando dijimos: “Abra los ojos, don Abel, que por ahí anda un grupúsculo de revoltosos trasnochados amenazando con desestabilizar la democracia, y usted con sus bufonadas y con la pelota que les da, es quien más les ayuda, aunque sea sin querer.” Vea que le hemos dado el beneficio de la duda. El problema es que si usted sigue dándoles más pelota que juntabolas del Ricardo Saprissa, no vamos a poder seguir creyendo que usted lo hace sin querer. Don Abel, sus compañeros de cama del momento dejan mucho que desear. Su obligación para con la patria es primero, el deber lo está llamando.
Nuestra fiel lectora y excelente amiga Solentiname nos ha alertado sobre una noticia que salió en el periódico Al Día de ayer. Y no se trata de cualquier noticia. Resulta que el Presidente de la República se reunió en privado la semana pasada con un grupo de 16 dirigentes sindicales, entre los cuales estaban varios de los miembros de la Comisión Nacional de Enlace que hace un par de meses emitió un manifiesto amenazando con disturbios en las calles si el Presidente envía el TLC a la Asamblea, y si “el pueblo se equivoca” y elige a Oscar Arias en las votaciones de febrero del 2006.
¿Qué tan desubicado puede estar don Abel Pal’techo, que la semana pasada andaba diciendo que no ve quién puede “descarrilar el tren de la democracia” en Costa Rica, y ni teniéndolos en su misma mesa los puede ver?
Imagínese el lector qué tan perdido está el hombre, que les ha dado a estas garrapatas chupasangres la oportunidad de redimirse, cuando solitos se habían echado suficiente tierra encima como para darles un entierro de lujo.
Señor Presidente, lo que usted está haciendo es muy peligroso para el país. Si usted quiere sacarse el clavo con La Nación, le recomiendo que no les de más declaraciones (su popularidad va a subir por partida doble, una por “plantao” y la otra porque disminuirá el número de yeguadas que tendremos que escuchar), y ordene acelerar la investigación de la venta y arrendamiento de las rotativas. Pero por favor no juegue con las posibilidades de empleo de los jóvenes de hoy, y no ponga el futuro del país en manos de estos retrógradas que nada bueno quieren para el país.
Ya la semana pasada lo habíamos alertado cuando dijimos: “Abra los ojos, don Abel, que por ahí anda un grupúsculo de revoltosos trasnochados amenazando con desestabilizar la democracia, y usted con sus bufonadas y con la pelota que les da, es quien más les ayuda, aunque sea sin querer.” Vea que le hemos dado el beneficio de la duda. El problema es que si usted sigue dándoles más pelota que juntabolas del Ricardo Saprissa, no vamos a poder seguir creyendo que usted lo hace sin querer. Don Abel, sus compañeros de cama del momento dejan mucho que desear. Su obligación para con la patria es primero, el deber lo está llamando.
ya lo hemos dicho en muchas ocaciones...
ResponderBorrardon abel que estas haciendo????
si alguien lo sabe que que no dude en avisarnos.!!!
Creo que es clarísimo que hace lo que le ronca y todos creemos que es por burro y no porque lo hace al propio. No podemos hacer nada porque nuestro sistema no prevé un referendum ningún sistema con que se castigue una pésima gestión con excepción de la decisión que se tome en la próximas elecciones.
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